Mis infidelidades y sus consecuencias - (07)
La cabaña de Gualeguaychú, un trío inesperado
La cabaña de Gualeguaychú, un trío inesperado
Casi al final de noviembre, el viernes 23, nos íbamos con Omar a pasar una semana a Gualeguaychú. Preparamos los bolsos y todo lo necesario para el viaje.
O: -Te llevas la bikini negra?
L: -Si, pero ni sueñes que me la voy a poner si hay gente!
Él tenía una reunión en Buenos Aires ese día y después de eso, seguiríamos camino a Entre Ríos. Conseguimos lugar para estacionar a un par de cuadras, Omar me dijo si quería acompañarlo, pero preferí esperarlo en el auto leyendo un libro. La reunión era a las 10 de la mañana y según Omar duraría un par de horas.
No había pasado ni media hora, y lo veo venir a Omar, apurado y con cara de enojado.
O: -Podés creer que me pasó la reunión para el unes!! Y encima no está, no le puedo decir que el lunes no estoy.
L: -Tranquilo mi amor! No pasa nada, venimos el lunes y después de la reunión no vamos.
O: -Yo también lo pensé, pero nos perdemos tres días!
O: -Estaba pensando, nos vamos igual y el lunes me vengo de Entre Ríos a la reunión y después vuelvo, no es tan lejos, son menos de tres horas. Y así no nos perdemos estos días.
L: -Te parece amor?
O: -Si dale hagamos así! No sé después cuando me voy a tomar más días de vacaciones.
Y así hicimos, pasadas la once, nos fuimos para Gualeguaychú.
Tomamos mate y charlamos, era un día hermoso de sol y calor. Cerca de la una, paramos en Zárate, para almorzar y seguir viaje.
Cerca de la cuatro llegamos a Gualeguaychú, pasamos a buscar las llaves y hacer el papeleo por la administración de las cabañas. El hombre nos dijo que solo estaba ocupada la cabaña 1, y que podíamos elegir cualquiera de las otras. Elegimos la 5.
Llegamos al complejo, era realmente hermoso, un parque muy grande, arbolado, con canteros llenos de flores y caminos internos de piedra hasta las cabañas. Bajamos nuestras cosas, acomodamos todo en la cabaña y Omar dijo de dar una recorrida por el predio para conocerlo.
Todas las cabañas eran iguales, muy lindas, con un solado de madera al costado con reposeras y una mesa, una pérgola de madera con plantas enredaderas, para la sombra del auto. Caminamos recorriendo el predio, llegamos a una especie de quincho de uso común, con mesas, parrillas, baños y todo lo necesario para los turistas. Unos metros más atrás, pasando por una línea de arbustos estaba la pileta, un lugar hermoso, con un amplio solado con reposeras, y rodeado de plantas y flores.
Volvimos a la cabaña, pasando cerca de la que estaba ocupada, solo vimos un auto, ninguno de sus ocupantes. Tomamos unos mates y Omar propuso ir a comprar lo necesario para estos días.
Fuimos al centro, compramos todo y volvimos. Al entrar al complejo, el auto de la cabaña uno no estaba.
Preparamos la cena, miramos un rato televisión, charlamos un rato sentados en las reposeras del exterior, hasta más o menos las doce de la noche. Nos fuimos a la cama y al rato nos quedamos dormidos. No hicimos nada esa noche, estábamos cansados del viaje.
El sábado me despertó Omar con el desayuno, era otro día de calor, tomamos unos mates y Omar me dijo de ir a la pileta un rato. Omar me pedía que me pusiera la negra, pero me puse una bikini “más normal”.
O: -Que lástima!
L: -Amor es que están los de la uno, me da vergüenza! Cuando volvemos me la pongo para vos.
Estuvimos solos en la pileta, tomando sol y metiéndonos al agua, hasta el mediodía.
Volvimos, comimos algo y fui al baño. Volví con la bikini PMP y Omar se volvió loco.
O: -Ahora sí!! Esta me gusta mucho más!!!
L: -Si te gusta más porque estoy casi en pelotas!!
O: -Por supuesto! Mirá lo bien que te queda!
Me acerqué y ya tenía la pija dura, nos fuimos para la cama y me devoró! Hicimos el amor toda la tarde, de todas las formas, por todos lados, con la bikini puesta hasta el segundo orgasmo y después desnuda. Omar me acabó dos veces, una en la boca y otra en el culo.
Nos bañamos, nos cambiamos y nos fuimos a cenar al centro.
El domingo después de desayunar, salimos a pasear un rato, el auto de los vecinos no estaba, no los habíamos cruzado aún. Almorzamos en un lugar muy lindo, caminamos un rato por la costa del río, por el centro y cerca de las seis de la tarde volvimos a la cabaña.
Omar al otro día debía salir temprano para Buenos Aires, cenamos temprano y nos fuimos a la cama. Omar me empezó a besar y a tocar pero le dije:
L: - Amor, te parece? Mañana te tenes que levantar muy temprano!
O: -Y con esto que hago?
Señalándome el bulto que se marcaba en el bóxer.
L: -Yo te lo soluciono rapidito!
Le dije, bajándole el bóxer y llevándome su pija a la boca, se la empecé a chupar, a tocar, a pajear hasta que lo hice acabar. Me acabó en la boca, me tragué todo y le dije:
L: -Listo amor ahora a dormir y cuando volvés, te los doy yo.
Sonó la alarma del teléfono a las cinco y media de la mañana. Omar se fue a bañar y yo preparé el desayuno. Volvió cambiado, tomamos unos mates y pasadas las seis se fue para Buenos Aires.
La reunión era a las diez, pero prefería llegar con tiempo.
L: -Teneme al tanto amor, avísame cuando llegas a Buenos Aires.
O: -Si corazón, yo te aviso!
Subió al auto y desde adentro, con una sonrisa pícara me dijo:
O: -Y preparate que voy a volver con hambre!
Nos reímos y se fue.
Tomé otros mates, sentada en la reposera de afuera, leyendo un libro. Hacía mucho calor, aunque se veían unas nubes de tormenta.
Casi a las nueve me manda un mensaje Omar: “Ya estoy en Buenos Aires amor, todo bien en la ruta, me estoy tomando un café, haciendo tiempo hasta las diez”. Le contesté que me avisara, al volver, así lo esperaba.
Cómo a las once de la mañana, pensé en ir a la pileta, miré que el auto de la cabaña uno no estaba y pensé que ya se habían ido.
Entré a la cabaña, me puse la bikini negra PMP, un pareo, tomé un toallón, el libro, los anteojos de sol y me fui para la pileta. Aprovechando que estaba sola podría tomar sol con la bikini chiquita.
Caminé por el parque hasta la pileta, y al pasar a línea de arbustos que separaba la pileta del quincho, me sorprendí al ver una chica, tomando sol en tetas, solo la parte de abajo del bikini. Al verme se sorprendió también.
Nos saludamos, nos presentamos, Mara era su nombre y me dijo:
M: -Ay perdón!! Pensé que estaba sola, por eso el toples, como no vi el auto, pensé que ya se habían ido. Me reí y le dije:
L: -Yo también pensé lo mismo y por eso me puse la bikini chiquitita para tomar sol.
Ella siguió en tetas, yo me saqué el pareo y me senté en la reposera de al lado.
M: -Ah ahora entiendo lo de la bikini! Que chiquita!
L: -Muy chiquita, me la puse porque pensé que no había nadie, si sabía creo que no me animaba.
M: -Pero te queda bárbara! Me tendría que comprar una así para mi marido.
Pasadas las diez, me llega un mensaje de Omar: “Podés creer que el secretario me pasó la reunión para las cinco de la tarde? Estoy re caliente, a esa hora ya quería estar ahí”.
Le contesté que se calmara, que pensara que después nos quedaban días para disfrutar y que me avisara, cuando volvía.
Se lo comenté a Mara y me dijo que iba a llegar con lluvia.
Seguimos charlando, me aflojé nos contamos un poco de nosotras. Me contó que habían tenido problemas con su auto y su marido estaba en un taller. Yo le conté que Omar había tenido que ir a Buenos Aires por el trabajo y que volvía a la tarde.
Me contó que eran de Quilmes, una ciudad a unos 30 kilómetros de La Plata y que se quedaban hasta el miércoles.
Le pregunté si siempre hacía toples y me contó que, con gente, solo una vez en Brasil, pero que en su terraza, lo hacía a menudo, a Hernán su marido, le gustan las tetas bronceadas.
En un momento se levantó, se puso un vestidito y fue hasta su cabaña, al rato volvió con dos porrones de cerveza y unos snack, me convidó uno y se volvió a quedar en tetas. En un par de oportunidades, no pude evitar mirarle las tetas, un poco más grandes que las mías y con pezones bien marcados. Terminamos las cervezas, la verdad, que estaban bárbaras con el calor que hacía.
M: -Me voy a dar un chapuzón antes que se venga la tormenta. Desde dentro del agua seguíamos hablando.
M: -Me encanta meterme en tetas! En Brasil una noche con Hernán nos metimos en bolas!
M: -Animate!, no te vas a arrepentir
Lo pensé y me dije, por qué no? Me enderecé me desaté el corpiño de la bikini y me fui al agua. Pude ver cómo me miraba las tetas. Seguimos charlando en el agua, la verdad es que se sentía bien, creo que si hubiera estado sola, me sacaba todo.
Salimos del agua, me senté en la reposera al sol y Mara se fue, supuse que a su cabaña o al baño. Volvió un momento después con dos porrones mas.
M: -Tomate otra!
L: -Ay no Mara, que no comí nada y me voy a poner en pedo!
M: -Dale, aprovechemos que estamos acá, con este calor y en este lugar hermoso!
Acepté y nos tomamos otra cerveza cada una. La verdad que no me sentía incómoda estando en tetas delante de Mara, como que en un momento ya no pensaba en eso y disfrutaba el sol.
Mara volvió a ir a la cabaña y trajo otra cerveza más para cada una. Ya no me negué y la tomé también.
Seguimos charlando, contando de nuestros maridos, de nuestros trabajos, de nuestra vida, la verdad una conversación muy amena y distendida. No sabía ni qué hora era, y la verdad estaba un poco mareada.
En un momento, aparece Hernán, el marido de Mara y yo en tetas! Me sorprendí y no atiné ni siquiera a taparme. Venía con un short de baño solamente y una heladerita de camping en la mano.
H: -Uhh Perdón, no vi el auto y pensé que estábamos solos!
M: -Jaja, nosotras pensamos lo mismo!, cuando llegó Lola yo pensando que estaba sola y me encontró en tetas.
L: -Y yo pensé que estaba sola y me puse la bikini esta!
Mara se estiró y tomo el corpiño de mi bikini para mostrárselo a Hernán, que destapaba una cerveza para cada uno
M: -Mirá amor, me voy a comprar una de estas, te gusta?
Y apoyándola sobre sus tetas le dijo:
M: -Mirá, con esto te vuelvo loco, o no?
H: -Y la parte de abajo?
M: -Es re chiquita! Más chiquita que la que me puse en Brasil!
Hernán se terminó su cerveza y dijo:
H: -me voy a dar un chapuzón antes que se venga el agua!
Se levantó y se tiró al agua.
Al rato salió, se secó con la toalla de Mara y antes de sentarse, sacó otra cerveza de la heladerita.
Seguimos charlando otro rato, hasta que la tormenta tapó el sol. Seguía haciendo mucho calor hasta que de repente empezaron a caer unas gotas, y enseguida se largó un chaparrón. Junté mis cosas, envolviendo el libro y el teléfono en el pareo para que no se mojaran y salimos apurados para las cabañas. Hernán venía detrás de nosotras y pensé que me vendría mirando el culo, puesto que la bikini no me lo tapa.
Llegando a su cabaña, le dije:
L: -Bueno chicos gracias por la cerveza, nos vemos luego!
H: -Venite a comer con nosotros!, si estás sola hasta la noche!
L: - No chicos gracias! Coman tranquilos!
H: -Vení, comé con nosotros y después te vas a dormir la siesta
M: -Dale Lola venite! No comas sola.
Antela insistencia, acepté. Entramos a la cabaña, Hernán trajo del baño una toalla para cada una y volvió al baño. Nos secamos y nos sentamos en el sillón. Hernán volvió secándose el pelo y solo con un bóxer.
H: -Si amor, me encanta esa bikini, definitivamente te tenés que comprar una!
H: -Yo preparo el almuerzo!
Fue para la cocina a preparar la comida y nosotras nos quedamos charlando en el sillón.
A rato, trajo los platos, los vasos, los cubiertos unas bandejas con ensaladas y una tabla con queso y fiambre.
H: -Todo vegetales, Mara es vegetariana!
L: -Buenísimo! yo también, hace años dejé de comer carnes, pero si como huevos, queso y lácteos.
Trajo una botella grande de cerveza y sirvió para los tres, de un mueble trajo una botella de vodka, le echó a su vaso, al de Mara y le iba a poner al mío.
L: -No Hernán, que voy a terminar en pedo, ya nos habíamos tomamos tres cervezas con Mara!
H: - Dale, si te ponés en pedo, te llevamos a la cabaña y te dormís la mona!
Y echó un chorro en mi vaso también.
Comimos charlando y tomando cerveza. Terminamos de almorzar y Hernán se levantó para llevar las cosas a la cocina. Se le notaba la erección en el bóxer, mara se rió y el dijo:
H: -Perdón, pero tengo delante dos hermosas mujeres y no lo pude evitar!
Volvió a buscar lo que quedaba en la mesa y fue a la cocina a llevarlo, a volver Mara le dijo:
M: -A ver amor, vení que te ayudo con eso!
Hernán se paró delante y sin decir nada, le bajó el bóxer, liberando la pija dura de Hernán. Sin decir nada se la empezó a chupar, me puse un poco nerviosa, pero mi entrepierna se empezó a mojar. Hernán tenía un buen tamaño, quizás un poco más gorda que la de Omar, pero más o menos igual de larga, con los pelitos prolijamente recortados. Quedé mirando tratando de dilucidar qué hacer.
L: -Bueno chicos los dejo solos así hacen la siestita!
Mara se sacó la pija de la boca, y Hernán, giró levemente para que su pija quedara en dirección a mí. Mara me tomó la mano y me la llevó a la pija de Hernán. No sé si por la cerveza o la calentura, no tuve resistencia y se la agarré. Hernán se acercó poniéndose a centímetros de mi cara y no lo dudé, me acerqué y me la puse en la boca. Lo tendrían planeado? Ya no me importaba, ya me había calentado.
Le chupábamos la pija entre las dos, Mara alternaba entre la pija de Hernán y mi boca, me besaba, me lamía, ya estaba empapada.
Hernán tomó a Mara para que se pare, le desató la bikini dejándola en bolas. Mara hizo lo mismo conmigo y ya estábamos los tres en bolas.
Hernán nos tomó de las manos y no llevó al dormitorio, quitó el cubrecama y nos acostamos los tres. Quedé en el medio, besando a los dos alternadamente y los dos me tocaban toda. Mara me tocaba la concha toda mojada y le mostraba a Hernán. Me dejé hacer, me tocaban, me chupaban, me besaban, ya estaba completamente caliente.
Mara me comía la concha, y mientras le chupaba la pija a Hernán, tuve el primer orgasmo.
Ya la quería tener adentro y se lo dije a Hernán. Sacó preservativos de la mesa de luz, se puso uno y se echó sobre mí. Yo abrí las piernas, lo miré y con sus brazos apoyados a los costados de mi cuerpo, me la empezó a meter, despacio. Mara me tocaba las tetas y lo besaba a Hernán.
Después de cogerme un rato en esa posición me la sacó, se sacó el preservativo y se la metió a Mara que se acostó a mi lado. Se la sacó, Mara se acostó con los pies para el lado de la cabecera de la cama, hicimos un 69 y mientras le chupaba la concha, Hernán se puso otro forro y me cogía desde atrás. Sentirlo entrar y salir mientras Mara me la chupaba, me hizo tener otro orgasmo, no paraba de acabar!
Seguía lloviendo y los tres seguíamos cogiendo. Cambiamos de posición con Mara, yo abajo y ella arriba haciendo un 69, Hernán se sacó el preservativo y desde atrás se la metió a Mara en el culo, mientras yo le chupaba la concha y ella a mí.
Me calentaba mucho ver la pija de Hernán entrar y salir del culo de Mara y en ese momento tuvo un orgasmo, una locura, temblaba toda. Hernán siguió entrando y saliendo de su culo por un momento más, se la sacó Mara se echó en la cama y Hernán se volvió a poner un forro y me volvió a coger, a chuparme las tetas, le pedí que me mordiera los pezones, Mara me besaba, me metía la lengua en la boca, los dedos, y le tocaba el culo a Hernán acompañando las embestidas. En esa postura, tuve otro orgasmo y me aflojé. Me la sacó, se sacó el forro, y se la puso a Mara en la boca. Mara se la chupaba y lo pajeaba, me enderecé para chupársela yo también. Se la chupábamos entre las dos, no besábamos, nos turnábamos para tenerla en la boca, hasta que Hernán dijo que acababa, Mara lo pajeó y empezó a bramar, siguió hasta hacerlo acabar, sobre nosotras, en la cara, el pelo, las tetas, leche por todos lados.
Quedamos los tres tendidos en la cama exhaustos, no tenía ni idea de la hora, escuchaba que seguía lloviendo. Les pregunté qué hora sería, Hernán se giró y tomó su teléfono.
H: -Cuatro y cuarto
Respiré aliviada. Nos dormitamos. Me desperté sobresaltada con el sonido de mi teléfono, me levanté asustada, miré la hora eran las seis menos veinte, era un llamado de Omar. Me quedé en el comedor de la cabaña para hablar con él.
L: -Hola amor!
O: -Hola mi vida, podés creer que todavía ni vino este tipo, mirá la hora que es!!
L: -Me había dormitado, perdón. Bueno amor tranquilo. Acá sigue lloviendo.
O: -Acá no sé, estoy adentro.
O: -Pero me preocupa el auto, lo tengo en un estacionamiento que cierra a las ocho!, ya veo que la reunión se demora y me queda el auto adentro! Me muero!
L: -Ay amor! esperemos que no! No lo podés sacar ahora?
O: -Está como a ocho cuadras, no conseguí lugar más cerca, estaban todos llenos, ya veo que me voy a buscar el auto y este tipo viene y no estoy.
L: -Bueno amor mío, teneme al tanto, cuando termine la reunión avísame.
O: -Si amor, te tengo al tanto. Un beso mi vida.
L: -Chau amor, suerte!! Que todo salga bien, yo te espero para cenar.
L: -Volvé tranquilo, manejá con cuidado si está lloviendo! Un beso!
Corté a comunicación y al darme vuelta, lo veo a Hernán preparando el mate. Volvimos a la cama, tomamos unos mates desnudos en la cama y yo me quedé preocupada por Omar y por supuesto con el sentimiento de culpa.
Charlamos un rato, seguía lloviendo. Hernán se fue a dar un baño y nos quedamos con Mara en la cama. Empezó a caer la tarde y yo todavía estaba ahí. Les dije que me iría a mi cabaña a darme un baño para esperar a Omar.
Pasadas la ocho, me vuelve a llamar Omar.
O: -Hola amor, podés creer que recién termina la reunión, estoy en un taxi, yendo hasta la cochera! Espero que esté abierta, si no me muero!
L: -No cortes amor, así se si llegaste
O: -Encima que llueve a mares, hay un tráfico terrible!!
O: -La puta madre!!! Ya cerró la concha de la lora!!! Me quedó el auto adentro y la puta que lo parió!!
L: -Tranquilizate amor!
O: -Ni siquiera puedo volver a casa, las llaves están en el auto! La puta que los parió!!
L: -Buenos corazón, quedate esta noche en algún hotel por ahí y mañana cuando abre a cochera, te venís.
O: -Voy a tener que hacer eso, no me queda otra!
L: -Si amor, descansá y mañana a la mañana te venís tranquilo. Comé algo, tomate una cerveza, descansás y cuando te levantás, te venís tranquilo, todavía nos quedan días
L: -Por favor teneme al tanto. Te voy a extrañar!
O: -Yo también, ya quisiera estar ahí. Me voy a buscar un hotel por acá cerca y te aviso.
L: -Dale, y cuando salís para acá avísame. Te amo vida mía, te mando un beso enorme y te espero mañana para almorzar.
Corté con Omar, Mara y Hernán habían escuchado la conversación en silencio.
Me insistieron que cenara con ellos, y acepté, para no estar sola en la cabaña.
Fui al baño, me puse el bikini y volví. Los dos preparaban la cena mientras charlábamos, la verdad, es que eran muy agradables.
Cenamos, tomamos unas cervezas, nos reímos contando anécdotas, cerca de las once, le dije que me iba a la cabaña, los dos me miraron, Mara que estaba junto a mí en el sillón, se acercó y me dio un beso en la boca, me miró a los ojos y me dijo:
M: -Quedate Lola, quedate esta noche con nosotros, mañana temprano te vas para tu cabaña
L: -Ay chicos! No sé!
M: -Porfa, si la pasamos re bien a la tarde, nosotros pasado mañana nos vamos, porfa!
Y me seguía besando y acariciando las piernas, la cara, las tetas. Con la poca resistencia que tenía, le dije que mejor lo dejábamos así, pero Hernán se sentó al otro lado, me besó y lamió la oreja, pidiéndome por favor, suave al oído. Y cuando quise acordar nos estábamos besando y tocando los tres.
Terminamos desnudos, tocándonos y besándonos en el sillón. Fuimos al dormitorio, Mara y yo nos acostamos y nos empezamos a tocar y a chupar, Hernán nos miraba desde un costado de la cama, pajeándose. Mara me comía las tetas, me mordisqueaba los pezones y me tocaba la concha toda mojada. Mara quedó boca arriba en la cama, con las piernas abiertas y yo bajé a chupársela, Hernán se puso un forro y me empezó a coger desde atrás.
Cambiamos de posición un montón de veces, en un momento Hernán me dijo que le encantaría cogerme el culo, pero le dije que por el culo no, que me lo chupara si quería. Me separó los cachetes y me lo empezó a chupar y a jugar con un dedo, a meterlo y sacarlo, supongo que tratando de convencerme. La verdad es que casi se lo doy, pero por un momento pensé en Omar y en que mi culo es para él.
Nos chupamos todo, nos tocamos todo, estuvimos cogiendo hasta no se qué hora, tuve tres orgasmos, Mara tuvo dos y Hernán nos acabó dos veces. Ya cansados, nos quedamos acostados los tres, yo quedé en el medio y Mara me seguía tocando y chupando las tetas. Les dije que pondría la alarma del teléfono a las siete y media, quería estar en la cabaña, cuando Omar me llamara.
En la mañana, cuando sonó la alarma, me desperté y estábamos solo Mara y yo, desnudas.
Un momento después, vino Hernán en bolas, con el mate preparado y unas tostadas.
Desayunamos y antes de las ocho, me puse la bikini, junté todas mis cosas y despedí de los chicos.
Me acompañaron los dos desnudos hasta la puerta de su cabaña.
H: -No te querés quedar un ratito más, uno cortito
M: -Dale, es que ya no te vamos a poder ver más! Un ratito!
L: -Les agradezco chicos, pero tengo que volver y prepararme para cuando llegue Omar, me tengo que guardar orgasmos para él también!
L: -Lo pasé muy bien! Pero me tengo que ir.
Hernán me dio un beso en la boca, se lo correspondí. Mara también, más profundo, me comió la boca! La verdad que si hubieran insistido un poco más, creo que aflojaba, Pero les agradecí y me fui a nuestra cabaña.
Cerca de las nueve, me llama Omar:
O: -Hola mi amor!
L: -Hola mi vida! Estaba esperando tu llamado!
O: - Recién termino de desayunar y me voy a buscar el auto.
L: -Ay qué suerte corazón! Ya quiero que vuelvas!
O: -Ya vuelvo mi vida! Para el mediodía estoy ahí!
L: -Dale, te espero con algo para comer! Manejá con cuidado! Pensá que todavía nos quedan días para disfrutar! Por favor teneme al tanto!
O: -Si mi vida, te aviso cuando entro a Gualeguaychú!
L: -Dale! Yo espero ansiosa y preparadita!
O: Mmmm! Ya me imagino! Nos vemos en un rato
L: -Chau mi vida!
Cortamos, me fui a bañar, acomodé un par de cosas, como para que no se notara que no había estado y me tiré en el sillón con la bikini negra chiquitita para esperarlo. Me quedé dormida.
Al mediodía, Omar me avisa que ya estaba entrando a Gualeguaychú. Al rato llegó, entró en la cabaña y nos abrazamos y nos besamos y ni siquiera almorzamos, fuimos directamente al dormitorio.
Continuará…