Mis infidelidades y sus consecuencias - (06)

No me puedo resistir

No me pude resistir

En el mes de noviembre, un jueves quedé con Mariela  para cortarme el pelo y pintarme las uñas. No la había visto desde el encuentro con Anabel, solo habíamos cruzado mensajes, sin tocar el tema. Después de lo ocurrido, no estaba segura de como seguiría con ella. Cerca de las dos de la tarde, llegó Mariela, estaba hermosa, con una minifalda, una remerita gris con dibujos y unas zapatillas.

L: -Hola Mary, pasá!!

Pasó directamente, sin saludarme y apoyó sus cosas en el sillón. Cerré la puerta sin entender, pensando que la relación se planteaba de otra forma, pero me equivoque, dejo sus cosas, se me acercó, me dio un abrazo hermoso y un beso en la boca.

M: -Hola hermosa que ganas tenía de verte!! Cómo estás?

L: -Bien Mary, vos?

M: -Cómo solo nos mensajeamos, no sabía si querías verme, pero cuando me dijiste que viniera, me puse re contenta.

Esta vez fui yo quien la abrazó.

L: -No corazón, como no te voy a querer ver, si sos una cosita!

L: -Es que tuve unos días un poco raros, me siento mal por engañar a Omar, pero no dejo de pensar en lo que lo disfruté.

M: -Ay eso es culpa mía!

L: -No corazón, no es culpa tuya, yo decidí hacerlo, yo no evité que eso pasara, pero no dejo de sentirme mal por traicionarlo.

M: -Que puedo hacer para que no te sientas mal?

L: -La verdad ni yo sé que tengo que hacer, tendría que hablar con Omar y contarle, pero tengo miedo de lo que pueda pasar después, no sé!

L: -Y por otro lado te tengo acá, y me dan ganas de sacarte la ropa y besarte toda, es más…

Le tomé la mano y la llevé a mi conchita por debajo del remerón, para que tocara lo mojada que ya estaba.

M: -Ay mi vida!!

Me abrazó, nos besamos, le comí la boca, la tomé de la mano y le dije:

L: -Vamos para arriba

M: -Segura corazón? Yo también lo quiero, pero no quiero que te sientas mal después!

L: -Es que muero de ganas de tocarte!, te quiero sentir! Ya te quiero tener adentro! Vení, vamos!

Subimos al dormitorio, al borde de la cama, me saqué el remerón, quedando en tetas, la abracé, la besé y le empecé a levantar la remera, ella levanto los brazos y quedó en corpiño, lo desabroché y la dejé en tetas. La abracé pegando mis tetas contra las suyas, mientras le desabrochaba la minifalda. Nos terminamos de desnudar y Mariela ya la tenía dura. Nos tiramos en la cama a besarnos y tocarnos, era tan suave y lento. Le besé y chupé las tetas y ella a mí. Me incliné y fui hacia su pija, me la puse en la boca y la empecé a chupar mientras le tocaba las tetas. Cambiamos de posición y Mariela me empezó a besar y chupar la concha, me giró quedando boca abajo, se apoyó en mi espalda frotando sus tetas y refregándome suavemente su pija por el culo, me besó y lamió las orejas, el cuello, los hombros, fue bajando por mi espalda hasta llegar al culo, lo tocó, lo besó, lo lamió, y yo ya la quería adentro y se lo dije. Separé un poco las piernas, ubicó su pija en mi entrada y me la empezó a meter despacio, entraba sin problemas en mi concha súper lubricada. Me di vuelta y me la volvió a meter, me apoyaba las tetas, yo se las tocaba, se las chupaba, y ella hacía lo propio con mis pezones entre sus dientes, los mordía suavemente, le pedí que mordiera más y mientras me seguía cogiendo tuve un orgasmo tremendo, le pedí que siguiera dándome.

En un momento la sacó, yo me levanté de la cama, me paré de frente a la puerta del placard dándole la espalda y sacando el culo, ella se paró detrás de mí, con su pija en la mano, la miré a los ojos y le dije:

L: -Mary, metemela en el culo! Te quiero en mi culo también!!

Me la apoyó en el culo y empezó a empujar despacio, suavemente, cuando sentí que entraba, empujé el culo para atrás para que entrara toda.

L: -Metemela toda Mary! Por favor cogeme el culo!! Cogeme toda!! Apretame los pezones que me vuelve loca!! Síiii, asiiiiiií!!Más fuerte!! Más!!

L: -Decime que soy una puta de mierda!! Cojeme toda!! Cógete a esta puta!! Asiiiií!!! No pares que te acabo!

Estaba desatada, tuve un orgasmo salvaje. Volvimos a la cama, Mariela se acostó boca arriba y yo sobre ella, le apoyé las tetas, se las chupé, le comí la boca, la miré a los ojos y le dije:

L: -Mary, como me calentás!! Como me gusta que me cojas!! Como me gusta tenerte adentro!!

L: -Cogeme más!! Cogeme mucho!!

Se acostó a mi lado, pasó una mano debajo de mi culo, me chupaba una teta y me tocaba la concha. Me cogía el culo con un dedo, y le pedí:

L: -Mordeme los pezones!!! Si así!! Más fuerte!!! Haceme doler!!Asiiií!!

Le tomé la mano que tenía en mi concha, la separé de mi cuerpo y la bajé de golpe contra la concha, hice otra vez lo mismo para que entendiera que me dé palmadas y le dije:

L: -Así Mary, pegale así!! Más fuerte!!

L: -Asiiií!!! Más fuerte!! Mordeme los pezones!!! Así pégame así!!! Seguí por favor no pares!!!

Tuve un orgasmo furioso, me temblaba el cuerpo, Mariela me seguía mordiendo los pezones y tocando la concha y tuve otro mas

L: -Vení Mary, cogeme! Cogeme mucho y acabame adentro!!

Mariela se echó encima, me la metió y empezó a bombear mientras me besaba y me miraba a los ojos. Pasé mi mano por su cara y sus labios, le tomé la cara con ambas manos y le dije:

L: -Cogeme Mary, cogeme así!! Cuando vos me acabes te doy otro!!

Nos quedamos así, yo tomándole la cara, mirándola a los ojos y tratando de sostener mi orgasmo para cuando ella acabe. Aceleró las embestidas y supe que venía, aceleró más y al sentir que me acababa, solté el orgasmo,  otro orgasmo más. Era todo temblar, gemir, gozar, una locura!

Aflojó su cuerpo apoyándolo sobre el mío, me besó suavemente, me acariciaba el pelo acomodándolo a los costados y me miraba a los ojos, veía amor en esa mirada. La abracé, la acaricié y nos quedamos en la cama un buen rato, creo que me dormité mientras Mariela me acariciaba la cabeza.

Mariela me despertó con besos suaves en la cara, la frente, la boca.

M: -Despiertesé dormilona! Que hay que cortarse el pelo

L: -Que hora es Mary?

M: -Casi las cinco y media

L: -Menos mal que me despertaste!

Nos levantamos, Mariela se volvió a poner la ropa con la que había llegado, y yo, la tanga y el remerón. Bajamos, fuimos a la cocina y Mariela trajo sus cosas.

Me colocó esa especie de capa que usan los peluqueros y me empezó a cortar mientras yo cebaba mate, no quería un corte muy pronunciado, un poco las puntas, el flequillo y los mechones del costado de la cara. A Omar le gusta que lo lleve largo. También me depiló un poquito las cejas y me pintó las uñas. Me secó el pelo y me peinó. Me llevó al baño para que viera en el espejo como había quedado. Estaba bárbaro, me di vuelta y le di un abrazo que ella correspondió.

L: -Gracias corazón!, quedó divino!

M: -Lo que quieras, me lo pedís!

Cerca de las siete de la tarde, Mariela juntó y guardó todo, fue al sillón donde estaba su bolso y volvió con una bolsita, estiró la mano y me dijo:

M: -Esto es para vos!

L: -Hay Mary, por qué? No me hagas regalos todo el tiempo! Te vas a fundir!

M: -No seas tonta! No me voy a fundir por esto!

M: -Además, me gusta hacerlo!

M: -Es para que lo disfrutes con Omar!

Abrí a bolsa y me encontré con un conjunto de encaje blanco, re lindo, el corpiño sin breteles y un culote con un voladito de encaje, ambos con transparencias que dejaban ver a través.

L e agradecí con un abrazo, ya se iba, la acompañé hasta la puerta, me dio un último beso en la boca y se fue.

Cerré la puerta, en un rato llegaría Omar. Tenía que tratar de pensar solo en él, y guardar bien guardado lo que pasó con Mariela. Me fui a bañar para esperarlo.

Me puse el conjuntito que me regaló Mariela y un remerón arriba.

Pasadas las ocho, llegó, nos saludamos con un beso y un abrazo como siempre y de su mochila sacó su regalo PMP de los jueves. Esta vez en una caja chata, de mediano tamaño con las letras en dorado. Al abrir la tapa, envuelto en papel de seda blanco, en camisoncito negro, de tela muy  transparente, cortito y con dos breteles muy  finos que formaban un escote, y una bombachita negra de encaje muy chiquita pero hermosa.

O: -Para que andes cómoda por la casa!

L: -Mentiroso! Vos me querés comer!

Le dije, dándole un abrazo y besándolo.

L: -Yo también tengo sorpresita! Mirá!

Me saqué el remerón y le mostré el conjuntito blanco, le di una vueltita y me dijo:

O: -Como me gustan los jueves!

L: -Con la ropita en la mano y mi mejor cara de putita, le dije:

L: -A mi también! Te espero arriba!

O: -Claro que sí! Me doy una ducha y subo.

Continuará…