Mis historias (1)

Sigo con daniel, pero piensa que mi esposo no sabe de lo nuestro. Les prometo el siguiente es verdaderamente de voyeur.

Son las dos de la tarde, el fresco se deja sentir un poco, pues ya empieza a llegar el otoño. De todas maneras me atrevo a llevar un vestido corto, un numerito que apenas me cubre el culo. Aunque nuestra vida sexual es muy abierta, no me acostumbro a llevar tanga. El jodido hilito se me mete entre las nalgas y molesta, pero llevo siempre algo suave y seductor de ‘Victoria’s Secret’. Estoy en un lugar famoso de Orlando, no quiero decir el nombre, pero creo que si algún lector vive aquí, se dará cuenta de que estoy hablando. Este lugar tiene muchos restaurantes y bares y se necesita tiempo y una billetera muy gorda para poder pasarla bien.

Daniel me espera adelante, sentado en un bar abierto. Cuando me ve se pone de pie y me saluda con un beso en los labios muy efusivo y me abraza fuerte rodeándome la cintura con su brazo, luego su mano se pasea por mi culo. Me puso muy caliente al sobarme, por que sé que mi esposo está viendo todo, Luis está atrás en otro bar. Daniel se había mostrado algo escéptico cuando le dije que le contaría todo a mi esposo, y si lo hice, pero Luis me dijo que lo dejara pensar que las cosas tendrían que ser ocultas. Pensó que sería mas excitantes para todos, y al parecer parece ser que si.

-¿Entonces como le hiciste para venir hoy?

-Luis está fuera de la ciudad.- Le dije.

-¿Entonces te puedes quedar toda la noche?

-No, mi esposo regresa temprano en la mañana.- las mentiras me salieron tan naturales, este jueguito me estaba gustando.

Daniel me invitó a un restauran, caro, o mejor dicho, extremadamente caro. Comimos algo ligero y tomamos unas copas. Luego salimos a la noche fresca, Daniel tomándome de la cintura, caminamos hacia su coche. Pude espiar a Luis caminar por el otro lado de la calle, me puso mas caliente pensar que me veía.

Cuado llegamos, Daniel se recargó en el coche poniéndome entre sus piernas, nos besamos mientras sus manos volaban por mi cuerpo deteniéndose en mis nalgas, me subió la falda del vestido dejando expuesto mi culo. Su lengua exploraba mi boca y sus manos me apretaban fuerte las nalgas, hasta que metió sus pulgares en las bragas y me las estiró al suelo. Mis ‘Victoria’s Secret’ quedaron en sus manos y me pidió quedarse con ellas. Le dije que si, pero que tenía que hacer algo, me tenía súper caliente. Sus manos siguieron frotándome las nalgas, pero metió su mano derecha por entre nosotros, y comenzó a explorar mi coñito.

-¡Fóllame ya! Le susurré al oído, pero con mucha urgencia. Pero no podía, estábamos en el aparcadero, pero a mi no me importaba. Al fin ganó la razón y se separó de mí para subirnos al coche. Ya no supe de Luis, hasta el día siguiente.

Cuando llegamos al hotel, apenas podía contenerme, quería comerme a Daniel a besos y que me pasara su lengua por mi cuerpo. En su cuarto se desnudó dejando que admirara su magnífico cuerpo. Daniel es verdaderamente un regalo de los dioses, por fortuna para mi, lo tenía yo….ji ji. Cuando veo a Daniel pienso en toda esa gente bonita en las telenovelas mexicanas. ¿Cómo le hacen? Todas las mujeres tienen unos cuerpos fabulosos, y los hombres están… !De sueño! A si esta Daniel, de sueño, y lo que hace en la cama es fantástico. Al verlo desnudo me mojé mas aún, mi coño estaba ardiendo, me puse ante el de rodillas y cogí su pene con la izquierda mientras masajeaba sus bolas con la derecha. Su polla creció en mi boca hasta que se puso dura, comencé a chupar por varios minutos, hasta que perdió control y, siempre un caballero, me avisó que ya se venía. Pero moví mi cabeza más rápido aplicando un poco más de succión, su polla entraba y salía de mi boca hasta que me agarró de mi cabeza deteniéndome, a la vez que descargaba su leche caliente, que me tragué hasta la última gota. Daniel, se recuperó pronto, pero su verga seguía dura, y en mi boca.

Cambiamos de posición, ahora el estaba entre mis piernas, lamiendo mi rajita, aunque no creo que sea tan bueno como mi marido, era suficiente para llevarme a grandes alturas. Pero eso no era lo que quería, además, Daniel se estaba apurando mucho y no me estaba poniendo la atención debida. Así que le pedí que me follara, y rápido estaba sobre mí, enterrando esa polla fenomenal hasta su base. ¡Uff! Eso me llevo a ver estrellas, estaba en éxtasis, y como ya lo había hecho antes, la metía toda y luego daba empujones mas hacia dentro, en vez de sacarla y volverla a meter. Sentía que me partía, como lo había dicho antes, no la tiene muy larga, pero si tiene un grosor mas de lo común.

Así, empujando sin sacar su polla, en pocos minutos me llevó a un orgasmo intenso, arrasó sobre mí que me dejó temblando. Con mi marido disfruto cuando follamos, yo boca abajo, y el sobre mi. No se por que, pero esa posición me gusta mucho. Así que me puse boca abajo cuando por fin me recuperé de mi orgasmo. Daniel me separó las piernas y me volvió a meter su polla hasta la base. Su cuerpo pegando en mi culo mientras su polla me entra y sale y me enloquece. Pronto llego a otro orgasmo, pero Daniel sigue sin chorrearse. Me doy la vuelta, supina, abro bien las piernas y Daniel se tira sobre mi, siento su cuerpo pegarse al mío y me besa mientras sus manos buscan mis tetas. Pronto siento su polla otra vez entrar a mi rajita y esta vez me folla sacando su polla casi por completo y volviéndola a meter con mucha fuerza. Estaba ya deshecha y esperando que mi amante ‘furtivo’ se chorreara. Por fin lo hizo. Descansé un poco con Daniel a un lado, los dos jadeantes. Sentí su lefa salirse de mi coño. Me levanté bruscamente. ¡Habían pasado casi tres horas ya! Le dije que me llevara a donde mi coche. Me puse mi vestido, era lo único que llevaba, las bragas se las quedó el y sostén no traía. Como había dicho antes, el vestidito apenas tapaba mi culo.

Daniel me volvió a agarrar el culo, uno de los asistentes del hotel se llevó un buen vistazo de mi coño, cuando subía al coche de Daniel. Lo vi a los ojos y le ofrecí un beso, que no rechazó. Daniel se sonrió.

Daniel me llevó hasta mi coche, me volvió a besar, agarrando mi culo por debajo del vestido. Antes de irme a casa hicimos planes para vernos otra vez, me dijo que tenía algo planeado. Cuando llegué a casa Luis me esperaba en el sofá. Lo primero que hizo fue levantar el vestido y me dijo que solo quería comprobar que no llevaba bragas, le dije que Daniel se las había quedado. Todavía me salía lefa de mi rajita cuando Luis se puso a comerme. ¡Ahhh! ¡Esta si era una buena comida de coño! Mientras me comía el coño, le platiqué lo que había hecho con Daniel, esto lo puso duro y me dijo que siempre era mejor ver en primer plano, a que le platicara los hechos. Se puso duro y me folló como poseído, hasta como a las cuatro de la mañana, ya estaba muerta, por fin dormí.

Esta es solo una parte, no quiero hacer las cosas tan largas, luego se aburren. Pero voy a publicar las dos al mismo tiempo. No olviden nuestra dirección mrclonedcat@yahoo.com y de ante mano les agradezco sus e-mails.

Besos.