Mis hermanas y yo en casa...

Hola a todos. Es la primera vez que escribo aunque ya he compartido esta historia con un par de personas en estos foros. Esta historia es real 100%. Se que hay muchos que así lo dicen pero que después al leer te das cuenta que es todo inventado. Posiblemente alguien creerá que yo también miento pero cada uno es libre de pensar lo que quiera.

Pues les diré que lo mío comenzó desde muy joven hace muchos años. No recuerdo porqué ni como porque en ese entonces yo tendría unos 7 u 8 años, aunque no lo crean. Mi hermana mayor tendría 2 años más que yo y mi otra hermana es melliza conmigo. Créeme que es cierto lo de las edades. Yo recuerdo que jugábamos a tocarnos o algo así. Recuerdo que jugábamos a los médicos y esas cosas y yo les bajaba las bragas, les abría las nalgas y las exploraba, cosa que también hacían conmigo. Una vez, no recuerdo bien, creo que mi hermana mayor mencionó eso de que yo les metiera mi pene por atrás. No se de dónde sacó la idea ya que en esos tiempos todo esto era tabú y para saber cosas de estas y a esas edades no era tan fácil. No como ahora que los chicos saben mas que uno, y además tienen el Internet, etc. Recuerdo que entonces empezamos a hacer esto, pero no era realmente sexo anal. Yo lo que hacía era meterles el pene entre las nalguitas y ellas me lo apretaban hasta que yo terminaba…. Bueno, recuerdo que esos primeros años yo sentía el gustito pero realmente creo que no me salía nada. Sabíamos que lo que hacíamos no estaba bien y lógicamente lo hacíamos a escondidas de nuestros padres y demás adultos.

Recuerdo que al principio me gustaba hacerlo mas con mi hermana mayor por que me apretaba el pene de una manera diferente y mas rica a mi gusto. Luego de un par de años mi hermana mayor fue enviada a estudiar al extranjero quedándome yo solo con la melliza. Me viene a la memoria que teníamos unos primos un año menor que venían a nuestra casa todos los veranos a pasar las vacaciones y mi hermana melliza le habló a mi prima de lo que hacíamos y la introdujo en el juego, no así a mi primo que era un poco raro. La cosa es que también empecé a jugar con mi prima que tenía un culito divino, redondito y respingón. Bueno, ahora que hablo del físico, mis hermanas eran delgadas, no eran lo que ahora diríamos unas modelos rebuenas pero no estaban mal. Eran bonitas de cara, pero mi primita estaba muy buena. Era un poco bajita pero estaba bien.

En esos años cuando llegaban mis primos recuerdo que yo me iba a dormir con ellas en un cuarto y especialmente en la noche al irnos a dormir aprovechábamos para jugar. Esperábamos a que se durmiera nuestro primo y lo hacíamos.

Como dije antes, yo lo que hacía era tocarlas, las ponía bocabajo les bajaba las bragas y les ponía el pene en medio de las nalgas. Nunca hubo lamidas ni me lo chuparon pero mas bien porque a nadie se le ocurrió. Si yo hubiese sabido mas creo que lo hubiese hecho.

Pasaron unos cuantos veranos y un día pasó algo que cambió un poco las cosas. Recuerdo que mi abuelo, el padre de mi mamá, solía sentarse en la sala a descansar en una silla y tendría unos 80 años en ese entonces, y yo como siempre andaba con la calentura encima recuerdo que agarré a mi prima un día en la misma sala y me la senté encima y empecé a manosearla por las tetas y el coño por encima de la ropa. Ella me advirtió de que ahí estaba nuestro abuelo, pero yo pensé que a esa distancia (que tampoco era mucha) él no veía (él se hacía que no veía bien, pero no era así). La cosa es que no nos dijo nada en ese momento, pero nosotros nos fuimos a otra parte de la casa. Bueno, la cosa se puso mal cuando el abuelo se lo contó a mis padres y a los padres de ella (mis tíos). Recuerdo que mi padre se me acercó a comentarme algo pero con una pequeña sonrisa en sus labios, no me regañó realmente, me comentó lo que había dicho el abuelo pero yo no respondí. La cosa es que mis primos ya no volvieron mas en el verano (tendría unos 12 o 13 años entonces).

Después de eso mi mamá y mi abuela nos tenían un poco mas vigilados porque me imagino que sospechaban que algo habría también con mi hermana.

Tiempo después de eso, mi hermana ya no se dejaba tocar como antes pero yo insistía. Esto se daba sólo cuando la encontraba dormida que por lo general lo hacía bocabajo. Al principio yo me le acercaba despacito y poco a poco le levantaba la camiseta o camisa e intentaba bajarle el pantalón (si llevaba) o subirle el vestido o la falda, y después bajarle las bragas. La cosa era que al despertar, si quería seguir pues no hacía nada y se dejaba hacer. Entonces yo le terminaba de bajar las bragas, me subía encima, me bajaba la cremallera (zipper) me sacaba el pene le abría las nalgas y se lo ponía. Me le echaba encima y ella hacía el resto. Si quería que me la presionara con las nalgas le tocaba las nalgas un poco y si quería que las abriese le metía las manos por abajo y ella levantaba el culo. Como yo siempre andaba caliente cada vez que la encontraba dormida bocabajo lo intentaba, pero me di cuenta que cuando ella no quería entonces se daba la vuelta y ahí terminaba todo, y yo me quedaba con las ganas de por lo menos sentirla, por lo que cambié de estrategia y lo que hacía al encontrarla dormida era lentamente subírmele encima y pegarle mi pene, sin sacarlo, en el culo. Cuando despertaba (si no lo estaba ya), si quería seguir se quedaba quieta, y si no forcejeaba un poco conmigo para que me quitara de encima y me iba, pero por lo menos la sentía un poco… ?… Lo pillan?... Les juro que nunca se me ocurrió echarle vaselina o escupirle el culo para metérselo directamente en el culo porque es que no se me venía a la cabeza. Si hubiese sabido lo hubiese hecho… Bueno, eso lo intenté cuando fuimos más mayores (ya que esto duró hasta cuando tuvimos 18 años). Como les decía antes, nunca le puse nada pero si pasó en varias ocasiones que cuando ella levantaba el culo yo presionaba y llegó a entrarle el glande en el ano.

Recuerdo una vez, tendríamos 16 o 17 años. La encontré en la cama (dormíamos en un mismo cuarto) y como siempre me dispuse a atacar. Me le eché encima y ella se quedó tranquila (luz verde ?). Le sobé las nalgas un rato con mi pene y luego procedí a asunto. Ese día tenía unos shorts (pantalones cortos). Siempre tenía que estar atento porque podría venir alguien. Le bajé el pantaloncito y las bragas hasta la mitad del los muslos. Le abrí las nalgas, me saqué el pene y se lo coloqué. Ella empezó a apretar y aflojar hasta que con mis manos (nunca hablábamos, o mas bien de vez en cuando yo le decía al oído que presionara o aflorara) le indique que levantara las nalgas. Ella lo hizo y yo presioné. Presionaba con ganas de metérselo mas  y ella mantenía las nalgas arriba, hasta que sentí como un resbalón, un pequeño golpe y como me fui mas adentro. Al sentir esto me apoyé con las manos a su costado y con una mano le abrí un poco las nalgas para ver qué había pasado y vi que se le había enterrado hasta la mitad del tronco. Continuamos un poco más, ella presionando y aflojando hasta que oí que alguien venía. Creo que era mi hermana mayor que para ese entonces ya había vuelto de sus estudios pero que ya no participaba de estos “juegos”. Rápidamente le saqué el pene, me lo guardé y le subí las bragas y el short. Me fui a otra cama y encendí un televisor que teníamos en el cuarto para disimular. Al poco rato la mayor volvió a salir y yo volví a terminar el asunto. Cuando le baje las bragas otra vez y le abrí las nalgas vi que tenía algo de sangre en el ano. Ella no decía nada y yo volví a metérselo. Esta vez no se le metió tanto pero como estaba nervioso de que volviera alguien al poco tiempo me vine, pero no le eyaculé en el culo. Se lo saqué y lo hice en mi mano. Algunas veces si le eyaculé en el culo y le subía las bragas y la dejaba así. Luego al ratito ella se levantaba y me imagino que iba a limpiarse.

En otras ocasiones le llegué a dar la vuelta para verle el coño. Se lo miraba, se lo olía pero no se me ocurrió lamérselo. Qué lástima.. ?. También llegué a pasarle la cabeza de pene por encima de su raja pero no hasta abajo, mas bien por el comienzo arriba pero nada mas. Sabíamos de lo de los embarazos y aunque no hablábamos creo que lo teníamos presente, aunque realmente no se si se hubiese dejado hacer algo más si yo lo hubiese intentado… tal vez sí..

Una vez, la encontré en su cama y me fui al ataque. Me le subí encima y todo bien, pero al tratar de bajarle el pantaloncito y las bragas no me dejaba, puso su mano atrás. Yo seguía moviéndome encima suyo para ver si se dejaba y nada. Entonces se me ocurrió apartarle un poco el pantaloncito y las bragas por debajo que le quedaban un poco flojos y vi que podía acceder por ahí (un poco incómodo pero se podía ?). Así que me saque la herramienta y me le fui pegando poco a poco y se la fui metiendo por la parte baja de las nalgas. Cuando mas o menos estaba en posición me le eché del todo encima e hice presión y sentí algo húmedo. Ahí estuve por poco rato hasta que vi que la mano que tenía hacía atrás ya no hacía fuerza. Se la tomé y se la quité de encima para proceder a bajarle el short y las bragas y estar mas cómodo, pero cuando me incorporé y se la saqué me fijé que tenía el glande mojado. Me imagino que por la posición, el pene resbaló hacía su coño pero en realidad no la penetré mucho. Bueno, al final se lo hice como siempre y esta vez si le mojé la raja del culito.

Todo esto se los cuento de lo que me viene a la memoria, no tiene cronología porque es muy difícil recordar cuando pasó cada episodio.

En otra ocasión estando los dos en la escuela secundaria, por unas semanas se puso mas abierta a las experiencias. Recuerdo que nos poníamos a jugar a las luchas en la cama y yo como siempre buscaba la forma de tocarla y sentirla. Tan pronto como la colocaba bocabajo y yo me le subía, ella se quedaba quieta y se dejaba hacer. Yo me sorprendí pero aproveché lo mas que pude. A tanto llegó todo que recuerdo un día que hablaba en la sala con un señor amigo de la familia que había pasado a saludar y ella misma pasó por ahí y me dijo que me esperaba para jugar. Yo capté el mensaje al poco rato me fui al cuarto y ahí estaba ella bocabajo leyendo una revista. Directamente me subí a la cama me le subí atrás y ella bajo la cabeza y se dejó hacer. No hablábamos de si hazme esto y vamos a hacerlo. Lo más era cuando ya la tenía cogida de decirle aprieta o afloja

Olvidé decirte que nuestra casa era bastante grande con varios cuartos. Había entre todos un pequeño cuarto con una cama en la que antiguamente dormía la empleada (criada o chacha). Pues una vez empecé a buscar a mi hermana en los cuartos para ver si tenía suerte y no la encontraba hasta que llegué a ese pequeño cuarto y al tratar de abrir la puerta sentí que estaba cerrada por dentro y me di cuenta que ella estaba ahí probablemente tomando una siesta. Yo hice un poco de ruido a tratar de abrir puerta como para que ella se diera cuenta, y me fui. Ya saben como anda uno cuando la calentura la tenemos a tope, pues al rato volví a pasar por ahí y encontré la puerta abierta, es decir, estaba cerrada pero sin la cerradura por dentro. No había nadie cerca y entre con cuidado. Como se habrán dado cuenta ella la abrió a propósito. Entre y cerré con llave. La encontré acostada bocabajo en la cama. Ya no tenía que verificar si quería o no porque lo sabía al encontrar la puerta sin llave. Me le eché encima y empecé a tocarla. Aún recuerdo que tenía un pantalón largo color naranja. Se los bajé hasta medio muslo al igual que las bragas (en ese tiempo no habían tanguitas como ahora). Le indiqué con las manos que levantara las nalgas y se lo coloqué entre ellas. Que rica estaba (como siempre). Esta vez le metí la mano por debajo y le sobé el coño. Sentía su humedad, sus labios y sus vellos. También le sobé un poco las tetas. Esa vez entre que se lo empujaba y ella presionaba traté de aguantar mas de lo normal pero finalmente me vine pero esta vez me quedé ahí hasta que terminé. Era la primera vez que se lo hacía y a ella pareció sorprenderle al sentir la leche seguir saliendo, pero siguió apretando con fuerza hasta que decidí sacárselo. La dejé un momento así como estaba y salí a buscar un kleenex (pañuelo de papel). Volví y le limpié un poco la leche. Creo que también se sorprendió pero igual se dejó hacer.

Normalmente, estando en casa nos tratábamos igual que siempre, hasta nos peleábamos como hermanos normales, aunque claro siempre había cierta complicidad entre nosotros. Ella sabía que apenas se fuera a acostar estaría yo tratando de cogérmela.

Como les conté, esto duró hasta cuando teníamos como 18 años que ella entonces se fue a estudiar a otro país. Nunca lo volvimos a hacer ni hablamos de ello. Se casó y tiene sui familia.

Bueno, esto es todo por el momento… Si tienen alguna pregunta o comentario no duden en escribir. Me gustaría compartir experiencias con chicas y chicos que hayan pasado por algo similar.

Saludos,

Robert robmailx-relat@yahoo.es