Mis Faltas: Celos

Confesión de mi mayor defecto hacia mi chico, los celos.

MIS FALLOS: CELOS

Soy egoísta, mala y una celosa, sé que es algo que debo mejorar, intento siempre que puedo no demostrar lo mala y celosa que soy me callo, y intento actuar como una buena chica, calladita y formal, pero a veces, por mi interior, noto como los celos van comiéndose poco a poco mis tripas.

Los sábados por la noche mi novio sale por ahí con sus amistades, generalmente con el grupito de amigos solteros que aun quedan en su grupo, suele volver tarde a casa, yo siempre lo espero despierta, a veces en el salón, o a veces en mi cama, leyendo o escuchando música con mis auriculares, nunca muy fuerte, para poder ir a recibirlo a la puerta.

Lo más difícil para mí es no saber si vendrá solo, o con alguno de sus amigos, así que no puedo ponerme cómoda, a mi chico le gusta que siempre este guapa y elegante cuando vienen visitas, y hace bien, no me gustaría parecer una chica descuidada de esas que en cuanto han encontrado el chico de su vida reciben a las visitas en bata y zapatillas.

En cuanto oigo la puerta voy corriendo hacia ella, si viene solo, le doy un gran beso, con mi mejor sonrisa, y, mientras voy a la cocina a prepararle algo de comida para que pueda llenar él estomago, le suelo preguntar si se lo ha pasado bien con sus amigos.

Luego, el se sienta en el sofá, en su bata, y sin nada debajo yo le sirvo una tortilla, un bistec, a veces unos Frankfurt, en fin lo que se me ocurra, entonces el a veces me explica como le ha ido la noche, o simplemente se calla.

Mi chico trabaja, y trabaja mucho, es normal que necesite sus momentos de relax, cuando sale con sus amigos es normal que se tomen algunas copas, y si han ido a alguna discoteca, pues como siempre me dice él, hay mucha puta suelta, calienta poyas que se exhiben para hacer sufrir a los chicos, así que yo me siento a su lado, con mi mano sobre su pierna, a la espera de que me haga una señal, si el coge mi mano y la dirige a su pene, entonces, se que quiere que le ayude con lo que otras han dejado a medias, así que, mientras el cena, yo me arrodillo ante el, abro su bata, y lentamente voy besando su pene, ese pene que tanto me gusta, porque es el pene de mi chico, ahí, me siento contenta y orgullosa, y lentamente lo voy tragando y chupando con toda mi voluntad, hasta que él acaba de cenar, entonces, si hace intento de levantarse, le acompaño a su cuarto, se que esa noche quiere sexo, así que al llegar a su habitación, el se quita la bata, y se estira boca arriba, y se enciende un cigarro, mientras yo, me desnudo, y me pongo sobre el, comenzando a cabalgarle lentamente, como se que le gusta el.

A mi chico le encantan mis pechos, dice que podrían ser más grandes, que quizás algún día tendría que operarme, pero no me lo dice nunca en esos momentos, en esos momentos, cuando sus dos manos están libres, y ya ha acabado de fumar, los amasa y manipula como solo el sabe hacerlo, mientras yo, sigo cabalgándole, orgullosa de estar ahí, dando placer a mi chico, a veces toma él la iniciativa, y cambiamos de posición, pero generalmente, el se queda ahí, con mis pechos, mientras yo me encargo de él como una buena chica, al fin y al cabo, como dice él, con todo lo que trabaja y hace por la pareja, lo mínimo que puede esperar mi es que haga el trabajo en la cama cuando a él no le apetece.

Seguimos así un rato, hasta que él llega al orgasmo, y me llena de su semen, en ese momento me quedo ahí, unos minutos mas, sintiéndolo en mi interior, sin miedos, ya que tomo la píldora, y ambos estamos completamente sanos, al principio usábamos preservativo, pero un día mi chico me dijo que eso esa para las putas, y que con sus chicas, jamás usaba condón, así que comencé a tomar la píldora.

Pasados dos o tres minutos, lo desmonto, y acercando mi cara a su pene, lo voy limpiando de los restos de semen que puedan quedar en él, a veces, si estoy con el periodo, es más desagradable, pero lo limpio igual, porque como dice mi chico, no es culpa suya que yo este con el periodo, y no deber ser ninguna excusa para que cumpla con mis deberes.

Cuando he terminado con su pene, me acuesto a su lado, acariciándole el pelo, o la espalda hasta que esta dormido, una vez se ha dormido, me levanto en silencio, recojo nuestra ropa y la deposito en el cubo de la ropa sucia, luego yo, me doy una ducha, y me lavo bien la boca, con pasta y cepillo de dientes y un buen trago de enjuague bucal luego, me voy a dormir, ha sido una buena noche, me digo a mi misma antes de dormir.

Otras veces, por eso, llega a casa con sus amigos, y es que los locales cierran muy pronto, y no es justo que dejen a la gente trabajadora sin sitios a los que ir a las seis de la mañana, axial que a veces vienen a casa a tomar la última copa y a desayunar algo antes de que cada uno se vaya a su casa a dormir.

En esos casos, generalmente es que han bebido un poquito más de la cuenta, pobrecitos, así que, si cuando mi chico abre la puerta lo veo aparecer acompañado, entonces se que me he de esforzar aún más, para que él se sienta muy orgulloso de su chica, lo saludo primero a él, con un beso en la boca, y luego a sus amigos, con dos besos en las mejillas a cada uno de ellos, son buenos chicos, ayudan a que mi chico se pueda relajar los fines de semana después de una dura semana de trabajo, así que me gusta poder ayudarles yo en algo de vez en cuando.

Ellos se dirigen al salón, mientras yo preparo alguna cosa para que desayunen, como los voy conociendo cada día un poquito más, ya los voy conociendo, a Rafa, por ejemplo le encanta desayunar unos huevos revueltos con bacón y una última cerveza, a Luís, pobre luís, hasta hace unos meses salíamos con él y su chica los domingos, pero ella lo dejo, algún día os daré mas detalles, desde entonces, también se añadió al grupo de los solteros, bueno, como iba diciendo a Luís, le gusta lo dulce, así que suelo prepararle unas tostadas con mermelada y una gran taza de café con leche, luego esta pedro, que le gusta desayunar una hamburguesa con tomate, lechuga, bacón, y un huevo frito, el chico es grandote, así que tiene que alimentarse bien, y luego, bueno, a veces vienen con otros a quienes no conozco tanto.

Mientras les preparo el desayuno ellos están en el salón, descansando sus pies después de un día de marcha, así que intento darme prisa, alguna vez alguno se ha quedado dormido antes de que acabara, y luego, para despertarlos, me siento fatal, pobrecitos.

Les pongo la mesa, y les sirvo el desayuno, y alguna vez, cuando alguno de ellos le dice a mi chico la suerte que tiene de tenerme, no puedo evitar ruborizarme orgullosa de mi misma.

Luego, ellos desayunan, mientras yo limpio un poco los cacharros de la cocina, y les sirvo una cerveza o algún otro café dependiendo de lo que me pidan.

A veces les oigo como se ríen y charlan alegremente de las chicas que han visto o se han encontrado, de sí tal estaba muy buena o de sí cual miraba a tal de ellos, no puedo evitar reírme de todas ellas, porque mi chico esta allí, conmigo y con sus amigos, y entonces se que ninguna de ellas le ha interesado lo suficiente.

Después de desayunar, sus amigos se marchan, no sin antes darme las gracias y otro par de besos de cada uno, y es que como he dicho antes, son buenos chicos.

Esas noches, como mi chico esta agotado, el se mete en la cama directamente, y yo intento, si él me lo permite y le apetece, darle placer con una mamada, mientras el se va quedando dormido lentamente, si al cabo de unos diez minutos veo que no se le levanta, desisto, es que esta realmente cansado, y yo aprovecho para recoger su ropa, retirar la mesa y limpiar los platos, si por el contrario se le levanta, entonces yo me quedo allí, chupándosela y lamiéndola lentamente y con cariño, hasta que se corre, para, entonces después de escupir los restos en la palangana, limpiarla cariñosa con mi lengua, y, tras un besito de buenas noches en el pene, ir al lavabo a limpiarme la boca, Con pasta, cepillo y un buen trago de enjuague bucal.

Como ya suelen ser las siete y media de la mañana cuando él se queda dormido, yo, aprovecho para ir a comprar algo de comida y el periódico, luego volver a casa, desnudarme y irme a mi cama a dormir, pensando, justo antes de dormir, que ha sido un buen día.

Pero para mí, lo peor que puede suceder una noche de sábado, es recibir un mensaje en el móvil, en cuanto suena, ya sé lo que quiere decir, así que voy rápidamente al cuarto de mi chico, cambio las sabanas por unas limpias, reviso que todo este perfecto, voy a la cocina, y me aseguro de que hay hielo en el congelador, dejo un par de copas limpias en la mesa del comedor, y reviso que todo este correctamente dispuesto en el mueble bar, entonces, una vez esta todo perfecto, voy al pequeño aseo que tengo para mi, me limpio la boca con pasta y cepillo, pero sin enjuague bucal, me desnudo, dejo mi ropa en el cubo de la ropa sucia, y me voy a la cama a intentar dormir.

Nunca puedo dormir, así que generalmente cuando suena la puerta de casa, me acerco a la de mi cuarto, escuchando, y sintiendo como los celos se apoderan de mí en cuanto oigo su voz, acompañada de una o más risas femeninas que entran en casa, preguntándome como serán, si serán mas guapas o más simpáticas que yo.

Sí, lo sé, soy una mala chica, soy celosa, y los celos no son buenos, al fin y al cabo como dice mi chico, yo lo tengo a él casi cada día, así que es normal que de vez en cuando quiera probar con alguna chica diferente, alguna cosa nueva, pero no puedo evitarlo, me siento mal, me siento mal por saber que otra chica hará con mi chico lo que debería hacer yo, y me siento mal conmigo misma porque al sentir eso se que me hago indigna de estar con mi chico.

Así que los escucho, los espió mientras están por el piso, hasta que se meten en el dormitorio de mi chico, esta al otro lado de la casa de modo que en cuanto cierran la puerta, dejo de oírlos, y en ese momento, con un cleenex limpio las lagrimas de mi cara y, después de ponerme el despertador, me voy a dormir pensando, hoy no ha sido un buen día.

A la mañana siguiente, me levanto temprano, a las ocho, y preparo el desayuno, como nunca sé si la chica se ha quedado a dormir o no, me visto desprisa, y bajo a la churrería cercana a comprar algo para desayunar y el periódico, subo de nuevo a casa, y preparo sus desayunos, dejo la cafetera lista, un par de bandejas con churros en dos platitos y una taza en cada una de ellas, entonces yo, aprovecho para ir al mercado a comprar la comida fresca del día, y intento alargar un poco la compra, no me gusta encontrarme a la chica en casa, es incomodo para mi, y intento evitarlo, pero a veces no puedo.

A veces llego a casa, y aún siguen en la cama, entonces yo limpio un poco la cocina, y tiemblo al oír la puerta del cuarto abrirse, entonces, generalmente la veo, se dirige a la cocina, ligera de ropa, como si fuera su casa, he de soportar verla en camiseta y braguitas si he tenido suerte, o prácticamente desnuda si no se ha dado cuenta de que hay alguien mas en la casa.

Mi chico les cuenta que comparte piso con una amiga, así que nos damos los buenos días cortésmente, y entonces yo la reviso, intentando ver lo que mi chico ha visto en ella, mirando sus tetas, culo y cara, mientras le anuncio amablemente que les he preparado el desayuno.

Entonces yo, me suelo meter en mi cuarto, hasta que ella se marcha, sé que mi chico se incomodaría si coincidiéramos los tres en el salón, así que me quedo en mi cuarto, leyendo, mientras ellos desayunan, hasta que oigo como la puerta se abre y ella se marcha.

Entonces yo salgo de mi cuarto, y voy a buscar a mi chico, y le doy un gran beso, porque le quiero, es el mejor chico del mundo, y yo con mis celos no lo merezco, pero pese a todo ahí esta él, de nuevo conmigo, de nuevo solos los dos, luego, mientras el se da una ducha, yo aprovecho para cambiar la ropa de su cama, limpiar los restos del desayuno, y hacer desaparecer cualquier prueba de la presencia de ella en nuestra casa.

Gracias por leerlo, y pido mil disculpas con los muchísimos fallos que estoy segura, encontrareis en la historia.