Mis dos maridos (tercera parte)

Todo se complicaba mas. Ahora no eran dos sino tres maridos. Pero lo peor es que no quería dejar de sentir placer

La sorpresa fue muy grande al ver a mi mamá acompañada de mi papá, de mi esposo y del cerdo de Asdrúbal. Después de todo lo que había pasado, eran las últimas personas que quería ver. Pero ya estaban en el apartamento, no podía hacer nada más allá de tener una buena actitud. Y no podía hacer nada porque yo también tenía rabo de paja. Así que todos pasaron y se sentaron en la sala.

Fue una reunión normal, se habló de todo y se tomaron algunas copas de vino, nada del otro mundo. Mi mamá estaba como si nada, como si nada hubiera pasado. Aunque obvio, ella no sabía que yo la había visto. Me paré a la cocina porque iba a traer unas galletas y Asdrúbal se paró de la silla también y dijo, vamos mi niña le ayudo a traer. Cuando dijo esto me provoco meterle un puño, pero que tal el tamaño de escándalo que se había armado. No, ni de riesgo iba a cometer una estupidez como esas.

Cuando entramos a la cocina, Asdrúbal me dio una pequeña caricia por mi espalda y comenzó a hablarme.

-      Como estas mi niña? Voy a ir directo al grano, como me gusta. Usted estaba en el motel el edén esta tarde cierto? Y se dio cuenta de que yo estaba con su mamá. Mire, vamos a dejar todo claro. Hace mucho tiempo que a su mama me la cogí, y quería repetirlo nuevamente. No es algo seguido ni nada por el estilo, hacía muchos años que no pasaba esto. Y por otro lado yo la vi a usted en ese motel espiándonos, y usted estaba sola, así que estoy seguro que no estaba con su esposo. No sé con quien estaría, pero el que se la culeó esta tarde no fue su marido. Entonces vamos a hacer una cosa; este viernes vamos a irnos a tomar unos whiskies y todo queda ahí. Si usted no acepta, cuento todo y créame, yo no tengo nada que perder. Así que este viernes la recojo donde me diga y vamos a tomarnos unos amarillos. Así quedamos.

Yo quedé nuevamente helada, pero no podía hacer nada. Efectivamente yo no estaba con mi esposo en el motel, entonces yo no podía dejar que alguien contara que yo estuve allí esa tarde. Así que no tenía otra opción más que aceptar el chantaje de Asdrúbal. Y por otro lado me dejo sorprendida, porque no pensé que me hubieran visto. Yo los espié con mucho cuidado pero evidentemente Asdrúbal se había dado cuenta y no sé cómo lo hizo.

Llegó el viernes y el día de salir con Asdrúbal. Así que antes de irme a la oficina le dije a mi esposo que llegaría un poco tarde porque iba a ir con mi hermana a una reunión. Ella siempre me hace cuarto, no para las infidelidades, sino cuando salgo con amigas a tomar algo. Así que a mi hermana le digo eso, que voy a tomarme unas cervezas con amigas y listo, ella dice que estamos juntas. A Juan Andrés también le dije eso, que iba a salir con amigas y que llegaría tarde.

Yo no iba a lucir mi mejor pinta para salir con el cerdo ese de Asdrúbal. Así que me coloqué ropa que usaba normalmente. Me coloque brasier rosado y una blusa rosada transparente. Encima me colocaría mi chaqueta para que no se me vieran las tetas. Me coloqué una tanga del mismo color del brasier. Me coloque una minifalda gris oscura la cual me llegaba a dos manos arriba de la rodilla, medias veladas color pistacho y zapatos de tacón grises. Esa era una pinta normal de día de trabajo.

En la tarde me llamó Asdrúbal y me dijo que a las cinco de la tarde me recogía, también me preguntó que en dónde. Le dije que yo tenía mi carro y que si me recogía tendría que dejarlo en alguna parte. Me dijo que no importaba, que él me recogía en mi oficina y que llevábamos el carro al parqueadero del edificio donde él se estaba quedando y de ahí cogíamos un taxi. Me dijo que era también por seguridad, para poder tomar licor y no manejar luego.

Me recogió e hicimos lo que él dijo. En el camino, tanto de mi oficina al apartamento de él, como de ahí al sitio donde íbamos a tomar algo no pasó nada de raro, solo hablamos; yo contestándole con monosílabos. Lo único es que no me quitó sus ojos de mis piernas y yo me sentía bastante incómoda.

Llegamos a un negocio de venta de licores ubicado en el centro de la ciudad. Entramos y mi sorpresa fue mayor cuando vi a mi mamá sentada en una mesa con otro hombre. Asdrúbal me llevó hacia esa mesa y me presentó a su amigo. Era un hombre también mayor, de unos 55 años, pero a diferencia de Asdrúbal era una señor más refinado, era delgado y alto y no era ni feo ni atractivo. Su nombre era Miguel. Cuando ya terminé de presentarme, mi mamá le preguntó a Asdrúbal que si habían tenido algún problema. Asdrúbal le dijo que no. Me desconcertó bastante todo esto. Mi mamá sabía que yo iba a ir con Asdrúbal.

Mi mamá me preguntó que si me pasaba algo, yo le dije a mi mamá que tranquila, que todo estaba bien. Y Asdrúbal añadió que claro, que todo estaba bien y que sencillamente la íbamos a pasar bien una noche de viernes.

El whisky llegó a la mesa. Era una botella de Old Parr y Miguel nos sirvió un trago a cada uno. Asdrúbal propuso un brindis.

-      Brindo por ustedes dos par de mamasotas hermosas

Y chocamos lo vasos y bebimos. Asdrúbal comenzó a hablarme y el coqueteo de él fue desde el comienzo.

-      Mi niña, como estas de hermosa. La verdad estoy totalmente impactado de lo preciosa que estas

-      Muchas gracias

-      Pero ya no se sienta intranquila, ya estamos acá y ya que. Toca es pasarla bueno

-      Si lo que pasa es que se siente un poco extraño estar con dos hombres y al mismo tiempo con mi mamá. La verdad no se ella que está haciendo acá y por eso me siento un poco intimidada

-      Mire, tranquila, si ella está significa que a usted no le va a pasar nada malo. Más bien relájese y disfrutemos de estos traguito y de la noche que apenas comienza

Me acaricio mis piernas apenas terminó de decir esto. Yo me asusté y moví mis piernas en dirección opuesta a sus manos. Era algo extraño que yo le hiciera el quite de esa manera a un hombre, pero que podía hacer? El problema no estaba tanto con ellos, sino con la presencia de mi mamá. Está bien que yo supiera que era la amante de Asdrúbal y que la había escuchado gemir de placer gracias a la tremenda culeada que le estaban metiendo en ese motel, pero seguía siendo mi mamá y me incomodaba que llegara a pensar que yo fuera una cualquiera. Si, sé que soy una puta, pero no me interesaba que ella se diera cuenta.

Miguel estaba muy entusiasmado con mi mamá. Le hablaba al oído y le cogía las manos. Ellos se reían y mi mama la estaba pasando bien. Me pregunté si a mi mamá no le incomodaba nada de esto. Pensaba que ser amante de Asdrúbal era un desliz y ya, pero según lo que estaba viendo mi mamá como que disfrutaba de todo esto.

Asdrúbal mando traer unos músicos que por lo general entran a ese negocio y tocan canciones a las mesas que les paguen. El pidió tres canciones y todas me las dedicó. Cuando los músicos terminaron de tocar, él les pagó y luego acercó su silla. Me tomó de las manos y me dijo que estaba muy linda y que quería darme un beso. Se me acercó, pero yo lo alejé y le dije que no. En eso mi mamá tomo la vocería y me dijo:

-      Ay no, ya deje der ser boba Susana. No venga con esos cuentos de morronga ahora. Más bien disfrute de esta noche y no se las venga a dar de mucha cosa. O es que acaso cree que no la vi en ese motel el otro día?. Usted es como boba, acaso cree que no conozco su carro? Después de haber visto su carro ahí parqueado llame a su esposo para ver si estaba con él. Me enteré que no. De ahí fue que organizamos ir a su apartamento esa noche. Así que usted estaba con otro hombre. Entonces no venga a dárselas acá de muy juiciosa. Disfrute y no nos dañe la noche a los que si queremos disfrutar

Cuantas sorpresas más me tenían guardadas? Mi mamá sabía lo de ese motel y sabía que no soy precisamente una santa. Esas palabras de mi mamá me calaron hondo. Tuve que pararme para ir al baño. Me excusé y dije que regresaría en unos minutos.

En el baño no hice nada, solo me detuve y me vi en el pequeño espejo que había. La presencia de mi mamá era la que me intimidaba, pero si mi mamá pensaba eso y me había dicho esas cosas, estaba bien, ahora si iba a sacar a la gran puta que tenía adentro y que si ella iba a hablar de mí, que hablara bien fuerte. Y querían que disfrutara de la noche, listo, iba a disfrutar de la noche.

Salí del baño y regresé a la mesa. Mi mamá ya se estaba besando con Miguel. Entonces le dije a Asdrúbal que ahora si habláramos, que me dijera todo lo que tenía que decirme. Me paré de la silla y me senté en las piernas de Asdrúbal. El viejo ese se sorprendió al comienzo, pero luego ya entendió todo. Me paso una mano por la cintura y la otra la colocó encima de mis piernas y me daba pequeñas caricias.

-      Usted me encanta desde que tenía quince años. Desde esa época sueño con hacerla mi mujer. Mire, váyase conmigo. Sea mi mujer y deme un par de hijos.

-      Eso si está bien difícil porque yo tengo esposo y no pretendo dejarlo. Pero porque se pone tan serio y me dice todas esas cosas aburridas. No disque íbamos a disfrutar la noche, entonces disfrutémosla. Después hablamos de su propuesta. Además como le voy a decir que si me voy con usted si ni siquiera nos hemos dado un beso.

Asdrúbal sin pensarlo me tomó por la cabeza, me acercó a su boca y nos besamos. Con la otra mano acariciaba mis piernas. Sinceramente me gustó ese beso y generó excitación en mí.

Me levanté de sus piernas y me senté en mi silla. Él me preguntó qué había pasado, porque me iba de sus piernas. Le dije que tranquilo, que quería tomar whisky. Mi mamá vio ese beso y sirvió más trago. Hicimos otro brindis y bebimos más. Como se trataba de que yo estuviera sacando la puta que llevo adentro, entonces la idea era de verdad mostrar la puta que era.

-      Bueno Miguel y hace cuanto conoces a mi mamá?

-      La verdad la conocí hace una semana. Soy socio de Asdrúbal y él me la presentó

-      Y le gustó bastante cierto? Mi mamá es muy bonita. Pero qué piensa de mí también?

-      Pues Susana ustedes dos son unas mujeres que están muy hermosas, demasiado lindas y muy buenas.

A mí no me importaba nada ya, solo que vieran que era una puta, así que si alguien se enojaba por lo que iba a hacer, pues allá ellos. Me paré de la silla y fui y le di un beso a Miguel. Él y mi mamá se encontraban de espaldas a una mesa donde se encontraban unos tipos muy bien vestidos y bastante atractivos. Supongo que eran abogados que tenían su oficina por ese sector ya que en esa zona hay muchas oficinas de abogados. Cuando le di el beso a Miguel me tuve que agachar un poco. Mi culo les dio todito de frente a esa mesa de abogados y mientras besaba a Miguel ponía atención a ver si decían algún comentario. Efectivamente lo hicieron

-      Uyy…hermano que vieja tan buena

-      Mire, que tal ese culo y que tal esas piernas

-      Uy si, esa vieja está buenísima

-      Pero como hacemos para caerle?

-      Espere a ver qué pasa

Que alegría, le di un beso a Miguel y mi plan había funcionado, había despertado el interés de los de esa mesa. Al terminar de besar a Miguel fui y me senté en las piernas de Asdrúbal nuevamente

-      Celoso? Ud. si es capaz de darme todo lo que necesito?

-      Mire mamasota, yo a usted la hago mi mujer como sea

-      Eso lo veremos, porque usted no es el único hombre detrás de mí

Terminé de decir esto y nuevamente me beso Asdrúbal. Yo estaba sentada un poco hacia el lado izquierdo de él, así que cruce mi pierna derecha. Mientras nos besábamos abrí mis ojos y comencé a mirar a los de la mesa de abogados. Ellos me estaban viendo también y no quitaban sus ojos de mis piernas. Con mi mano derecha me acaricié mi pierna derecha y me subí un poco más la falda. Los abogados estaban botando la baba.

Terminé de besarme con Asdrúbal y me levanté. Me dirigía nuevamente al baño, pero antes dirigí una mirada sugestiva hacia la mesa de abogados. Algo bastante curioso es que estaba haciendo todo eso y mi mamá ni se inmutaba, ella solo seguía besándose con Miguel. Pero bueno, ya no me importaba, yo ya estaba transformada en la puta que soy.

Llegué al baño de mujeres y me tocó esperar un poco en la fila, el baño estaba lleno. Mientras estaba esperando llegaron dos de los abogados que estaban en la mesa del lado. Y sin pensarlo dos veces se me acercaron.

-      Hola preciosa, como estas? La estás pasando bueno, cierto? Mi nombre es Luis Carlos y él es Mauricio

-      Hola mucho gusto, me llamo Susana. Cómo están?

-      Pues muy bien, tomándonos unos tragos y luego mucho mejor después de verte hacer semejante show gratis. Mire una vieja decente no hace lo que Ud. acaba de hacer. Así que dejémonos de huevonadas y camine allí que me la culeo ya.

-      Oiga que le pasa, Ud. no me va a meter a ningún lado y si intenta algo grito. Acá hay bastante gente como para que puedan hacer lo que dicen.

-      Cállese y haga lo que le digo. Eso sí para que se pone a mostrar todo perra

-      Tan ridículo y que es que lo quiere, metérmelo?

-      Si, así que camine ya

Yo si quería que pasara algo así pero no me imaginé que fuera con amenazas. Sentía que era una violación. Entramos a una especie de cuarto en donde había productos de los que vendían en el negocio donde estábamos, para ser más precisos era una pequeña mini bodega. Mauricio se quedó en la entrada cuidando que nadie entrara ya que ese cuarto no tenía puerta. Carlos me recostó sobre unos bultos de harina que había allí, yo quedé en cuatro, con el tronco superior sobre los bultos y con mi culo ofreciéndose a ese desconocido. Me subió la falda y sacó un cuchillo que tenía en el bolsillo de su pantalón. Con el cuchillo rompió las medias, se bajó el pantalón, dejó el cuchillo a un lado, me corrió la tanga y me lo metió por mi cuca.

Comenzó su embestida y me lo metía muy duro. No sé si alguien se habrá dado cuenta porque mi culo hacía el típico sonido de aplauso con cada estocada que este animal me estaba pegando. Al comienzo no me gustó nada, pero ya después de las tres primeras metidas me excité.

-      Jueputa perraaaa mucho culazoooo y mucha cucotaaa. Mauricio vigile bien y que nadie entre que le voy a reventar la cuca a esta puta

-      Ay ay ay ay me dueleee!!!! Sueltemeeee

Yo decía esto como sin querer porque estaba gozando con esa culeada que me estaban pegando.

-      AAAYYYYYY!!!!!

Luis Carlos me tapó la boca con una mano

-      Callese perra, callese. OOggggg que culazooo

Este tal Luis Carlos estaba delicioso, y me lo metía de una manera muy rica. Me estaba pegando una culeada muy dura. Mi cuca estaba por estallar de placer. Luis Carlos se movía con mucha fuerza y creo que no solo quería sentir placer sino que quería maltratarme.

-      Ayyyy ayyyyy…ya no maaassss….ayyyy ayyyyy. Sueltemeeee, dejemeeee

-      Silencio perraaaa…..esto es culpa suya por estar tan ricaaaaaa…..ooggggg mucha cuca tiene usted…oooggg oh oh

Yo me comencé a mover hacia su pene también y empecé a disfrutar mucho esa culeada. Empujaba mi culo hacia su trozo y entre los dos hacíamos que la culeada fuera algo descomunal.

-      Ahora si le gusta??? Ricaaaaa  perraaaaa og oh oggg

-      Siiiii….deme bien por mi cuca…..cueleeme bien!!!!!! Ay ay ahhh aaahhh malparido!!! Deme duro!!!

-      Mucho culoooo!!!! Ooogggg

-      Bobo malparido!!!! Ay ay ay ay que placer!!!!!!

Ahora si estaba segura que nos estaban escuchando porque ya estábamos prácticamente gritando del placer. Yo mire hacia donde estaba Mauricio y este entendió lo que yo quería decir con la mirada

-      Oiga Luis Carlos – dice Mauricio – Apúrele que no aguanto, también se lo quiero clavar a esa puta. Y usted perra tranquila que nadie viene por acá

-      Espérese huevón que le voy a romper también el culo a esta puta

Luis Carlos seguía con su culeada. Mientras me lo metía durísimo me agarró las tetas y me las apretó muy duro. Luego comenzó a darme nalgadas y me acaricio las piernas. Yo ya estaba enloquecida de placer. Que ricoooo.

-      Luis Carlos, nos toca irnos ya. Dijo Mauricio.

-      Como así?, cállese que no he terminado con esta putota

-      Huevón nos toca irnos, llego Byron

-      Uy jueputa, camine. Pero antes espere termino con este perra.

Luis Carlos se descontroló por completo y me dio aún más duro. Estaba desesperado por venirme y así lo hizo; me llenó la cuca de semen. No sé quién era ese tal Byron, pero asustó mucho a Luis Carlos, a tal punto que terminó de culearme, se subió los pantalones y se fue dejándome maltratada y aun excitada. Me acomodé la falda y la blusa y salí de esa mini bodega y me dirigí al baño para arreglarme.

En el camino hacia el baño se me acerca un hombre y me pregunta que si no había visto a un tipo y me lo describe tal cual como era Luis Carlos. Yo le dije si, que si estaba buscando a un tal Luis Carlos. Este hombre me dijo si y me preguntó que a donde se había ido. Le dije que no sé, que solo lo vi.

-      Y usted quién es? Es amiga de Luis Carlos? Es que lo necesito para cuadrar unos negocios

-      No es mi amigo – le dije – no soy nada de él

-      Pero parece que usted estaba con él

-      Pero porque me obligó, pero yo no soy nada de él, ni amiga ni nada

-      Ok, mire me llamo Byron Ortiz. Si usted sabe algo me avisaría?

-      No voy a saber nada de él porque no sé nada de ese tipo

-      Está bien, pero deme su teléfono para llamarla. Usted está muy linda

Le dije mi número de teléfono celular. La verdad este tal Byron si estaba muy atractivo; un hombre como hacía mucho tiempo no veía. Era alto, de tez blanca, cabello ondulado negro, ojos verdes, alto, muy buen cuerpo y olía delicioso. Le di mi número de teléfono por dos cosas. La primera era porque a un tipo tan atractivo no me le iba a negar y segundo porque quería que al tal Luis Carlos le cobrara.

Después de esto entré al baño. Me senté en un inodoro y con un pañuelo húmedo me limpié la cuca y mi culo porque estaban llenas del semen de Luis Carlos. Las medias estaban rotas y sabía que me iría a tener sexo con Asdrúbal, así que no podía dejar que me viera las medias en ese estado. Me las quité y salí del baño sin medias. Debajo de mi minifalda solo estaba la tanga

Cuando llegué a la mesa nuevamente, le dije a Asdrúbal que nos fuéramos. Estaba ya muy excitada por la metida de Luis Carlos. Le dije a Asdrúbal que quería probar si me daba la talla como marido. Asdrúbal de una dijo que nos fuéramos ya, Miguel estuvo de acuerdo y Asdrúbal dijo que fuéramos al sitio. Cual sería ese sitio? Yo suponía que se trataba de un motel, pues también suponía que estos tipos lo que querían era meternos una culeada.

Pedimos un taxi y cuando llegó Miguel se acomodó en el asiento de adelante, al lado del conductor. Mi mamá entro primero en la parte de atrás, yo iba a entrar luego de ella pero Asdrúbal me detuvo y en cambio entró él. Luego entré yo. Arrancamos y Miguel le dijo al taxista hacia dónde íbamos y efectivamente nos dirigíamos a un motel.

Asdrúbal quedó en medio de mi mamá y yo. Y apenas el taxi comenzó a moverse nos comenzó a acariciar las piernas a mi mamá y a mí. Como ya había contado antes yo llevaba una minifalda, pero esta vez ya no tenía medias. Mi mamá llevaba una falda que llegaba hasta la rodilla. Asdrúbal nos subió la falda y nuestras piernas quedaron al descubierto por completo. A ninguna de las dos nos importó. Asdrúbal nos acariciaba las piernas y comenzó a besar a mi mamá. Yo estaba muy excitada con sus caricias así que tomé su mano y la puse en mi cuca. Él me acariciaba la cuca por encima de mi tanga.  Noté que el taxista estaba viendo toda la escena por el espejo retrovisor, así que cerré los ojos y solo disfruté de ese momento para que la excitación creciera.

Asdrúbal me metió los dedos entre la tanga y rozó mi cuca. Notó que estaba muy húmeda y dejo de besar a mi mamá para besarme. Él se acomodó solo para mí, me agarró las piernas y comenzó a besarme. Mi falda estaba casi en la cintura y Asdrúbal me acariciaba las piernas. Yo estaba disfrutando mucho y el tiempo se me pasó volando porque de pronto Miguel anunció que ya habíamos llegado.

Nos bajamos del taxi y el personal que salió a atendernos nos preguntó cuál habitación queríamos. Yo pensé que cada pareja se iría para una habitación distinta. Asdrúbal y yo nos iríamos para una habitación diferente a la que se irían Miguel y mi mamá. Pero no fue así. Asdrúbal pidió una suite para poder estar los cuatro y el que nos atendió en el motel nos dijo suban al sexto piso.

Que estaba pasando? Me lo iban a meter en frente de mi mamá? Yo también iba a ver como se lo metían a mi mamá? Pero qué fuerte esto que estaba pasando. Pero listo, mi mamá me había dicho que yo era una cualquiera, pues bueno, me estaba comportando como tal.

Llegamos al sexto piso y nos dieron nuestra habitación. Era muy bonita y muy elegante, para que negarlo. Tenía dos camas, una colocada en forma de L con respecto a la otra. Tenía de esas sillas raras para tener sexo. Una pista de baile y un jacuzzi también hacían parte del inmobiliario de la habitación.

Cada uno de nosotros cuatro entró al baño y los que quedaban esperando se quedaban callados sentados en la cama. Ya cuando estábamos todos juntos Asdrúbal rompió el silencio.

-      Bueno, a lo que vinimos. Venga mi niña que a partir de hoy usted es mi mujer y voy a hacer de todo para que este conmigo

Asdrúbal me agarró por la cintura, me acerco a su cuerpo y me comenzó a besar. Me subió la falda y me acarició el culo. Seguía besándome y mientras tanto Miguel y mi mamá también comenzaron con lo suyo. Pero ellos dos comenzaron con más intensidad, ya estaba tumbados en la cama y comiéndose a todo dar.

Asdrúbal me seguía besando. Y tengo que decir que sus besos eran deliciosos. Tenían la combinación de ternura y de pasión. Eso me hizo estremecer mucho porque no solo me estaba excitando más, al punto de que la cuca me quemaba y me ardía, sino que sentí ganas de decirle a este hombre que lo amaba y que era suya.

Me apretó el culo con las dos manos, luego desapunto mi blusa y me comenzó a besar mi pecho. Estando así de pié, bajó y me comenzó a besar las piernas. Las lamía todas y me las acariciaba. Mientras Asdrúbal me besaba las piernas, miré a la otra cama y vi como Miguel le chupaba las tetas a mi mamá. No sé si está mal lo que les voy a contar, pero al ver esa escena me excité aún más y ya quería, no solo que Asdrúbal me lo metiera, sino que Miguel también se lo metiera ya a mi mamá.

Vi como Miguel le quitó la falda y la tanga a mi mamá y le comenzó a hacer sexo oral. Mientras tanto Asdrúbal, después de besarme las piernas, me bajó la tanga y me dio un beso en mi cuca. Volvió a ponerse de pie, me beso otra vez en mi boca y ahora si me tumbó en la cama. Él se tumbó sobre mí mientras me seguía besando y seguía acariciándome las piernas. Comenzó a desnudarse y me pidió que yo también lo hiciera. No fue nada romántico eso, pero que importaba, quería que me lo metiera y que apagara todo el fuego que salía de mi cuca. Cuando se quitó los pantalones me sorprendí. Asdrúbal era feo y tenía un cuerpo horrible. Era gordo y tenía su abdomen inflamado, como se dice, tenía barriga grande. Pero le vi su pene y era también grande y gordo y siendo ya alguien maduro, lo tenía venoso. De pronto había tomado alguna pastilla

Estando ambos desnudos, Asdrúbal se colocó encima de mí, me abrió las piernas y besándome en la boca, sentí como su gordo, grande y venoso pene se introducía en mi cuca. Cuando ya lo tuvo dentro comenzó a moverse. Me lo metía y me lo sacaba, me lo metía y me lo sacaba. Sus movimientos no eran muy duros ni muy rápidos, pero llevaban un buen ritmo y eran constantes. Tampoco se detenía por nada ni hacia sus movimientos más lentos. Era algo delicioso todo el placer que ese hombre me estaba dando solo con su pene y sus movimientos.

-      Ay mi niña!!!! Eres hermosa!!!! Eres mi mujer!!!!

-      Ay, ay, ay, ay…ricoooo!!!

Estaba perdida en placer. Y Asdrúbal seguía con su ritmo; no aumentaba su fuerza ni su velocidad, pero no era necesario porque yo estaba disfrutando como loca. He tenido varios hombres entre mis piernas, pero esa noche supe que no hace falta una clavada dura para sentir placer. Asdrúbal me lo metía rico, con un ritmo constante, sin parar y me hacía gemir y retorcer de placer.

Él me acariciaba las piernas y me apretaba las tetas. Sus manos también pasaban hasta mi culo y me lo apretaba. Acariciaba mi cintura.  A cada tanto me daba un beso en la boca. Y todo esto sin parar de clavarme, sin parar de darme placer.

Yo rodee con mis piernas la cintura de Asdrúbal. No aguanté tenerlas allí mucho tiempo porque era tanto el placer que estaba como loca. No sabía cómo moverme, como actuar. Abrí más las piernas, estiradas, formando la V. Luego las encogí y con mis manos me las agarré del muslo para abrirlas más. Las solté y le agarré el culo a Asdrúbal. Él aumentó un poco la fuerza de su embestida. No mucho, pero con ese pene gordo se notaba. Me lo metía y yo lo sentía muy bien, sentía que era la mujer de este hombre. Me tomaba de las piernas y las levantaba más. Cuando hacía esto su rico pene se iba hasta el fondo y tocaba algo adentro, como un límite, como una pared. Me hacía doler cuando tocaba ese fondo, pero al mismo tiempo era un placer demasiado intenso.

Asdrúbal se movía con su ritmo, no bajaba su intensidad y yo estaba perdida de placer. Me lo metía me lo sacaba, me lo metía me lo sacaba.

-      Ayyyyyy que ricoooo!!!! Mi amor….no pareeeessss!!!! Aaaahhhh aahhhh ayyy

-      Mi niña, te amo!!....dame un hijo!!! Te quiero preñar!!!

-      Dameeeee asiiii, dameeee mas duro, dame mas duroooo oooohhhh

-      Uy susy!!!! Eres mucha mujer, pero quiero preñarla!!!!

-      Dameeee mi amor!!!!! Lléname la cuca!!!!! Lléname todaaaaa…ay ay

-      Quieres que te bote todo mi semen dentro tuyo??? Siii???

-      Siiiii pero dame mas duroooo….ayyyy ayyyy ayyyy ayyy ohhhh. Llename papiii, dame por mi cucaaaa mas duroooo….aaaahhhh aahhh

Yo sé que cuando se siente tanto placer, uno siente también muchas cosas. Pero en ese momento sentí que amaba a Asdrúbal. Entré los movimientos que hacía, movía mi cabeza de lado a lado. En uno de esos movimientos vi lo que estaba pasando en la otra cama. Tenía mi cabeza hacia el lado izquierdo y Asdrúbal comenzó a besarme el cuello pero no dejaba de metérmelo. Mientras Asdrúbal me comía y me lo metía, vi la tremenda cogida que Miguel le estaba pegando a mi mamá.

Miguel la tenía con las piernas abiertas y le estaba dando durísimo. Mi mamá solo gemía y noté como sus tetas se movían de arriba hacia abajo por la tremenda culeada que le estaban pegando.

-      Uuuyyyy Miguel!!!!! UUUyyyyyy uuufffff UUUyyyyyy

Mi mamá estaba perdida de placer. Luego Miguel la puso en cuatro y la penetró. Yo estaba viendo esa escena y me excitó. Deseaba que Miguel le diera con toda a mi mamá. Y fue como si me hubiera leído la mente. Miguel comenzó a metérselo durísimo y yo veían como el culo de mi mama vibraba con esa metida. Su culo también sonaba. Y las tetas se balanceaban casi pegándole en su cara.

-      UUyyyyy….aaaahhhhhh aaaaggggg aaayyyy asiiiii ayyy asiiii..ay ay ay ay

-      AAAAggggggrrrrrrrr ricaaaaaa mamasotaaaaaa

-      Uyyy ufff mi machoteeeee….uyyyy ayyyy

Miguel se inclinó y la apretó las tetas mientras le seguía dando por la cuca. De pronto la tomo de las manos y la jaló hacia atrás. Estando así ahora le daba más duro y Miguel iba a romper a mi mamá en mil pedazos con esa culiadota que le estaba metiendo.

-      Ayyyyyyyy me vengooooo….uuuuuyyyyyyy uuuuyyyyyy

-      Oooogggggrrrrrr oggggrrrr ricaaaaaa!!!!

Y con esos sonidos que hicieron, supe que se habían venido. Luego de eso ya me volví a concentrar en lo mío. Asdrúbal seguía metiéndomelo igual. No paraba, su ritmo era constante pero me estaba dando mi primer orgasmo. Me vine y fue algo delicioso!!. Él seguía metiéndomelo, seguía acariciando y apretándome las piernas, pasaba sus manos por mi culo y por mi cintura, me estrujaba las tetas, me miraba a la cara y yo lo miraba a él, nos besábamos.

Otro orgasmo tuve, era increíble el placer que me estaba dando este hombre. De pronto me pasó sus brazos por debajo de mis hombros y aumentó un poco su culeada. Me di cuenta que mi mama ahora estaba sentada en la cama en la que estábamos Asdrúbal y yo y Miguel estaba de pie al otro lado. Mi mamá comenzó a acariciar la espalda a Asdrúbal y también le acarició su culo. Cuando Asdrúbal notó esto, volteó su cara hacia mi mamá y se besaron. Miguel viendo esto, se agacho, me apretó las tetas y me beso. Miguel también acarició mis piernas. Cuando Asdrúbal y mi mamá terminaron de besarse, Asdrúbal aumento la fuerza de su culeada. Ahora me daba duro, muy duro, durísimo.

-      AAAaaayyyyyyyy aaaayyyyyy ay ay ay ay ay ay aaaaaayyyyyyyy aaaaaaahhhhhh

-      Mi niñaaaaaaaaa ricaaaaaaa

Cuando sentí que se vino me enloquecí porque su semen salió con una presión increíble y estaba muy caliente. Tuve otro orgasmo y quede casi inconsciente por un momento. Asdrúbal con un beso me sacó de mi “estado de trance”. Cuando dejó de besarme, le agarré su cara y lo mire.

-      Que rico! Que rico como me hiciste

-      Eres mi mujer. Desde que tenías quince quería esto. Eres mía, te iras conmigo y me darás hijos.

Comenzamos a limpiarnos. Los hombres se pararon a tomarse una cerveza y yo me quede acostada en la cama junto a mi mamá. Ambas desnudas.

-      Susana, como te sientes? Estas bien?

-      Si mamá. Estoy bien.

-      Disfrutaste de esto? Espero que sí. Mira, los hombres, nuestros esposos, siempre tienen más mujeres, es justo que nosotras también disfrutemos. Eso lo aprendí de tantas veces que su papá me fue infiel. Por eso me gusta que usted disfrute.

-      Mamá usted tenía razón, no soy una santa, me gusta mucho el sexo y los hombres me atraen mucho.

Estuvimos dialogando con mi mamá unos minutos, pero ella se quedó dormida. Me senté y vi que Asdrúbal también se había quedado dormido en un sofá. Solo estábamos despiertos Miguel y yo.

-      Miguel, venga y hablamos

Miguel se acercó a la cama donde yo estaba. También quería tener sexo con él así que lo bese y le comencé a acariciar su pene. Se le paró de una. Nos comenzamos a besar apasionadamente y Miguel se acostó sobre mí. Yo abrí mis piernas y me lo metió fuerte, rico. Comenzó a moverse y a meterme unas embestidas que me arrancaron los primeros gemidos. Miguel seguía clavándome muy bien y yo gimiendo del tremendo placer que me estaba dando cuando mi mamá, que estaba dormida al lado de nosotros, se despertó.

-      Uyy Miguel!! Que rico le das a Susy

Nosotros la miramos pero seguimos en lo nuestro; Miguel me seguía metiendo esa culeada tan deliciosa y me acariciaba las piernas. Yo gemía del placer y le acariciaba el pecho a Miguel. Luego tome fuerza y voltee a Miguel para poder cabalgarlo. Me senté sobre él y me comencé a mover muy rápido.

-      Usted también tiene una verga deliciosa Miguel!!! Aaaahhh aaahhhh aaaahhh

-      Ricaaa susy, ricaaa

Y continuaba cabalgándolo de una manera rápida. No sentía ni cinco de ternura o de cuidado, solo veía a Miguel como un macho y así me movía, solo quería placer para mí y lo estaba consiguiendo.

Mi mamá comenzó a besar a Miguel, lo besaba de una forma muy apasionada mientras él me apretaba las piernas y yo lo montaba. Miguel me quitó de encima de él y me colocó en cuatro. Al hacer esto también le dijo a mi mamá que se colocara en cuatro a lo que ella sin dudarlo accedió inmediatamente.

Mi mamá y yo estábamos en cuatro, ofreciéndole nuestra cuca y nuestro culo a ese hombre. Miguel me lo metió primero y me pegó unas embestidas durísimas que me arrancaron gritos de placer. Luego me lo saco y se lo metió a mi mamá. La penetro con mucha fuerza a lo que mi mamá dio gritos de placer pero que al mismo tiempo se podían confundir con gritos de dolor. Le metió a mi mama su verga durante un buen rato. Yo como no podía aguantar las ganas me metía los dedos mientras Miguel le daba placer a mi mamá.

Miguel se lo sacó a mi mamá y luego me lo metió de nuevo. Otra vez fue durísimo y con cada embestida que me pegaba yo gemía, era algo muy intenso. Esta segunda vez que Miguel me lo metía sentía que me iba a desmayar del placer y no sé si era por la mezcla de fluidos entre mi mamá y yo. Mi mamá comenzó a meterse los dedos mientras Miguel me lo metía.

De nuevo Miguel me lo sacó, yo no quería que lo hiciera, pero tenía que darle a mi mama por su cuca. Duró unos minutos para luego sacárselo y volver a metérmelo y esta vez con más fuerza y queriendo reventarme. Mi mamá volvió y se metió sus dedos y también gemía mientras se masturbaba.

-      Tranquila mamasota rica, no tiene que darse dedo, yo le meto mi verga – dijo Asdrúbal

Levantándose del sillón en el que estaba, llegó y efectivamente comenzó a clavar a mi mamá.

-      UUyyyy papiiiii…..Asdrúbal…me enloqueceeesss……mételo duroooo..uuyyyyy

Y Asdrúbal comenzó con una culeada descomunal. Yo volteaba mi cara y veía que las tetas de mi mama se le iban a desprender por el movimiento tan brusco producto de la tremenda culeada que Asdrúbal le estaba metiendo.

Pero Miguel no se quedó atrás y comenzó a darme también muy duró. Me dio una nalgada y paro su embestida.

-      No pareeeesssss por favoooorrr..sigueeeee

-      Tranquila Susy que ahora le voy es a reventar ese culote

Y diciendo esto comenzó a penetrarme mi culo. Me dolió al comienzo, pero luego placer. Con mi mamá nos miramos y supimos que éramos putas pero que estábamos disfrutando como locas. Yo vi sus gestos en su cara y ella vio los míos. Le pase mi mano por encima de la de ella y nos tomamos de las manos. Yo me podía sostener con solo la mano con que tenía tomada la mano de mi mamá. Entonces con mi otra mano me comencé a frotar mi clítoris mientras Miguel me rompía el culo.

Miguel me dio durísimo, me hizo doler bastante. Se vino y me lleno de semen el culo. Me chorreaba por mi cuca el semen. Asdrúbal seguía dándole a mi mamá; seguía penetrándola como demonio. Yo me levanté para ir al baño a limpiarme, pero antes le di un beso apasionado a Asdrúbal. Él no aguantó más y al mismo tiempo que soltó un bramido, le lleno de semen la cuca a mi mamá.

Dejé de besar a Asdrúbal y me dirigí al baño para limpiarme. Allí pensaba en todo lo que había sucedido ese día y más aún, recordaba todo lo que había pasado desde la llegada de Juan Andrés a mi apartamento. Había tenido sexo con él en mi propia cama de casada, iba a moteles con Juan Andrés en las tardes para llegar y tener sexo en las noches con mi esposo. Había descubierto que mi mamá tenía amante. Me habían violado más temprano en una licorera y acababa de tener sexo con dos hombres y en frente de mi mamá y sin contar con el hecho que dos hombres desconocidos tenían mi número de celular y sabía que me podían llamar.

Pero más allá de sentirme mal o sentirme culpable, lo único que me preguntaba era con que sorpresas más me iba a encontrar o quien me las iba a dar. Tal vez mi esposo el cual estaba extraño? Tal vez mi papá? O tal vez mis nuevos amantes?. Así como iban las cosas no serían nada raro más sorpresas. Pensé que solo tenía dos maridos, pero he resultado siendo la mujer de al menos tres, porque Asdrúbal ya se había puesto a la tarea de que yo fuera su esposa y hasta que le diera un hijo.

Salí del baño y ya todos estuvimos de acuerdo en que nos tocaba irnos. Mi mamá y yo porque debíamos llegar a nuestras casas y los dos hombres, nuestros amantes estaban cansados y entendían que, por lo menos esa noche, no podía pasar la noche entera con nosotros.

Salimos del motel en un taxi hacia el apartamento de Asdrúbal para que yo recogiera mi carro y poder llevar a mi mamá a su casa y yo irme para la mía. Nos despedimos de nuestros hombres con un beso apasionado en la boca.

-      Mi niña quiero que mañana o un día pronto pasemos el día y la noche juntos, pero solos usted y yo.

-      Entre semana es difícil porque yo trabajo y no puedo pasar la noche fuera de mi casa. Le propongo algo, esta semana que viene, estamos un rato los dos, solos, haciendo lo que usted quiera. Pero para pasar un día juntos o la noche entera toca esperar hasta el otro fin de semana.

-      Que le parece el martes. Yo la recojo en su trabajo y venimos acá al apartamento

-      Me parece bien, entonces estamos hablando pero el martes lo espero para que me recoja.

Salimos con mi mamá y el carro curiosamente no hablamos nada serio. Solo nos miramos y comenzamos a reírnos como amigas de quince años

-      Estuvo rico, cierto Susy?

-      Si mamá, muy rico

-      En todo caso le digo algo, ese viejo Asdrúbal a todas le echa el cuento. Y la que le cree se la lleva para la finca, está con él un mes y ya la bota.

-      Tranquila mamá que es solo goce, yo a mi marido no lo dejo

-      Si mija, tengo cuidado solo con eso.

Llegamos a su casa, nos despedimos y ella se bajó. Luego me dirigí a mi apartamento. Cuando llegué noté que había botellas de cerveza por todos los lados; al parecer mi marido y Juan Andrés habían estado tomando. Entré a mi habitación y olía a puro licor, mi marido estaba profundamente dormido. Yo me cambié y me acosté.

Antes de quedarme dormida, sentí que abrieron la puerta del apartamento. De una me desperté porque pensé que alguien se estaba metiendo, pero era Juan Andrés. Cuando entró me preguntó que si había estado tomando con mi esposo, yo le contesté que no, que pensé que habían estados los dos tomando. Me respondió que no.

Yo estaba muy cansada y por eso le di las buenas noches a Juan Andrés, pero él me tomó los brazos por la fuerza, me empujo y me recostó en el sofá. Me bajo mi pantalón corto de dormir, me abrió las piernas a la fuerza y me lo metió muy duro. Yo ya no sentía nada, ni placer ni dolor, ya mi cuca estaba anestesiada después de tener tres vergas de diferentes hombres adentro en una noche. Yo solo le estaba “prestando” mi cuca a Juan Andrés para que desfogara su pasión y depositara sus fluidos de macho.

Cuando terminó, me dio un beso y entro a su cuarto, yo me fui a bañar de nuevo y luego a dormir. Lo que tenía en la cabeza en ese momento era la duda de con quien había estado tomando mi esposo. Con amigos? O con el motivo del porque él estaba tan raro? En fin, por ahora quería descansar. De todas maneras habían muchas cosas para pensar porque más allá que disfruto mucho del sexo y que soy un puta, creo que las cosas se estaban saliendo de control y tocaba ponerles un remedio. Pero eso no llegaría sino hasta después de disfrutar otro poquito con mis hombres, con mis machos.