Mis dos maridos

Entre los dos juntaba mi racion de esperma.

Circe 8

Hola amigos..

Se que soy malvada…Pero a pesar de mis antecedentes me considero una chica formal. Soy seria y educada. A veces cariñosa. Atiendo bien a los hombres y a las mujeres.

Solo que los devoro. Me apetecen mucho. Siento que entran en mis entrañas y los mastico con la boca. Tengo un apetito sexual impresionante. Un enorme clítoris siempre dispuesto y una vagina con vida propia. Mi coño se mueve por si mismo. Late y se estremece en cada corrida. A veces me pajeo frente a un espejo solo para verme el coño en movimiento.

Como me depilo el pubis estoy siempre desnuda con el clítoris expuesto a todos los estímulos. Mi calentura es permanente. Cuando me toca depilarme llamo a mis maridos para que vean como lo hago. Abro las piernas, me enjabono la zona del coño y paso la afeitadora por el vello incipiente. Ellos miran. Levanto una pierna para afeitarme la zona del culo. Miran absortos. Cuando termino la parte personal, entonces me lavan y ponen crema hidratante. Están con la polla dura. Yo no hago nada. Soy una chica buena.

Además no soy mujer que se acuesta con todo el mundo. Soy muy selectiva. Elijo. Una vez que he elegido una víctima suelo tomar la iniciativa y no me detengo ante nada. Los hombres no tienen fuerza para detenerme cuando me dedico a devorarlos. Se dejan hacer con una mansedumbre que me pone loca.

No terminan de sorprenderme. Se someten a mis deseos con una facilidad increíble. Ni tengo que molestarme como antes que me parecía una ardua tarea dominar a un tío. Ahora basta que le muestre alguna parte de mi cuerpo. Ni es necesario el sexo. Si quiero tomar un café en un bar y el tío me mira le enseño una pierna y le digo… ¿Te gusta...? Ya es mío y tomaré café gratis cada vez que vaya a ese lugar.

Cuando son maridos el premio es mayor. Un puntapié, una meada o una chupada de regla. Saben darme placer. Yo tengo los orgasmos. Ellos trabajan, limpian, me atienden. En una palabra hacen todo.

Me excito con la sumisión masculina y me bajan los calores a la vagina. Excitante humedad.

La única ocupación de un hombre es mantener mi vagina húmeda. Yo me ocupo de todo lo demás.

Aquellos con los que me acuesto quedan secos como pasas de uva. Soy demasiado calentona para uno solo. He tenido siempre más de un amante. De jovencita follaba varias veces al dia con diferentes personajes que me esperaban en tal o cual lugar. Mi recorrida habitual me dejaba satisfecha. Mi satisfacción ocurre al ver al hombre agotado.

Cuando me casé no abandoné esa costumbre de salir de cacería. Justamente fui al matrimonio con un marido dominado para poder continuar mi vida independiente donde el sexo era la atracción fundamental. Mi marido estaba masticado y digerido. Hacía con él lo que me daba en ganas. Me he vuelto muy violenta y doy rienda suelta a mis rabietas sin vergüenza. Cuando me contradice soy capaz de matarlo por lo violenta que me pongo. Le suelo dar fuertes bofetones cuando me place. Solo por el gusto de verle la cara compungida y la mirada de dolor. Entonces siento los calores y me masturbo con su cuerpo magullado antes que se recupere.

Hace unas noches le pegué tan sonoro bofetón que la mejilla se le puso morada. Me excitó tanto que lo puse de rodillas, levanté mi falda y con la vagina desnuda me masturbé en su mejilla morada. Mi orgasmo fue muy violento y quedé jadeando apretando mi clítoris contra su cara durante un buen rato. Luego lo dejo respirar.

Mufy estaba dominado. Lo llevé al matrimonio con los huevos secos de tanto que me lo follaba. Luego de casados perdió toda su personalidad. Yo hacia mi santa voluntad. Como los nobles de antes que casaban a sus amantes para satisfacerse con ellas. Estando casada con un perro como Mufy hacía lo que quería. No solo en el sexo. Mi voluntad era sagrada.

Mufy compartía el cuidado de mi cuerpo con July. Con el tiempo July pasó a ser un marido secundario. En resumen hoy tengo dos maridos --y un suegro para funciones de servicio-- Al principio vivíamos separados pues yo era muy jovencita y no tenía la desfachatez que tengo ahora. Pero luego salió a la venta el piso frente al mío y se lo hice comprar a July (por supuesto lo puso a mi nombre. Estaba totalmente devorado también). De modo que éramos vecinos y pasamos muchas noches de pasión los tres.

Mi suegro era un asiduo visitante de la casa y se sumó al grupo y atendía mis apetitos y necesidades. Cada uno cumplía un rol determinado. Mi suegro estaba dedicado al servicio personal. Lavaba mi ropa y lustraba mis zapatos. Ponía especial cuidado en el servicio de mis pantys usadas. Las llevaba a su nariz para olfatearlas. Se excitaba con el olor dulzón de las pantys. Yo me excitaba de verlo a él tan arrastrado. Él me vestía y me cambiaba las sandalias y servía a mis pies haciéndoles masajes y poniéndome cremas. También era el encargado de hacer las compras diarias.

Mufy se ocupaba de mis comidas y desayunos. Se esmeraba en hacer siempre mis gustos. July era el encargado de limpiar la casa y lavar la ropa.

Los tres estaban ejercitados para recibir mis meadas en la boca sin derramar ni una gota. Era el premio. Si se portaban bien y me halagaban. No tenía necesidad de ir al lavabo. Cuando me apetecía orinar solo tenía que hacer un gesto y ellos se ocupaban de servirme. Era cuestión de llegar primero. Se tragaban todo. No derramaban ni una gota. Desde el principio lo hicieron así pues son muy temerosos de mis rabietas.

Tambien los premiaba con mis reglas. Se las dejaba chupar por turno. Como no uso bragas mi regla goteaba por toda la casa y ellos se agachaban y la lamían en el suelo. Yo les señalaba con la punta de mi zapato donde había una mancha de regla y el que estaba más cerca se apresuraba a venir y lamer todo junto. La regla y mis zapatos.

La adoración de mis pies me excitaba mucho y los estimulaba a besármelos, acariciarlos, masajearlos y chupar los zapatos. Me gustaba llegar a casa y ver mis zapatos lustrados uno por uno. Entonces preguntaba quien había sido. De premio le permitía beber mi orina. Lo hacían gustosos. Cada día encontraba alguna sorpresa halagadora para que les diera el premio de la meada.

Cuando mis hijos estaban en la escuela entonces aparecía este ejército de criados y dejaban todo limpio y ordenado.

Yo me iba al gimnasio donde mi cuerpo era muy conocido y las sesiones allí me excitaban enormemente. Regresaba a casa con una calentura de hostias. Les cuento en otro relato mis sesiones de gimnasia.

En el camino de regreso me preparaba para devorarme a mis maridos. Son increíbles las actitudes de los hombres. Mufy y July eran muy amigos y se turnaban para agasajarme. Estaban por completo dedicados a mí. No tenían celos. Solo espíritu de colaboración. Esto se logró cuando los hube dominado a ambos. Si no están con su eterno machismo tonto.

Me cansé de golpearlos hasta que aprendieron que dos es igual a uno y que ambos debían obrar de acuerdo. Ante el miedo de que los abandone dejaron sus celos y se pusieron de acuerdo hasta hoy.

Empiezo mis jornadas de sexo por cualquiera de ellos. Tampoco hago diferencias. Cada uno sabe todo lo que sabe el otro. Así no hay preferencias entre ellos. Las preferencias las hago yo sola en mi intimidad. Mufy tiene la polla más pequeña pero suelta mucha leche cuando lo ordeño. July retiene sus eyaculaciones y tiene una hermosa polla grande apta para el coño y la boca. Pero poca leche. Entre los dos junto una ración. Bebo bastante esperma

Estaba tan caliente al regresar del gimnasio que llamaba por el móvil avisando a July para que me espere en la planta baja. Cuando llegaba de verlo allí esperando como un sirviente me bajaban los calores a la vagina. No llevo bragas de modo que la calentura quedaba entre mis muslos. Frotaba mi entrepierna mientras caminaba.

Lo metí a July en el ascensor y le desabrochaba la bragueta frenéticamente mientras lo chupeteaba con la boca y le masticaba su rostro con mis labios. Me gusta gozar con la boca y besar y chupar a la gente. Tengo una boca grande y la uso.

Luego introduje la mano en su bragueta y le tomaba la polla semi blanda. La sobaba bien con la mano. Su polla cabía en mi mano pues no estaba dura completamente. Ni bien la cogía se endurecía de inmediato. Sin sacarla de la bragueta lo masturbaba dentro de sus pantalones mientras le susurraba al oído y lo abrazaba fuerte con mi brazo libre..

-- Suelta el jugo...Mira como se hincha en mis manos…Estás a punto de estallar…Suelta el jugo…--

July no podía resistirme y largaba su leche en mis manos antes de llegar al ático donde vivíamos todos. Yo me chupaba las manos lechosas y sorbía su jugo de hombre como quien exprime una naranja. Hacía ruido de chupar…Glup…Glup…mientras le miraba a los ojos con lujuria. El pobre July se sentía completamente devorado.

Llegamos a casa. Atiende Mufy. Introduzco a July de un empujón y le digo a Mufy

--Ve a prepararme el desayuno…--

Llevo a July a la cama. Otro empujón y queda acostado. Me agacho y le quito los pantalones, la camisa y los calzones. Queda completamente desnudo ante mí. Me relamo de placer. Me abre el apetito verlo así entregado mientas mi otro marido me prepara el desayuno.

Me desvisto rápidamente. Nunca llevo mucha ropa. Mi cuerpo grande ataja la luz y arroja su sombra sobre el infeliz de July esperando con su polla casi tiesa y su mirada desorbitada entregado a mis caprichos. Me monto sobre el en posición invertida. Le pongo el pubis en su rostro. Abro los labios vaginales y los aplico sobre su nariz. Los abro y cierro masajeándole la nariz. Mi clítoris esta tieso. Comienzo a moverme lentamente sobre su boca, su nariz, sus ojos. Tengo las piernas bien abiertas y me veo el culo en el espejo montada sobre July y moviéndome lentamente.

Como era más alta debía estar un poco encorvada para alcanzar su polla. Esto me favorecía pues mi posición con el clítoris era más vertical y me gustaba. La imagen en el espejo era de una leona despellejando a su víctima.

Le tomaba la polla. Estaba tiesa pero no lo suficiente como a mi me gusta. No importa. La cogía con las manos y le acariciaba entre los testículos y le metía el dedo detrás de ellos haciendo presión. El se sentía indefenso. La polla se ablandaba. Ya conocía esta conducta de todas las veces que me la comí. Entonces para endurecerla como un acero le frotaba mi vagina y le echaba en su boca mi primer orgasmo. Mis labios vaginales se estremecían sobre su boca y palpitaban con sus latidos de placer. Le aplicaba acción de ventosa con mi vagina y le succionaba su boca para adentro. Entonces venía la respuesta a través de su cuerpo. La respuesta iba a la polla. Y la sentía en mis manos. Se endurecía en cada orgasmo mío.

Los conozco, son corderitos que van al sacrificio.

Creaba un ciclo de placer. Yo gozaba y le echaba mis orgasmos en su boca. Mis jugos le humedecían todo el rostro. Cada corrida era acompañada por una fuerte presión de mi cuerpo sobre su cara. Me quedaba así quieta mientras mis labios latían en su boca. Entonces él endurecía su polla y me devolvía las atenciones.

Cuando la tuve bien dura acerqué mis labios y la lamía toda. Le pasaba la lengua con apetito para que el pobre se sienta como el desayuno. Se la lamía lentamente y mientras le echaba otra corrida en su boca…..…Otra respuesta…. Y otra lamida en la polla. La introduje en la boca hasta la garganta y continuaba lamiéndola dentro de la boca. Solo movía mis caderas masturbándome en su boca. Por delante estaba quieta. Todo el movimiento lo hacia con la lengua. La polla metida en mi boca.

Entonces sentía como comenzaba a hincharse anunciando la llegada del néctar sabroso. No podía contenerme y le soltaba mas corridas en la boca de él. Cuando se hincha y anuncia el desenlace me excito mucho y mis orgasmos son tremendos..

La desesperación……. Los latidos……….. La pasión devoradora. Los recuerdos de mis hombres aplastados. La excitación del poder.

Apretaba mi pubis con fuerza………Sentía su ahogo……..Chupaba la polla saboreando la próxima llegada del esperma rico y abundante……… Me corría en su boca.

De pronto… La llegada del jugo. . Del esperma sabroso…….. El volcán que eyacula todo el semen. Explotaba en mi boca y yo explotaba en la suya. Qué placer…!

Cuando le salía la leche hundía mi pubis y me corría en su rostro mientras chupaba la leche lentamente con fruición. Me la comía toda. La saboreaba y me la tragaba con mucho apetito. Le pasaba la lengua por la polla para aprovechar hasta la última gota.

Es una sensación de araña. El hombre se licua y se vuelve lechoso apto para ser absorbido y saboreado. La energía del macho es estimulante. Sientes como se derrumba en tu boca y toda su energía pasa a ti y se deposita en tu vagina que se estremece con sus orgasmos. Uno tras otro. En la boca de él mis orgasmos y en la mía la leche de él.

Me lo tragaba todo lechoso. Cuando no le quedaba nada para lamer entonces repetía el juego., No hay que dejarlos descansar porque se recuperan. Deben soltar la leche otra vez en el mismo momento sin darles descanso. Cuando se agotan les duelen los huevos y se desesperan de angustia. Eso me provoca mas corridas.

Repetía los movimientos y le sobaba la polla y se la lamía con la lengua. Estaba húmeda de leche y la saboreaba. Me corría nuevamente en su boca.

Yo puedo correrme infinidad de veces. Mi satisfacción llega cuando el hombre está vacío. Si tengo un solo hombre, vacío a uno y si tengo dos vacío a dos. No quiero pensar si tengo muchos. Alguna vez lo haré. Por ahora me conformo con estos dos maridos que tengo.

Le sopesaba los huevos a July con las manos y sentía que había mas leche adentro. Mi apetito se renueva. Lamía su polla, acariciaba sus huevos, le metía el dedo detrás en el punto mas sensible…La polla respondía. Lo que mas la movilizaba eran mis propios orgasmos en su boca. Cada corrida mía enviaba una respuesta a través de su cuerpo.

El hombre respondía. Era mi propiedad exclusiva. Un zángano completo.

Repetía la chupada hasta agotarlo por completo. Le tocaba los huevos y los sentía vacíos por completo y él se estremecía del dolor de testículos. Estaba seco.

Entonces aparecía Mufy que estaba esperando en la puerta con mi desayuno. Me servía mientras yo me sentaba en el borde de la cama. Comía sentada mientras el pobre July se recuperaba respirando jadeante. Mufy se quedaba a mi lado y me acariciaba los brazos contemplando la situación..

Una vez satisfecho mi estómago miraba el rostro de Mufy. Boquiabierto al ver a su amigo recuperarse de la follada.

Me estaba excitando otra vez. La mirada de servicio de los hombres me pone a mil.

Levanté el culo. La sábana estaba húmeda. Lo miré a Mufy. Había visto la mancha de humedad...Abrí la boca grande para que viera los restos del esperma de July entre mis dientes. Lo cogí del cuello y lo besé con los labios sedientos. Le chupaba su boca y mordía sus labios succionando sobre ellos. Mi saliva se metió en su boca. Mufy estaba inmóvil como siempre y me dejaba hacer.

-- July llévate esto y vete a limpiar todo —

-- Tú Mufy ven aquí…Chúpame el culo mientras termino el café…Pon la lengua en el ano. Humedéceme toda..!--

Estaba sentada de costado en la cama. Alzaba las caderas para mostrar el culo.

Mufy se agachaba para chuparlo.

July se levantaba y retiraba la bandeja del desayuno.

Sentada sobre la cara de Mufy con la vagina llena de saliva me frotaba sobre su rostro mojándolo todo. Mezclando mis secreciones con los jugos de July.

En casa hay espejos por todos lados. Mi cuerpo hermoso sentada sobre Mufy y corriéndome como una posesa en su boca.

-- Desnúdate y acuéstate que te monto y me como tu polla—

Mufy se acostó. Era más alto que July de modo que no tenia que encorvarme tanto. Le planté todo el peso de mi pubis depilado en su boca. Me masturbaba sentada otra vez más. Estaba de espaldas a él de modo que mientras me masturbaba el culo le veía como crecía su polla.

La de Mufy es más pequeña que la de July, pero sus huevos almacenan mucha leche. Se la tomé con las manos y la sopesaba evaluando el servicio que me iba a prestar. Le acariciaba los huevos mientras calculaba la leche que tendrían.

Me agaché y acerqué la boca a su polla. Le pasaba la lengua igual que a July. La recorrí saboreándola.

Mientras mi culo seguía haciendo de las suyas en la boca de Mufy. Me corría y él respondía en la polla igual que July

Me la tragué toda hasta el fondo y comencé a mover la lengua y los labios vaginales. Boca a boca. Orgasmos por delante y orgasmos por detrás. Galopaba.

Sentía el ruido de la cocina. July estaba lavando.

Se abrió la puerta de casa. Sentí la llegada de mi suegro. En esta casa todos tienen llave para verme follar. Seguía montada con la polla de su hijo metida hasta la garganta.

Mi suegro se asomó a la habitación. Desesperado por mirar. Sin respeto alguno por ser el padre., Solo ansioso de verme.

Yo soy exhibicionista y no me avergüenzo ante nada. Galopaba.

Seguí con mis movimientos pélvicos y mi lengua con la polla de su propio hijo metida toda dentro. No se veía ni un pelito. Toda dentro.

Mufy no veía nada el pobre infeliz. Yo miraba a mi suegro que estaba con los ojos abiertos y paralizado por completo. El se escapaba de su casa para venir a fisgonear. Sabía que era la causa de todo pero me la gozaba sola.

Cuando él miraba aceleré los movimientos sobre la boca de Mufy y apreté los labios contra su polla.

Se hinchaba toda..Venia el jugo,

Mufy se estremecía

-- Suelta la leche ---- Suéltala… Me pertenece…--

El padre miraba.

Saltó la lechada por fin…..La lamí toda de puro golosa sin dejar una gota

Le palpé los huevos. Había mas leche. Le hice un gesto a mi suegro que se fuera a atender sus tareas.

Me lo volví a montar y lo volví a devorar.

Este es el ritual de los dias al regreso del gimnasio donde levanto temperatura.

Cuando los dos estén secos me quedaré satisfecha.

Por suerte mi suegro salio a hacer las compras del día. Sino me lo follaba también.

Ese dia estaba desesperada de calentura. Cuando Mufy eyaculó por segunda vez me apresuré a lamer todo porque no era mucho.

Estaba muy caliente todavía.

Le palpé otra vez los huevos con la polla húmeda y lechosa aún metida en mi boca

Había más leche.

Besos

Circelamalvada@hotmail.com