Mis Dias con Luisa (XVII)
Final- final
Mis Días con Luisa XVII
Hola soy María Carolina Dos Santos… el casi final es el que a Luisa le gustaría haber vivido pero nada fue así.
Eduardito esa noche no encontró a su padre en casa entonces no pudo haber charla, el siguiente día tampoco Tincho apareció entonces fueron a ver si aún seguía detenido en la comisaria, el responsable le dijo que no, que no podían retenerlo por mucho más tiempo porque no había hecho nada supuestamente y no había denuncia en su contra, preguntaron a los conocidos y más de uno lo encubrió pero al fin y al cabo Eduardito terminó sabiendo de su paradero pero decidieron dejarlo en paz, que cuando tuviera cara de aparecer hablarían…
Luisa paso el fin de semana conmigo cuidándome y llenándome de atenciones y Eduardito a la par, ya que no tenía otra cosa que hacer más que pasar con su madre. El domingo por la noche cuando volvieron a su casa encontraron que Tincho si había estado por esos lados pero ya estaba ausente cuando llegaron… La sala y la habitación de Luisa fueron totalmente dadas vuelta y todo lo que se podía romper estaba roto. Luisa asustada tomó un par de cosas suyas y volvió a mi casa. Cuando me contó lo sucedido yo también me asusté y le dí mi apoyo, al final yo también tenía culpa en lo que le tocaba vivir. Esa noche casi ni dormimos hablando y sacando conclusiones de lo que podía pasar, pero ninguna de las dos nos imaginábamos cuanta maldad o tal vez cuanto dolor guardaba Tincho al verse cambiado o abandonado por el único amor de su vida.
Cuando apenas asomaron los primeros rayos de sol Luisa se dio un baño, se arregló y salió al trabajo, yo me quedé en la cama y caí en un sueño profundo. Golpes muy fuertes y griteríos me despertaron… parecía que una lluvia de piedras caía sobre mi casa, me quedé quietita en la cama, no sabía que pasaba y de golpe reconocí la voz de Tincho… eran 10am y él ya estaba muy borracho y gritando estupideces frente a mi casa. Me levanté de la cama como estaba, la rabia me invadía, que tenía que estar haciendo frente a mi casa…? una cosa era que el me haya faltado el respeto estando dentro de su casa, yo sabía mis derechos y también los suyos, y otra cosa es que me faltara el respeto en la mía. Abrí la puerta y le hice frente
Yo: que te pasa borracho…? – prácticamente le grité-
Tincho: llamale a mi mujer, con vos no quiero hablar pendeja culo sucio!
Yo: esta es “MI CASA”… y si es “TU MUJER” porque no está en la tuya?
Tincho: toda la cuadra sabe que se esconde acá… y si no le llamás voy yo a buscarle…
Yo: dale pasá…Yá te estoy haciendo una denuncia por invasión de propiedad, dale poné un piesito adentro a ver qué te pasa… Borracho de Mierda! No tenés vergüenza de andar así?
Tincho: y vos no tenés vergüenza de andar destruyendo familia… por qué no te metes con alguien de tu calaña?
Yo: aaah… o sea vos te podes meter con todas las putas habido y por haber y el resto tiene que ser santo?
Tincho: LUISA... LUISA… SALI MIERDA, O QUERÉS QUE TE VAYA A BUSCAR!
Yo: borracho de mierda dejá de gritar… vos que te pensás que esta es casa de alguna de tus putas?
Tincho: VOS, HIJA DE PUTA…
Y abriendo el portón a los golpes ingreso a la casa, yo agarré lo primero que tenía a mano que era la escoba, cuando ingresó por la puerta le partí el palo en la cabeza pero aún con la cabeza rota él siguió avanzando, cuando le dí la espalda para correr consiguió alcanzarme y tomándome de los pelos me empujó por el marco de la puerta, sentí el dolor y un calor enorme en la frente medio me desmayé pero mi cabeza me decía que reaccione, que me levantára y corriera, sentí el olor a sangre y el peso muerto de Tincho caer a mi lado, me acomodé en el suelo y lo miré, él estaba sentado a dos pasos míos, con un hilo de sangre que le corría desde la cabeza hasta media mejilla, estaba encendiendo un cigarrillo…
Tincho: querés uno… -pasándome el paquete- sé que fumas!
Yo: lo estoy dejando, gracias… - recostándome en la pared-
Tincho: te partí la cabeza – señalando la mía-
Yo: también te partí la cabeza – en tono despectivo-
Tincho: no solo eso hiciste… me pusiste los cuernos más grandes que nunca imaginé!
Yo no le dije nada, la mezcla de rabia y lástima que sentía por él no me dejaron abrir la boca…
Tincho: tenía todo y lo perdí – dijo exhalando el humo del cigarrillo-
Yo: no se pierde lo que no se tiene… - dije en tono de provocación-
Tincho: tal vez tengas razón…
Sentí angustia en su voz y sentí compasión por él… sabia que Luisa ya no lo amaba pero había algo que creí el no lo había tenido en cuenta…
Yo: y lo único tuyo son tus hijos, cuidálos para no perderlos también!
Él estaba fumando como medio perdido en sus pensamientos.
Tincho: pero voy a dejar en la calle a esa perra…!
No entendí lo que dijo. Él se levantó y así como entró a los tumbos salió de mi casa, subió a su coche y como alma que lleva el diablo se perdió calle abajo. Yo me quedé en el suelo sentada, no tenía fuerzas para levantarme y la cabeza me latía como dos platillos. La puerta a la calle quedó abierta y una vecina chismosa que seguramente había presenciado todo se acercó a ver, como pude me levanté y le cerré la puerta en la cara. Todo el barrio se enteraría de lo que había pasado. Mi paz estaba llegando a su fin. La voz correría hasta llegar a los oídos de mi padre. A gatas llegué al baño y me metí a la ducha, la herida en la frente me ardía y la sangre corría por mi rostro pero eso no me importaba, sentía rabia por lo que acababa de pasar, la impotencia que sentía sabiendo lo que iba a pasar un vez que esto llegára a oídos de mi padre…
Yo: Fui una tonta… una estúpida y precipitada tonta! AAAAAAAAAAAHHH! Por qué no escucho cuando me dicen las cosas?
Estaba llorando acurrucaba en el baño cuando escucho la voz de Gachy.
Gachy: Carol… dónde estás? Que pasó…?
Yo: estoy en el baño…
Ella abrió la puerta y casi se desmaya…
Gachy: por Dios… estás sangrando?
Yo: al menos no estoy embarazada… - Bromeando entre lágrimas-
Gachy: que pasó… porqué el desastre en la sala?
Yo: Tincho… vino a buscar a Luisa y se agarró conmigo de vuelta…
Gachy: ese tipo está loco… por favor! Voy a llamar a Luisa, YA!
Yo: no, Gachy… por fa…!
Gachy: que, por favor… que sepa lo que te hizo ese imbécil!
Yo: no te preocupes estoy bien… no te hagas drama!
Gachy: te viste al espejo… casi te mata por segunda vez, ese animal!
Pero antes que Gachy terminara de hablar llegó Luisa, quien casi se muere al verme en la tina y con sangre en el rostro…
Gachy: tu maridito… casi la mata! – casi escupiendo- esperemos que la próxima no consiga lo que pretende!
Luisa: bb… - acercándose- ese infeliz! Ahora si se metió mal…
Yo: ESTOY BIEN, POR DIOS! DEJEN DE HACER LARRACA LAS DOS!
Gachy: LARRACA? A VOS TE PARECE… CASI TE MATA ESE ANIMAL!
Yo: pero no me mató!
Gachy: ME IMAGINO QUE VAS A HACER ALGO, DESPUÉS DE ESTO, NO?- hablando a Luisa-
Yo: GACHY, DEJALA EN PAZ... ELLA NO VA A HACER NADA!
Luisa: MÁS VALE QUE VOY A HACER… QUE TE PARECE?
Yo: NO QUIERO QUE HAGAS NADA… -Y me largué a llorar-
Luisa: bb tenemos que hacer algo… la próxima puede ser fatal, Gachy tiene razón, Tincho está fuera de sí… mirá si te espera por algún lugar y… al menos voy a hacerle una orden de restricción para que no se te acerque.
Yo: y a vos qué…? Si hacemos eso… vas a tener problemas y no quiero eso!
Gachy: lo que dice es cierto… su padre te va a mandar presa en un parpadeo, cuando se entere lo que pasó!
Luisa: A TU PADRE ME LO PASO POR EL CULO! Yo quiero que estés bien… el resto POCO me importa!
Gachy: jammmmmmmm… esto se está poniendo difícil, mejor me voy… resuélvanlo ustedes! Pero desde Ya te digo que esto no va a quedar así cuando Don Ramiro se entere…
Y salió dejándonos solas a las dos. Luisa fue a la habitación a buscar toallas, me ayudó a salir de la tina y me llevó hasta la cama, buscó el botiquín de primeros auxilios me curó la herida, me dio unos analgésicos y me quedé dormida nuevamente. Ella tenía que volver a trabajar por la tarde pero antes de irse me despertó para que comiera algo, sabía que si no hacia eso pasaría durmiendo toda la tarde sin haber ingerido nada…
Luisa: bb, esta tarde después de terminar la clase, voy a llamar a mi advogado a ver que podemos hacer…
Yo: Luisa…
Luisa: ya sé… tu padre, pero no puedo dejar esto así… Y no digas nada!
Se despidió con un beso y una caricia en la cabeza. Yo quedé ahí, en la cama con las lágrimas a punto de estallar… todo estaba pasando por ser tan impulsiva, por no pensar en las consecuencias, sabía que no me salvaría del castigo pero lo peor era que Luisa también se vería afectada en ello. Como remediaría semejante situación? Pedía a Dios, entre lágrimas, que cuando la noticia llégue a oídos de mi padre éste estuviera teniendo un buén día o sinó todas sus promesas de meterme en un loquero se cumplirían de una vez por todas…
A media tarde llamó Luisa diciendo que llegaría un poco tarde pues iría asesorarse con su advogado. Le dije que estaba bien y que me levantaría a dar unas vueltas lo cual fue una total mentira porque lo único que quería era cavar un poso y meterme adentro y llorar y llorar hasta que todo pasara de una bendita vez. Cortó la llamada diciéndome que me amaba y que todo iba a estar bien, que no me preocupara que comiera algo pero ya no le escuchaba en mi cabeza solo retumbaba la última charla con mi padre…
Ramiro (papá): Vos no entendés que lo hago es por tu bien…
Yo: claaaro por mí bien – viendo hacia el cielo-
Ramiro: te doy todo lo que me pedís, me rompo el lomo para que estés bien…
Yo: YO NO TE PIDO NADA… METETE EN EL CULO TODAS TUS PORQUERIAS!
Ramiro: bajando la voz que yo no soy tu domestica para que me grités!
Yo: por mi podés ser lo que quieras poco me importa…
Ramiro: estás llegando al límite pendeja, una más…
Yo: una más y qué…? Que vas a hacer…? – desafiándolo-
Ramiro: ya hablamos con tu madre… vas a ir a una clínica de recuperación!
Yo: me vas a mandar a un loquero? Es lo único que te falta… decir que estoy loca… no podía esperar menos de vos…!
Lloré y lloré hasta que no salieron lágrimas de mis ojos, sentía las vías nasales calientes, los ojos pesados y como llenos de arena, los labios secos e irritados. Intenté dormir pero me era imposible, me ardían los ojos y tenía mucha sed pero no tenía las fuerzas para levantarme a buscar agua, así que me puse boca arriba, empecé a respirar por la boca y cada tanto mojaba mis labios con saliva. Estaba como adormilada cuando Luisa encendió la luz de la habitación, no la había escuchado llegar…
Luisa: bb… Por Dios! Estás volando de fiebre… GACHYYYY!
Gachy: queeeeeeeeee?
Luisa: tráeme paños y agua fría… está hirviendo en fiebre!
Gachy: por favor… como no la escuché pensé que estaba durmiendo…
Luisa: y a mí me dijo que estaba bien y saldría de la habitación por eso no te llamé para que la vieras en cuanto llegáras…
Estuvieron un rato con los paños húmedos y conversando un rato, yo solo las escuchaba, tenía la garganta muy seca, me dolía mucho, ya no sabía que me dolía más… hasta que decidieron llevarme a emergencias. Marcelo, el marinovio de Gachy me cargó hasta el coche y luego hasta el consultorio. El médico al verme casi se muere de un infarto… toda golpeada, casi desfigurada, con un tajo en el rosto, sin contar las marcas de las patadas en todo el cuerpo y la fiebre extrema, lo primero que hizo fue llamar al oficial de policía que estaba resguardando el puesto médico. Luisa explicó lo pasado, este se comunicó con su jefatura y todo fué aclarado, pero el medico igual prefirió dejarme en observación hasta que se me pasó la fiebre. Luisa llevó a Gachy y a Marce a la casa y volvió pero el médico no la dejó pasar así que me esperó toda la noche del lado de afuera del consultorio. A las 7am recién me dio el alta, una vez que la fiebre había bajado y el suero me había hidratado, y permitió a Luisa pasar después de haberme preguntado varias veces si quería que ella pasara alo cual siempre respondí que si.
Después de las miradas asesinas del médico a Luisa y todas las recomendaciones volvimos a casa…
Yo: mi amor… no dormiste nada, tenés que trabajar hoy?
Luisa: no, me pedí la semana de licencia…
Yo: para cuidarme?
Luisa: si, también para cuidarte…
Yo: también…? Qué pasó?
Luisa: Tincho me hizo una denuncia por abandono de hogar…
Yo: que hijo de puta… no lo puedo creérrrrr!
Luisa: y ayer por la tarde me llegó la exclusión…por eso fui a ver al advogado.
Yo: que mal parido… por cuanto tiempo!
Luisa: por 30 días pero como mi advogado es rápido movió los papeles y en 15 días tenemos la primer audiencia…
Yo: Luisa… y los chicos? Eduardito… Mirta, que dicen?
Luisa: Eduardito sabe la verdad pero Mirta no me quiere ni ver!
Yo: pero eso es injusto… maldito hijo de puta!
Luisa: con todo ésto me olvidé de Mirta y parece que él se encargó de llenarle la cabeza…
Yo: no te preocupes, 15 días pasan rápido y Mirta ya es suficientemente grande para saber lo que le conviene…
Esas dos semanas pasaron rápido, Luisa se dedicó al papeleo e intento varias veces hablar con su hija pero Mirta no quería saber de nada con respecto a lo que pasó. Eduardito le trajo las cosas que necesitaba y dijo que Tincho prácticamente ya no estaba en la casa lo cual puso a Luisa en peor estado de ánimo. El primer domingo no se levantó de la cama durante todo el día, tampoco comió nada, al llegar la noche se dio un baño y fue a la casa de su madre. Intercambiábamos pocas palabras, solo nos acostábamos en la cama abrazadas entre caricias, mimos y besos nos quedábamos dormidas. Solo el segundo Miércoles hicimos el amor, ella había llegado muy contenta después de hablar con su advogado que le había dados buenas noticias, yo ya estaba mejor de los golpes y al verla en semejante estado de alegría le propuse celebrarlo en la cama como era debido, ella sin pensarlo acepto…
Volver a sentirla tan apasionada, tan mía en cada toque fué como bálsamo a los golpes en mi cuerpo, besó cada parte de mí con amor, me entregué a sus caprichos, le dejé hacer… sentir sus dedos en mi boca mientras la suya exploraba mi sexo, sus uñas clavándome en el vientre en el momento preciso del orgasmo, fue una entrega total… recorrer su cuerpo, gravarme sus gemidos de placer, la hermosura de su piel, sus besos excitados… Créo que fue la última vez que hicimos el amor y terminamos las dos riendo de las locuras que se puede hacer cuando se deja llevar por lo que sentimos.
Luisa: bb, te amo… núnca lo dudes!
Yo: también te amo… pero porqué lo dudaría?
Luisa: El viernes tengo la audiencia… no sé lo que puede pasar! Directa o indirectamente de seguro te vas a ver afectada y lo siento mucho…
Yo: ya sé que es así… pero nada cambiará entre nosotras, no?
Luisa: no quiero que cambie, bb… y es en serio!
Yo: Luisa, mírame a los ojos… que te dijo el advogado?
Luisa: que tal vez tenga que elegir…
Yo: no me digas nada… no sé para qué pregunté!La familia en primer lugar y lo entiendo pero mañana le llamo a mi padre…
Luisa: vas a contarle…? Bb…
Yo: tengo que hacerlo Luisa, tengo que hacerlo antes de que se entere por otro… y aparte si voy a estar en el medio tengo que tener un advogado, no?Ysi te vas a ir… ya no importa!
Luisa: bb, no quiero terminar mal… te amo!
Yo: también te amo… pero entiendo que no se puede tener todo a la vez!
Salí de la habitación dejándola sola. Llamé mi madre le conté todo lo que pasó, ella puso el grito en el cielo pero se tranquilizó cuando le dije que ya estaba bien y me dijo que se encargaría de encontrar la ocasión de decirlo a mi padre. El día de la audiencia llegó, los chicos fueron interrogados también, Mirta salió en contra de su madre y dijo cosas que jamás Luisa pensó escuchar pero Eduardito estaba de su lado. Recién el lunes podría regresar a su casapero yo ya no la quería en la mía, así que buscó sus cosas y fue a pasar el fin de semana con su madre. El domingo muy temprano llegaron mis padres, por suerte Luisa ya no estaba pero había vestigios de su estadía en todas partes de mi habitación. Mi padre insultó a todo el barrio, a Dios y medio mundo al verme todavía con las marcas de los golpes en el rostro.
Ramiro: ni yo te golpeé así… núnca te dí más que lo suficiente… jamás pensé en hacerte daño, mi princesita! Sos mi vida… casi me vuelvo loco cuando tu madre me dijo anoche…
Yo: hola viejo… ya estoy bien, no problem!
Se me acercó, me abrazó y lloró. Jamás pensé que haría semejante cosa, en mis 20 años de vida jamás había visto llorar a mi padre. Siempre fue muy duro, poco demostrativo y muy rudo en sus sentimientos. Inclusive cuando era niña nunca lo vi sonriendo, siempre esa cara seria era la que llevaba en todos mis dibujos. Luego de eso mi padre y Marcelo salieron a comprar para almorzar y mi madre me contó que se había pasado gran parte de la noche llorando y también gran parte de camino hasta mi casa inclusive ella tuvo que venir conduciendo el coche porque él no se encontraba en buen estado como para hacerlo…
Dora (mamá): en serio no te diste cuenta que tenía los ojos rojos?
Yo: mamá lo que menos hice fue verle la cara, pensé que se bajaría dándome cachetazos como siempre…
Dora: no, no te imaginas lo destrozado que estaba esta mañana cuando me despertó!
Yo: vieja, vos sí que sos cara dura… dormiste y le dejaste solo toda la noche?
Dora: suficiente tuve estos días que no sabía cómo contarle, después que se lo dije me sentí aliviada al ver que no se tomó de la manera que esperábamos…
Yo: y dormiste como un tronco mientras tu marido se desarmaba en llanto… cara dura!
Seguimos hablando por un largo rato hasta que los hombres volvieron. Noté algo extraño a Marcelo, como que quería decirme algo… Pensé que mi padre le había amenazado o algo por el estilo, esperé a que estuviera solo y me acerqué…
Yo: que te dijo mi papá…
Marce: nada… re buena onda conmigo
Yo: entonces porqué esa cara?
Marce: la misma cara de siempre… - intentando zafar-
Yo: Chelo… te conozco, decime que pasó!
Marce: tu viejo me pidió que le mostrara quien era el que te hizo eso – señalando mi rostro-
Yo: nooooooooo, bolu… que hiciste? – Tomándome la cabeza-
Marce: cállate boluda… me pidió que no te dijera! y me dijo que va a hablar con Luisa mañana… y va a ir a la facultad también!
Yo: La Puta Madre… se me complicó más de lo que pensaba, tengo que avisar a Luisa!
Llamé a Luisa y le conté que mis padres estaban en casa, ella quiso venir a hablar pero le dije que intentaría poner en razón a mi viejo antes que nada, así al menos podríamos llegar aun acuerdo… almorzamos todo bien y luego de que Chelo se retirara decidí hacerle frente a mi padre…
Yo: pá… que tenés pensado hacer?
Ramiro: Darle lo merecido al que se atrevió a meterse con mi hija…
Yo: pero yo también tengo parte de culpa… no te escuché y ahora por eso estoy así…
Ramiro: pero esa mujer sabia lo que estaba haciendo… ella es la culpable!
Yo: Pá por favor… Luisa no tuvo culpa de nada, es mi culpa por no haberte escuchado!
Ramiro: gracias a Dios...No te pasó nada grave y tampoco voy a dejar que te pase… te vinimos a llevar, así que juntá tus cosas y nos vamos mañana mismo…
Yo: qué… Má? no me dijiste nada de eso – viendo a mi madre-
Dora: es lo mejor que podemos hacer mi hija, no quiero que el día de mañana me llamen diciendo que ese animal te dio un tiro en la frente…
Yo: Má no es tanto así… Tincho se va a calmar, Luisa va a volver con el…!
Ramiro: no me importa quien vuelve con quien… te vas con nosotros y listo!
Ya no podía más, estallé en lágrimas. Mi madre se acercó y me abrazó mientras mi padre seguía diciéndome que ni las lagrimas me salvarían, que ya estaba cansado de mis locuras, que nunca lo escuchaba y un montón de cosas más…
Yo: me van a mandar a una clínica, Má?
Dora: quien te dijo eso… de donde sacaste semejante barbaridad?
Yo: papá me dijo eso cuando estábamos, en las últimas vacaciones…
Dora: no, de eso no hablamos pero ya sabes como es… solo quiere tu bien!
Ramiro: SOS MI HIJA CARAJO! SI ALGUIEN TIENE QUE DARTE UNOS GOLPES SOY YO… NO UN BORRACHO INFELIZ!
Dora: BASTA RAMIRO… LA ESTÁS PONIENDO PEOR O PENSÁS QUE CON TUS GRITOS LA VAS A RECOMPONER…
Yo seguía llorando abrazada a mamá y mi padre no dejaba de caminar de un lado a otro…
Yo: si acepto dejar todo… me prometés no hacerle nada a Luisa? PAPÁ A VOS TE ESTOY HABLANDO… PROMETEME!
Ramiro: no tengo porque prometerte nada, mañana voy a ir a la facultad a hablar con las autoridades… ya es hora de que sepan el tipo de personal docente que tienen…
Yo: y vos acaso no decís que hay que ser discretos… me vas a exponer delante de todos como la rarita que soy? o mejor… te vas a exponer vos? porque a vos te van a señalar, a mi que me importa…
Ramiro: A MI TAMPOCO ME IMPORTA… QUIERO QUE EL INFELIZ QUE SE ATREVIÓ A TOCARTE PAGUE LO QUE HIZO…
Yo: PERO NO FUE LUISA… ENTENDELO! ELLA NO TIENE NADA QUE VER!
Ramiro: PERO FUE EL MARIDO… ES LO MISMO…! los dos van a pagar haberse metido con mi sangre…
Ya estaba todo dicho por más que gritara, pataleara y demás mi padre ya tenia todo decidido. Esa noche llamé a Luisa y le dije lo que pasaría y también que yo negaría todo tipo de relación con ella, no porque no la amaba sinó para que mi padre y demás yerbas no consiguieran afectarla, ella me dijo que lo pensaría pero que tenia todo el tema con su familia y no tenia cabeza para mi padre y demás… me despedí normalmente.
El otro día al llegar a la facultad todo el mundo me veía y cuchicheaba, antes de que mi padre llegara a ventanillas la secretaria salió a recibirlo, mi madre y yo lo esperamos en la sala contigua… después de un largo rato llegó Luisa quien saludó a mi madre amablemente y acarició mis mejillas al pasar. Ingresó al despacho y nosotras seguimos esperando al cabo de unos minutos abrieron la puerta y me llamaron. Entré a la sala y el decano al ver mi rostro hizo una mueca de dolor…
Yo: buen día señor – pasándole la mano-
Decano: señorita tenemos aquí una situación… - no terminó la frase-
Yo no dije nada solo miré a mi padre y luego al decano, ignorando a Luisa.
Decano: su padre me plantea una situación bastante desagradable… siendo usted una menor de edad…
Tampoco dije nada, solo le presté mayor atención.
Decano: no quiero faltarle el respeto señorita, pero su padre me dice que la Ingeniera la sedujo y la engañó para que mantuvieran relaciones íntimas…
Yo: no tengo nada que decir señor decano…
Decano: entonces lo que dice su padre es mentira? porque es muy grave lo que está diciendo… podemos iniciar una demanda judicial
Yo: solo digo que Luisa jamás me engaño… - viéndola a la cara-
Ramiro: pero es menor de edad y la institución es la responsable por lo que le paso a mi hija…
Decano: Ingeniera Cuello es verdad lo que dice esta persona?
Luisa me miro a la cara y yo negué con la cabeza…
Luisa: no señor decano, mi relación con la señorita Dos Santos no es nada más que profesional…
Yo: docente-alumna, lo normal – concluí-
Ramiro: usted no se dá cuenta que están mintiendo… tengo testigos, todo la gente veía a esta mujer entrar y salir de la casa de mi hija todo el tiempo...
Decano: Señor Dos Santos, lo que ocurre entre las personas que componen a esta institución luego de terminado el expediente de trabajo ya no incumbe a la casa… Señorita, Ingeniera… pueden retirarse. El señor y yo tendremos una pequeña plática!
Luisa salió y yo atrás, se despidió de mi madre y dijo que luego me llamaría que ahora tendría que volver a sus cosas. Ese día mi padre y el decano arreglaron mi pase a otra facultad de Ingeniería. Ni uno ni otro iniciarían acciones en su contra. Esa tarde juntamos todas mis cosas y me fuí. Luisa no llamó hasta tres días después pero no quería hablar con ella así que apagué mi teléfono. En quince días mi rostro ya no tenía tantas marcas, hablaba con Gachy que me ponía al tanto de lo que pasaba con Luisa. Había vuelto a vivir con Tincho y sus hijos, lo cual provocaba grandes ataques de ira en mí. Empecé a darme cuenta que lo único que tenía que hacer era olvidarla y seguir mi camino, me dolía recordarla, me dolía extrañarla pero ya al mes estaba viendo donde vivir y las materias que rendiría en la próxima facultad. Había pasado octubre, empezaba Noviembre faltaba poco para las mesas de final. Después del cumpleaños de mi padre, me instalé en el que seria mi lugar hasta dentro de tres años. Me presenté a la facultad busqué los apuntes de las materias a rendir, salí bien en las dos y para el quince de diciembre ya estaba libre… Todavía no había hecho amigos así que las ganas de hablar con alguien siempre me llevaba a marcarle a Luisa, las primeras llamadas solo escuchaba su voz y cortaba hasta que ella se dio cuenta y empezaba a decirme cosas, siempre decía que me seguía amando… yo también la seguía amando pero me dolía saber que seguía fingiendo, jugando a la familia feliz mientras que yo sacrifiqué todo… estaba en un lugar donde no conocía a nadie, sin mi familia, sin amigos…
Una noche decidí salir con Ernesto, el único compañero de facultad que había hablado en las pocas veces que me presenté a rendir, parecía muy amigable así que salimos a cenar. Ya le había aclarado mi situación, ni lesbiana ni gay le dije por las dudas, él me dijo que no tenía problema con la orientación sexual de cada uno, le gustaba conocer gente y sus culturas y que conmigo se divertía mucho, así que no le importaba lo demás… después de la cena el quiso ir a bailar y eso me pareció raro porque no había dicho nada al respecto, así que le pregunté a que se debía ese cambio de planes, él me dijo que se le había ocurrido algo… él tenía una amiga que no tenia novio y que le gustaría saber qué onda con la chica y necesitaba que le diera una mano en eso. Yo gustosamente le acepté hacía rato que no probaba mi sex appeal y no iba dañar a nadie, solo ayudaría a un amigo con su posible conquista… llegamos al boliche y el me señaló a una chica detrás de la barra, Rubia, cabellera lisa hasta media espalda, delgada 1.75 metros, ojitos verdes, boquita de cereza, pequitas en la nariz, poca teta, buena cola, piernas laaaaaaaaaaargas.
Ernesto: se llama Melany… pero todo le dicen Mel…
Yo: papita pal loro…
Ernesto: Qué…vos decís…?
Yo: perdiste hermano, no necesito acercarme mucho para decirte que le gustan las minas…
Ernesto: vos estás loca, le gustan los hombres. Hace unos meses créo tenía novio porque había uno que la acompañaba a todos lados…
Yo: fíjate entonces…
Y caminamos hacia la barra, pedimos dos cervezas, cuando ella me pasó la primera le retuve la mano, ella sin mirarme la sacó pero cuando le retuve la segundo vez, nuestras miradas se chocaron, no necesité decir mucho… Me senté en la barra a esperar a que ella viniera a mí, no tardó mucho y ya estábamos charlando, yo desplegué mi arsenal de conquista pues Mel no era material desechable, tenía una buena charla y una linda sonrisa. Me contó que tenía 26 años, durante la semana era ayudante de cocina y aunque no lo podía creér éramos con poblanas, nuestros padres vivían a cuatro horas de distancia… Esa noche me olvidé de Ernesto y amanecí con Mel en mi cama y los demás días y noches también, estar con ella me hacía sentir bien y en los momentos que estaba con ella me olvidaba de Luisa así que acepté ser su novia…
Volvimos con Mel a nuestras a casas, yo a la de mis padres y ella a la de los suyos. Esa fue la primera vez en meses que volvimos a hablar con Luisa… estaba un poco pasada de copas y la llamé… hablamos pero cada vez que ella decía que seguía amándome sentía esa rabia dentro de mí entonces decidí que ya era hora de ponerle fin a ese sentimiento. Luego de los saludos llamé a Pedro, mi prometido, y salimos a bailar, tomamos tanto esa noche que al llegar a la cama caímos rendidos. Al otro día al despertarnos le dije que ya no tenía ganas de seguir fingiendo con lo nuestro, que ya había superado el miedo a mi padre, había cumplido la mayor edad, estaba de novia con Mel que me hacia sentir viva nuevamente y que ahora me quedaba superar a Luisa, Pedro acepto sin drama porque el más lo hacia por mí de que por él. Pero siempre que Luisa llamaba ahí estaba yo, para escucharla y en el momento en que empezaba con que me seguía amando le cortaba la llamada diciendo que tenía novia y que era muy feliz. Los siguientes dos años y medio me dediqué a estudiar a full, mi padre no podría tener más quejas de mí. Faltando diez materias para recibirme, una noche Gachy me llama para contarme que Tincho había fallecido, consecuencia del cigarro, la bebida y una feroz golpiza que había recibido tipo año y medio atrás. A mí me pareció que mi padre aprovechando que se habían olvidado del tema y se había vengado por la golpiza que Tincho me había dado hacia un tiempo atrás, pero jamás volvimos a hablar del tema con mi familia. Terminé de cursar y decidí volver… hacia seis meses que Luisa estaba sola y yo acababa de terminar mi noviazgo con Mel porque sus celos terminaron por asfixiarme. Pensé en hacer mi tesis y pensé en Luisa como coordinadora de tesis, estaba con veintitrés años cumplidos faltaba poco para cumplir uno más… Luisa cumpliría treinta y nueve unos días después que yo…
Volví a la facultad… al gabinete de Luisa, donde prácticamente todo comenzó. Golpeé la puerta y escuché su voz...
Luisa: pase…
Abrí la puerta despacito y su perfume me golpeó. Había olvidado lo rico que huele, había olvidado la expresión en su rostro… la había olvidado, solo el timbre de su voz seguía vivo en mi memoria…
Yo: Como le vá Ingeniera?
Luisa: bb… porque no me dijiste?
Yo: que caso tiene… ya estoy acá!
Ella dio vuelta su escritorio y me abrazó, me retuvo en su abrazo por un tiempo, yo también la abrazé sintiendo su perfume. Me soltó de a poquito y me dio un beso en la mejilla y luego un beso en los labios… pero ya no me sabían igual. Conversamos, le conté de mi proyecto ella aceptó ser mi coordinadora y cuando me decidía a dejarla…
Luisa: donde estás parando?
Yo: en lo de Gachy…
Luisa: no querés venir a quedarte conmigo…
Yo: no tiene caso… voy a estar con Gachy,en unos días vuelvo a casa…
Luisa: te vás nuevamente?
Yo: no, estoy con mis padres…
Luisa: te puedo invitar a cenar?
Yo: Mañana. Hoy ya tengo otro compromiso…
Luisa: ok, mañana te paso a buscar antes de mediodía entonces, así pasamos el día juntas… mi madre se va poner muy contenta de verte.
Yo: si… está bien, te espero!
Salí de ahí sintiéndome algo confundida, tenerla cerca ya no provocaba ese palpitar en mi corazón, esas ganas de estar con ella, ese escalofrío que me provocaba cuando me miraba a los ojos, inclusive sus besos ya no sabían Igual. Volvimos a estar juntas en varias ocasiones pero ya fue solo sexo, en muchas ocasiones producto del alcohol o incitada por ella que no aceptaba que había terminado ese loco amor que le profesaba a un tiempo atrás.
Ella me propuso matrimonio lo cual provocó un alejamiento temporario entre ambas, porque necesitaba pensar y ella no lo entendía… pensaba que proponiéndome matrimonio todo eso que sentí por ella un día volvería a flote pero no fue así y ahí fue cuando me puse a escribir mi historia, necesitaba superar lo que había sentido por ella, verla nada más que como una amiga. Volvimos a entablar amistad, hoy por hoy es mi puerto seguro, el lugar donde recurro cuando la tormenta me encuentra de improviso. Ella rehízo su vida y yo también. Pero ya nada fue igual desde que me negué a ser la Sra de Cuello.
Fin….
Capricornio7
Gracias a todos y a todas por haber compartido la historia de mi vida. Gracias por leerme, por los comentarios, las valoraciones, las fuerzas, las buenas ondas, las buenas vibras y los besos que me mandaron a lo largo del año que tardé en contarlo. Me costó mucho darle el final merecido, ya sé que muchos esperaban que termináramos juntas pero hay cosas en la vida que no te permiten regresar entonces lo que queda es tomar los mejores recuerdos, atesorarlos y seguir adelante, tal como lo hice yo… besotes y muchas gracias nuevamente!
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