Mis compañeras de piso mis sumisas: primer día

Recomiendo leer la primera parte,

http://www.todorelatos.com/relato/120428/

Después de un par de polvos más decidí que era suficiente por esa noche, ordenándole antes e irme a mi cuarto que mañana por la tarde no hiciera planes que la quería en casa a las 17:00, ya que sabia que Sara no llegaría hasta las 22:00 del trabajo, y que mañana se pusiera el mismo tanga que tenía puesto antes.

La mañana se me hizo eterna, esperando la hora de volver a ver a mi sumisa. Llegue a casa 10 minutos antes de la hora que le había indicado, a ver si era obediente y llegaba a tiempo. Por suerte para mi llego 15 minutos tarde:

• Ven acércate perrita.- Le dije según cerro la puerta de la calle

Ella se coloco justo delante mía,

• Vaya, vaya pensé que te había dicho a las cinco, no a las y cuarto.

• Es que se me escapo el metro amo, y … -Me decía mientras bajaba la cabeza

• Nada de excusas perrita tardona, -le dije mientras me levantaba y daba vueltas a su alrededor- me has desobedecido y te mereces un castigo, desnúdate.

Como un resorte se empezó a quitar la ropa, cuando solo le quedaba el tanga le dije que parece y me volví a sentar en el sillón.

• Túmbate encima de mis rodillas boca abajo, - ella obedeció- ¿cuantos minutos has llegado tarde?

• 15 amo.

• Pues esos son los azotes que te vas a llevar, con cada azote quiero que digas el número y me des las gracias por enseñarte a no llegar tarde, si pierdes la cuenta volveremos a empezar.

Empece acariciándole nalgas muy despacio no tenía prisa, y notaba como ella se iba desesperando por que llegase el azote, y cuando se empezó a relajar, Zass le di el primer azote.

• Aiiihh

• Muy mal perrita vamos a tener que empezar de nuevo, a ver dime que tienes que hacer. - Empece a pasarle una mano por encima de su tanga el cual estaba muy mojado.

• Debo contar los azotes y dar las gracias por enseñarme a no llegar tarde amo.

• Muy bien empecemos de nuevo.

• ¡Zasss!

• Uno, gracias amo por enseñarme a no llegar tarde.

• ¡Zass!

• Dos, gracias amo por enseñarme a no llegar tarde.

A medida que pasaban los azotes su voz se empezó a tornar en menos dolor a pequeños gemidos.

• Quince, gracias amo por enseñarme a no llegar tarde

• Espero que hayas aprendido perrita, y no se vuelva a repetir sino el castigo será peor.

• No amo seré obediente.

• Muy bien ahora ponte de rodillas en el suelo. - No había terminado de decir la frase cuando ella se estaba colando.

• Esta bien perrita, ¿dime como has pasado el día en la uni?

• He estado todo el día mojada he tenido que ir al baño a secarme, de sólo pensar el olor que debía dar con el tanga húmedo desde ayer, y que me haría hoy al llegar amo, apenas me he podido concentrar.

• Eso me gusta, ahora voy a fijarte una series de normas, ¿esta claro?

• Si amo.

• No quiero que uses ropa interior en casa, quiero poder meterte mano sin impedimentos, y si estamos solos estarás desnuda o con lo que yo te diga que te pongas.

• Si amo.

• Todas las mañanas me despertaras tú chupándomela, me despierto bastante antes que Sara así que no habrá problemas.

• Si amo, ¿también los fines de semana?

• Dependerá del humor con que me encuentre, y si estamos solos.

• Si amo.

• Esta empezando el calor no quiero verte con un solo pantalón, que no sea para trabajar.

• Muy bien, ahora vamos a tu habitación. - Se fue a poner de pie, - No, no, ¿como caminan los perros?

• A cuatro patas amo.

• ¿Y llevan ropa?

• No amo pues quítate el tanga y llévalo en la boca como una buena perrita. Lo hizo y echo a caminar a cuatro patas hacía su habitación, mientras veía como se movía ese culo que me volvía loco.

Una vez allí me senté en su cama mientras ella seguía a 4 patas con el tanga en la boca y un gran brillo en los muslos,

• Muy bien ahora quiero que saques toda tu ropa interior que vamos hacer limpieza de la ropa que me gusta y no me gusta.

Ella empezó a sacar ropa interior, y yo a descartar toda la que no fuese tangas de hilo y sostenes de media copa. Al final se quedo con 10 tangas y 8 sujetadores.

• Muy bien el sábado por la tarde iremos de compras y renovaremos tú ropa interior.

• Sí amo.

• Ahora vamos con tu ropa, haremos dos montones la que te vas a poner cuando sepas que te voy a ver y la que te pondrás para aparentar que no una perra en celo que esta deseando que su amo se la folle.

• Si amo.

Dividi su rompa poniendo por un lado todo lo que era faldas, trajes cortes o ceñidos, y camisetas con escote, en otro lo que era ropa para ir a trabajar y algún conjunto menos atrevido, y un último con toda la ropa que era anti-erótica.

Le dije que lo colocara todo, y metiese en bolsas lo que tenía que tirar, que yo me iba a duchar la esperaba en el baño en 15 minutos, y me fui de la habitación.

En menos de 10 minutos la tenía allí.

• Muy bien perrita, y antes de tiempo, te has ganado un premio, dime ¿que quieres?

• Quiero que me folles amo, por favor quiero correrme, y sentirlo dentro, voy a explotar.

• De acuerdo, ven cabálgame, - le dije mientras me sentaba en el retrete.

Según se subió encima mía estaba desatada, saltaba encima de mí como si la vida le fuese en ello, me clavaba las uñas en las espalda. Apenas tardo 5 minutos en correrse y yo aguante mucho más debido a la excitación de toda la tarde.

• Venga vamos a la ducha que te has portado muy bien perrita.

• Gracias amo.

Continuara …

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