Mis compañeras de piso mis esclavas 3

Resto del primer día que pase como amo, de una mis compañera de piso

Después de la ducha la ayude a recoger todo lo que habíamos dejado por ahí, y le permití ponerse un top y unos pantalones cortos elásticos que , ya que Sara estaba apunto de llegar, nos acurrucamos en el sillón, ella se recostó en mi pecho y nos pusimos a ver la tele al cabo de un rato tuve que preguntarle .

  • Bueno dime la verdad, ¿que te ha parecido nuestra primera sesión?.- Le pregunte

  • No esta nada mal la verdad me has sorprendido mucho, sobre todo lo de la ropa, y el servicio despertador.

  • Jajaja, eso lo saque de un relato que leí hace tiempo, y además que mejor forma de despertar que una chica guapísima te la chupe.

  • Venga, venga menos peloteo que ya soy tuya, sabes que haré lo que me pidas.

  • Está bien escuchártelo decir en voz alta.- En ese momento ella se incorporo y me miro fijamente a los ojos y me dijo con tono serio.

  • Soy tuya, y lo seré mientras tu quieras, hace tiempo ya quería serlo, y después de hoy tengo muy claro que no me equivoque al elegirte.- y me beso en la boca con un beso lleno de ternura y sentimientos.

Al separarnos ella se volvió acurrucar sobre mi pecho y yo me sentí como si me hubiese tocado la lotería, la euromillones juntas. Así pasamos el rato, hasta que un rato después llego Sara, y cenamos los tres juntos, vimos un rato la tele y nos fuimos a dormir cada uno a nuestro cuarto, al cabo de un rato no conseguía dormirme y le mande una Whatssap a María.

-¿Estas despierta?.- Apenas unos segundos después me contesto

-Sí amo.

-Ven a mi cuarto, tal y como estés vestida ahora mismo.- Al momento siento como golpean la puerta, y le indico que pase.

Entonces la vi con una camiseta mía que hacía meses creí perdida y uno de los tangas que le había dejado conservar, su melena suelta y esa carita inocente que había robado mas de un corazón.

  • Así que hay estaba mi camiseta, mira que llevaba tiempo buscándola.

  • Perdona amo, te la cogí el día que fuimos al cine y empece a pensar en ti como mi amo, no pude evitarlo necesitaba sentir tu olor para …

  • ¿Para qué?, dime

  • Para que masturbarme fuese más placentero.- me dijo mientras agachaba la cabeza y se ponía roja como un tomate.

  • Vaya, y ¿con que frecuencia te masturbas?.- Era lo único que pasaba por mi mente, que iba a mil por hora, esta chica nunca iba a dejar de sorprenderme.

  • Al menos dos al días, y esta mañana lo tuve que hacer tres veces para calmarme antes de ir a la uni.

  • A partir de hoy me debes pedir permiso para hacerlo, tu placer es mío.- Es frase la había leído en algún relato, y nunca tendría una mejor oportunidad para decirla.

  • Si amo.

  • Quítate la camiseta, ven hasta aquí.- Yo estaba recostado en la cama desde el momento en que entro en la habitación.

  • Si amo.

Una vez estuvo a mi alcance cogí una de sus tetas, y empece a jugar con ella, después la guíe para que se subiera en la cama a horcadas encima mía, con una rodilla a cada lado, y seguí jugando ahora con sus dos tetas, pasando a pellizcar sus pezones y escuchando como empezaba a dar pequeños gemidos. Después de un rato pase a tocarla por encima del tanga el cual estaba completamente empapado.

  • Por favor Amo fóllame, por favor métemela, necesito sentirte dentro de mí, se lo ruego por favor, seré una buena perrita pero por favor fólieme.- me decía sin parar en pequeños susurros mezclados con sus gemidos.

Entonces le dije que me quitase los pantalones y los calzoncillos y me la chupase poniendo el culo hacía mi cara. Entonces le aparte el tanga a un lado y empece a masturbarla lentamente con los dedos, primero con uno, después con dos cada que sentía que empezaba a llegar al orgasmo le sacaba los dedos y le daba unos azotes en el culo. Cuando ya le había cortado unos 5 orgasmos la ordene bajarse de la cama y apoyarse con los codos en la cama, en ese momento yo también me baje, y le baje el tanga hasta las rodillas y empece un suave mete saca, mientras ella se desasía en gemidos, fui aumentando el ritmo hasta que pensé que ya había había aguantado bastante y le dije.

  • Córrete perrita.- Mientras le daba una nalgada en su culo.

En ese momento exploto en un orgasmo brutal que le hizo temblar las piernas, mientras yo la seguía bombeando desde atrás, y azotando su precioso culo.

-Muy bien perrita ponte de rodillas.

Ella automáticamente se puso delante de mí, y con una gesto de la cabeza empezó a lamerle desde los huevos hasta la punta, y a mamármela como si la vida fuese en ello, cuando ya estaba apunto de explotar le agarre fuerte la cabeza para metérsela lo más profundo posible, y estalle en su boca la cual se trago y sin decirle nada siguió chupando hasta dejarla reluciente.

-Muchas gracias amo, no me lo merezco hoy me has dado mucho placer.- Me dijo al terminar de limpiármela

-Termina de quitarte el tanga, y vamos al baño para que me asees.- Hizo amago de levantarse.- No, no a 4 patas como la perra en celos que eres.- y así fuimos juntos hasta el baño.

  • Ponte al lado del vasija tengo ganas de mear y tú me las vas a sujetar y cuando termine me la limpiaras con la boca, ¿estas claro?

  • Si amo.- Como si lo hubiese hecho toda la vida me la sujeto apuntando, y al terminar aunque al principio poco un de cara de asco se la metió en la boca con devoción.

  • Muy bien perrita, ahora vas a lavarme con la esponja con agua templada, si me arrullas te dejare el culo que no te vas a poder sentar en un mes.- Le dije mientras me metía en la bañera y le tiraba la esponja.

Ella regulo el agua hasta dejarla templada y empezó a mojar la esponja pasármela lentamente por el cuerpo con mimo, despacio, pasando por cada rincón de mi cuerpo, en ese instante yo me sentía en el cielo, tenía a una de las chicas más guapas que había conocido desnuda lavándome, y dispuesta hacer cualquier cosa que quisiera.

Una vez hubo terminado fuimos a su habitación. Y le saque la ropa que debería llevar mañana puesta a la universidad, me decante por una falda con vuelos por encima de las rodillas que sino se movía con cuidado se le vería todo y una camisa anudada al cuello que iba sin sujetador y con un suculento escote, y con la indicación que mañana a las 7 la quería en mi habitación, desnuda para hacer su función de despertador, yo volví a mi habitación y dormí todo la noche de un tirón.

No sabía que hora y empece a sentir su lengua recorriendo mis huevos de forma suave, pero firme a la vez que empezó a sonar el despertador, nunca me había despertado de una manera tan placentera, deje que me la siguiera chupando indicándole el ritmo poniéndole una mano en su cabeza.

  • Perrita no quiero que te lo tragues, mantenlo en tú boca.- Le dije cuando estaba apunto de explotar.

  • Muy bien ahora coge el tanga de anoche y escúpelo dentro, y póntelo vas ha pasarte todo el día así, y estate atenta al móvil.

Continuara …

Este relato tiene partes reales e imaginarias.

Me gusta someter e iniciar a chicas y parejas

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