Mis comienzos en el porno

Una joven llega a la capital de España con sueños pero tras muchos fracasos y probar con la noche, fiestas y drogas acaba en el porno. Relato anónimo de unas de las actrices porno de moda en España.

Que difícil es presentarse a veces, ¿verdad? Para los que no me conozcáis me llamo Elena, vine de fuera a la capital con la intención de ser actriz. Me pasé cuatro años estudiando interpretación, y bueno me vine aquí con un maleta llena de sueños.

Si os digo la verdad nunca he sido muy selectiva para los trabajos así que me fue fácil entrar de camarera primero y luego de secretaria en una empresa grande.

Por las mañana estaba en ventanilla y por las tardes me sacaba algún curso e iba inflando mi video book. Tenía 22 años, aun era pronto para plantearse nada con excesivas prisas.

Joder, recuerdo aquellos días y me veo una pánfila, débil e inocente.

Pero los años me fueron poniendo en mi sitio. Soy demasiado perezosa como para llamar a las puertas de las productoras y famosos pervertidos con dinero que manejan el mundo del cine y la tv, así que decidí gastar mi dinero de una mejor forma, empecé a salir por Malasaña, beberme todo y empezar a coquetear con ciertas drogas.

¡Diosss! Había encontrado mi misión en el mundo; disfrutar.

Me llamaron para dos cortos y en uno tenía que gemir, bueno eso era sencillo, con mi voz grave, rasgada y susurrante dejé el pabellón muy alto. Ya han pasado diez años y creo que aun sigue el video dando vueltas por YouTube con mis gemidos entre los de otras cuatro. Pero fue divertido. Divertido y creo que revelador. Descubrí que tenía un don para con los hombres.

Mi rostro cuadrado con labios carnosos, mirada perdida y el pelo con flequillo, les ponía a todos demasiado cachondo. Ah, y que cojones, tengo las mejores tetas de Madrid. Todo dios quería tocármelas y apretarlas, cuando no chuparlas.

Estaba empezando a perder mi inocencia, sin duda.

Entonces se me terminó el curro y tuve que llamar a varios amigos y familiares para convencerles de que yo era una apuesta de futuro. No sé si fue mi don o mi voz pero convencí a varios para que me fueron pagando la casa y los vicios durante años. Bueno también que cuando me abro de patas todos sucumben y con tal de repetir son capaces de arruinarse como le pasó a unos cuantos por mi culpa; oye que se jodan, yo quería su ayuda no su polla, jajaja.

Así me fui arrastrando durante diez años mas hasta que con 32 un amigo me propuso ganar dinero fácil. He de reconoceros que no me sentó muy bien la idea. Estábamos haciendo una sesión de fotos, estábamos en el estudio de su casa, yo desnuda, entregada a la mente perversa de mi amigo fotógrafo, entonces me dijo: -haz que te tocas, -y yo pensé: -llevo  dos semanas sin follar y si… -Exacto me masturbé delante suya. Él se puso demasiado cachondo, se desnudó también y comenzó a hacerse fotos empalmado junto a mí, follamos, por el culo, por la boca, por delante, no, por delante no que cuando estoy muy cachonda me aburre. ¡Follamos como animales!

Pero lo mas revelador fue que lo grabamos y la mañana siguiente al despertarme, cuando me fui al salón a fumar desnuda mientras me observaban los de enfrente, visioné lo grabado y me puse tan cachonda que me acerqué al cuarto y le dije lo que todos mis amigos esperaban escuchar: -Quiero ser actriz porno.

Me acuerdo que colocamos tres cámaras, no recuerdo sus nombres Black no se qué… y dos focos, abrimos la ventana de par en par para aprovechar bien la luz natural, (aunque eso significase que toda la vecindad nos iba a ver, pero me la suda).

-Jou, es mi primera peli, estoy nerviosa.

-Elena, yo lo estoy mas que tú, pero la idea de grabarme contigo me excita tanto que no hay forma de que esto se baje. -Entonces le acaricié su polla, le mire con ternura y comencé a chuparla. La tenía enorme, tan grande que cuando él se levantó a dar al rec en las tres cámaras no pude sacármela y me arrastró por el salón como a un animal en celo. Creía que me ahogaba, el cabrón no dejaba de reírse. Me excité.

Volvimos al sillón, el se sentó de frente y yo a cuatro patas, de lado, se la chupé hasta el fondo babeando como una bebe.

Gemía como un león.

-Siéntate encima mirando a cámara me susurró, supongo que para que el sonido no se captara, yo que sé, de eso no entiendo, pero vamos que me la metí poco a poco por el culo, y esa fue una de las mejores sensaciones que tuve hasta ahora. Pensar que mañana miles de tíos estarían viéndome gemir de dolor y placer mientras aquel yunque entraba poco a poco en mi pequeño ano me puso muy excitada. -Joder Elena, quién te lo iba a decir, yo quería un goya y ahora lo que mas deseo es una polla enrome en mi culo, que entre sin piedad, que me usen como a un animal abandonado, que se crezcan con mi debilidad… saber que me están mirando me hace ver mas sentido a mi existencia.

Empecé a gemir me tomé un cuarto de m y compartí con él tres rallas de cocaina.

Era verano con lo que las ventanas estaban abiertas, así que supongo que esas vecinas que gritaban desde la cocina enfrente me estaban insultando como poco. Mas tarde supe que mis gemidos se escucharon en cuatro manzanas. Me meo.

Luego me levantó en el aire hasta golpearme con su miembro que entraba húmedo en el agujero que acertaba por casualidad. La hostia, me estaba destrozando… Una hora después caía rendida en el sofá. Había dejado de ser consciente de mi existencia. Las sombras se apoderaron de mí y un profundo sueño me arropó.

Cuando desperté desnuda vi que no estaba sola con Jou, había cuatro chavales desnudos y empalmados esperando alrededor. Me levanté del susto.

-¡Jou, que cojones! ¡¿Quiénes son éstos?!

-Ah unos amigos, les he invitado a ver nuestros videos y los hemos subido ya a al red.

-¿Y qué hacen en pelotas?

-Na, me pidieron correrse encima tuya mientras te veían follar, me pareció muy gracioso.

-¡Venga no me jodas tío! ¿Y por qué no me preguntaste?

-No te preocupes tía, ya se ha secado, nos corrimos hace un rato. Estabas tan tierna dormida que..

-¡Iros a la mierda! -le recriminé.

-Elena déjate de hostias, metete dos rallas y a follar, que vamos a grabarnos con estos.

-¿Estás de coña no?

Me pegó una hostia que me tiró de nuevo al sofa. Los demás rieron.

-¿Te ha quedado claro Elenita? Nos estamos haciendo de oro contigo y vamos a seguir follando hasta reventar la cuenta.

Yo estaba algo asustada, una cosa es que me dé morbo que me usen y otra que me peguen de hostias.

La situación no era muy algueña para mí. Tenía que decidir, por un lado quería marcharme, pero por otro sabía que había abierto una puerta directa al infierno, así que acepté. -Quiero el 50% de los beneficios.

-Te voy a pagar 500 euros por cada escena, sí o sí. -Los demás rieron, ¡se reían de mi! Pero peor aún es que me estaba excitando, él ganaría miles de euros, si no cientos de miles y a mí me iba a pagar 500, acepté, soy muy obediente.

Fue decir que sí y los cuatro se lanzaron como tigres hambrientos sobre un cervatillo.

Me follaron entre todos por delante, por detrás, por la boca, en el balcón, en el garaje, en la calle…

Me agarraron las tetas con fuerza, me ponían a cuatro patas y se iban turnando entre risas y gruñidos cavernícolas… me tuve que drogar mas de lo normal… Dentro nacía una mezcla de placer, de ansiedad, de dolor, de deseo. Mi ego al revés de lo que podría parecer iba creciendo, era la diana de sus mas profundos deseos… acababa de pedir asilo en el infierno y me estaba gustando.

Hoy tenemos mas de treinta videos en internet, aparezco casi siempre con Jou, y estoy seguro de que nos has visto mas de una vez.

Así que ya sabes como empecé en esto. Pronto, si es que te ha gustado te contaré como nos hicimos una peli con el que trata la pizza del dominós, o como nos fuimos al pantano de san Juan y nos grabamos follando delante de los pescadores…

Por ahora quédate con que mi inocencia esta destilada entre tus ganas de follarme. La última ralla de coca y mis tetas, esas que tanto os gustan.