Mis clases de internet
Todo empezó como un juego por mi parte, pero acabé siendo la sumisa de un gitano.
Hola, este es mi primer relato, así que no seáis demasiado crueles conmigo.
Antes de nada me describiré, tengo 31 años, mido 1.70, 56 kgs.,rubia teñida, pelo corto, una 85 de pecho, soy una chica normal, del montón. Tengo un tatuaje tribal bastante grande en la baja espalda.
No estoy casada, pero llevo con mi actual pareja muchos años, trabajo como administrativa. Tanto mi pareja como yo estamos bastante involucrados en lo que son las actividades sociales del vecindario. Se organizan cursos, talleres, todo de forma desinteresada. Toda esta historia comienza cuando se organiza un curso de iniciación a internet y me presente yo para dar las clases. Yo no es que tenga mucha idea de internet, pero estaba todo enfocado a personas mayores con conocimientos básicos de informática. Yo les iba a enseñar a buscar cosas, crear una cuenta de msn, facebook todo muy de estar por casa. El curso era gratis, así que tampoco nadie esperaba mucho. Eran dos horas por semana, algo sencillo de compaginar con mi trabajo.
El primer día, no se dio clase, fue todo una presentación y hablar de lo que íbamos hacer. Éramos 7 personas, casi todos conocidos del barrio. Las clases se daban en un bajo de nuestro edificio, donde se organizaban reuniones o charlas, teníamos cuatro ordenadores bastantes antiguos con monitores enormes y había que compartir ordenador. Era una sala bastante estrecha, había mi mesa y cinco mesas puestas en fila, una detrás de otra. En la primera fila estaba un señor al que no conocía de nada. Era de raza gitana, casi 60 años, de piel morena, tripilla de la felicidad, usaba bastón y con anillo de casado, muy chistoso, era la alegría de la clase con sus chascarrillos, y basto como el sólo. Y sentado a su lado su nieto, de unos 15 años. El resto de la clase eran personas y vecinos del barrio a los que conocía, sólo me chocaba la presencia del señor.
No prestaba mucha atención a mi vestuario, salía de trabajar, me iba a casa, me ponía cómoda y luego iba a dar la clase, como el local estaba justo en el bajo de mi edificio tampoco me vestía como si fuese a dar clases en una universidad. Todo muy informal, era verano y hacia calor, no pretendía poner cachondo a nadie ni buscar rollos extraños.
El primer día de clase baje con vaquero y una camiseta, nada especial. Todo iba mas o menos bien, cuando el señor en cuestión (lo vamos a llamar Jesús) me avisó que tenia problemas para entender una cosa, yo me acerque por detrás de ellos y me puse entre los dos, me incliné y trate de ayudarles. La mesa de atrás estaba cerca y era una postura incomoda (tengo que decir, que eran mesas altas y con el pedazo monitor que había encima, mas la impresora, hacia que fuese imposible ver la mesa de delante) Les explique dos tonterías, al poquito me di cuenta que al estar inclinada y como el cuello de mi camiseta era ancho, a poco que girases un poco la cabeza y la levantases se me viese todo el sujetador.
En ese preciso momento me sorprendí a mi misma, nunca fui una exhibicionista, más bien todo lo contrario, normalmente me hubiese apartado al instante. Pero ver a Jesús como me miraba a mi en vez de mirar para el ordenador, me dio una sensación de morbo increíble, sentía un calor interior bárbaro. Trate de hacerme la despistada, como si no me hubiese dado cuenta y cuando terminé de explicarles me retiré tan tranquilamente. Al poco le surgió otra duda, volví y me incliné haciéndome la despistada, les hacia ver las fotocopias que tenían delante. No creo que intuyese que lo hacia a posta, ni mucho menos. Me hacia sitio para teclear y mis piernas rozaban contra su costado, no se retiraba a modo de consideración para que tuviese más espacio, al contrario hacia fuerza hacía mi, no era algo muy evidente, pero había roce.
Al terminar la clase fui para mi piso, no daba crédito, porque me excitaba tanto la situación con un señor tan mayor? No lo entendía, tuve que masturbarme, estaba tan húmeda y tan excitaba que terminé enseguida. Mi vida sexual era una vida sexual normal, para una pareja con más de 6 años, teníamos sexo una o dos veces por semana, pero no me sentía defraudada ni insatisfecha con la vida que llevaba.
Tenían que pasar dos días antes de volver a dar clase, se me hacia eterno, me daba por pensar, lo peligroso que era todo eso, lo que me podía poner, llegue a la conclusión que tenia controlada la situación y al menor síntoma de abuso por su parte, me retiraría y no volvería.
Llegó el día, decidí ponerme un pantalón negro de malla, con una camiseta larga que me tapaba el culo. Al final me pudo más la conciencia y no quise excederme mucho, la camiseta tenia el cuello más cerrado por lo que no se me veía el sujetador, así que se dedicó a rozarse termine bastante decepcionada, pero pensé que así era mejor. Al terminar la clase se me acercó Jesús y me dijo que encontraba las clases muy interesantes, pero que claro, que hoy era miércoles y hasta el lunes no había y que le sabia a poco, que tenia familia en la capital y que le gustaría hablar con ellos por internet y mandarles alguna foto y que si había alguna manera de que le pudiese ayudar con alguna clase privada, insistió una y otra vez. Yo le dije que acababa de trabajar a las siete, que tenia que preparar la cena, que mi pareja no llegaba hasta las nueve y que ya me iba justo dar las clases. El insistió y me pudo el morbo y le dije que bueno, que estuviese mañana a las siete, que llegaría de trabajar y le daría 45 minutos, que era lo máximo que luego tenia que ponerme hacer otras cosas. El me dio las gracias y me dijo que no me haría perder el tiempo que mañana a las siete estaría en el portal.
La verdad es que hable sin sopesar que estaría sola en casa, que no tendría la protección del resto de la clase, pero ya era tarde.
Al día siguiente, al llegar del trabajo vi a Jesús y a su nieto en el portal esperando, les saludé y les hice pasar, les dije que perdonaran el desorden que iba muy acelerada, me contestaron que no me preocupase, que estaba todo perfecto.
Les encendí mi ordenador y les dije, mientras me iba a duchar sacasen los apuntes y a ver si eran capaces de encontrar alguna dirección y que a la vuelta crearíamos una cuenta de msn.
Me duché y mi grado de excitación era máximo, estaba súper animada. Me puse una falda negra corta, braguitas blancas y una camiseta, decidí no ponerme sujetador. Como mis pechos no son excesivamente grandes pues no era muy cantoso.
Me acerqué a ellos y poco a poco les indicaba como hacer para crear una cuenta, el no paraba de darme las gracias porque así podría hablar con la familia y que me debía una. Yo le decía que no me debía nada, que era un placer. Me fuí hacer cuatro cosas y les dije que si tenían alguna duda que me llamasen. A los diez minutos me vino a buscar el chaval a la cocina, para que les ayudase con una duda. Me acerque y como sólo había dos sillas le dije al chaval que me dejase sentar, Jesús hizo de caballero y se levantó el y me cedió el asiento. Les dije que atendieran que se lo explicaba. Jesús de tonto tenía poco se me puso de pie justo atrás, se había percatado que no llevaba sujetador, podía mirarme tranquilamente el escote sin que yo lo pillase. Con mis movimientos de brazo al teclear, con mis movimientos hacia delante y hacia atrás, el cuello de mi camiseta se iba abriendo y cerrando poco a poco, dejando ver mis tetas. Tengo unos bonitos pechos, son de aureola pequeñita y con bastante pezón, están bastante juntos, en definitiva es la parte de mi cuerpo que más me gusta. Le di el espectáculo y me levante, me encontraba híper motivada, me enloquecía lo que hacia.
Al rato me acerque a ellos y les pedí que ya se tenían que ir, ellos asintieron, separaron la silla de la mesa y yo me agache para apagar la torre que estaba debajo de la mesa, dejando mis pechos colgando a casi unos 30 cms de la cara de Jesús, me reincorporé y vi el tremendo bulto que tenia en su pantalón de chándal. Era inmensa, se detectaba ahí escondida una polla de caballo. Me pidió ir al baño y se fueron. No sin antes decir que vendrían al día siguiente. Antes de que viniese mi pareja, decidí ir a ponerme el sujetador, pase por el baño para recoger la ropa sucia y poner una lavadora y me percaté que había removido la ropa sucia, tenia unas braguitas sin enrollar, era síntoma que alguien las había desenrollado.
El sentirme deseada, era una sensación única, jamás la había sentido y me hacia sentir tan bien. Hice el amor por la noche con mi pareja, pero mi imaginación se iba a Jesús, realmente hacia mucho tiempo que no disfrutaba tanto del sexo, incluso mi pareja parecía sorprendido.
Durante el día se me venían a la cabeza las imágenes del tremendo bulto de Jesús, lo que en principio era un juego morboso, el sentirme deseada por alguien, sin pretender engañar nunca a mi pareja, de repente había pasado a ser una especie de obsesión, me imaginaba tocando esa enorme polla, no sabia ni como era, ni si era tan grande cómo parecía, pero yo ya la había idealizado.
Al día siguiente los volví a recoger en el portal, los entre en casa y volví a decirles que me iba a duchar, me cambiaba y estaba con ellos. Me dijo Jesús que se iba a la galería ha fumar un pitillo, mi habitación tiene una ventana que da justamente a la galería, así que creí leerle las intenciones enseguida.
La persiana de la habitación estaba bajada, pero es la clásica persiana enrollable que deja entrar la luz por los agujeritos que tiene, para que no entre la luz tiene estar completamente bajada. Al entrar en mi habitación vi la sombra de Jesús, supongo que no se daría cuenta que a contra luz se marcaba perfectamente su silueta. Me dice la despistada y ni miré para la ventana y entre directamente al aseo de la habitación y me duché. Tenia el vello pubico bastante descuidado, si lo hubiese sabido me hubiese rasurado o adecentado un poco. Me enrolle una toalla al cuerpo y salí del aseo. Allí estaba toda la silueta de Jesús detrás de la persiana. Me quite la toalla, quería ser rápida, ir al cajón, sacar unas braguitas, ponerme un pantalón y una camiseta y salir. Lo cierto es que estaba muy nerviosa, en vez de abrir el primer cajón que es donde tengo la ropa interior nueva, abrí el segundo que tengo también braguitas pero viejas y me puse las primeras que vi, rápidamente me puse un pantalon de chándal y una camiseta y salí.
Tenían pocas ganas de trabajar y Jesús muchas de hablar, dejo a su nieto delante del ordenador y vino a verme a la cocina. Dejó de llamarme por mi nombre y usaba términos como cariño o cielo. Me habló del racismo que sufren los gitanos, temas que realmente no venían a cuento. Y de repente empezó hablar de mi, me dijo que le daba pena, porque no me cuidaba y que era una mujer increíble y que no me valoraba. Yo le preguntaba porque creía eso, que lo entendía. El me dijo que tenia que ser claro y que le dolía que no me valorase, todo un rollo de autoestima increíble. Me dijo también que si no me cuidaba mi pareja dejaría de verme guapa y que lo perdería. Yo si que me cuido, lo que pasa es que ese día iba muy acelerada y me puse cualquier cosa, ni tan siquiera me peiné y si que iba muy desaliñada, pero sólo en ese momento, yo no solía ir así ni mucho menos salir a la calle de la manera que iba.
Empezó hacer de psicólogo barato . A que hacéis poco el amor? A que hace tiempo que no te compras nada sexy? Comprendí donde queria llegar y me deje llevar. Asentía y le daba la razón, me dijo si quieres puedo ayudarte. Le pregunté como me podía ayudar y el me dijo "estoy seguro que eres tan dejada que llevas unas bragas rotas" yo si queréis que os diga la verdad, no sabia ni que bragas me había puesto y le repliqué que eso no era cierto. Sacó de su bolsillo un fajo de billetes y puso uno de cien sobre la mesa y me dijo "bájate un poco el pantalón . Si están rotas te pediré disculpas y este billete será tuyo por mi osadía, si están rotas dejaras que te ayude a sentirte mujer" Me bajé por curiosidad un poco el pantalón y si, había un agujero en la parte de atrás de mis bragas. Me hice la loca y le pregunte como podía saber eso, que era imposible. El me dijo que ya tenia muchos años y que sabia cuando una mujer no se quería así misma, lo había enfocado todo a un problema de autoestima. Me preguntó cuanto hacia que no tenia sexo y le mentí, le dije que casi dos meses, que estábamos muy cansados y que la rutina, etc. Me preguntó si lo queria y le dije que si.
Me sentó en sus rodillas y me entró en escalofrío. Me susurraba, me decía cosas bonitas, que no pasaba nada. Me rodeó la cintura con su brazo, deslizó la otra mano por debajo de mi camiseta, buscando mis tetas. Eran unas manos ásperas, fuertes. Yo estaba paralizada con un 50% de excitación y el otro 50% de terror. Se puso a jugar con mis pezones, los cuales estaban duros como piedras. Me levantó la camiseta para contemplar mis tetas, me dijo que eran preciosas y empezó a chuparme el pecho derecho, no era ni mucho menos delicado, se le notaba torpe, supongo que por la falta de practica, me estrujaba las tetas. Me metió la mano por mi pantalón, apartó las braguitas y me metió su dedo corazón, notó enseguida lo húmeda que estaba, soltó una carcajada y me dijo "vaya zorrita estas hecha". Me apartó de sus rodillas y se desabrochó el pantalón, llevaba un calzoncillo blanco, de los que usaba mi abuelo, bajo ese trozo de tela ya se notaba lo que estaba allí escondido, se bajó el calzoncillo y apareció una polla impresionante, en mi vida había visto algo de ese tamaño, sólo en las pelis porno. No sabría deciros con exactitud, pero superaba los 20 cms, era completamente negra, Jesús ya era por si bastante moreno de piel, pero su polla era negra, totalmente descapullada, bastante ancha, una vena enorme la recorría de arriba abajo. Tenia esa zona muy descuidado, pelo muy largo. Me agache, no sabia ni como empezar con ese tremendo pollón, acerqué mi boca con miedo y el olor también era tremendo, le dije que si iba al baño y se la limpiaba, mientras yo le esperaría en el dormitorio. No le sentó bien el comentario y me dijo que para que cojones se la iba a limpiar al baño, que ya se la limpiaba yo. Me cogió con los dos brazos por mi nuca y me empujó hacia su polla, me sentí morir, me dio una arcada enorme y me soltó, empecé a escupir, a babear, a toser, creía morirme. El se reía "no te gustan las pollas con sabor gitano" me decía. Me la volvió a meter, yo no se la chupaba, era imposible, solo me la tragaba. Sólo me entraba la mitad de la polla, la sacaba y me la sacudía en la cara, daba golpecitos en mi cara con su rabo, mientras yo jadeaba y cogía aire.
En mi vida había tenido esta clase de relaciones, siempre tuve sexo clásico. Se notaba que le encantaba su polla, estuvimos casi media hora. Al final tenia razón, se la limpie del todo, casi tenia otro color, ya estaba exhausta. Me ayudó a levantarme y mire el reloj, faltaban diez minutos para las ocho. Me sentó en el borde de la mesa, abrió mis piernas (en ese momento cerré los ojos, no queria verlo) se colocó ese enorme pedazo de carne y con lo lubricada que estaba y lo lubricada que estaba ya su polla entró enseguida hasta el fondo, no pude evitar gritar, cuanto mas gritaba mas fuerte me daba, era como un animal, la mesa temblaba que parecía que se iba a desmontar, golpeaba la pared y se oía un ruido enorme, me agarró dándome una especie de abrazo de oso, estuvo unos minutos bombeando, minutos que me parecieron horas. Tuve mi primer orgasmo, cosa que era la primera vez que me pasaba sin necesitar ayuda de mis dedos. Terminó y me bajó de la mesa, me hizo arrodillar para que otra vez volviese a saborear su polla, ahora con todo el olor de mis fluidos.
El no entendía lo que era chupar, me follaba la boca, cuando intentaba hacer algo distinto, me decía que no le gustaban las mariconadas.
Estuve unos diez minutos dedicada únicamente a ver como entraba y salía su polla de mi boca y se la sacó, por fin habia terminado, se masturbaba delante de mi cara, tenia miedo a que no se le escapase la mano y me sacudiese en la cara. Rezaba para que no lo echase todo en mi boca, al final salieron dos gotitas de semen, gracias a dios pensé, se corrió en mi mejilla y se limpiaba el semen con mi cara. Cogió una servilleta de papel y se limpió, se subió los pantalones y me dijo que nos veríamos el lunes en clase y se fue. Eran las ocho y media, estuve cinco minutos en la misma postura, arrodillada, recuperándome de todo. Me fui a duchar y trate de que se mi corazón se tranquilizase. Prácticamente no hable esa noche, estaba muy acelerada, muy nerviosa, sólo queria ir a dormir.
Paso el finde semana y me relaje bastante, no paraba de recordar imágenes y comentarios de Jesús.
El curso estaba programado para que durase dos semanas, 4 horas en total. Así que sólo me quedaban dos clases, no sabia si alegrarme o disgustarme. El morbo me habia desaparecido, estaba ahora en un estado de sumisión.
Ese día me puse unos vaqueros con camiseta, de repente a Jesús se le habían acabado las dudas, parecía que la tormenta habia pasado y yo no forzaba la situación. Cuando me acercaba a su mesa, me pasaba la mano por el culo, pero de una forma discreta.
Al día siguiente al regresar del curro, los vi a los dos otra vez en el portal. se me cayó el mundo, pensé que se iba todo a la mierda, no queria que fuese a mayores. Aparté a Jesús de su nieto y le dije que no queria nada mas con el, que habia sido algo circunstancial, que paso y punto final, no queria repetir. Me dijo que sino me lo habia pasado bien, que porque le hacia esto ahora, como si el fuese la victima. Me apretó el brazo y me dijo "el curso termina mañana, vamos a subir y te follo rapidito" le dije que no, que se fuera. "aquí tu no decides nada" y me empujó hacia el portal. Subimos, estaba fatal no me encontraba con fuerzas para luchar, tenía la cara roja y los ojos a punto de llorar. Me llevó a la cocina y me sentó en la mesa. "Vamos tonta, que mañana se acaban las clases y ya no nos veremos" me tome esa frase como que sólo hoy y mañana como mucho y que acabaría todo.
"Vete a duchar, no querrás que meta mi polla en un coño de paya sucio" me dijo, sus palabras ya me rebotaban, me fui a duchar. Salí de la ducha con la toalla enrollada a mi cuerpo y el me esperaba en la puerta del baño. "voy a mear, no vaya a ser que te duche dos veces, jajaja ves para el dormitorio"
Me fui para allá y lo esperé, cuando entró llevaba su móvil en la mano y me dijo "lo siento, hoy será rapidito, no te voy a dejar mucho tiempo para que juegues con mi polla, mi parienta me quiere en casa" Se sacó la polla y me la metió con fuerza en la boca, aun quedaban algunas gotas de orina. Estaba siento totalmente vejada con insultos. Cinco minutos follándome la boca, fueron cinco minutos de arcadas y de angustia, me hizo levantar y me tiró literalmente contra la cama, me coloco bocabajo y me la metió por el coño, esta vez no estaba lubricada por lo que me dolió horrores, parecía un perro intentando acabar lo mas rápido posible, dando envestidas. Se apoyaba contra mi espalda, estuvo cinco minutos, paró y vuelta a empezar. Me separaba con las manos mis nalgas.
Siempre me avergoncé de mi actitud, estaba siendo violada, pero estaba teniendo el mejor sexo de toda mi vida con diferencia. Me daba asco ver a Jesús y a la vez deseaba esa polla.
Se corrió o mas bien dejo sus dos gotitas en mi tatuaje. Me levantó, paso su lengua por mi boca y me dijo "mañana es el ultimo día, tráete una faldita corta a clase"
Al día siguiente hice lo que me pidió, me puse una falda blanca con vuelo y unas braguitas también blancas y una blusa azul con sujetador, no llevaba medias, era verano.
Sabia perfectamente para que quería una falda, el único miedo que tenia es que actuase de un modo que me pusiera en evidencia delante del resto de la clase, que no dejaban de ser mis vecinos.
Esta vez se habían puesto en la ultima mesa. A los cinco minutos ya tenia dudas, me acerque con cierto reparo.
Me pasó una mano por la pierna hasta llegar a mis braguitas, sacó la mano y me escribió en su libreta que me fuese al baño a quitarme las bragas y que se las diese, en mi vida había visto tantas faltas de ortografía en tan poco espacio.
Ahí, en esa clase de situaciones si que subía la excitación, porque me sabia protegida, sabia que era un juego donde no sufriría.
Fui al baño y me las quité, me acerqué a el y se las puse en las rodillas, enseguida se las metió en el bolsillo. Me metió la mano y comprobó que estaba húmeda, eso se volvió contra mi porque si tenía alguna duda de lo que me iba hacer, ya se le despejó en ese momento.
Pero como acabó la clase y como acabó el día da para mucho más, prefiero hacer una segunda parte.
Espero que os vaya gustado, un besazo a todos.