Mis chicos del BodyGym: Capítulo 1-PURO MARKETING

Lo tengo todo papi, lo tengo todo papi, tengo flow, tengo body, tengo pura sabrosura.-Johnny solo quiere descubrir porqué Eva es tan buena amazona, no se lo puede quitar de la cabeza. Eva:tan madura,tan dulce, tan natural,..¿Será cierto que se le dá tan bien cabalgar? Descubriendo a Eva y los chicos

Capitulo 1: PURO MARKETING

Sonaba con fuerza la canción de moda:

“Lo tengo todo papi, lo tengo todo papi, tengo flow, tengo body, tengo pura sabrosura...”

Y vamos cuatro, cinco, seis, siete y ocho..¡Cadera! un, dos, tres, cuatro, ¡Giro, brazos....! un poco más, ¡Vamos sigue el ritmo! Y la ultima cadera, dos, tres...

Solo con un top mínimo y unas mayas apretadas, las últimas Nike fucsia combinando con su top y su melena negra exageradamente larga recogida en una coleta que le llegaba a mitad de la espalda.

Leti daba su clase de zumba moviendo su escultural cuerpo perfectamente, al ritmo de la música.

Apenas unas gotas de sudor caían por su vientre, a pesar del esfuerzo de la clase.

Un culo perfectamente tallado, esculpido a base de deporte finalizaba en su espalda, un buen pecho aunque no desmesurado realzaba aun más su figura,...la sonrisa perfecta, había llevado ortodoncia durante años y le había quedado una sonrisa preciosa, ojos grandes morenos,...

Todos los tíos del gimnasio babeaban a través de las cristaleras cuando pasaban si era Leti quien estaba dando la clase: yoga, spinning, zumba,...Daba igual, todo se le da bien.

No había ni un día en que no la abordaran chicos del gimnasio, haciéndole preguntas tontas, intentando marcar toda su musculatura delante de ella, agradándola en exceso, intentando conquistarla, conseguir que le hiciera el mínimo caso...¡Patético espectáculo!

Finalizó la canción y con ella la clase, todas las alumnas aplaudieron y nos despedimos.

Al contrario que mi profesora, yo estaba completamente bañada en sudor, mi cara estaba roja, casi a punto de explotar, me faltaba el aire y el corazón parecía que me iba a salir por la boca,...En los vestuarios todas nos quejábamos y consolábamos mutuamente por el esfuerzo de la clase, salvo el grupito de las “buenorras”, como siempre, las tres amigas de Leti, tres divas en toda regla, también con unos cuerpazos pero, además pijas, maleducadas, altivas,...nos miraban como si ellas estuvieran en una especie de nivel superior. Putas.

Siempre lo pensaba, con lo que me cuesta a mi perder un kilo y ellas así, casi por naturaleza, quemando calorías a discreción,...a ver no soy una vaca pero, si que me sobran unos kilos (5), además pues mido 1´63 cm., no tengo un gran culo, mis piernas si que son delgadas, y lo compenso todo con una 105 de sujetador. ¡Me duele la espalda de cargar con estas tetazas! No es algo desmesurado pero, como soy de cintura más bien delgada, llaman mucho más la atención.

En el vestuario mas de una chica se me queda mirando cuando me quito el sujetador, no se si es que me envidian, lo ven feo o son lesbianas, pero me miran mucho.

Entiendo que mi piel blanca, con las aureolas rosadas y el tamaño son llamativos pero, no entiendo que me miren tanto, yo no me voy fijando en las tetas y los coños de nadie.

Siempre se repite la misma rutina, las chicas “de a pie” nos duchamos, nos vestimos y estamos listas en un tiempo considerable para irnos a tomar el riguroso refrigerio después de la clase, mientras que las divas se quedan horas allí dentro, pintándose como puertas y flirteando con todo macho que ronde por el gym, subiéndoles el ego a estos por la nubes.

Ana, Almudena y yo nos ponemos siempre en la misma mesa del “CoffeGym” y “descuartizamos” verbalmente a las tres, bueno y a “la profe” alguna también le cae, porque como monitora es buenísima pero, creída es un rato también.

Ella, siempre aparece luego con su novio (porque digan lo que digan sabemos que lo son) Eduardo, el dueño del gimnasio pero, parece que quieren llevarlo en secreto y mantener la tensión sexual que saben que ambos provocan en los demás, cosa que luego se traduce en ventas para el gimnasio.

Ana y Almudena, siempre están igual, Eduardo las pone “malísimas”...y aquel día no fue diferente. Aquí, justo aquí, empieza mi historia:

- ¡Uau! Hoy estoy reventada...-dije inocentemente, estando de espaldas a la puerta.

- ¿Reventada tú, Evita? Yo a ese que viene por ahí si que lo reventaba pero, cabalgando – dijo Almu, provocando que Ana y yo riéramos a carcajadas. Era evidente que Eduardo venía entrando por la puerta del CoffeGym.

- ¡Qué bruta eres, hija mía!

- ¡Ya está otra vez la puritana, Almu! – dijo Ana refiriéndose a mí – Pues no parece que ella nunca ha cabalgado...

- A ver nenas, yo he cabalgado hasta que me han pedido clemencia- vacilé- pero, ya os lo he dicho mil veces: A mi los chicos tan mazados, no-me-van.

Me llama mas la atención un chico más normalitos físicamente y que me aporten otro tipo de cosas: que le guste leer, que sea inteligente, que aspire a conocer ciudades, que tenga inquietudes por descubrir y explorar mundos nuevos, que se entregue en el sexo y me haga “volar” pero, un mazado cabeza hueca, con una cara bonita ¿Qué te puede aportar? ¡Viejos, feos y gordos nos vamos a poner todos! Yo quiero un hombre que sea más que un físico escultural y una cara bonita...

¿Por qué estáis tan calladas?- me frené sola.

Vi que mis amigas miraban detrás de mi y comprendí que debía girarme. Era Johnny el hermano pequeño, y mazadísimo también, de Eduardo, que estaba a cargo de la parte administrativa del gimnasio, junto a Lola, una chica muy maja que estaba en recepción, estaba detrás de mí con mi tarjeta de socia en la mano.

- ¿Tú nombre es Eva Montesinos Beltrán, verdad?

- Sí, si...-titubee yo desde mi posición sintiéndome gilipollas y notando como me enrojecía al descubrir que Johnny, lo había oído todo ¡Con lo bien que me llevo con el chaval!

- Es que Lola se ha encontrado este carné en la entrada y la verdad yo no sabía tu apellido pero, con lo despistada que eres pensé inmediatamente que era tuyo.

- Gracias Johnny, es el mío, jajá, tienes razón, un día pierdo la cabeza.

- ¡Venga de nada! ¡Ah! y a ver si un día me cuentas que tal te va con los caballos. No sabía que eras amazona...

- ¡¡ ¿Cómo?!!

- Sí, tu misma acabas de decir que cabalgas como nadie y me gustaría verlo.- dijo el chico con picardía retirándose.

- Ja, ja, ja. ¡Anda que no tienes guasa! A lo mejor un día tienes suerte y lo ves.- dije sarcásticamente en voz alta.

- Pon la fecha, que yo por mí encantado- dijo el chico de lejos.

Me caía superbien el chaval, debería tener diez años menos que nosotros pero, la verdad es que era súper maduro, simpático, guapo, también estaba muy marcado pero, no tenía el cuerpo tan exagerado como el de su hermano, tampoco era tan alto pero, si que se parecían: los dos morenos, con los ojos miel, labios gruesitos, unas caras preciosas la verdad...Siempre estábamos los dos con las coñas.

¡Lástima que solo tenga diecinueve años! Pensé en aquel momento. La verdad es que ya hacía unos meses que no me desfogaba en condiciones, salvo con mis juguetitos y ese chico me ponía bastante cachonda cuando empezaba con sus conversaciones de “doble filo”.

Las chicas reían por la torpeza de que me hubiera escuchado decir todo aquello.

- Soy unas mamonas ¡Mira que no avisar!

- ¡Es que la cara de Johnny no tenía desperdicio!

- Ya Ana tía pero, el pobre ¿Qué habrá pensado que pienso yo de él? Y no es así, hay excepciones pero, no creo que nunca pudiese tener una relación con alguien así, a eso me refería.

Las divas, la profe y su chico entraron en el CoffeGym, como siempre arrasando, todos los adoraban y nosotras ya teníamos la lengua en plan “metralleta” poniendo pegas al grupo ¡Eran vomitivos! Volitivamente perfectos físicamente, en plan MHYV.

Ellos nos saludaron como perdonándonos la vida como al resto de la plebe. Y se pusieron en su zona “VIP”, una especie de salón tras una cercadito pequeño desde donde tenían vista privilegiada de toda la ciudad, porque abarcaba toda la cristalera, que al estar el gimnasio en la parte alta de la ciudad, la vista debía ser preciosa. Y desde donde todos los podíamos ver reír y disfrutar de sus conversaciones al grupo.

¡Como les gustaba a aquellos arrogantes provocar envidias!

Mi gata me esperaba maullando detrás de la puerta, me había alargado con las niñas en el Coffe y Mimí debía estar hambrienta.

La cogí con cariño en brazos y le serví su paté gourmet para gatos en el platito. A veces pensaba de verdad que vivía mejor que yo, miré mi dieta del BodyGym, “Elaborada por Eduardo Franco: nutricionista, personal trainer y especialista en dietética ”. Y me tocaba cenar una tortilla francesa y un simple yogur natural.

¡Así lucía ese cuerpo Eduardo y sus amiguitas! Cenando una tortilla de un huevo y un yogurcito, con lo rica que está una buena hamburguesa...Me resigné a seguir la cena del especialista y me tiré en el sofá a leer un poco, con Mimí agazapada bajo mi brazo.

Los continuos sonidos del washaap no dejaban que me concentrara en la lectura, creía que era uno de los grupos que tengo, el de las chicas del gym o el del curro así que fui a ponerlos en silencio.

Tenía washaap de las chicas, y algunos videos compartidos en los del curro a los que no les eché cuentas pero, también tenía del BodyGym, a veces nos mandan promociones y no me extrañó pero, os juro que flipé cuando vi que era Johnny el que me hablaba personalmente usando el móvil del gimnasio.

23:00h BodyGym

¿Amazona estás?

23:08 BodyGym

Evaaaaa. Soy Johnny ¿Estás?

23:10 BodyGym

¿Hay alguien ahí?