Mis anuncios en las páginas de contactos 2
¿No habrá alguna lectora que quiera darme una cita? ¿No creen que estos anuncios merecen una respuesta? Al parecer es que no, ni una cita, y llevo ya...
MIS ANUNCIOS EN LAS PÁGINAS DE CONTACTOS II
-Te haré cosquillas donde quieras. Haremos sexo con humor y haremos sexo con amor, y sino “pue ser”, nos reiremos un rato.
Un humorista salido de madre y de padre.
-Nena, te llevaré al paraíso a la velocidad que tú quieras, sin baches, o con baches, como prefieras, con sobresaltos o rodando como la seda; con paradas “pa repostar” o “to recto”. Tú eliges, nenita.
Un conductor de autobús con el ego un tanto inflado.
-¿Tanto miedo me tienes, caperucita, que no te atreves a darme una cita?
El hombre lobo.
-¿Menos lobos, caperucita? Más caperucitas, que soy el lobo.
Un hombre lobo resentido ante una contestación irónica.
-Vamos chicas, dadme una cita. No soy tan feo, aunque mi acné juvenil es un pelín desagradable.
Un viajero del tiempo, extraviado en un remoto pasado.
-¿La tengo pequeña o la tengo grande? No lo sabrás hasta que ande.
El Sr. “Estoy como un burro”.
No creo en nada, ni en las citas, ni en las roscas, ni siquiera en que existan mujeres sobre este planeta. Estoy a punto de cometer el mayor error de mi vida, me lo voy a hacer con una gallina. No he podido “ligar” con una oveja, o una cerda o una yegua, porque no caben en mi apartamentito. Me voy a hacer zoófilo. Por favor, dadme una oportunidad, solo una, no os voy a decepcionar.
Un incrédulo intentando justificar tendencias profundas de su naturaleza.
Eres un tocinito de cielo y ésta es la cuchara que te va a comer enterita.
Un goloso muy goloso.
-He visto tantas diosas por aquí que si todas me pidieran sexo, no podría con tanto trabajo.
Hércules pensándose muy seriamente lo de metamorfosearse en Apolo. Dicen que luego emprendió los famosos siete trabajos de Hércules.
¿Alguna de vosotras desea tener sexo conmigo? No me lo creo, imposible. Pero si una, o dos o tres, o treinta y tres desean tirarme del caballo en el camino de Damasco y que vea la luz, estoy dispuesto.
Un incrédulo Santo Tomás. No creerás hasta que acaricies la piel de una mujer desnuda.
-Me costó un año acostarme con Isolda. Yo creía que en las páginas de contactos era más fácil. Llevo dos años tocando “Muerte de amor de Tristan e Isolda” de Wagner y ni por esas.
Un melómano, un poco confundido.
-Soy un actor porno, con un trombón por instrumento. Después de ocho horas de trabajo sigo tan salido que tengo que recurrir a las páginas de contactos. Chicas, aprovechen la oportunidad.
Un perfil falso a todas luces, o más bien sin muchas luces.
-Soy un gigoló que no se come una rosca con esto de la crisis. No puedo estar desentrenado tanto tiempo porque se me va a encoger y atrofiar. Dicen que sino ejercitas el músculo se te atrofia. ¿Alguna de vosotras se lo quiere hacer gratis conmigo?
Un gigoló atrofiado tras tanto gimnasio sin ejercitar músculo.