Mis andaduras por el Cine X de la calle Trajano I
Nostalgia por aquello que falta en mí ciudad y que tan buenos recuerdos tengo de él, lógicamente no me estrene en él pero goce como nunca, fue un lugar morboso que proporcionaba eso que buscamos todos placer.
Mis andaduras por el Cine X de la calle Trajano I
Nostalgia por aquello que falta en mí ciudad y que tan buenos recuerdos tengo de él, lógicamente no me estrene en él pero siendo casi un chaval goce como nunca, fue un lugar morboso que proporcionaba eso que buscamos todos… algo nuevo.
Comenzare con mí historia… Recuerdo que aquel día tenía cita a las 12:00 de la mañana en el ambulatorio que había en la Calle Sta. María de Gracia… pero llegue una hora y media antes por culpa de mí madre, pues son de ese tipo de madre previsoras y de las que sugiere que sí llego antes, podría incluso entrar en el caso que no hubiera nadie. Cosa que como es habitual no ocurrió… pues estaba abarrotado el ambulatorio, por lo que me dispuse a dar una vuelta… ya sea al Corte Ingles de la Plaza del Duque o incluso a cercarme al cine Alameda, situado en la Alameda de Hércules… más por poder ver que echaban.
Os debo comentar para aquellos que no seáis de Sevilla o por si solo habéis venido en los últimos años, que la Alameda de aquellos tiempos era muy diferente a la que es hoy, había más carne por la calle… no se sí me entendéis. Bueno sigo, cuando regresaba cogí la Calle Amor de Dios y pase por delante del colegio San Isidoro… hoy día tampoco se encuentra allí, dándome cuenta que a escasos metros se hallaba un local que lo que más llamaba la atención era ese enorme letrero que había sobre la entrada y con una enorme “X”.
Recuerdo que no deje de pensar en la definida de ese local… sobre su función y en el tipo de público que entraba, sabía porque no soy tonto lo que significaba pero estaba sorprendido de que ese tipo de local hubiera en Sevilla, no dejaba de pensar cómo sería su interior. Pensaba que solo sería un cine donde proyectaría películas X, mi imaginación no podía abarcar más ya que no había cartel enunciativo de las películas en la fachada o explicativo donde explicara la sinopsis de esta.
Desde que salí del ambulatorio mi mente estaba en ese cine… nada más llegar a casa, lo primero que hice fue buscar conectarme a internet y buscar toda la información posible, dando esta sus frutos pues no solo me enseñaron la cartelera sino el tipo de público que entraba. Mi curiosidad iba en aumento... llegando a imaginarme situaciones, más aun cuando en el buscador escribía… “relatos eróticos cine X”… uuufff. Era para morirse… no penséis que solo aparecían historia de heteros, sino hasta gays… fueron la ostia. Por mi cabeza pasaba la idea de entrar y averiguar qué coño había, deseaba ver con mis propios ojos que me podría encontrar e incluso deseaba ser yo ese protagonista.
No paso ni una semana cuando se me puso la ocasión en bandeja, creo recordar que era jueves y me encontraba en la comisaría de la policía nacional que se encuentra (o mejor dicho… se encontraba) en la Plaza de la Gabídia. Yo estaba haciéndome el pasaporte y cuando por fin salí, mire el reloj… dándome cuenta que eran las 10:00 de la mañana, decidiendo que antes de regresar a casa… me iría a desayunar, acabando por entrar en el bar que hay frente a la comisaria.
Tras salir pensé acercarme al Corte Ingles del Duque aunque dada la cercanía debía de acercarme a C.C.O.O. recoger mi carne de sindicalista. Como un autómata camine y me vi delante del cine Cervantes a escasos metros del cine X, mire mi reloj nervioso y me di cuenta que había pasado media hora sobre las once.
Decidiéndome a entrar ante la ausencia de transeúnte en ese momento… colocándome delante de la entrada del cine X, nervioso y con la sensación de tener la garganta seca… me dirigí hacia la taquilla. El corazón me latía al máximo… las manos me sudaban y sentía un tembleque en las piernas que poco me faltaba perder el equilibrio, comencé a entrar y aunque pensaba que no todas las de ganar estaban conmigo… más por la edad, acabe delante de la taquilla.
Me posicione y con un tono débil y voz temblorosa… pedí mí entrada, una señora mayor y muy gruesa con gafas y cabellos rizados rubios, me miro y me soltó... "no eres muy joven para poder entrar, solo pueden entrar mayores de 18 años". Cuando hice saber a este que los tenia... me pidió el DNI, obviamente se lo di y tras ver que era bueno, me dijo... "vale, son 3€". La verdad lo vi un poco caro pero no era plan de quejarse, tras continuar por ese pasillo hasta la entrada. Abrí una de esas dos puertas cerradas y tras esta eche a un lado esa pesada cortina de lona negra, echándose encima de mí una oscuridad que tuvo que pasar algunos minutos para que mis retinas se adaptaran.
Minutos que me quede pegado a la pared y que escuchaba los gemidos de los protagonista de la película o al menos eso pensaba yo, cuando mis ojos fueron deslumbrando la sala y poder admirar como de la pantalla sobre salía en un primer plano una rubia de enormes pechos que era poseída hasta por tres machos... me gusto.
Di un par de pasos y pude apreciar mejor la sala… esta estaba dividida como cualquier cine en dos filas de butacas con un pasillo en el centro y a los extremos. Visualice mejor... descubriendo que no habría más de seis u ocho personas, todos hombres y en su gran mayoría... mayores. Elegí sentarme en la fila de la izquierda y en medio de esta, aun tenía el pulso rápido y los latidos… llegando a pensar que me daría hasta un infarto, las manos continuaban empapadas por el sudor.
Me acomode en mi asiento y excitado por las escenas comencé a masajearme por encima del pantalón mí bulto… mmm, creo recordar que escuchaba voces y murmullos pero tenía miedo a darme la vuelta, aunque pensaba que podría provenir de la película. Mi mayor temor era por mi gran excitación proveniente del miedo, miedo a estar en ese lugar… miedo a encontrarme a algún conocido y claro esta a lo desconocido, pero ese miedo al mismo tiempo es claro esta excitación y la tenía durísima, tanto que pensaba que podría correrme sin llegar a tocarme… mmm.
Desabroche el pantalón y baje la cremallera, introduje mi mano dentro del bóxer y tome mí durísimo y caliente miembro, comencé a deslizar mi mano por el tronco… uuummm. Cuando un sonido proveniente de mi derecha me hizo girar mi rostro, pudiendo descubrir a un hombre fornido sentarse a escasas butacas de la mía. Temí por lo que pudiera ocurrir pero al mismo tiempo me excite más, acabando por guardarme mi miembro y frotarme disimuladamente por encima del pantalón.
Un nuevo sonido me alarmo pero en esta ocasión ni mire pues la silueta delato donde acabo por sentarse… llegando a retirar mi mano del apoyabrazos. Note su pierna rozando la mía y la retire… volviéndola a colocar y volviéndola a retirar al volverla a sentir, no más de minutos note el peso de su mano sobre mi muslo, deslizándola hacia mi rodilla para ascender hasta donde la coloco… acabando yo por retirársela.
Este tomo mi mano derecha y me la hizo colocar sobre su miembro… llevándome la sorpresa que estaba fuera, aun lo recuerdo grueso, caliente y venoso e incluso el olor a macho encelo impregnaba la sala. Soltándome… “Tu primera vez”, nervioso y sin apenas salir palabra alguna de mi boca solté… “No”. Volviéndome a preguntar… “Nunca te he visto por aquí” y respondiéndole… “Es la primera vez que vengo”.
Mientras su mano me instruía en cómo debía de masturbarle… eso y que no permitía que la apartara, llegue a notar su aliento muy cerca de mi cuello… cosa que me hizo sentir un estremecimiento. Preguntándome nuevamente… “Me gustas mucho, eres muy guapo y joven” al tiempo que su mano dejo de apretarme la suya… colocándola nuevamente sobre mi pierna, descendiendo nuevamente hacia mi rodilla y volviéndola a ascender en esta ocasión hacia mi ingle.
Yo permanecía callado… dejándome hacer al tiempo que masturbaba ese tronco como me habían enseñado, note su gran mano magrear mi miembro y llegue a susurrarle que no lo hiciera, pues estaba a punto de correrme… ooohhh.
Este solo me dijo… “Mejor así seguirás menos tenso y podemos disfrutar”, acabando por sacármela y como el destapar del tapón de un champan, acabe por explotar… soltando tantos chorros que hasta a mí mismo me sorprendió. Avergonzado solté su miembro y poniéndome de pie como un resorte, me levante y como pude salí de la fila encaminándome hacia la salida, nunca un pasillo se me había hecho tan largo como ese… momento que aproveche para abrocharme el pantalón y subirme la bragueta. Ya en la calle avergonzado me dirigí hacia la Plaza Nueva a coger mi autobús el cual me llevaría hasta mí casa, durante el trayecto miraba a la gente por si se me notaba algo, pero como que no.
Además también pensaba la ocasión que he perdido… por no mentar los 6€, tras llegar a casa me di una ducha fría y no fue para menos pues la tenía nuevamente pidiendo guerra. Masturbándome con esos momentos aunque escasos y que no había ocurrido nada, pero era muy morboso y excitante como se había formado. Pensando en volver y en esa ocasión mas mentalizado, repasando cada momento y crear una excusa creíble para volver acudir al centro, para volver a entrar en ese cine y poder disfrutar.
Espero que os haya gustado tanto como me gusto a mí… obviamente habréis notado que soy bisexual, siendo mis preferencia hombre maduros. Bueno os dejo y espero que no seáis muy crueles conmigo, aunque sea pasivo y me deje hacer como una buena putita que dicen que soy. Bueno hasta pronto.