Mis Amigos de la Juventud (6)
El líquido rojo que había bebido me estaba transformando y no me daba cuenta de lo que estaba pasando, únicamente quería gozar.
El líquido que había bebido momentos antes estaba haciendo unos efectos tremendos en mi cuerpo, me sentía más cachondo, más hambriento de sexo, quería que hicieran conmigo cualquier cosa con tal de poder enfriar esta temperatura que me estaba derritiendo y se localizaba en mis zonas erógenas, y que hacía que mi mente no pensara en otra cosa nada más en tener sexo de las maneras más increíbles.
Así que me dejé, que Victoria siguiera jugueteando con mi ano, lo que pensé al principio que era un solo dedo, era en realidad sis ciatros dedos desu mano derecha, y con su mano izquierda me acariciaba y me apretaba delicadamente mis testículos. Estó hacía que mi verga permaneciera con una erección y rigidez que nunca la había sentido, mientras Verónica continuaba haciendo esfuerzos para meterse ese pedazo de carne duro y surcado por tremendas venas como ramas de un poderoso árbol, pero el que persevera alcanza, por fin pudo meterse la cabeza hinchada, en su boca y de imediato empezó a juguetear con us lengua.
Victoria, sejó de hacer lo que estaba haciendo, debido a que empecé con nuevos espasmos como presagio de tremend eyaculada. Verónica, a regañadientes dejó de chuparme la cabeza y retiró su boca de ese objetivo que la había hecho batallar tanto. De pie, ambas empiezan a colocar el arnes a Victoria, al ver lo que sucedía en lugar de sentir rechazo le digo a Victoria: - Mi amor ahora voy a ser tuyo completamente, dame eso que tanto haz deseado y que yo unca te lo he permitido, toma mi culo, es tuyo. Después un unos segundo me dí cuenta lo qe estaba diciendo, estaba piiendole a Victoria que fuera la que me hicera que debutara en esa gran cofradía de los que tienen relaciones anales, yo, que me había negado si quiera a oírlo, haora estaba pidiendo y casi suplicando que me diera por el culo. Este pensamiento me pasó por un instanto y así como llegó se fue, y de mi boca salían palabras que jamás imaginé que saldrían: - Victoria, mi amor no te tardes mucho, mira que estoy muy cachondo y con el culo muy caliente y quiero que me lo enfríes, como tu siempre has querido, mira, y señalandole mi culito con el dedo y contrayendolo y apretandolo, es todo tuyo, te está esperando con ansias.
Mientras Victoria, con ayuda de Verónica, se terminaba de colocar el arnes con un verga de plástico de color de su piel, me empece a meter mi dedos en mi culito como preparandolo para recibir ese pedazo de plastico suave y blando, como si fuera un verdadero pene pero de tremendad dimensiones, pues tendría unos 23 cm. de largo y tan grueso, que cuando me lo puso delante de mi boca no lo pude introducir. En lugar de tener miedo o rechazó, al verlo de ese tamaño y tan real me empecé a imaginar y desear tenerlo todo dentro de mi culito, esto hizo que casí eyaculara.
Entonces nos pusimos en una posición extraña, pues Verónica se acosto de espaldas a la cama, de tal forma que su cabeza quedó, colgando, a nivel de la orilla, yo me puse de pie quedando junto a la horilla de la cama y colocando mis brazos a los lados del cuerpo de Verónica y mi cara en su abdomen, mientras Victoria estaba detras de mí jugueteando y chupandome mi culito, y este en respuesta se relajaba y se contraía como guiñendole un ojo. Aplica, Victoria, además de la saliva abundante lubricante, por fuera y por dentro de mi ano, con sus pequeños dedos, que lograba introducirlos en mi recto y de vez en cuando masajearme la prostata. Esto me estba poniendo demasiado caliente, sentía que si me hacía algo hiba a explortar de deseo. Mientras tanto, Verónica me mamaba mi verga y cuando sentía que iba a expulsar mis jugos amorososo, me apretaba la base de mi verga y mis testículos impidiendo que esto sucediera.
Con todos esos escarseos, me fuí calentando más, estaba como un volcan en erupción, así que le dije a Victoria con voz jadeantes: - mi vida, ya hasme tuya, por favor metemela toda, quiero sentirla toda adentro, no me importa si me duele, pero calma esos deseos tan intensos que tengo, apagame el fuego de mi culito. Ella al escuchar eso me coloca, la gran cabeza de plástico de esa verga que parecía real, y empezó a empujarla hacia adelante, pero mi culo aun regateaba y no cedía al paso de tamaño animal, pero despus de unos cuantos intentos, mi culitó cedió y dejó penetrar parte de la cabeza, el dolor que me causó fue mínimo, pero la calentura que me elevó fue maximo, así que de empuje mi cadera hacia atras y dejé pasar toda la cabeza en el siguiente esfinter, con un poco de dolor, pero eso no me hizo que me quitara, sino que ahora con mas enjundia empuje mi cadera hacia atras en forma más violenta hasta que sentí que entró la cabeza y todo el tallo, hasta las correas de cuero del arnes. Entonces setí unos deseos intensos como de evacuar, pues mi recto no estaba acostumbrado a tener semejante pieza en su interior, por lo que nos quedamos quietos mientras mi recto se acostumbara a estar ocupado por tremenda verga de plástico. Al sentirme más comodo empecé a mover la cadera de adelante hacia atras, sintiendo como transitaba por mi hoyito esa verga, al principió no sentí nada, tal vez un poco de dolor, pero después empece a sentir que la sangre se agolpaba en mi culo y que unas sensaciones de gozo recorrían toda mi medula hasta mi cerebro donde hacía una explosión de placer, que nunca había imaginado sentir. Esto hizo que mis movimientos fueran más violentos y rápidos, haciendo que todo ese tubo de plástico recorriera todos mi recto y produjera un roce, deliciosos, en mi rodete anal y que me masajeara mi prostata en forma completa. Éste masaje producía en todo mi cuerpo un cosquilleo que iba subiendo de intensidad, hasta ue llegara a mi cerebro donde la explosión de placer era intensa, y en forma inconciente empecé a jadear y gritar de gozo.
No existía nada para mi en ese momento, parecía que únicamente mi cuerpo estaba formado por mi culo y mi cerebro y que cada impulso que llegaba a él producía un aumento de presión, como si fuera un volcan a punto de hacer erupción. Sentía una necesidad de terminar, pero a la vez sentía desos que eso continuara hasta el infinito, así estuvimos: Victoria cogiendome y yo dejándome coger, pero como nada es infinito y esto debía de llegar a su fin porque si no me hubiera vuelto loco de placer, empece a tener el mejor de mis orgásmos que había tenido en mi vida, y fue hasta entonces que me di cueta que Verónica me estaba mamando mi verga, de una manera tremenda succionaba quiriendo que saliera hasta la útlima gota de mi leche. No tardamos mucho, tuve un orgásmo tremendo, pero para mi fue doble, pues con cada eyaculada sentía un placer tremendo, que era potencializado con cada metida de verga que me estaban dando, así que simplemente tuve un orgásmo por delante y por detras. Esa descarga repentina de la tensiónsexual acumulada hizo que me desmadejara, que si no se quita Verónica, hubiera muerto como Drácula, pero en lugar de clavarsele una estaca en el torax, hubiera sido una estaca clavada en la boca, ella feliz debido a que había tragado más leche que si se lo hubiera mamado a tres hombres, en una sola presentación. Caí de rodillas y con mi pecho apoyado en la cama, y con este movimiento se salió el objeto que había hecho que llegara a ese climáx de placer, del ano.
No se cuanto tiempo permanecí en esa posición, pero cuando me di cuenta de la realidad, todavía sentía un sensación de gozo residual, sentía palpitar mi culo y con deseos de continuar teniendo ese aparato de tortura, que había pensado que eso era antes de sentir lo que había sentido. Ahora sabía que eran un monumento al gozo, al placer a la lujuria. Me ayudaron a recostarme en la cama, pues entía las piernas debiles y pesadas, imposibles de moverlas. Cuando ya estuve en la cama, Verónica y Victoria empesaron a cariciarme y besarme de los pies a la cabeza. Victoria se entretuvo en mi verga, la que aun seguía con tremenda erección y la empezó a mamar dulcemente, y darme unas succionada queriendo obtener ya los resto de mi leche que aun quedaan disponibles. Con cada chupada renacía en mi el placer, el gozo, pero no nada más de mi verga sino tambien de mi culo, que en forma ritmica se abría y se cerraba y esto causaba un doble placer, el de adelante y el de atras.
Me dice Verónica, ahora te ganaste darme una buena cogida, apenas tuve fuerzas para contestarle: - Pues lo tendr que hacerlo tu sola, yo me siento muy debil y cansado. No le dije dos veces y Verónica ya estaba montada en mi verga, que debió de haber crecido algunos centímetros pues cuando empezó a deslizarse en su culo ella aulló de dolor, pero después se transformó en gritos de placer, ella subía y baja su cadera deslizando mi verga por su culo, como si fuera un pistón, dando un placer intenso y por su cara a ella también. Estuvo bastante tiempo montada en mi verga, pues a pesar de estar tan calientes los dos no podía hacerme eyacular, pero creo que no le importaba por la cara que tenía de gozo extremo. Cuando llegué al climax fue una cosa portentosa, sentí que la leche salía con cada palpitación de mi corazón, pero en cantidades abundantes y Verónica chillaba y gritaba de placer, hasta que terminó esto.
Cuando Verónica se descabalgó, dejo ver un ano abierto, enrojecido, y escurriendo mi leche. Se aproximó Victoria y empezó a lamerlo y sorbrlo directamente del ano de Verónica, mientras me masturbaba suavemente. Esto fue lo último que recuerdo, pues el cansanció me hizo entrar en un sueño profundo, casi hipnótico, nada más sentía como con toallas humedas me limpiabas y se limpiaban ellas y como se acostaron una a cada lado mio. Los tres desnudo y nada más dos con los culos destrozados, pero muy contentos, Victoria permanecia virgen.
Por la mañana me despiertan ruidos de loza, y eran mis dos amantes que le llevaban de desayunar a la cama a su macho. Una mientras me acariciaba la otra me daba de comer en mi boca, parecía dos gatas ronronenado en las piernas de su dueño. Nos levantamos y los tres nos metimos a la ducha, ellas se encargaron de asearme completamente. Al salir ella me cubrieron con una bata de seda y me masajearon con una crema relajante, pero todavía quedaban restod de la bebida, pues mi verga nuevamente se puso al punto, bien erecta y dura. Ellas me dijeron: -Papacito te vamos ayudar a que te relajes de nuevo. Y todavía no habían terminado de decir eso cuando ambas se lanzaron sobre mi verga y me la empezaron a mamar, cuando una mamaba mi cabeza, la otra tomaba el tronco y lo masajeaba, y cuando la otra masajeaba el trnco y la cabeza la otra me acariciaba los testiculos, así estuvieron hasta que me hiceron venirme nuevamente, pero ahora la eyaculación apenas fueron unas gotas. Entonces me dijeron ya estas limpio de esa bebida roja que te hizo ser un garañóm, ahora a descansar cuando menos una semana para que te recuperes. Diciendo esto se levantaron y se fueron a otra recamara, y yo volví a sentir ese sueño profundo, que rapidamente hizo que cerrara mis ojos.
Cuando desperte, me encontre solo en la casa. ;e vestí y salí como había llegado, bueno no como había llegado ahora ya no era virgen del culo y ahora sabía lo que se sentía que se lo encularan. Y para nada me desagrado lo que me paso. Me fuí caminando a mi casa silbando y con una sonrisa de oreja a oreja y feliz.