Mis Amas
Mi mayor fantasía se ha cumplido, solo que no como yo lo esperaba. 1--?
La habitación está fría, lo cual se agradece porque afuera de aquellas paredes la canícula es horrible, el calor es tal que el pavimento quema y es imposible poner un pie en la calle sin empaparse de sudor. Pero el cuarto es fresco, tan agradable que el par de mujeres sobre la cama duermen plácidamente mientras permanecen desnudas envueltas en una delgada sábana, mientras él descansa entre ellas como es costumbre desde que aquel tiempo de confinamiento a iniciado y en cuanto despierta permanece con los ojos cerrados y agradece el sueño en el que está viviendo.
La mujer a su derecha es castaña, con el cabello liso y largo, labios gruesos y un par de senos grandes, ella es quien esta casi sobre él, apoyada en su pecho, mientras una de sus manos abraza su maravillosa teta derecha. La mujer a su izquierda en cambio es pelirroja (teñida, pero pelirroja), con el cabello corto y ligeramente rizado, con un culo para besar el suelo y las piernas más largas que jamás había visto, ella estaba hecha un ovilo mirando hacia la pared pero aquello no impedía que su otr mano estuviera sobre sus nalgas. Ambas mujeres están en su cama, desnudas y enredadas en él. Y lo mismo había sucedido desde hacía más de un par de semanas que había iniciado aquella cuarentena. Aunque para ser sincero su fantasía no lo ponía a él como el sumiso.
Cuarenta y cinco minutos, entra Alejandra (la castaña) a la cocina, con un short minúsculo de algún material muy similar a la seda y una blusa de tirantes de encaje que hace poco para retener sus enormes senos y se acerca hasta él, quien cocina desnudo con solo aquel grueso collar de cuero negro que rodea su cuello.
--Buenos días, perrito Lo saludo acercándose para besar sus labios mientras pasa una de sus delicadas manos por su trasero.
Pero mientras aquella mujer juega con sus labios mordiéndolos de una manera casi cruel, un nuevo par de manos comienza a tocar su cuerpo y sin prepararlo realmente introduce en su culo lo que supone es el plug con cola de perro, pues es el más grande que tiene y se siente incómodamente abierto pero no se mueve de su posición, y permite que las mujeres jueguen con su cuerpo.
--Buen, sumiso.
Saluda ella, mientras lo aparta de la primera para ser ella quien lo besé esta vez.
Un minuto después las mujeres se sientan a la mesa y permiten que les sirva el almuerzo. Son casi las diez de la mañana por lo cual ya ha puesto la primera carga de ropa en la lavadora, y ha limpiado el desorden que dejaron en la sala la noche anterior antes de pasar a la cama pero no ha comido pues debe esperar que sean sus señoras las primeras que lo hagan.
Les sirve a ambas, y cuando sabe que ha terminado se pone de rodillas frente a ellas con las manos a la espalda y la cabeza gacha a la espera de la siguiente orden, y con la verga ya dura por la estimulación del juguete dentro de él.
Ambas mujeres desayunan en una amena charla entre risas y cuchicheos. Sus Amas son más amigas que amantes. Realmente su Ama original es Alejandra, quien lo encontró una de esas noches que buscaba algo nuevo para olvidarse de la monotonía de sus vida, ella fue quien lo instruyó como perro y le dio la bienvenida al mundo de la sumisión. Sandra vino después. Amiga desde la secundaria de su Señora y después de un difícil divorció, Alejandra le ofreció entrar al BDSM para liberar estrés e incluso le ofrecio a su fiel perro para que practicara con él. Estaban en ello cuando se declaro la cuarentena y ellos quedaron convenientemente encerrados en el departamento. Sara viste una de sus camisetas blancas que no ha usado pues permanece en continuo estado de desnudez y una de sus tangas negras, que contrastan con su piel bronceada. Y mientras piensa en ello ve que uno de los vasos de jugo esta casi vacío así que se apresura a llenarlo, lo cual lo hace merecedor de un azote en su trasero.
--Cada día eres más eficiente, más sumiso.
Sara, quien aún no encuentre un mote para él, su Ama siempre se refiere a él como perro.
Cuando terminan de comer sirven su porción de comida en uno de los platos que permanecen en el suelo para que él coma "como el perro que es" en palabras de su Señora Alejandra y se alejan cada una a hacer sus respectivas cosas. Tal vez eso es lo que mantiene el juego vivo, piensa mientras a cuatro patas y sin utilizar las manos comienza a comer el huevo con jamón que ha preparado desnudo minutos atrás. Aunque si es sinceró consigo mismo lo más difícil y humillante es beber el agua solo con la lengua.
Ninguna de las dos permanece con el más tiempo del que creen necesario, ni lo hostigan ni lo presionan. Los tres cumplen con sus trabajos cada uno en habitaciones separadas de la casa, se dan el tiempo a solas que necesita y son adultos funcionales que respetan al resto. Es perfecto. Ha vivido poco más de dos semanas en su mayor fantasía sexual. Hasta su trabajo es mucho más interesante. Como aquella vez que lo sentaron desnudo en la silla de la cocina sobre un enorme dildo que vibraba con el control que ellas manejaban, mientes ellas veian aquel video porno y se masturban frente a él.
Cabe destacar que el trabajo era una video llamada con uno de sus subordinados que si no hubiera sido por la amenaza de el uso de veinticuatro horas seguidos con el cc hubiera mandado a la mierda la llamada y las hubiera follado ahí mismo. Pero ellas no lo permitieron, ellas pusieron a prueba su autocontrol de la manera más cruel, dándose placer a ellas mismas con aquellos dildos, jugando con sus senos frente a él mientras se mordian los labios para no gemir mientras veían aquellos vídeos donde los hombres les rompían los culos a aqulles mujeres, y su propio culo sufría aquella constante estimulación y él debía de aparentar que no le importaba una mierda lo que le decía su compañero y evitaba tocarse la verga. Ahora solo le quedaba averiguar que lo esperaba aquel día.
N. A: En esta ocasion en verdad espero sus comentarios. Dependiendo de ellos haré o no una continuación.
Un beso muy humedo