Miriam y su sorpresa
Si me provocas, bancátela.
Hola
Leyendo, me di cuenta, que mis ultimos posteos han sido con chicos o con chicas trans.
Si bien soy bisexual, he tenido parejas mujeres, durante mucho tiempo, a pesar de estar hoy felizmente comprometido con Karina, una chica trans.
Una de las ultimas parejas que recuerdo, es Miriam. La conoci en un boliche de Bs. As, bah, en realidad ella me conoció a mí.
Era rubia, de ojos claros, y estaba vestida con una remera y una minifalda, ambas rojas, y con su pelo largo y enrulado, resaltaban más. No era una nena, pero tenia un cuerpo del demonio. Tetas chicas, y un culo para usar de banquito.
Mi amigo se acerco a hablarle, y ella lo dejo de lado, diciéndole que le gustaba el grandote, es decir yo. Me acerque, con casi todo ganado. Hablamos algo, le pedi el telefono. Al rato me fui del boliche con mis amigos.
A los pocos dias la llame. Quedamos en vernos, salimos, fuimos a tomar algo, de ahí a mi casa, y asi empezamos la relacion. Habrá durado unos 9 o 10 meses.
Una noche, llevábamos saliendo unas 2 semanas, la pase a buscar, con la intencion de ir a tomar algo. Apareció con una blusita, sin corpiño, y con breteles, y un pantalón superajustado, como de fibra. ¿No tenía bombacha? No se notaba nada.
Fuimos a un pub, tomamos algo, en el auto de regreso me estuvo manoteando, nada diferente a lo que pasaba siempre.
Entramos en casa, me puse comodo. Ella se saco la blusita, y se quedó con el pantalón y los taquitos altos que traía. Me llevo a la cama, y me sentó. Se paro delante mío, giro, y comenzó a bajarse el pantalón, con una suavidad y lentitud digna de un strip tease.
Apenas el pantalón bajo, descubrí su ropa interior, era un hilo dental negro, que culminaba en un hermoso moño, a la altura del nacimiento de sus nalgas. Me quede duro, todo, sobre todo mi pija.
Meti ambos dedos índices a los costados, y baje ese pequeño trozo de tela, que cubría uno de los mejores culos que probe en mi vida, contando hombres, mujeres, trans, todos…
Abri sus nalgas, y meti mi lengua a fondo. Mir se apoyó contra la pared, porque de golpe le subió un calor que casi la ahoga.
Su anillo era rosado, claro. En su cuerpo no habia casi vellos, por ende, su culo era lampiño. Lengüetee, meti mi dedo, chupe, meti un par de dedos en su concha, que estaba mojada.
Salio de la habitación, se termino de quitar la ropa y volvió y se abalanzo sobre mí. con una mano me pajeaba y tambien me besaba. Cuando mi pija, estuvo a tope, bajo, me la mamo un par de veces, y se sentó encima.
Mi pija se abrió paso en su concha mojada, húmeda, sentía sus jugos como caían sobre mis huevos. Ella gemía, gozaba, gritaba. Apoyaba sus manos en mi pecho.
Yo la agarraba de la cintura, haciendo mas profundo la penetración. Cada vez iba mas a fondo, su cadera golpeaba mis huevos.
La tome por la espalda, la tire sobre mí, y mientras la besaba con pasión, saque mi pija de su concha. Era un fierro caliente, duro, la cabeza me dolía de lo roja que estaba, sentía mis huevos llenos de semen, y muy suavemente la fui metiendo en su culo.
Mir se enderezo, y me dijo. -no!!el culo no...!
La tranquilicé, -amor, no te va a doler.
Una vez que meti la cabeza, ella se acomodó, y pude terminar de meter toda mi verga. Ahora sí, la volvi a tomar por la cintura, y la penetración fue durísima, hasta el fondo. Gritaba como un animal, le dolía, me decía que la estaba lastimando.
-la culpa es tuya, ese hilo me partió la cabeza.
Fue un largo rato dentro de su ano. Cuando sentía que estaba por acabar, me detenía, y volvía a empezar. Ella ya estaba transpirada, sus gotas caían sobre mi cara, mezcladas con sus lágrimas.
Cuando estaba por acabar, la saque, y la tiré a un costado, queria terminar haciéndome una paja, conocía la debilidad de mi chica por mi leche, y me quise aprovechar.
Se puso a mi lado, acariciándome, mientras yo me masturbaba, una, dos, tres veces, y acabe.
Mi leche cayo sobre mi panza, parte de mis piernas, en el ombligo. Y una vez vaciado todo el cargador, ella empezó a lengüetear mi cuerpo, desde mis tetillas, bajando hasta el ombligo, donde metio su lengua para recoger hasta la ultima gota de leche caliente.
Luego llego a mi verga, que tenia hilos de semen, y los limpio con maestría. Bajo a mis huevos, los cuales aspiro, para dejarlos casi secos. Y al llegar a mis muslos, la leche mezclada con los pelos, no se podía chupar. Así que paso su índice por mis piernas, para recoger el fruto de mi pija, y llevárselo a la boca.
Estaba extasiado. Asi fue la primera vez que le hice el culo a Miriam. Y no sería la última.