Mirándome aquel tipo se pajeó

Habíamos idomi hermana y yo a la playa, pretendíamos relajarno y tostarnos un poquito, todo fue genial hasta que vi a aquel tipo...

Parece mentira el morbo que puede suponer el fantasear con escribir aquí, jeje, al menos para mi es una pasada lo cachonda que llega a ponerme el pensar que mientras me leéis os estáis haciendo un "trabajillo" manual a vuestras pollas. Os escribo también excitada, por ello me han entrado ganas de contaros una pequeña historia con la cual espero no os aburráis, en todo caso perdón de antemano pues soy nueva en esto. Esto sucedió hace unos años, antes de nada deciros que vivo en la provincia de Barcelona y un día quedé para ir a la playa, en Sitges, con mi hermana. He de deciros que somos cinco hermanos, si bien con la que más relación tengo y con quien más unida me siento es con mi hermana pequeña, las dos somos lo más parecido a dos amigas que unas hermanas pueden ser. Antes de seguir quiero que sepáis que, modestia aparte, las dos estamos de muy buen ver. El caso es que era el típico día que no invitaba mucho a ir a la playa, pero ya puestas a estar allí que más da, no? El caso es que pusimos las toallas y nos tumbamos, preferimos no bañarnos pues como digo el ´día no era especialmente caluroso, por ello tan solo nos pusimos una ligera capa de crema, por si acaso, aunque dudo que los "cuatro" rayitos de sol que había nos perjudicaran. Después de un frugal almuerzo, estábamos tumbadas y para no variar mi hermana se quedo dormida, ella estaba boca a bajo. yo a su lado estaba sentada, fumando un cigarrillo, sin más distracción que mirar los alrededores, faena en la que tan solo divisé a un matrimonio madurito que estaba en la otra punta de la cala. En esas estaba cuando vi que paseaba por la orilla un hombre, iba en camino hacia la zona donde hay escaleras para salir de la playa, el caso es que sin esperármelo aquel fulano viró la marcha en dirección a nosotras, mientras se acercaba vi que tenía más bien mala pinta, muy desarreglado, el típico tío con el que estarías intranquila en una calle solitaria. No obstante con mis gafas de sol seguí inmutable, rogando para mis adentros el que pasara de largo, pero como suele suceder en estas ocasiones, aquel tío no paso de largo, se paro frente a mi, que seguía sentada y allí de pie a escaso metro de distancia me pidió un cigarrillo. Su voz me parecía la de alguien que esta flipado o que ha tomado algo de más. No me atreví a decirle que no, estire el brazo y le alcance un cigarrillo, él lo cogió y se lo puso en la oreja, evidenciando que no quería fumárselo en ese momento. El dio me miraba directamente, tanto a mi como a mi hermana o mejor dicho a su culo, pues seguía dormida. he de decir que en ese momento yo tenía puesta la parte de arriba del bikini, si bien con los tirantes bajado, quedando a la vista prácticamente todas mis tetas. El tío al minuto de haber cogido el cigarro, sin que hubiera hecho más que mirar, sin hablar nada, abrió la boca para decirme directamente y sin rubor alguno "QUIERO QUE ME HAGAS UN PAJOTE, TE HACE?". Esto que os cuento es cierto, me quede helada, sin atrever ni a moverme, no me salió más que decirle "NO", quede en la misma postura, inmóvil, temerosa y muy alucinada. La verdad sentí mucho miedo. Pasado un momento, el tío no dijo más, se bajo el bañador y con su mano derecha agarro su polla que estaba en media erección, así mismo y sin perder un segundo empezó a estrujarla, a bombearla, allí mismo de pie y como digo a escaso metro de mi, dándole la espalda a aquel matrimonio que no obstante estaba muy lejos para enterarse de nada. El tío lo hacía violentamente, muy fuerte, como yo nunca he visto hacerlo. Os pareceré una cobarde pero no me atreví a moverme, estaba helada, él no paraba de mirar, concretamente a mis tetas y de ahí cambiaba la mirada al culo de mi hermana. Para mi fue una eternidad pero dudo tardara unos dos minutos, cuando empezó a eyacular y a gemir, el dio hizo el gesto de querer que cayera sobre mi por como empujaba la polla con su mano, consiguiendo que cayera una gota en el empeine de mi pie izquierdo y un gotón sobre la pierna de mi hermana. Tras esto el tío se fue sin decir nada. Yo note que estaba totalmente sonrojada y con los ojos llorosos, cuando a los pocos segundos me atreví a girar la cabeza vi que el tipo se marchaba y estaba ya lejos, aunque se iba andando tranquilamente, sin correr ni asustado, rápido cogí mi bolso y saque un clínex con el que me limpie el pie y con mucho cuidado la pierna de mi hermana. Os parecerá una tontería y una aventura ridícula, pero para mi fue muy fuerte, el caso es que suelo recordarlo y sinceramente no puedo evitar tocarme y tener un orgasmo fortísimo. Nunca le conté nada a ella. Espero vuestros comentarios, de todo tipo. Finalmente, quiero que sepáis que en cuanto acabe de escribir esto pienso masturbarme y doy por hecho que imagináis como me encuentro ahora mismo, excitadísima. Besos en todas las poll..., que me estén leyendo.