Mirando al Guadiana (2)

Carla sigue con su alocada.

Aquí os dejo el enlace de la primera parte

Mirando al Guadiana

http://www.todorelatos.com/relato/55550/

CAPITULO II

Al día siguiente de lo acontecido la tarde antes, Carla se duchó como hacía todas las mañanas, para quitarse el sudor que le asolaba todas las noches debido a sus sueños eróticos, pero esta mañana era diferente, puesto que recordaba lo que había gozado la tarde anterior frente a su PC. Pensado en esto, se volvía a mojar y no le quedó más remedio que masturbarse como era su costumbre. Se empezó acariciando sus bonitos pechos, para ir poco a poco deslizando su mano derecha hacia su clítoris, jugando con él y luego metiendo un dedo dentro de su concha, cuando estaba a punto de correrse se metió tres dedos para incrementar el orgasmo. Cuando lo alcanzó se sentó en la ducha mientras el agua caía por su cabello hasta llevarse los últimos residuos de su masturbación mañanera.

Cuando se dispuso a ponerse el tanga, en forma de corazón que se había comprado días antes para ir de cacería, recordó lo que dijo lo que le había dicho Guadianax, que no se llevase tanga para dar clase, que vería lo que gozaba con ello, así que ella al recordarlo se volvió a mojar y se tuvo que masturbar más rápido de lo normal, al final se corrió y se limpió como pudo. Se puso los jeans, se sentía rara, al estar acostumbrada a llevar tanga, se puso un sujetador que la hacía bonitos sus preciosos pechos, una camiseta ajustada y a juego con los jeans y al final un jersey negro de cuello de cisne.

Cerró su casa y cogió el coche para ir al trabajo, mientras conducía sentía algo que no había experimentado nunca, algo que no sabía describir, era algo de placer y molestia. Con esos sentimientos llegó a su despacho. Cuando entró observó que ya estaba su compañera y como cada mañana esta la preguntaba que como había pasado la noche, a lo que Carla respondió que bastante bien y cada una se puso a hacer sus cosas hasta la hora de entrar a clase.

Como de costumbre sus alumnos estaban fuera de la clase, unos hablando y otros tomando café, ella cerró la puerta y los alumno se sentaron. Como era el día de problemas, Carla preguntó que quién quería salir ha realizar los problemas y como siempre nadie levantó la mano, pues como en la universidad tienes tantas clases y practicas no te da tiempo a nada. Entonces Carla se puso de mal humor, como siempre que suceden estas cosas. Mientras esto sucedían estas cosas, algo se estaba cociendo en su interior. El tiempo corría muy despacio los segundos parecían minutos y los minutos horas. Por fin llegaba el final de la clase y ella estaba cada vez mas caliente por el roce de los pliegues de sus labios con el pantalón, que por mente, daba las gracias por llevar la bata porque sino se vería la mancha producida en sus pantalones. Faltaban un par de minutos para terminar la clase y Carla la dio por finalizada, porque estaba ansiosa por llegar a su despacho y masturbarse, ya que su compañera tendría que irse a dar su clase.

Como había pensado, cuando estaba llegando a su despacho su compañera salía para dirigirse a dar su clase, entró y cerro la puerta con llave, se quitó la bata y la colgó en el perchero, y se desabrochó los botones del pantalón para acceder mejor a su botoncito, se recostó en el sillón del despacho, se quitó el jersey, y lo puso sobre la mesa, se quitó el sujetador y lo metió en su maletín. Con una mano se masturbaba y con la otra se tocaba las tetas y a su vez los pezones, los cuales querían salir de sus tetas, estaban tan duros como dos grandes garbanzos duros, estaba como en trance hasta que una llamada a la puerta la sacó del trance, se colocó la camiseta, se subió el pantalón y se peinó un poco por encima el pelo y se dispuso a abrir la puerta, cuando apareció en la puerta Ulises Mata, un muchacho tímido, moreno, de mediana estatura, que siempre pasa desapercibido.

Prosigamos, Carla cerró la puerta con llave cuando Uli entró. Ulises venía a preguntarle una duda que tenía sobre los transformadores, cuando observó como Carla tenia excitados los pezones, parecían los cuernos de unos Miuras, siguió observándola y vio como estaban mojados los jeans, entonces sacando un valor dentro, se la jugó, sería suya y ella le seguiría o bien se podría despedir de aprobar esa asignatura en la vida, pero estas oportunidades solo se presenta una vez en la vida y fue a por todas. Con un ímpetu se abalanzó sobre ella y la empujó contra la estantería, ella trataba de resistirse no podía gritar porque Uli la estaba besando en la boca, y pensando que se podía dar por jodido, pero ya que estaba en esa situación y no había marcha atrás, entonces decidió ir mas lejos y si tenía que ir a la cárcel por violación, iría con la cara bien alta. Empezó a tocar su concha a través de los pantalones y notó que no llevaba ropa interior, ya tenía la mano húmeda gracias a los flujos que emanaban de su concha, Uli comprendía lo caliente que estaba Carla, pensaba que pronto iba a doblegarse y a colaborar. En efecto tardó un poco pero al final acabó cediendo.

Ahora Carla estaba entregada, notó como la poya de Uli crecía por momentos, en esos momentos Uli estaba dando las gracias por haberse operado de fimosis hacía un tiempo, desde la operación no se había hecho una paja "por lo que tenia la poya llena de amor y los huevos llenos de niños", por lo que tenía mucha materia prima que ofrecer.

Carla se quitó la camiseta para dejar que actuara en ella Ulises, él la chupaba los pechos ahora sin obstáculo alguno, mientras ella se quitaba los jeans para masturbarse. Al ver que ya se había quitado los pantalones Uli la dijo que se sentase en el sillón, él fue besando desde sus pechos hasta llegar al punto donde goza una mujer sin olvidarse del ombligo donde alabó el vientre plano que poseía. Sabía la teoría de cómo hacer gozar a una mujer pero desconocía la práctica, y ahora podría hacer todo lo aprendido. Besó alrededor de la concha para ir poco a poco hacia el clítoris, el cuál en esos momentos estaba muy grande. Su concha estaba demasiado lubricada, por los acontecimientos y Ulises decidió meterle dos deditos mientras realizaba su chupada. Carla intenta taparse la boca para no gemir en voz alta, ya que ella ha sido muy escandalosa, y se empieza a correr.

Mientras Carla está recuperándose del orgasmo, Uli se baja los pantalones, abre la cartera y se pone un condón y empieza a follarla. Como de esa manera es muy complicada la penetración, la obliga a levantarse y el se sienta en el sillón y la dice que se siente encima de él, ella muy obediente se inserta en el pene de Uli dando un gemido, empieza a subir y a bajar, Uli le coge de los pezones y se los aprieta, mientras ella gira la cara para besarle a lo que él acepta la invitación y se besan. Mientras él la masajea los pechos una mano se baja hacia el su entrepierna y la comienza a acariciar él clítoris, ella al ver que necesitaba una mano en su pecho, comienza a masajearse los pechos, encontrándose con la mona de él. Carla subía y bajaba como una auténtica amazona montando a su pura sangre, hasta que le sobrevino en un gran orgasmo que tuvo que silenciar como pudo.

Como Uli todavía no había terminado, la dio la vuelta, con su pene todavía dentro de la vagina, Carla instintivamente abrazó con sus piernas el cuerpo de Uli, quedando atrapado para que no se fuera. Ahora era Ulises quién tomaba las riendas del placer, embestía duramente el coño de Carla, primero despacio, pero después mas rápido augurando que Carla estaba por terminar y se quería venir con ella.

Dicho y hecho, Ulises estaba viendo que iba a ser un gran orgasmo, puesto que veía que las piernas le estaban flaqueando. No tardaron mucho más tiempo en venirse los dos al mismo tiempo. Los dos se besaron y Uli dejó su pene dentro de ella hasta que ya flácido salió. Carla le quitó el condón de la poya, le echó un nudo y lo tiró, limpió con su boca los restos de semen del pene. Vieron el reloj y se dieron cuenta de que era muy tarde, se vistieron y Ulises dándole un beso se despidió de ella llevándose el sujetador como recuerdos.

CONTINUARÁ . . . . . .

ESPERO COMENTARIOS, TANTO EN MI CORREO, COMO EN LA PÁGINA