Mirando a loli (4 ): un buen bocadillo

Loli y yo continuamos con los encuentros con las otras tres parejas de amigos. Los intercambios se suceden y sigo disfrutando sobre todo viendo como Loli lo hace con los otros machos, pero llega un momento en que yo intervengo gustosa y activamente para que disfrute de su primer bocadillo.

Una de las posturas preferidas por Loli para joder es ponerse ella encima del hombre. Así controla la presión sobre su clítoris y  puede alargar más o menos la llegada del momento de correrse.

Hoy la veo con Ramón. Los dos ya están desnudos. Ella está  sentada a horcajadas sobre él, que la acaricia las tetas. Ella enseguida se tumba encima. Empiezan a morrearse. Ella restriega bien sus tetas contra el pecho de Ramón. ¡Qué gusto me da verla desnuda encima de otro hombre y como éste la disfruta! ¡Cómo me gusta irme imaginando lo que va a pasar!

Pero Loli no pierde el tiempo restregándose solamente las tetas y por eso no se coloca de cualquier manera. Le gusta rozarse con un macho, pero lo que más le gusta rozar es lo que tiene en la entrepierna.  Sabe buscar con su coño la polla de él. Y una vez que se ha colocado empieza a restregar lentamente el chocho a lo largo de la polla. Es un restriegue pausado, tranquilo. Me da mucho gusto ver como mueve todo el culo y la raja en un movimiento hacia dentro y hacia fuera a la vez que hacia arriba y hacia abajo. Y este movimiento va acompañado de un movimiento del pecho con lo que el restriegue es total. ¡Restriega las tetas, restriega el cuerpo y restriega el coño! ¡Qué gusto me da verla tan ansiosa! ¡Qué gusto me da ver como las manos de él la tocan todo el cuerpo y se detienen durante más tiempo en las nalgas y en el culo!

Loli ya está cachondona, ya tiene ganas de polla. En cuanto siente la picha tiesa y dura levanta la parte del coño y veo como su mano agarra la polla y la dirige a la entradita. No se la mete inmediatamente, primero se la pasa unas poquitas veces por la raja pero no muchas pues no tiene ganas de perder tiempo. Se la pasa por la entrada y luego por la porrita. Le gusta mucho andarse y que la anden  con una polla por el clítoris.  Y también le gusta llenar el capullo de la picha  con su baba, para que así la entre más suave.

Se espatarra bien, se coloca la punta del capullo en la entrada de su raja  y empieza a bajar el culo. ¡Qué gusto me da ver como se la mete con todo el cuidado por su chocho! ¡Ya tiene metida la puntita! ¡Ahora le toca metérsela hasta los cojones!

Quita la mano de la picha y veo como solita y toda tiesa se va metiendo poquito a poco (tampoco tarda tanto) por el agujero del coño. ¡Qué gusto me da ver como el tío levanta la pelvis para que la polla entre más y más rápida! ¡Qué gusto me da ver como Loli se espatarra todo lo que puede a la vez que despacito, despacito, va bajando el coño y así  la polla le entra hasta los huevos!

-      Ugh!!! Agh!! ¡Qué  rica esta! ¡mmm!  ¡Qué rica!

-       ¿Te gusta? ¿Te gusta mi rabo?

-       ¡Aaaagh! ¡Siiii!  ¡Está buenísimo!

¡Qué bien se la ha metido y que bien la tiene metida! ¡Cómo le dan los cojones en las nalgas! ¡Cómo disfruto viéndolo!

Ramón empieza a tocarla por el culo. Le anda con la mano, con los dedos, le mete un dedo un poco. Estoy mirando y mirando. En un momento le estira de las nalgas y el orificio del culo se muestra claramente. Acabo de joder con Mari pero mi picha se vuelve a poner tiesa. Mari me dice:

-      ¡Como se te alegra el pajarito viendo a tu Loli! ¡Pero ahora tienes que esperar! ¡A su coñito le está picando bien otro pajarito!

Y como imaginado mis intenciones me dice con una sonrisa llena de picardía.

-      ¡Lo que tiene bien libre es el culito! ¿Te atreves con él? ¡Fíjate que bien colocadita está!

Miro a Mari, la sonrío y le digo:

-      ¡Huy! ¡Ni se me había ocurrido! ¡Qué idea más buena has tenido!

Sin pensarlo más me levanto, cojo un poco de crema lubricante, me acerco a Loli y empiezo a meterla un dedo por el culo. Ella me mira y me sonríe como en señal de aprobación. Creo que se imagina lo que voy a hacer.  El culito se empieza a abrir, a dilatar. Cuando ya está abierto le meto otro dedo y poquito a poco, despacio para no hacerle daño sigo con mi tarea. Cuando  creo que ya está en condiciones me coloco y poco a poco clavo  mi picha en ese agujerito. ¡Era una de mis fantasías! ¡Darla por culo mientras otro la está jodiendo!

¡Coño que sensaciones! Lógicamente ya la he dado por culo en varias ocasiones, no muchas porque dice que le hago daño,  pero esto no se parece en nada. Su culo me aprieta la polla con más plenitud y más intensidad que cuando se la meto por el coño, pero esto no es nuevo. Mi polla rápido nota que hay otra cosa por allí.  Una cosa nueva que roza mi picha. Y esa cosa es la polla de Ramón que está dentro de la raja. Siento su polla perfectamente y que a través de la fina piel que nos separa me roza de una manera totalmente novedosa y muy gustosa.

Mi capullo roza contra el de Ramón y con todo su rabo, Loli me tiene apretada toda la picha de una manera intensa. ¡Qué enorme placer siento en la polla! Y a este placer se suma el de agarrarle las tetas, los pezones, sobarle la tripa y las nalgas y sobre todo sentir como mi Loli tiene otra polla metida en su coño. ¡Qué buena está la tía! ¡Cómo disfruto de ella y con ella!

Y ella parece que no le hace ascos. En ocasiones se contrae de forma que a veces parece que me va a partir la polla; en otras se echa como hacia atrás en un intento de que se las metamos más. ¡Qué bien me lo paso! ¡Cómo se roza mi capullo con el de Ramón dentro del chochito de mi Loli! Y como no hace mucho que me corrí en el coño de Mari, tardo un buen rato en volverme a correr. ¡Qué disfrute mientras tanto! Unas veces me muevo despacio, otras más rápido, unas me agacho más, otras lo hago más erguido. Pruebo de todas las maneras posibles y de todas me da pero que mucho gusto. ¡Qué rico tiene el culito mi Loli! Y con tanto placer al final me corro. ¡Qué gusto me da correrme! Ramón se corre casi al mismo tiempo que yo y al gusto de la polla se une el gusto de la vista. ¡Cómo le sale leche de su culo y de su coño!

Mientras se limpia me mira y sonriendo me dice:

-      ¡Anda, cómo me habéis puesto! ¡Estarás contento!

Le sonrío y le digo:

¡Joder tía, qué bien me lo he pasado!

En casa comentamos lo ocurrido.

Y luego en casa me dice que ella también ha sentido muy buenas sensaciones con las dos pollas dentro. Que va a repetir. ¡Y ya lo creo que repitió! Ha hecho el bocadillo con todas las parejas posibles de hombres. ¡Y varias veces!

¡Ah! Un secreto. A partir de ese día, me doy cuenta que cuando jode tiene el culo brillante, como de haberse echado crema en él. Cada día que vamos a joder sale preparada por si se la quieren meter por el culo, y la verdad es que ya a partir de ese día ya se la meten por el coño y por el culo, bien sea al tiempo o separadamente.  En casa descubro que en su armario de productos de belleza siempre hay crema lubricante y que va disminuyendo poco a poco. ¡Cada vez le gustan más los bocadillos de salchichas! ¡Menos mal que salchichas no faltan!

Jandro.