Mirando a loli (3): desde bien cerca

Esto de intercambiarnos cuatro parejas de amigos es un invento cojonudo. Hoy me lo paso de puta madre viendo desde primerísima fila como le meten un buen rabo en su coño, mientras está bien espatarradita en el borde de una cama.

Loli está terminando de arreglarse. Es sábado y nos vamos a juntar los amigos para pasar una buena noche de sexo. Sale del dormitorio y dice:

-      ¿Te gusta lo que me he puesto? ¿Crees que así le gustaré a los amigos?

La miro y la veo con un vestido negro, cortito, con casi todos los muslos al aire y bastante transparente. Y para lucir las transparencias  debajo sólo lleva un tanga negro pequeñito. ¡Qué buena está! ¡Qué poderío de tetas! ¡Cómo las luce! ¡Cómo se le ven los pezones!  ¡Qué bien se le nota el tanga y lo pequeño es! ¡Qué bien luce las nalgas! ¡Qué culito más bonito tiene!

-      ¡Ummmm! ¡Qué buena estás! ¡Estás cojonuda! ¡Así le gustas a los amigos, a los enemigos y a todo el que te vea! ¡Estás buenísima! ¡Fíjate como se me está poniendo la polla!

-      ¡Anda exagerao!

-      ¡Hoy te la van a meter hasta los cojones!

-      ¡Como a ti te gusta que me la metan! ¡Menudo te lo vas a pasar!

-      ¿Y eso?

-      Pues por lo que vas a ver. Hoy estoy con ganas, y me voy a dejar hacer de todo, de todo.

-      Pero ¿de todo, de todo?

-      Sí, sí, sobre todo me van a hacer… ¡de todo! Seguro que en el coño me hacen ¡de todo! ¡Seguro que me meten una buena tranca hasta los huevos!

Dejamos de hablar de estas cosas porque si sigo la picha me va a reventar. Nos vamos. Ya llegando a casa de los amigos le digo:

-      ¡Me gustaría mucho ver de cerca como te la meten!

-      Por mí no quedará,  ya procuraré que lo veas bien. Y tú pon todo lo que puedas de tu parte.

-      ¡Ah!, ¡y deja que te escurra bien la leche! ¡Me encanta verte el chochito con leche!

-      ¡Huy, no te preocupes! ¡Tú ponte cerca y seguro que lo ves bien!

Como todas las noches que nos juntamos las cuatro parejas, jugamos, nos sobamos, nos desnudamos y nos emparejamos para joder. Yo voy a hacerlo  con Cristina. Loli con Alfredo. Espero a ver hacia dónde va Loli. Me mira y se va hacia un amplio  sofá-cama que está abierto. Se coloca de forma que deja un buen sitio para Cristina y para mí. ¡No se le ha olvidado que quiero ver bien como lo hace!

Loli se sienta. Entreabre la boca. Se relame. Me mira desafiante, con cara de excitada. Sonríe burlonamente. Abre las piernas y muestra su precioso coño. No sé si me lo ofrece a mí o a Alfredo. Posiblemente a los dos. A Alfredo  para que lo disfrute y a mí me lo brinda para que disfrute viendo como otro goza con ella.  Alfredo se le arrima. La mira el coño, pone una mano sobre él, le acaricia un poco y empieza a besarla. La besa en los morros, en el cuello y en las tetas.  A Alfredo le vuelven loco las tetas de Loli. ¡Qué bien se las toca por un lado, por otro, por arriba, por abajo! ¡Qué bien le da pellizquitos en los pezones! ¡Cómo se los mordisquea! ¡Cómo ella cierra los ojos y disfruta del sobo que la está dando! ¡Cómo disfruto yo de lo que estoy viendo! ¡Estoy encantado! ¡No sé dónde mirar! ¡Todo me gusta! ¡Alfredo parece que hoza en las tetas:  mordisquea y chupa una,  otra,  por el medio, por los lados, en un pezón,… ¡Cómo saborea este tío las tetas de mi mujer!

-      !Mmmm que ricas tienes las tetas, tía!

-      ¡Pues sigue con ellas, que ahora son todas para ti! Y mientras dice esto me echa una picarona mirada y me hace un guiño. Enseguida se relame, me manda un beso con los morritos y dice:

-      ¡Qué bien me estás chupando y tocando tío! ¡Qué gusto me está dando!

-      ¡Pues ya verás el gusto que te va a dar con lo que te voy a hacer ahora!

Loli me vuelve a mirar, me hace un guiño, se vuelve a relamer y sonríe.

Alfredo se para. Con un suave empujón la indica que se tumbe. Ella le mira el rabo y le dice:

-      ¡Joder tío, que preciosidad de pollón tienes! ¡Se me está haciendo el coño baba! ¡Me parece que me vas a dar un gustazo!

Alfredo no dice nada, se separa un poco de Loli, se coge la picha, la arrima  al coño de Loli, la espatarra bien y… ¡Pa dentro! pienso. ¡Pero no!  Empieza a andar con el capullo por la raja de Loli. Se lo pasa una y otra vez desde la entrada del coño hasta la porrita.  Se lo pasa despacio, hundiéndolo entre los labios del chocho. Durante algunos momentos se lo restriega bien por el clítoris y Loli se queja de gusto.

-      ¿Te gusta lo que te hago? le dice él.

-      ¡Sssi! ¡Tienes un capullo suavecito y duro que está buenísimo!

-      Y tú un coño jugosísimo.

-      Pues sigue otro poquito así, que me está dando mucho gusto.

¡Joder cómo disfruto viéndole! ¡Joder qué restriegues!  ¡Qué gustazo le tiene que estar dando a este mamón! ¡Tengo la polla a reventar! ¡Qué buena está Loli! ¡Cómo se entretiene el cabrón cuando llega a la entrada del coño! ¡Cómo parece que aprieta un poquito más! ¡Qué gusto le tiene que dar a su capullo andar por la entradita, tan babosa, tan suave y tan carnosa!

Alfredo se para y veo como empieza a meterle el capullo en el coño. Pero solo le mete el capullo. Y así está un ratito: sacando y metiendo el capullo lentamente ¡Cómo disfruta mi Loli con esto! ¡Cómo se espatarra cuanto puede¡ ¡Cómo disfrutamos los tres!  ¡A mí me encanta ver como la polla de otro hombre anda jugueteando por la raja de mi mujer! ¡Y lo bueno es que no me tengo que imaginar nada, todo lo estoy viendo desde primerísima fila!

-      ¡Mmmm!  ¡qué gusto que me andes ahí! ¡cómo me estás poniendo, tío!

-      ¡Te gusta que te ande el rabo por ahí¡ ¿eh?

-      ¡Ay tío, me encanta!

¡Cómo brilla el capullo con la baba del coño de mi mujer!  ¡Con qué calma se mueve el tío! ¡Cómo saborea con la punta de la polla la suavidad del coño de Loli! ¡Qué gustazo me está dando sólo de imaginarme el que le tiene que dar a él! ¡Qué rico tiene el chocho mi Loli! ¡Qué babosito está! Loli se espatarra cuanto puede y  se escurre para abajo buscando que la entre más. Estas situaciones las conozco por experiencia propia. ¡Si Loli tiene ganas de que la entre yo tengo más de ver como la entra! ¡Qué espectáculo! ¡Qué disfrute ver el coño de mi Loli con una polla a punto de entrarle hasta los huevos!

–     ¡Métemela ya cabrón! ¡No me lo hagas desear tanto!

–     ¿Ya quieres que te la meta?

–     ¡Hasta los huevo! ¡Y si puedes me los metes también!

–     ¡Vamos a probar!

Alfredo deja de agarrarse la polla y se agarra a los muslos y nalgas de Loli ¡Me lo paso de puta madre viendo como el capullo deja de salir, viendo como se la está metiendo, viendo como los cojones llegan hasta el borde de la raja! ¡Loli tiene metida la polla entera! ¡Por fin!

Y en estos instantes siento una excitación enorme y muy placentera. Siento como mi polla se pone tiesa y dura como hasta entonces no lo había estado. Mi polla está dentro del chocho de Luisi. Ella gime de placer. No sé si alguna vez habrá sentido una polla así de tiesa y así de dura. ¡Me da la sensación  que mi polla va a reventar… de gusto!

¡Qué bien se la ha metido! ¡Qué espatarradita está ella! ¡Cómo la disfruta Alfredo! ¡Con qué calma le mete la picha! ¡Qué despacito casi la saca y que despacito se la vuelve a meter entera! ¡Qué regusto me da en mi polla!

-       ¡Aaaagh! ¡Qué bien aprietas zorrona! ¡Qué bien me tienes cogido el capullo! ¡Me lo vas a tronchar zorrona! ¡Qué bien aprietas!

-      ………

-      ¡Qué bien me le estás apretando por todos sitios, tía!

-      ………

-      ¡Uhf! ¡Eres cojonuda tía! ¡Qué gustito le estás dando a mi rabo!

Loli me mira, se sonríe. Y la picha de Alfredo le entra y le sale una y otra vez. Y mientras la jode  la toca por todos los sitios: le soba los muslos; le agarra las tetas y los pezones; le pone un dedo en la porrita y lo mueve rítmicamente, y  ver todas estas cosas, ver como otro hombre disfruta de mi mujer me da ¡mucho, muchísimo gusto! ¡Cuánto tiempo está jodiéndola! ¡Cómo se lo agradezco!

  • ¡Huuuy! ¡Qué bien lo haces tío!

-  ………..

-  ¡Huuyy! ¡Qué polla más rica!

-  …………

-  ¡Qué capullo tienes tío! ¡Qué gordo! ¡Cómo me da por ahí dentro!

Y como para alargarlo más Alfredo le saca despacito la polla entera. El chocho de Loli se queda abierto, esperando que vuelva a entrar. Y sin agarrársela, como haciendo puntería se la aproxima, y la polla, que se sabe perfectamente el camino, da con la entrada y se vuelve a meter todita hasta los cojones. Y así se lo hace varias veces.

-      ¿Te gusta que te lo haga así?

-      ¡Sí, así, muévete más! ¡Aaayyyh qué rico!

¡Cómo disfruto mirando el coñito de Loli y viendo como la polla de Alfredo, toda brillante y llena de baba, entra y sale una y otra vez! ¡La raja de Loli está preciosa, toda babosita, sonrosadita! ¡Me encanta vérsela tan abierta y tan redondita! Pero Loli se cansa de este juego y agarra a Alfredo por las nalgas y le aprieta contra ella para que no se separe. Él lo entiende y sigue follando pero de un modo más convencional. Poco a poco Loli empieza a dar tripazos con más frecuencia cada vez. Ya sé que no va a tardar mucho en correrse.

¡Con qué gusto se corre la tía! ¡Cómo se retuerce y cómo jadea! ¡Cómo se arquea y levanta el coño para que la dé mejor! ¡Cómo se soba el clítoris! ¡Cómo saca los morritos con la boca entreabierta!

  • ¡Aagh! ¡Qué rico! ¡Máas!

  • ¡Máas, máas!

  • ¡Aaah, aaah!

  • ¡No pares, no pares!

  • ¡Sigue, así,  siii, asiii!

  • ¡Más, aaagh! ¡Qué rico! ¡Aaaah!

¡Qué buenos pollazos le da Alfredo! ¡Con qué ganas la aprieta! El, ya tampoco aguanta mucho.

-      ¡Qué bien jodes, tía! ¡Qué buena estás!

-      ¡Uff! ¡Ayyy! ¡Me corro tía, me corro! ¡Aaaag!

En cada espasmo Alfredo deja la polla bien apretada disfrutando del coño de Loli.  Cuando ha terminado de correrse no la saca enseguida, sino que la deja metida hasta que se le arruga  y se le sale sola ¡Loli tiene un coño tan rico que no se puede desperdiciar nada de él!

-      ¡Joder, tía! ¡Qué bien lo haces! ¡Jodes de puta madre! ¡Qué bien enseñadita estás! ¡Vales un imperio jodiendo! ¡Qué buena jodida!

Loli  me mira un instante y dice:

-       ¡Qué rico ha estado! ¡Qué bien me la has metido cabrón! ¡Qué polla más buena! ¡Hace tiempo que no jodía tan bien! ¡Qué polvazo!

Loli se queda tumbada. Se acaricia el coño con mimo.  Una leche espesa y abundante empieza a salir lentamente y a escurrir por las nalgas. Mirándome y sonriéndome con picardía y complicidad me dice:

-      ¡Huy! ¡Cuánta leche me ha echado este tío! ¡Coge algo por ahí y límpiame esto que me está escurriendo!