Miranda
Los oscuros caminos del deseo estan abiertos para ti... te atreveras a explorarlos?
Estaba lloviendo, las gotas resbalaban por los cristales de la ventana, se unían formando caprichosos dibujos en el cristal, y su mirada vagaba perdida siguiendo el curso de esas gotas hasta que se perdían fuera de su visión, hacia unos momentos acababa de sentir una experiencia única, irrepetible y sorprendente para ella misma, se desconocía en su comportamiento, no imaginaba hasta que punto su interior era desconocido para ella, había estado siempre orgullosa de su manera de ser, de su comportamiento ejemplar, de su decisión frente a todo, era resolutiva, era inteligente y además siempre se había creído dueña de cualquier situación a la que se enfrentara.....y aún así, frente a una voz había perdido toda su voluntad, se había convertido en un juguete, había perdido el dominio de si misma y había reaccionado como nunca había imaginado......
Caminaba por la habitación, aun semidesnuda, aun jadeante su respiración y aun sorprendida, recapitulaba sobre todo lo sucedido; había sido unas semanas atrás, estaba en un salón de chat, viendo desfilar ante sus ojos las frases graciosas e intranscendentales de los habitantes de aquel mundo, no participaba simplemente miraba, leía, y sonreía sin ningún motivo aparente, cuando de repente un botón apareció en su monitor, un nick con letras rojas encendidas la avisaba que alguien quería hablar con ella, no le apetecía, en realidad pensaba que todo aquello era un modo de pasar el rato, y no se sentía con ganas de hablar, ni mucho menos con alguien desconocido para ella....así que hizo caso omiso......seguía mirando la pantallita, cuando el mismo nick que se había mostrado ante su pantallita, escribía el suyo en la pantalla general, preguntándole porque no era capaz de contestar al menos a su saludo....ella titubeó y entonces abrió la nueva ventana, un hola, seco, sin exclamaciones estaba allí escrito en letras negras sobre fondo blanco, ella contestó - no me apetece hablar estos momentos, lo siento - y en ese momento pensó que podría seguir tranquila, pero no fue así, aquel nick insistió, - Que te sucede?, estas triste? cansada? simplemente no tienes ganas de hablar? - ella no sabia que responder, realmente tenia un mal DIA, pero porque narices tenia que comentar sus intimidades con nadie así que decidió cerrar el equipo y ponerse a trabajar, y eso hizo.
Pasaron un par de días y volvió a conectarse, se sentía mas animada, mas alegre, y entro nuevamente en el mismo canal, ipso facto una ventanita con un nick que le sonaba se ilumino en su pantalla, enseguida recordó que era la misma persona que anteriormente había querido hablar con ella, quiso ser educada y le respondió, se trataba de una persona educada, amable, con una gran facilidad de palabra, que mostraba una gran seguridad en si mismo y ante la cual se descubrió hablando sin parar, sobre cosas que no pensaba que podía explicar a un extraño, y lo hacia de manera natural, hablaba de su trabajo, de su vida conyugal, de sus desordenes mentales ante la rutina en que se había convertido todo, y el la escuchaba; le daba su opinión que coincidía en todo con lo que ella sentía, poco a poco aunque mucho mas rápidamente de lo que le parecía pasaron los días, y ella entraba buscándole, para hablar con el, para explicar sus penas y sus alegrías, el seguía siendo educado, amable, encantador, y ella se sentía cómoda, a gusto, escuchada, por fin, era increíble, que hubiera encontrado alguien con quien poder confesarse, pero después de cada conversación ella se daba cuenta, de que el iba sabiendo todo sobre ella, y que en cambio ella no sabia nada sobre el, así que decidió un día armarse de control para empezar a averiguar sobre esa misma persona, de la misma manera que el lo había echo sobre ella.
Al día siguiente, ella estaba preparada para comenzar su interrogatorio, había pensado como hacerlo para que no lo pareciera, y también en prepararse para una negativa por su parte, pero cuando empezó a preguntar su primera respuesta la dejo muy sorprendida, - mi vida es muy diferente a la tuya, yo soy oscuro, perverso, dominante, y conocerme significa entregarse a mi - ella se quedo sin palabras, no entendía a que se refería e insistió, no puedes ser tan malo, a mi me has ayudado escuchándome, -y como sabes que eso no lo he echo para atraerte a mi? Como puedes estar segura de que en realidad yo solo quiero convertirme en esencial, básico para ti? que te hace pensar que no busco en ti otra cosa mas que seas MIA? ; tuya? respondió ella? Pero que dices? Tu eres una persona ejemplar, siempre ha echo lo que debía, nunca se ha salido de las normas, para ti no es concebible un universo en el cual te comportes de otra manera, dejes de ser la madre, la esposa, la hija para convertirte en una propiedad, en alguien que su razón de ser es la de entregarse totalmente a la voluntad de su dueño, que su interés sea el de la felicidad y el placer de el, y que tu misma pases a ser algo secundario, y no obstante, yo podría convertirte en la mujer mas libertina, en la maquina de sexo mas perfecta, en mi juguete preferido, porque además eres inteligente y doblegar tu voluntad seria un reto para mi... Yo podría enseñarte cosas que ni siquiera has imaginado, podría hacer que tu vida diera un cambio brutal, brusco y salvaje, y que disfrutaras con ello de manera irracional, podría hacer........pero para eso......tu tendrías que querer que eso sucediera.... Y de repente desapareció, ella se quedo estupefacta, no podía dar crédito a lo que había leído, seguía mirando la pantallita hipnotizada, pero quien se pensaba que era ese entupido? que pensaba que era ella, una meretriz? Una amargada? una Maruja? y encima se había quedado con la palabra en la boca, ya vería ese al día siguiente....
Pero pasaron dos días sin que él diera señales de vida, de repente era como si se lo hubiera tragado la tierra, y ya no quisiera saber nada de ella, y eso la sumió en una profunda desazón, había conseguido ser escuchada, había conseguido encontrar a una persona con la que podía mostrarse tal y como ella creía que era, y de repente esa persona se había decantado por algo sobrenatural desde su punto de vista, a que se refería? tener un dueño? Un amo? ser un juguete? una maquina de sexo? pero si ella solo tenia sexo con su marido los sábados y eso si no había fútbol, y además no lo necesitaba para nada, ella podía vivir perfectamente sin eso, pero quería tener respuestas, así que se decidió a encontrarlo, y a pesar de su inexperiencia en el Chat, empezó a preguntar como podía hacer para encontrar a una persona, le dijeron la manera de hacerlo y lo encontró enseguida, estaba allí, y estaba en un canal que para ella era una incógnita, #mazmorra, el solo nombre le hacia subir un escalofrió por la espalda, pero seguía sintiendo la necesidad de hablar con el, de saber porque el había dicho lo que había dicho, y preguntó nuevamente, la informaron que en ese canal, las personas que en el estaban eran amos/as sumisos/as y que era un canal sexual con tendencias al sadomasoquismo, eso aun la hizo sentir mas inquietud, mas intranquilidad, que hacia una persona como Él ahí? pero no se atrevía a entrar, así que se fue triste y sin respuestas, paso la noche pensando en que era lo que le sucedía, se había pasado dos días pensando constantemente en Él, durante el día y la noche, no había podido dormir, necesitaba saber que estaba pasando y se preguntaba a si misma que porque se sentía así, así que nuevamente volvió a entrar, esta vez era pasada la medianoche y sin pensárselo buscó a esa persona, y volvió a encontrarla, seguía en el mismo canal es mas, también estaba en otro llamado #sumisas, y decidió entrar, lo hizo y se sorprendió ante la cantidad de gente que había allí, la conversación era animada, llena de giros picaros, y bromas, incluso la gente ponía música y contaba chistes, no entendía nada, y después de unos minutos de observación comprobó que su nick, aquel nick en el que llevaba muchas horas pensando volvía a estar resaltado en su pantalla....
Su mente imparable seguía dándole vueltas a las cosas, recordaba todas las horas pasadas al teléfono, las largas conversaciones que la impedían dormir y descansar y que se repetían en su cerebro constantemente a lo largo del DIA mientras estaba trabajando, recordaba cada detalle, como su Amo la manipulaba, la llevaba al huerto, como Él se iba haciendo su dueño, como ella respondía avanzando en ese mundo nuevo, tan atrayente como desconocido, las historias que escuchaba hacían efecto en toda ella, su sexo se humedecía y palpitaba de deseo, ansiando sentir realmente cada una de esas escenas que Él tan detalladamente le relataba, se imaginaba siendo poseída, acariciada y se imaginaba a si misma sintiendo todos esos placeres prohibidos, tan apartados de lo que su educación y moral aconsejaban y que tanto y tanto placer le proporcionaban....se sorprendía haciendo todo lo que su Amo le solicitaba, haciéndolo de manera presta y veloz.....recordaba como Él le había pedido que llamara a altas horas de la madrugada a un numero de teléfono para masturbarse y correrse para alguien desconocido y que estaba al otro lado de la línea, y recordaba como se había sentido al marcar el número, como su sexo se había convertido en un manantial, como sus pechos se habían endurecido aun antes de sentir el sonido característico de comunicación, y como al sentir la voz masculina y madura al otro lado todo su cuerpo había temblado en una mezcla de miedo, aprensión, dudas, y también de placer......la voz le había preguntado si ella era miranda, ella respondió con un hilo de voz tembloroso y púdico, la siguiente frase de su interlocutor la sintió clavándose en su sentido del oído como una lanza,
- Entonces ya sabes lo que tienes que hacer, ahora eres mi juguete y quiero escuchar el placer que me proporcionas al acariciarte.... , miranda se sentía sorprendida, sabía perfectamente lo que le habían ordenado, lo sabía y la excitaba hacerlo, pero no acababa de creerse que estuviera haciéndolo en aquel mismo momento, la voz la susurraba lentamente al oído, dirigiéndola....
- acaricia tus pezones......siéntelos duros como piedras, disfruta de la sensación de placer que te proporcionan esas caricias......separa tus piernas....y chupa los dedos de tu mano en tu boca, lamiéndolos lentamente, quiero sentir hasta el más pequeño de los sonidos que produces....quiero notar como la saliva y tu boca chupan tus dedos.....acércalos a tu clítoris y acarícialo....; miranda obedecía cada palabra, cada sugerencia...su sexo estaba abierto, su vagina se contraía y sus labios y clítoris estaban hinchados y enrojecidos del deseo que sentía, pequeños gemidos se escapaban de su garganta con caca caricia, manteniendo los ojos entrecerrados y con su mano húmeda de la mezcla de saliva y de sus propios jugos apretándose contra su sexo....el placer la envolvía, la sensación de abandono, de entrega y de obediencia la causaban un placer que imaginaba y su mano se movía más aceleradamente entre los labios de su sexo.... la voz del otro lado seguía dirigiendo el juego, incitándola provocándola, - lo estas haciendo muy bien zorra, ¿te gusta sentir ese deseo? aprieta la palma de tu mano contra tu clítoris y penetra con dos dedos tu vagina, pinza con toda la mano dentro de ti, estira hacia arriba, levanta tu culo, eres mi puta y quiero que te corras para mi..... ; ella seguía obedeciendo, los callados gemidos se convertían en gritos de placer, su cuerpo estaba cubierto de una fina película de sudor, y ella seguía masturbándose para aquel desconocido...y lo disfrutaba, en el momento en que estaba a punto de llegar a sentir su orgasmo la voz apareció de nuevo....
-Retira tus dedos de tu interior ahora.....mantente quieta unos segundos....así.....muy bien.....eres obediente, tu Amo estará satisfecho cuando le cuente esta sesión.. pero ahora....ahora vas a hacer algo diferente.....quiero que te estires sobre tu cama, quiero que te chupes los dedos nuevamente y .......la voz se calló... miranda seguía haciendo lo que le pedían, sorbía sus dedos, sentía el sabor ligeramente salado de su sexo...pero estaba sorprendida del silencio...solo sentía la respiración del propietario de la voz...pero el no hablaba, su mente intentaba averiguar que estaba esperando esa persona de ella, que es lo que realmente tenia que hacer, se sentía mas y mas caliente, estaba bañada en sus propios jugos, que rebosaban de su sexo y se derramaban por sus nalgas y muslos...hasta que nuevamente la voz habló....- miranda....quiero que ahora, en este mismo momento azotes tu sexo con tu mano, quiero sentir los golpes sobre él, sobre tu clítoris, sobre tus labios, sobre tu vagina, hazlo ahora y no olvides que quiero escuchar perfectamente como lo haces....; miranda no se esperaba aquella orden, pero no vaciló, alzó su mano en el aire, entre sus piernas y la dejó ir sobre su sexo en un manotazo, en el mismo momento de hacerlo un gemido increíble se escapó de su garganta, el placer había sido tan grande, que mantuvo pegada la mano uno segundos contra su parte más intima, la voz insistía machacona..... - no pares....no te detengas....ahora quiero que te corras, quiero que disfrutes del placer en este mismo instante......; miranda volvió a levantar su mano, empapada en sus propios jugos.... golpeando nuevamente contra su sexo, una vez y otra, y otra, el placer que sentía no tenia medida, los gritos se escapaban de su garganta resonando en el silencio de la habitación y de la noche, pero ella estaba entregada, no era consciente de nada, solo del placer que sentía mientras su mano seguía azotando su sexo, y todo su cuerpo se arqueaba de placer y de deseo satisfecho en una orgía de sensaciones, una y otra vez sentía su mano azotando su intimidad, una y otra vez ese contacto provocaba una sacudida en su cuerpo, hasta el momento en que un ultimo grito de placer mordiéndose los labios la hizo quedar sobre el lecho agotada, bañada en sudor y casi sin fuerzas.....había perdido la noción del tiempo, no sabía cuanto tiempo llevaba jadeando, gimiendo y disfrutando del orgasmo mas intenso y duradero que había tenido en su vida, escucho el teléfono, pero ya no había ninguna voz, solo un sonido repetitivo y quedo la informaba que estaba sola otra vez.....
miranda se quedó unos minutos mirando el techo de la habitación, la claridad del nuevo DIA la hacia saber que la noche había pasado sin enterarse, nuevamente sin dormir, nuevamente inmersa en algo que no sabía describir pero que la hacía sentir como nunca había sentido en el pasado....cogió su teléfono móvil y empezó a escribir un mensaje para su Amo, "He cumplido tus deseos Señor..."
Ese día había amanecido esplendoroso, un sol inmenso iluminaba un cielo azul limpio de nubes, y toda ella se sentía radiante de felicidad, sabía que iba a encontrarse por primera vez con su Amo, y eso la mantenía en un estado de agitación agradable pero también angustioso, por su mente pasaban todas las conversaciones que habían mantenido en los últimos días, y su corazón palpitaba aceleradamente deseando que pasaran las horas que restaban para ese esperado encuentro. Se había duchado con agua tibia, dejando que resbalara sobre su cuerpo desde la cabeza y por la espalda, mientras sus manos se apoyaban contra la pared de la ducha, sentía recorrer el liquido por su piel, deslizándose acariciante y se abandonaba a las sensaciones que le producía imaginando unas manos invisibles que la recorrían, su sexo había reaccionado de manera inequívoca, la humedad propia se mezclaba con la del agua, y sus pezones le decían muy claramente lo que ella estaba sintiendo de manera casi desesperada.
Unos minutos más tarde salió de la ducha y se cubrió con una toalla el cuerpo, mientras otra se enrollaba en su cabeza envolviendo su larga cabellera rubia....se sentó en un taburete y se entretuvo pintándose las uñas de los pies y de las manos con una laca morada, Él le había pedido que así lo hiciera y un poco más tarde mientras se paseaba por la casa con algodones entre los dedos de sus pies y agitando las manos para que se secara la laca se había quitado la toalla que la cubría para secarse de manera natural. La mañana pasaba lentamente, mientras se secaba el pelo y se lo cepillaba se había estado examinando frente al espejo, sus pechos no demasiado grandes, del tamaño de unos melocotones tenían un tacto suave, los sentía llenos estaba en plena ovulación, y la aureola quedaba perfectamente definida con su color rosado sobre la blancura de su piel, había estado mirando su vientre plano, el monte de Venus perfectamente depilado y se había pasado unos minutos de cuidadosa inspección de su rostro, recreándose en la curva de los labios, y acentuándolos con un ligero tono también morado pálido, había sombreado sus ojos del mismo tono, después de casi una hora y media de cuidadosa y meticulosa observación se sentía complacida de su aspecto, estaba segura que su Amo se sentiría muy contento en el momento que se dignara mirarla.
En ese momento se dio cuenta que sentía algo de apetito, se dirigió a la cocina para tomarse un zumo de naranja, y mientras lo estaba preparando sus manos quedaron salpicadas de pequeñas gotas del zumo recién exprimido, dirigió sus dedos a su boca recreándose con el juego que ella misma se montaba, chupó sus dedos lentamente saboreando las gotitas, entrecerrando los ojos e imaginando nuevamente que en realidad estaba lamiendo los dedos de su Amo, un pequeño sonido la sobresaltó en aquel justo instante, miró hacia su móvil y vio que acababa de recibir un mensaje, lo tomó en su mano y lo abrió iluminándose su rostro con una sonrisa instantáneamente al ver quien lo había enviado, lo leyó en un segundo "¿Estas preparándote querida mía?" , ipso facto sus dedos teclearon de manera rápida la respuesta, "Ya estoy preparada para ti, mi Señor" y pulsó la tecla de envío, sus ojos se quedaron observando como una animación en la pantalla de su móvil la informaban de que el mensaje partía hacia su destinatario y volvió a tomar el vaso de zumo esta vez para tomarlo lenta y tranquilamente mientras dejaba que su mente se relajara olvidándose de todo.
Dejó la cocina para ir al salón, abrió unos paquetes que había comprado el DIA anterior, colocando sobre la mesa todo lo que contenían, multitud de pequeñas velas circulares y con olor a lavanda del mismo color morado que se había pintado en las uñas que colocó estratégicamente por el suelo de la casa, desde la entrada de la misma hasta la habitación, indicando un camino y acto seguido colocó otras mas grandes, cilíndricas y con el mismo olor y tonalidad en la habitación, unas pocas en las mesitas, otra sobre su tocador, y unas más en el suelo, la ventana de la habitación estaba abierta y bajó la persiana corriendo las cortinillas dejando todo en una semipenumbra fresca y muy agradable, volvió de nuevo al salón y recogió unas bolsas llenas de pétalos de flores, en tonos malvas, amarillos y anaranjados, se dirigió nuevamente a la habitación y esparció el contenido sobre el lecho y sobre el suelo de la misma, dejando una pequeña cantidad en el interior de la bolsa y buscando con la mirada donde colocarlas, sin decidirse del todo la cerró y se dirigió nuevamente a la cocina, allí recogió dos jarrones de cristal labrado y los llenó de agua llevándolos al comedor, y acto seguido sonó el timbre de la puerta, ella dio un pequeño grito de aviso "Un momento por favor" y corrió al cuarto de baño para recoger su batín de seda negra con el que se cubrió y fue a la puerta. Al abrirla un joven con unos ramos de flores la sonreía, aquí esta su pedido señora!!, ella recogió las flores y pagó el importe añadiéndole una pequeña propina al joven recadero y cerró la puerta.
Unos lirios blancos hermosísimos, sin mácula con un olor tenue pero agradable llego hasta su cerebro, los colocó en los floreros que había preparado, felicitándose a si misma por como estaba saliendo todo y sobre todo por lo contenta que se sentía preparando todo para su esperado encuentro, finalmente una vez colocados los lirios en los jarrones, los dispuso sobre la mesa del comedor que era larga y estrecha, colocándolos centrados y paralelos a la parte más alargada de la mesa, finalmente estuvo observando el resultado de su afanosa preparación, la casa estaba limpia, ordenada, los libros de las estanterías colocados perfectamente sin que ninguno sobresaliera mas que el resto, el equipo de música estaba a punto, las flores preparadas, las velas en su sitio, los pétalos esparcidos sobre la cama, y decidió regalarse los oídos con algo de música mientras daba los últimos toques a la casa justo antes de decidirse a vestirse, el momento se acercaba y empezaba a sentirse ansiosa de que llegara.
Su dedo apretó el botón de encendido del equipo musical y a continuación se escucho el sonido de un clarinete suave y melódico llenando la casa, se giró y mientras caminaba hacia las ventanas casi flotando, tarareaba la canción de Kenny G que tanto y tanto le gustaba, corrió las cortinas de la cocina, del salón y del comedor, apagó las luces y se dirigió a la habitación mientras se quitaba la bata que la cubría dejando nuevamente su cuerpo libre al descubierto, colgándola en el armario y buscando con aire estudiado lo que iba a ponerse para Él.
En ese mismo momento un mohín frunció su ceño, y casi al instante una sonrisa lo sustituyó, seguro que si Él hubiera leído su pensamiento en ese instante se habría sonreído, el motivo era el conjunto de ropa interior que se había comprado expresamente para lucirlo ese primer DIA, y que no iba a poder lucir puesto que la orden había sido tajante, "Nada de sujetador ni braguitas, quiero tenerte accesible a mis caricias desde el primer instante", así que volviendo a sonreírse lo dejó sobre el estante en que lo había colocado y lamentó por un segundo no poder utilizarlo, rebuscó por los colgadores hasta que encontró lo que buscaba, un largo vestido de seda negro que apretó brevemente contra su pecho, sintiendo como la tela se adaptaba al mismo, disfrutando del contacto fresco de la tela, y de su suavidad, lo levantó y se lo puso dejándolo caer al introducir su cabeza y los brazos por los diminutos tirantes plateados, la ropa se extendió sobre su cuerpo pegándose inmediatamente a él, modelando sus pezones erectos por el placer que le había producido ese instante, dando la forma de sus pechos y vientre y adaptándose perfectamente a sus nalgas, mostrando el nacimiento de sus pechos y también su cuello y espalda, y dejando los brazos totalmente al descubierto, lentamente paseó sus manos por sobre el vestido mientras se giraba frente al espejo del vestidor observándose y acariciándose suavemente, mientras sonreirá complacida al verse atractiva y muy deseable, y notando al mismo tiempo como su sexo nuevamente se humedecía por la excitación, se mantuvo unos instantes de esa manera, para de repente saltar como si tuviera un resorte.
Un nuevo mensaje en su móvil la había sorprendido e interrumpido en su momento mágico y secreto, se dirigió al salón para leerlo impaciente, "5 minutos querida, y estoy contigo", que momento más increíble, cuantas sensaciones se concretaron en un instante en su cerebro, casi estaba lista pero dejo el teléfono sobre el sofá y se fue rápidamente a la habitación, se colocó nuevamente frente al espejo para colocarse una cinta de seda malva en torno al cuello tal y como le había pedido su amo, y a continuación una esclava de plata en su muñeca izquierda, esos eran los únicos adornos que se permitió, ningún anillo, ni collar, ni siquiera el reloj, solo la esclava de plata con su nombre, miranda. Presurosa buscó en la cocina unas cerillas o un mechero, los nervios la estaban venciendo y no encontraba en los cajones, rebuscaba inquieta hasta que de repente apareció un mechero, salió de nuevo hasta el dormitorio y empezó a encender una a una todas las velas, hizo lo propio con el camino que había dibujado hasta la puerta con el resto de velas, y en cuanto acabó fue hasta el baño, faltaba un ultimo detalle, un pequeño soplo de agua de lavanda en su piel, tomó el frasco con el pulverizador y lo apretó dejando un baño de gotitas tras sus orejas, en su cuello, en el escote y en sus brazos.....aún deleitándose con el aroma dejó en su lugar el frasco para volver a la habitación y colocarse los zapatos de bacón de aguja negros y darse una ultima mirada frente al espejo, respiró profundamente, el tiempo pasaba tan deprisa.....estaba llegando al salón y aun se escuchaba los últimos compases de una canción en el equipo de música, cuando al acabar la misma y rompiendo el silencio un sonido familiar la advertía que estaba a punto de empezar un momento mágico, el timbre de la puerta, sonó dos veces, y justo cuando la abrió y su cara se alumbró en una sonrisa de felicidad extrema al ver ante ella aquella figura Masculina, atractiva y viril se iniciaron los compases de su canción preferida, Moments de Kenny G y todo empezaba en aquel instante.....
La música suave y envolvente acariciaba sus oídos, Él la abrazo y la apretó contra su cuerpo enérgicamente, y mientras sus lenguas se enzarzaban en un baile sensual sus manos apretaron las nalgas de miranda, ella estiró sus brazos al cuello de su Amo, y la puerta se cerró tras ellos, en un segundo que se hizo eterno aquel hombre de porte marcial la separó para contemplarla, y la miró de arriba abajo muy lentamente, aparentemente complacido con lo que veía sonrió y por un momento paseó su mirada por aquel espacio tan cuidadosamente decorado, la penumbra invadía todas las estancias, y las velas se agitaban trémulas y nerviosas en una multitud de luces brillantes que llenaban las salas de olor a lavanda, embotando el sentido del olfato casi de la misma manera que la suave música hacia lo propio con el del oído, dio unos pasos y se sentó en un sillón, "miranda, - la dijo - ven, arrodíllate frente a mi, y ella obediente acudió e hizo lo que le solicitaban, "dame tus manos" y Él las tomó apretándolas suavemente entre las suyas y acercándolas a su entrepierna, para que ella sintiera su excitación, "acaríciame ahora, quiero sentir tu boca dándome placer, estoy cansado y necesito de tus servicios, no olvides que eres mi puta, mi gata, mi sirviente, mi reposo y mi sueño" y ella lentamente fue acariciando aquella parte de la anatomía de su Amo, sintiéndola crecer ante el contacto suave de sus manos, muy lentamente ella desabotonó el cierre del pantalón y lo abrió para buscar con su mano aquel miembro erecto que tantas veces en su mente había imaginado y que tanta necesidad la generaba. En sus manos acabó de crecer, la visión del órgano carnoso, hinchado, recorrido por venas hinchadas de sangre y con el glande tan morado como sus propios labios la hipnotizó, sus manos lo acariciaban como si fuera algo frágil, y su cara se acercaba al mismo buscando obtener más sensaciones, el olor de aquella polla, el sabor, y los labios empezaron a adaptarse al capullo, y mientras su lengua empezaba a juguetear con el agujerito, la boca aspiraba y succionaba todo el sexo de su Amo, casi hasta la garganta, y la succión se prolongó combinada de mordisqueas, y lametones por toda ella durante un buen rato.
Mamar aquella polla la estaba excitando muchísimo, notaba como su sexo estaba tan hinchado y tan húmedo que era absolutamente consciente de él, pero no podía dejar de mamar, no podía, ni quería abandonar aquel placer que sabía que estaba proporcionando, y pequeños gemidos se escapaban de su interior con una frecuencia cada vez más alta, de repente las manos de su Amo se colocaron en su cabeza sujetándosela, el se levantó sin salirse de su boca y notó como la polla estaba mucho mas hinchada, dura y caliente que cuando había iniciado la felación, de echo estaba tan gruesa que su boca empezaba a tener problemas para absorberla, Él empezó a gemir como un poseso de placer, mientras movía su culo de atrás adelante en unos movimientos compulsivos y espasmódicos, mantenía sujeta la cabeza de miranda, y estaba follando su boca con fuerza, entrando y saliendo cada vea con mas velocidad, cada vez con más fuerza, cada vez con mas placer, ella se agarraba a sus piernas esperando ansiosa el momento en que su Amo se corriera en su boca, para poder disfrutar del placer de su alimento, ese alimento que llevaba tantos días esperando disfrutar, cuando los gemidos fueron en aumento, los movimientos ya eran muy frenéticos y empezó a notar como su boca se llenaba de un liquido espeso, caliente y tenuemente salada y con un pequeño regustillo a almendras y le encantó notar como salía disparado de la polla directamente a su boca, empezó a tener algún pequeño problema con la cantidad de semen eyaculado y con tragarlo, unas pequeñas gotitas empezaron de rebosar por la comisura de su boca, pero ella no se detuvo, aún tenia la cabeza sujeta por las manos de su Señor y el semen no dejaba de salir de aquella polla que llenaba su boca, pero ella estaba extasiada recibiendo aquel liquido, saboreándolo y sobre todo alimentándose con el, no dejó que se perdiera ni una sola gota, y sólo cuando volvió a sentarse en el sillón se atrevió a pasar un dedo por sus labios para recoger la pequeñísima parte que se había escapado del agradable encierro, pero le sorprendió que Él la tomara y la acercara para besarla, y fue el quien recogió en su boca el ultimo resto de semen para acto seguido besarla apasionadamente mientras compartían aquel alimento los dos.......
"mmmmm, eres una putita experta, sabes dar placer, déjame observarte otra vez" -con esas palabras la hizo levantarse y dar un par de vueltas- "estás muy hermosa en este momento, pero creo que ha llegado el momento de que ese vestido que te cubre desaparezca.
Ella con un ligero movimiento de sus hombros hizo que los tirantes plateados se desplazaran hacia abajo y tan solo dejando caer los brazos el vestido se deslizo suavemente hacia el suelo en un acariciante movimiento que la excitó aun más al exponer sus pechos y pezones a la vista de su amo, y al ser consciente del efecto que esa visión causaba en Él.
"Acércate a la pared, apoya tus brazos en ella, separa tus piernas y frótate contra ella, quiero mirarte mientras tu cuerpo intenta follarse esa pared...."
Eso la sorprendió inicialmente pero obedientemente actuó como la indicaba su dueño, apoyo las manos contra la pared, separó las piernas y empezó a frotar sus pechos y pezones contra la fría pared color melocotón, estaba muy cachonda, su sexo era como un manantial de jugos, cada vez era más consciente de eso, notaba sus muslos totalmente mojados y al contrario de lo que imaginaba estar frotándose contra la pared la ponía aun mas caliente de lo que creía, sus pezones duros se apretaban y movían contra la pared, su vientre buscaba el contacto con la misma, y se podía observar perfectamente el movimiento de su cuerpo, haciendo que su sexo se frotara también contra ella, aunque le era muy difícil con las piernas separadas, seguían escapándose gemidos de su garganta, y estaba tan absorta en ello que no se dio cuenta de que Él se había colocado detrás de ella, hasta que sintió su mano abriéndose camino entre los labios de su coño y como sus dedos se introducían en la vagina haciéndola respingar de placer.......la mano de el era grande, fuerte, nervuda, y sus dedos gruesos, pero habían entrado en ella tan hábilmente que la sorpresa inicial se había convertido en un placer inmenso, su larga cabellera acariciaba su espalda, y ella notaba la caricia cada vez mas dentro, la mano empezó a hacer fuerza hacia arriba, pegada a sus nalgas la levantaba casi haciendo que perdiera el equilibrio pero no podía dejar de moverse, era incapaz de detener el placer que sentía, con sus pezones más y más duros frotándose y apretándose contra la pared, con su sexo penetrado por aquellos dedos que la alzaban con su fuerza separándola del suelo, y un orgasmo empezó a sacudirla y a convertir los gemidos en gritos quedos de placer infinito, sentía todas y cada una de las sensaciones, y las disfrutaba por entero estremeciéndose toda ella, hasta que quedó satisfecha y aun caliente en la misma posición, la mano seguía en su sexo, acariciante y exploradora, y ella no quería que la abandonara en su exploración, aunque a los poco instantes notó como la presión disminuía y finalmente los dedos se retiraban de aquel rincón tan sensitivo.......
No se sorprendió cuando le indico que se diera la vuelta y comprobó que el cuerpo de su Amo estaba igualmente desnudo, contempló deleitada aquel cuerpo, el vello del pecho, la polla enhiesta y bamboleante, los ojos brillantes, la boca entreabierta y sus manos se encontraron, no eran necesarias las palabras, ella le mostró el camino de velas titilantes hacia la habitación y el asintió.
El silencio solo estaba interrumpido por la música sensual del clarinete de Kenny G. y el camino fue recorrido en pocos segundos, ella se colocó cobre la cama mientras Él seguía observándola en todo lo que hacía, comprobó la sonrisa que aparecía en el rostro de su dueño y señor y como este abandonaba la habitación un momento para regresar acto seguido con unas cuerdas y un pequeño maletín en su mano, Él colocó el maletín en un rincón y en silencio, y solo interrumpiendo lo que hacía en algún pequeño instante para seguir acariciándola suavemente anudó sus muñecas y tobillos a las patas de la cama, dejando su cuerpo dibujando una X sobre la cama cubierta de pétalos. En cuanto la tuvo sujeta de esta manera ella volvía a estar absolutamente empapada en su sexo, y mientras el encendía un cigarro y se sentaba a contemplarla los segundos se le hacían eternos, miraba las volutas de humo que se dibujaban en la habitación iluminada solamente por la luz tenue de las velas, y esperaba ansiosa el siguiente movimiento de su Amo. Finalmente el volvió a levantarse para pasear sus manos por los tobillos de miranda, de manera lenta, suave, pero enérgica las sintió recorrerlas en toda su extensión pasando por las rodillas y los muslos, rozando sus ingles y volviendo a bajar por la parte interior de sus piernas excitándola aún mas, y se acercó a su sexo mojado muy despacio, ella sentía el aliento calido de su respiración entrar en contacto con sus labios y vagina, y como la lengua se paseaba expertamente a todo lo largo de aquella hermosa sonrisa que parecía su coño, deteniéndose en el clítoris puntualmente, para mordisquearlo, succionarlo y lamerlo, y volviendo a bajar separando los labios con la lengua y recogiendo la humedad que los bañaba para beberla golosamente, introduciendo la lengua en la entrada de su vagina como si la penetrara, miranda estiraba los brazos y piernas pero no conseguía otra cosa que clavarse may fuertemente las cuerdas que la sujetaban y los jadeos se escapaban de su boca ante el placer que estaba sintiendo y que era provocado por aquella boca y aquellas manos que tantos días había esperado sentir en su cuerpo, sentía como la boca se mostraba más ansiosa, como la lengua se movía más rápidamente y como las caricias bucales eran mas intensas y toda la cara se enterraba entre sus piernas dándole un placer irresistible, nuevamente sentía como el orgasmo nacía de su interior y se extendía por todas sus terminaciones nerviosas, como si fuera un relámpago interno que la recorría hasta llegar al cerebro donde explotaba de manera sobrenatural, todo su cuerpo se arqueó en aquel instante, apoyándose solamente en su cabeza y codos, los pezones parecían dos flechas que querían escaparse hacia el cielo, y el grito de placer fue tan fuerte que ella misma se sorprendió de la intensidad del mismo.
Él seguía lamiéndola, seguía bebiendo de aquel manantial en que se había convertido su coño, y ella seguía moviéndose incansable con tanto placer, el primer orgasmo dio paso a un segundo aún más intenso que el primero y Él seguía lamiendo, chupando y penetrándola con la lengua, casi estaba a punto de tener su tercer orgasmo cuando se interrumpió, noto como la cara se apartaba de su sexo para mirarla y también notó como se estiraba una mano y como esta tomaba alguna cosa aunque ella no podía verla, el se apartó e incorporó para mostrarle lo que había cogido, una fusta, corta, totalmente de piel excepto por un anillo plateado que separaba la parte del mango del resto, la sola visión de la fusta la volvió a invadir de una oleada de excitación, y cuando la vio acercarse a sus pechos, y más aún cuando la sintió en contacto con sus pezones jugueteando con ellos, y acariciándola empezó a pensar que no sería capaz de soportar tanto placer y tanto deseo.....otra vez todo su cuerpo se arqueaba, al compás de las caricias de la fusta que subía por su barbilla hasta sus labios y la obligaba a sacar la lengua para lamerla, que su misma saliva dejaba un rastro en su propia piel al desplazarla por el cuello y entre sus pechos, y como seguía el recorrido por su vientre, y costados hasta que finalmente la sintió apretándose contra su clítoris, y metiéndose entre los labios de su coño, frotándolos rigorosamente acercándose a la vagina y siguiendo el recorrido hasta meterse entre sus nalgas y palpar su ano, inconscientemente ella separó y abrió aun mas sus piernas, apoyándose como pudo en codos y tobillos levantó su culo para sentir mejor el roce de la fusta, y muy excitada la sobrevino un repentino choque de la fusta contra su sexo, abrió los ojos sorprendida primero por lo inesperado, pero también por lo intensísimo de la sensación que se había producido en su cuerpo, PLACERRRRRRRRRRRRRRR, nuevamente otro golpe esta vez sobre su clítoris, y un tercero a la entrada de su vagina la hicieron gritar, ¿era ella la que estaba gritando? ¿Era ella quien sentía los orgasmos produciéndose de manera continua solo con esas acciones? Si, lo era, no podía evitarlo y mientras la fusta seguía golpeando su sexo cada uno de esos contactos la hacía correrse de gusto, una y otra vez, notaba incluso como salpicaba su propia humedad los muslos, y como la sabana que estaba bajo ella estaba totalmente empapada, mientras la fusta seguía su ritual de caricias y azotes, los minutos se hacían eternos, entre movimiento y movimiento de la fusta tomaba aire con la boca totalmente abierta y un nuevo grito la liberaba de la tensión con los orgasmos que la sacudían, inexplicablemente cuando estaba expectante esperando recibir un nuevo toque de la fusta, lo que notó fue la mano de su dueño, apretándose contra su coño, durante unos instantes, para después sentirla frotando sus pezones y mojándolos en su propia humedad, estaba tan cachonda que no podía ni abrir los ojos, solo recibía el placer que sentía y era incapaz de nada mas, un nuevo golpe de la fusta la hizo volver a estremecerse y cuando pensaba que si tenía otro orgasmo más se desmayaría algo muy caliente cayo sobre sus pezones....la sensación inesperada y totalmente diferente volvió a sorprenderla agradablemente, abrió sus ojos para ver como su Amo estaba derramando pequeñas gotitas de cera fundida de una vela sobre sus pezones.....y Diosssss, no se podría describir con palabras las sensaciones que eso la produjo, todos sus miembros estaban en tensión por las cuerdas que la impedían moverse, todo su cuerpo se agitaba y el orgasmo más intenso que jamás había sentido se adueño de su cuerpo, lo disfrutó y lo sintió tan dentro de su cerebro que se quedo prácticamente sin fuerzas, tanto es así que su cuerpo se relajó totalmente mientras notaba que Él volvía a sentarse para encender un nuevo cigarro.
Pasaron los minutos y ella respiraba todavía aceleradamente, cuando notó que las ligaduras que la impedían moverse eran retiradas de sus muñecas y sus tobillos.....notó como algo muy ligero caía sobre su cuerpo y la acariciaba sin reconocer que era, y como unas manos masajeaban sus muñecas y tobillos.....unos labios que se pegaban a los suyos, y una voz que la hablaba relajante y tranquilizadora, pero que casi no podía reconocer, sus fuerzas la habían abandonado y sus ojos se cerraban pesadamente en busca del sueño, el sueño que le había estado prohibido durante largas noches de conversaciones, durante largos días de trabajo y que ahora le era devuelto como un regalo....se durmió sin darse cuenta.
Estaba contenta, feliz y radiante, llevaba unos días en que se sentía totalmente satisfecha, había descansado, había podido estar con su amo, había sentido en su cuerpo las sensaciones que la habían transportado al limbo del placer y hoy por la noche volvían a encontrarse, iban a ir a cenar, y después de la cena le había prometido una agradable sorpresa, no habían mas detalles, el misterio que siempre envolvía todas sus palabras y mensajes, pero que llevaban intrínsecas promesas de placer infinitas, así que se había dedicado a concentrarse en su trabajo durante toda la mañana, realizando las habituales llamadas a sus clientes, y ponerse al día en los números de su balance, aunque en ocasiones había realizado algún paro para recordar todo lo vivido recibiendo esos pensamientos con una sonrisa amplia que después se mantenía en su rostro durante largos minutos.
Al mediodía estuvo almorzando con su secretaria en un restaurante japonés cercano a su Oficina, a ella le gustaba ir allí cuando se sentía bien, le gustaba contemplar a los cocineros realizando a la vista de todo el mundo sus labores, cortando la verdura, limpiando y troceando el pescado y gritando todos al mismo tiempo cada vez que entregaban un plato el celebre "Haiii" que recordaba el nombre del local. Disfrutaba de todo, de la visión, del olor de la verdura salteada y del pescado a la plancha, del arroz, de las especias, e incluso de la plástica de la composición de los platos. Habían pedido ambas lo mismo, verduras tempura y sushi, aunque les habían recomendado el sashimi, miranda era muy suya y sentía debilidad por el sushi, mientras esperaban la comida habían tomado unas copas de vino blanco y habían estado hablando sobre temas de trabajo de manera superficial, su secretaria en un par de ocasiones le había mencionado lo esplendida que se veía, sobre todo después de un par de semanas en que la había visto cansada y somnolienta, y que evidentemente contrastaban, pero ella no había soltado prenda sobre nada, aunque interiormente se reía para si misma cuando la contemplaba con sus enormes gafas de concha, su vestido serio y gris con falda y americana, y su cerrada blusa blanca, imaginándose la cara que pondría si le comentara que ella era propiedad de alguien, que ese alguien la había convertido en su juguete, en su prostituta, en su fuente de placer y que ella lo disfrutaba con todo su cuerpo y su mente entregadas a esa persona. imaginaba como se horrorizaría con ciertos detalles si los escuchara, y con que placer y con que alegría los había vivido, no, no valía la pena explicar nada, era su vida, era su placer, y era su secreto, un secreto que no todo el mundo iba a comprender ni aceptar.
Acabaron la comida con un pastel dulce de arroz frito con miel, y el toque occidental del café caliente, corto y cargado que necesitaba para desembotar sus sentidos, animó a su secretaria a tomar un pequeño vasito de sake, y se rió al ver como justo después de tomarlo un ataque de tos la sacudía, y su cara se ponía colorada como un tomate.....Había sido una comida agradable y se preparó para volver a la oficina y enfrentarse a las visitas que tenia programadas para esa tarde.
Hacia las 6 y media de la tarde miranda había acabado, estaba encendiendo un cigarro, el primero que se había permitido en todo el día, aún recordaba las palabras que su dueño le había dedicado en cierta ocasión, "besar a una fumadora es como lamer un cenicero" y solamente ese comentario la había echo reducir su ración de nicotina a la mínima expresión incluso dándole la razón en ese comentario y traspolandolo a la inversa, porque hay que ver que poco cuidadosos con su limpieza son algunos hombres....jajajaja, se rió para si misma, estaba de buen humor y tomó su móvil de la mesa, y unos papeles que quería llevarse a casa para guardar en la caja fuerte, y se preparó para salir del despacho, justo en ese instante, un sonido característico la hizo volver a la realidad, un mensaje en su móvil, lo miró...."A las 8 y media, te recogeré en tu casa, quiero que estés muy muy muy excitante, como tu sabes vestirte....besos", inmediatamente comprobó en su reloj la hora y salió de la oficina para tomar su coche y dirigirse a su casa, afortunadamente vivir en las afueras tenia sus ventajas, accedió rápidamente a la carretera que llevaba a la capital y en pocos minutos estaba abriendo la puerta de su Ático. Dejó las llaves sobre la mesa, el móvil, y el bolso, y se fue desnudando mientras iba a su habitación, al llegar allí solo llevaba puesto su sujetador, que rápidamente se retiro y lo tiro sobre la cama, abrió el armario y estuvo buscando el vestido que iba a colocarse.....apartaba velozmente los que no le interesaban, sabía perfectamente lo que estaba buscando y lo encontró rápidamente, un vestido negro muy corto por la parte delantera y algo mas largo por detrás, sin espalda, y con un escote de vértigo que cubría sucintamente sus senos y se anudaba al cuello....lo dejo sobre la cama y siguió buscando, evidentemente no podía llevar ropa interior así que la despreció, pero si buscaba su liguero y sus medias, escogió unas medias negras también de malla y un liguero también negro con pequeños brillantitos cosidos al mismo y dejó todo sobre la cama preparado mientras se dirigía a la ducha, abrió los grifos y mientras caía el agua aprovechó para hacer sus necesidades en el inodoro, a continuación se lavó los dientes cuidadosamente, era algo que siempre le había gustado hacer, se relajaba haciéndolo y pensaba en todo lo que iba a vivir esa noche y su cuerpo empezaba a reaccionar ante esos pensamientos....pero el tiempo se le echaba encima, y se concentró en lo que tenía que hacer, enjuago su boca y bebió un pequeño trago de licor de melocotón justo antes de entrar en la ducha......el agua templada la volvió a llenar de satisfacción, era increíble lo sensible que estaba al placer, como lo disfrutaba, como parecía bailar bajo el chorro de agua que caía sobre ella, girándose, echando su cabeza hacia atrás y deleitándose con el contacto del agua que caía sobre sus pezones y su vientre y recorría todo su cuerpo, su sexo y sus extremidades, se enjabonó cuidadosamente y siguió disfrutando de la ducha, para finalmente lavar sus cabellos.......hasta que finalmente decidió interrumpir aquel momento, iba a llegar tarde y no podía permitírselo, salió de la ducha tal cual dejando un rastro húmedo sobre el suelo del cuarto de baño mientras secaba sus cabellos largos con la toalla, y tomaba el secador para peinar y desenredar su larga melena, había pensado dejarlos ligeramente húmedos y revoltosos y lo consiguió con unos toques de su voluminizador y de la espuma fijadora, cuando finalmente consiguió verse en el espejo que había estado empañado por el vapor del agua caliente de la ducha durante buena parte del proceso de secado su aspecto la complació, su melena estaba revuelta pero atractiva y salvaje, le daba un aspecto de gata juguetona y traviesa que la hizo sonreír...salió nuevamente hasta la habitación para vestirse, eran las 8 menos 10 y le había pasado el tiempo tan veloz que no quería entretenerse mas, su cuerpo ya se había secado, no quedaba ni una sola gota de agua sobre su piel, y lo único que se mantenía húmedo era su sexo, pero eso ella ya lo sabía e incluso se permitió juguetear unos segundos con su clítoris para acto seguido dejar resbalar su dedo por entre los labios y llevarlo a su boca para saborearse a si misma....mmmmmm sabía que eso le encantaba a su Amo y el gusto ligeramente salado de sus jugos la excitó aún más, se quedó quieta unos segundos hasta que decidió tomar las medias, sentándose sobre la cama empezó a colocarse la primera, introdujo el pie, y cuidadosamente la fue subiendo por su pantorrilla, por el muslo hasta llegar casi hasta la ingle, estiró la pierna y con sus manos la fue estirando suavemente desde el tobillo hasta el muslo fijándola y alisándola perfectamente, a continuación hizo lo propio con la segunda realizando el mismo proceso hasta tenerlas perfectamente adaptadas a sus piernas, se incorporó y tomo el liguero que abrochó en torno a su cintura y lo giro para colocarlo en la posición adecuada fijando las pinzas a las medias por delante y por detrás y estirando las presillas para dejarlas tirantes y que no se pudieran bajar por si solas, volvió a mirarse en el espejo del vestidor, observando como su blanca piel destacaba contrastadas por las medias de rejilla negras, y se colocó unos zapatos de tacón alto, negros y muy sencillos pero muy elegantes, aún recordaba cuando los había ido a comprar y no encontraba lo que quería, y el comentario que había realizado a la dependienta, "Estoy buscando un zapato que sea como un fetiche, que por si mismo no sea nada, pero que puesto en mi pie quien lo vea sienta la irrefrenable sensación de desnudarme"....la mujer se había sorprendido, pero había entendido perfectamente el mensaje, y había vuelto con aquellos zapatos que la complacieron totalmente.....volvió a mirarse al espejo y tomó el vestido, introduciéndolo por su cabeza lo hizo girar hasta quedar perfectamente adaptado a su cintura, cubrió sus hermosos pechos con la tela anudándola en torno a su cuello y recomponiendo su cabellera una vez realizado el nudo, acabo de colocar las piezas de ropa que cubrían sus senos y una imagen resplandeciente es lo que devolvió el espejo, faltaban los últimos detalles, unas gotas de perfume, para esa ocasión había escogido Roma de Laura Biagiotti, era la colonia que mas la excitaba, y quería sentirse muy muy caliente para Él, aunque su sola presencia ya lo conseguía, no estaría de mas una ayudita, se colocó unos pendientes plateados largos y con forma de rayo, y para su cuello escogió una cadena plateada de eslabones gruesos muy cerrada a su cuello, el contraste no le gustó y retiró los pendientes, estuvo buscando en su joyero y no encontraba nada que le gustara, haciendo un pequeño mohín estuvo planteándose no colocarse ningunos, pero cambió de idea y tomo un par de pendientes con un enorme brillante incrustado en una montura de platino que quedaban bien con el vestido y no desentonaban con el collar que se había puesto....ya estaba lista, suspiró y se dirigió al salón...
El zumbido reconocible de su móvil la volvió a la realidad, "Baja" eso era todo, ella no tenía permitido llevar nada, no necesitaba el móvil, no necesitaba bolso, no necesitaba mas que a su Amo, así que sin siquiera recoger la ropa que había dejado tirada por el suelo a su llegada abrió la puerta, salió, cerró con llave y se dirigió al ascensor.....pulsó el botón y al llegar a su piso entró en el, a la bajada se detuvo en el 5º donde entraron un matrimonio, salían también a cenar, estaban muy endomingados pero el estilo era totalmente diferente, mientras el ascensor bajaba miranda se sonrió con el gemido quedo de dolor del hombre al recibir un codazo de su parienta en las costillas por repasar descaradamente a la ocupante del ascensor, se volvió a sonreír, al llegar a la planta baja salió con paso decidido hacia la puerta de la calle......
Allí estaba Él, de pie, apoyado contra el coche, con un traje negro que le sentaba estupendamente, camisa blanca abotonada hasta el cuello y una corbata negra con irisaciones muy tenues mirándola como caminaba mientras se dirigía hacia él y sonriéndola complacido....la saludo con un beso largo e intenso en sus labios y mientras lo recibía noto como su mano se introducía bajo su vestido reconociendo su excitación e impregnando sus dedos de su humedad, al separarse ella estaba arrobada y el mientras le abría la puerta de su lado para que entrara llevo los dedos que habían acariciado su sexo a su boca para lamerlos de manera muy evidente, solo aquel gesto inundo se cuerpo de deseo.....y al cerrarse la puerta y ver como el pasaba por delante del coche para entrar en el mismo.
Durante el corto trayecto ella se sentía feliz, Él le estuvo comentando como había sido su día, acababa de regresar de Bruselas y estaba contento, había cerrado un buen negocio, y estaba de muy buen humor, entraron en un Aparcamiento y dejaron el coche estacionado, Él la tomo de la mano para ayudarla a salir y cuando cerró las puertas del coche la abrazo con fuerza para besarla, en ese momento miranda sintió la excitación creciendo al entrar en contacto con vientre, y cerró los ojos abandonándose a aquel beso tan intenso como deseado, degustándolo y saboreándolo, los minutos se hicieron eternos hasta que se separaron, y al abrir los ojos vio nuevamente la sonrisa en su boca, "Estas espléndida"......
Salieron del aparcamiento y entraron en un Cocktail Bar, se sentaron en la barra y tomaron un par de copas, un Bourbon para el y un Margarita para ella, estuvieron hablando, riendo, y disfrutando del ambiente, durante una hora y media, Él le daba explicaciones sobre su viaje, y ella estaba atenta a sus palabras, concentrada en Él, aislada del resto del personal y cuyas miradas sin excepción se paseaban por su cuerpo tan sensualmente vestido....los hombres y las mujeres.....y no obstante parecía como si estuvieran en un mundo aparte, al cabo de unos momentos más de charla, decidieron salir, el quería ir a cenar y caminaron por la acera de la calle, ya estaba iluminada, cruzándose con parejas de enamorados, con hombres y mujeres que se dirigían a sus casas, la calle se iba vaciando de personal hasta que llegaron a un Restaurante, un lugar pequeño, intimo y tranquilo, casi invisible para la gente, sin ostentaciones ni rótulos visibles, solo una carta dibujada en el cristal de la puerta de entrada, y una luz amarilla que invitaba a entrar; las mesas estaban cubiertas con manteles blancos y azul marino con las copas y los cubiertos preparados, y un pequeño bouquet de florecillas en cada mesa, buscaron la más alejada de la puerta para sentarse, Él la ayudo a acomodarse en la silla y esperaron la presencia del camarero, éste, era un señor de unos 60 años, bajito y gordito con un enorme mostacho bajo su nariz, que les saludo efusivamente al presentarse y ofrecerles la carta, ninguno de los dos tenía excesivo apetito, así que decidieron compartir una ensalada de gambas y unos filetes de lenguado, todo ello rociado con un vinho verde de aguja, a los pocos instantes tenían el vinho verde escanciado en las copas y estaban brindando, la cena transcurrió de la misma agradable manera que la copa previa, una conversación animada entre ambos, y excepto pequeños roces de sus pies y algunas miradas llenas de deseo, disfrutaron de la mutua compañía y de la conversación hasta el momento de los postres......
En aquel preciso momento, Él comentó con ella que le tenía reservada una pequeña sorpresa para aquella noche, ella no se sintió sorprendida, esperaba ese anuncio desde mucho antes, pero como siempre, Él había llevado toda la conversación por el camino que le había interesado, el margarita que se había tomado como aperitivo, las dos botellas de vinho verde que habían compartido y el chupito de tequila que le había pedido para acompañar el postre la estaban liberando de tensiones y estaba dispuesta a todo, deseaba entregarse a cualquier cosa que Él la pidiera, con los ojos cerrados.
"Se que te gusta cantar, así que vamos a ir a un lugar donde podrás hacerlo, sólo que añadiremos algo a tu vestimenta", y con esas palabras y un guiño de sus ojos marrones oscuros, ella tuvo la promesa de placer que estaba esperando desde el momento en que había empezado a vestirse. Pagó la cuenta del restaurante y volvieron al aparcamiento, subieron al coche y salieron a la carretera, el silencio por primera vez en todo el tiempo que llevaban juntos se hizo presente, excepto alguna caricia de su mano sobre sus rodillas y muslos que la recordaban su presencia no hubo mas, el coche avanzaba por la solitaria y oscura carretera que habían tomado, y su mirada se perdía en las líneas blancas que iban pasando por el cristal del coche...hasta que llegaron a destino. Frente a ellos habían un grupo de casas apartadas, la primera y más cercana era un karaoke y discoteca, estaba casi vacía y los pocos coches y camiones que estaban estacionados, lo habían echo en el otro grupo de casas, mas iluminadas y perfectamente visibles los rótulos que las identificaban como Club de alterne, pero ellos bajaron en la disco karaoke y entraron en ella....
Una decoración de los años 60, paredes pintadas con colores y motivos florarles, bolas de espejo colgadas del techo y multitud de focos iluminando un escenario vació, mientras en los altavoces sonaba música muy obsoleta pero siempre agradable, se sentaron en una mesa y Él repitió la misma petición que había sido su despedida del restaurante, Bourbon para Él, tequila para su perra, y ese sutil pero clarísimo matiz la convenció del cambio de actitud en su persona....les sirvieron las bebidas y se mantuvieron en silencio unos minutos más, para después el la ordenara que subiera al escenario y cantara para Él. Mientras miranda se dirigía al escenario, Él se acerco a la barra y habló con el camarero que se dirigió a la cabina del karaoke para programar las canciones que le había pedido, y empezó a sonar la música mientras la letra aparecía en una pantalla gigante por delante y por detrás de miranda, que con una voz angelical comenzó su interpretación, para ella no había necesidad de leer la pantalla, sabía y conocía perfectamente la letra de la canción que sonaba y la luz de los focos fue disminuyendo hasta que un solo foco la iluminaba justo desde arriba haciéndola destacar de manera fantasmagórica sobre el resto del local, el bolero que sonaba interpretado por ella inundaba la estancia, y la única muestra de vida que existía era el pequeño rescoldo del cigarrillo de su dueño que aumentaba cada vez que el daba una calada a su cigarro....así siguió hasta acabar el bolero, al que siguió una canción de Miguel Ríos, una preciosa balada que hablaba sobre una historia de amor, que en su voz alcanzaba un tinte de tristeza que embargaba el espíritu, haciendo que incluso una lagrima apareciera en su rostro sin maquillar, la luz se apagó y acto seguido volvieron a encenderse el resto de iluminación de la sala tal y como la habían visto al entrar, ella volvió a la mesa y se encontró con el rostro de su Señor nuevamente sonriente y complacido, tomaron el tequila y pidieron una segunda copa, Miranda se sentía cada vez más embriagada y menos dueña de sus sentidos pero disfrutaba enormemente de la situación, hasta que cuando finalizó la segunda copa Él decidió que era momento de ir a otro lugar, se levantaron y salieron del local. Afuera, la noche era cerrada ya, las estrellas brillaban en el cielo y ella se sentía ligeramente abandonada, fueron nuevamente hasta el coche, pero no entraron en el, abrió el maletero y el sacó un antifaz, "Esto completara tu vestuario a partir de este momento, ahora vas a bailar para mi" y tomándola de la mano la hizo seguirle hasta la entrada del Club de Alterne....
A la entrada sintió un olor brutal a suciedad, un ruido molesto que era la música a todo volumen y el ambiente cargado de olor a tabaco, humo, y cuerpos sudados, muchos hombres pululaban por las mesas y sofás, atendidos por mujeres de toda raza y color sucintamente vestidas, que les inducían a consumir y a acompañarlas a los reservados del piso superior, lentamente fueron avanzando entre las mesas hasta colocarse cerca de un escenario compuesto solamente por una barra metálica de acero que estaba fijada a suelo y techo y en el que unas mujeres que pretendían bailar mostraban descaradamente sus cuerpos al personal que se abarrotaba a su alrededor, todos les miraban, su presencia allá era tan chocante que nadie se atrevía a hacer nada mas que mirarlos, a ella con deseo, a Él con envidia, hasta que se acomodaron. NO habían echo mas que sentarte cuando dos mujeres semidesnudas se acercaron a ellos insinuantes, Él las alejo de un manotazo, y cuando se acercó el camarero le pidió nuevamente tequila y Bourbon y preguntó si su perra podía bailar para todos en el escenario, el camarero se sorprendió por la consulta pero le dijo que lo preguntaría y se retiró, volviendo al poco rato con sus consumiciones acompañado de un hombre de unos 45 años vestido con un traje de rayas hortera y muy raído, esa persona se sentó a su mesa y les dijo que no había ningún inconveniente en que la señorita bailara en el escenario, pero que la única condición era que debía desnudar su cuerpo puesto que la clientela era lo que quería ver, a lo que Él asintió diciendo que lo único que no descubriría era su cara, y que quería la total seguridad de que nadie, absolutamente nadie la molestaría ni antes, ni durante, ni después del baile, sellaron el acuerdo con un apretón de manos en el que un fajo de billetes cambió de mano para asegurar la tranquilidad de miranda y al cabo de unos pocos minutos justo cuando miranda estaba acabando su copa la megáfono del local anunció la presencia del escenario de una nueva bailarina que actuaría para todos aquella noche y solicitando un fuerte aplauso para ella.......el local estalló en un sonido de manos que aplaudían y gritos de urgencia, y un foco iluminó la mesa en la que se encontraban miranda y su Amo, mientras la música de una conocida película erótica empezaba a sonar, con la voz de Joe Cocker algo deformada por el estruendoso y horrible sistema acústico del local acompañaban a miranda en su subida al escenario.
El local quedó en un silencio solo roto por la música que sonaba y por los movimientos insinuantes de miranda sobre el escenario, abrazándose a la barra, bailando y mostrando sus encantos escasamente cubiertos por el vestido, arrodillándose sobre el suelo y mirando descarada a aquellos rostros que la observaban ansiosos y lujuriosos, se desplazaba y movía por el escenario con soltura, girando y levantando su falda que mostraban sus nalgas desnudas y excitando a todos los hombres presentes en la sala con su sola presencia, lentamente desanudo el nudo que servia de soporte a las piezas de roba que cubrían sus pechos y los dejo caer tapándolos con sus manos, moviéndolas acariciantes sobre ellos, y retirándolas lentamente al ritmo de la música mientras sus piernas se iban separando y se dejaba caer sobre el suelo.....levantando sus piernas en el aire, apoyada sobre su espalda mostrando enteramente sus piernas, su sexo totalmente depilado, el contraste entre la blancura de las piernas y las medias negras de rejilla....volvió a incorporarse para dar vueltas alrededor de la barra metálica mostrando sus pezones duros y excitados a todos, y mientras giraba y giraba, ella sabía que el único que la veía como ella quería era Él, se giro de espaldas al público y hizo una flexión de su cuerpo sin doblar las rodillas levantando su vestido hasta la cintura, haciendo asequible a la visión de todos sus nalgas y su sexo y al incorporarse levanto del todo el vestido apartándolo de su cuerpo y dejándolo caer sobre el regazo de su amo.... Sus pechos se movían con el ritmo de la música, ningún otro sonido se escuchaba, solo sus movimientos, como levantaba una de sus piernas y la apoyaba contra la barra mientras se bamboleaba sobre ella pegando su sexo húmedo contra la misma empañando el brillo para justo a continuación lamerlo con su lengua, trepó por la barra cruzando sus tobillos para mantenerse erguida y descender nuevamente dejando resbalar la barra entre su sexo, sabiendo que aquello volvería locos de deseo a todos los presentes, uno de los componentes del público quiso saltar sobre el escenario pero una manaza le sujetó, el servicio de seguridad del local funcionaba bien, y ella siguió moviéndose, arrodillándose una y otra vez a todo lo largo del escenario frente a aquellos hombres que babeaban de deseo y que habrían deseado hacerla suya, mostrándoles a todos y cada uno de ellos la visión de sus pechos inmaculados y sus pezones erectos, y al mismo tiempo su sexo abierto, separando sus labios con los dedos mostrándoles la entrada de su tesoro, un tesoro que ninguno de ellos iba a poder disfrutar....lentamente volvió a incorporarse cuando los últimos compases de la canción sonaban en el escenario para girarse de repente y arrodillarse justo sobre su vestido a tiempo que la luz se apagaba y la música era sustituida por un clamor visceral y animal que se escapaba de 100 gargantas al unísono....otra canción volvió a sonar mientras miranda bajaba por el escenario hacia su mesa y otra bailarina aparecía en el escenario, el contraste entre una y otra era increíble, los hombres comentaban entre si la belleza a la que habían tenido acceso, los movimientos felinos y la sensualidad que miranda rezumaba, y lo único que pudieron ver a continuación fue como ella y su Amo abandonaban el local.....
Caminaba en silencio, sin prisas, como sonámbula por una calle poco concurrida de su ciudad, era de noche, la temperatura era agradable y la envolvia la luz de las farolas que dibujaba su sombra en la acera. Algún coche reagado pasaba de vez en cuando por su lado, y ese era el único sonido que escuchaba aparte de sus propios pasos.
Sumida en sus pensamientos avanzaba lentamente, camino de su casa, se sentía angustiada, una desazon la carcomía, su amo llevaba 10 dias de viaje, estaba fuera de España y además llevaban casi tres semanas sin verse.
No la consolaban ni la hacian sentirse mejor las cortas llamadas que Él la hacía.
Llegó al portal de su casa y abrió la puerta para entrar en la escalera, miró en su buzón y no había correo, solamente esos molestos folletos de propaganda que cada dia acababan en el cubo de la basura, y mecánicamente llegó hasta el ascensor, abrió la puerta y pulsó el boton del tercer piso.
Al llegar a la puerta se sorprendió, había un paquete en el suelo, una caja de color marrón, y su nombre escrito en un papel blanco en letras mayusculas-----abrió la puerta y cogió el paquete adentrandose en el piso hasta el comedor, la puerta se cerró tras ella mientras iba quitandose los zapatos y dejando el paquete sobre la mesa se dirigió a su habitación.
Seguía inquieta e intranquila, pensando en que estaría haciendo, donde se encontraría, si estaba solo o acompañado, y si estaba acompañado quien era la persona que estaba a su lado, ahora le conocía perfectamente, sabía su sexualidad lo viva que estaba, lo que necesitaba tener sexo y habían pasado tres semanas, tres largas semanas.......unas lagrimas escapaban de sus ojos resbalando por sus mejillas mientras sse desnudaba y la ropa se amontonaba en el suelo a sus pies.
No le apetecía nada, ni siquiera comer o dormir, solo queria dejar de pensar, sufría de ansiedad, le echaba de menos, anhelaba escuchar su voz, sus palabras, y sobre todo sentía un enorme deseo de ser recorrida por todo su cuerpo por aquellas manos masculinas y duras, pero a la vez tan suaves y acariciantes...
Se entretuvo un rato en la ducha, relajandose un poco con el agua tibia que se derramaba sobre su cuerpo, recogió la ropa y la puso a lavar, la casa era toda silencio, no se oía ningún otro sonido que los que ella producia con sus paseos de aquí alla, cubrió su cuerpo con el albornoz y fue hasta la nevera, rápidamente se preparó una ensalada de pollo, con maiz, algo de tomate y lechuga y unas pocas espirales de pasta que habian sobrado de la cena de la noche anterior, no sentía apetito, solo tristeza.
Se sentó con las piernas recogidas sobre el sofá, tomando el plato en su mano y comiendo lentamente sin dejar de pensar, ¿Por qué se sentía sola y abandonada? Siempre había sido independiente y ahora mismo no podía soportar esa soledad, ¿Por qué sentía celos? ¿Por qué le dolia el alama? Y sobre todo, ¿Cómo había llegado a ese grado tan extremo de dependencia?.
Su mente funcionaba a toda velocidad, rememorando las largas charlas, como el la iba manipulando, llevandola al terreno que Él dominaba y haciendolo deseable y seductor, como se había ido introduciendo en ella, haciendola responder a todas y cada una de sus sugerencias, hasta qu eella ya estaba rendida a su encanto, a su seducción y manipulación y ya no podía volver atrás.
Dejó el plato sobre la mesa, no tenia mas apetito, y su mirada recorrió el piso, se le caían las paredes encima, el aire parecía irrespirable, y ella no cesaba de pensar, cuanso sus ojos se encontraron con el paquet6e que había recogido al entrar.
¿Qué podía ser? ¿Quién lo había dejado? Pero no le apetecía pensar en nada, asi que se estiró en el sofa y cerró los ojos, al poco tiempo estaba totalmente dormida.
Se levantó de un salto, con todo el cuerpo cubierto de una fria pelicula de sudor, asustada y sorprendida, había tenido una horrible pesadilla, su amo volvía a españa en avión y se había estrellado en medio del Oceano Atlántico, sabía que solo era un sueño, pero corroó rapidamente a por su telefono, no sabía ni siquiera la hora que era, pero marcó desesperadamente el numero de telefono de su móvil, y esperó la contestación a su llamada, nerviosa y alterada escuchaba los rings del telefono y al momento la voz que tanta calma le proporcionaba sonaba en su oido, ella no puedo aguantar más su nerviosismo y se puso a llorar al telefono, mientras le contaba la pesadilla que la había asustado tanto y todo lo que le estaba echando de menos, el llano fue apaciguandose en sollozos mientras la voz la calmaba, la tranquilizaba y la volvía a llevar a donde él quería que estuviera, solamente quedaban dos dias para su regreso y esos dos dias pasaban rapidos, además le había enviado un regalo, y le preguntaba si le había gustado.
Ella se quedó parada, no había recibido nada, y en aquel instante su cuello si giró hacia la mesa del comedor donde estaba la caja que habia encontrado por la noche al llegar a casa, semi en penumbra apenas se distinguía, y el le pidió que abriera su regalo. Ella obedeció prestamente, como siempre que el le decía algo, abrió torpemente la caja casi destrozandola al hacerlo y miró en su interior.
Una cinta de video, un diario, y un collar de perlas negras encerrado en un estuche de seda blanca.
En ese momento ël le pidió que viera la pelicula, que el diario era para que ella escribiera todas sus sensaciones y preocupaciones diariamente, y que se colocara el collar de perlas, y que al dia siguiente hablarían de nuevo.
Sin apenas darse cuenta en su oreja sonaba el tut tut del telefono colgado y sin linea, desconectó el suyo y se puso el collar de perlas, encendió la luz y disfrutó del contrate de las perlas contra su piel, eran calidas, suaves y muy brillantes. Tomó el diario y lo hojeó rapidamente, las hojas en blanco desfilaban ante sus ojos, y al cerrarlo le sorprendió el titulo que la letra de su amo había escrito en laportada del mismo.
"miranda, pensamientos intimos de una esclava".
Un escalofrio recorrió su espalda y lo dejó sobre la mesa para tomar la pelcula de video e introducirla en el magnetoscopio para poder verla.
Se sorprendió al ver la imagen de su amo en la pantalla, hablandola a ella directamente, con su mirada clavandose en sus ojos, ella se sentia hipnotizada, casi no escuchaba la voz, solo miraba su rostro, sus labios moviendose, sus ojos brillantes, su masculinidad que tanto la excitaba, y su calma al hablar, como él se mostraba siempre que hablaba con ella.
Estaba contando una historia sobre dos hermanos de sangre, que habian crecido juntos, que habian compartido alegrias y desgracias, que habian seguido caminos distintos en la vida y con diferente suerte, pero que habían vuelto a encontrarse y que al hacerlo, la poderosa ligazon que los unía se había manifestado con toda su fuerza.
Y solo cuando la voz iba explicando la historia de esos dos hermanos de sangre la habia tranquilizado y escuchaba atentamente, se dio cuenta que su amo era uno de los dos hermanos, y que le estaba hablando de alguien muy intimamente ligado a él.
Le explicaba como era, lo que habia sufrido, lo que habia padecido y lo fantastico que era, ella no perdia detalle del monologo qu3 se mostraba ante sus ojos, solo para ella, y se quedaron grabadas en su mente las ultimas palabras, "Le he dicho, que mañana por la mañana, le iras a ver".
La pantalla se volvió oscura, y en letras blancas titilantes apareció un rotulo con una dirección, e ella se le antojaba ridiculo todo aquello, no entendía nada, ¿Por qué ella tenia que ir a ver a ese hermano de sangre? ¿Se autodestruiria la cinta a los 5 segundos? Le parecía muy peliculero todo, e incluso se permitió una breve sonrisa al pensar en lo que se le había ocurrido....
Curiosamente se sentía más tranquila, escucharle, verle, había servido de balsamo para su angustia, aunque no entendia que es lo que podia hacer ella por el hermano de sangre de su amo, no creia que fuera nada sexual, pueto que cuando habia sido asi, siempre se lo había dicho, pero decidió que ya se lo plantearia por la mañana cuando fuera a encontrarle.
Volvió a acostarse, esta vez en su cama y se estiro desnuda entre las sabanas, mientras pensaba en el ser que estaba siempre presente en sus pensamientos, recordando sus expresiones, sus gestos, su mirada pícara y sus caricias...sin darse cuenta sus dedos habían descendido por su vientre, buscando su sexo, había separado sus piernas y con ambas manos se acariciaa suavemente, jugueteando con su clitoris, mojando sus dedos entre la humedad que salia de su vagina y extendiendola entre sus labios y la capucha de su clitorís, abandonandose a las sensaciones que ella misma se producia, y llenandose de deseo y pasión... las caricias se volvían mas intensas, mas rapidas y mas profundas, sus dedos entraban y salian de su vagina una y otra vez, sentía como la llenaban haciendo que los gemidos se escaparan de su garganta, y retorciendose de placer en la cama, gemía y gritaba su nombre una y otra vez, mientras un orgasmo la sacudia por todo su cuerpo, apretaba las piernas contra la mano que tenia los dedos incrustados en lo más profundo de su sexo, impidiendo que salieran y disfrutando de las ultimas oleadas de placer que la sacudían...cuanto bien le había echo escuchar y ver a su dueño, cuanto deseo emanaba de su cuerpo por ël, y así......placidamente, se durmió.
Se despertó melosa, retorciéndose y estirándose como una gatita, había dormido estupendamente, y le había echo tanto bien poder ver y oír a su Amo que habían desaparecido todas sus dudas como por arte de encantamiento. Se mantuvo unos minutos en actitud perezosa, con los ojos abiertos y las sabanas abrazándola, desde el comedor un pequeño rayo de luz llegaba hasta su cama, era brillante e intenso y podía ver como las motas de polvo flotaban al pasar por ese haz, un sobresalto la hizo levantarse como si un resorte se hubiera disparado, ¿Qué hora era?, decidió levantarse y ducharse rápidamente, tapo sus cabellos con un gorrito transparente para no mojárselo y dejó que el agua resbalara por su cuerpo, no estuvo demasiado tiempo en la ducha, el justo para enjabonarse y enjuagarse y salió de la ducha. Miró el reloj, las 10 y media de la mañana, y sintió un pequeño retortijón de apetito en su estomago protestón, abrió el armario y escogió la ropa que iba a utilizar mientras extendiéndola sobre la cama. Se dirigió a la cocina y preparó un café corto y muy caliente, mientras en el microondas calentaba un poco de leche. Se sirvió una tasita mezclando los dos líquidos humeantes y se la llevó a la habitación dando pequeños sorbitos, no tenía ni idea de lo que iba a hacer, pero sabía que no podía entretenerse demasiado, así que se vistió rápidamente y de manera discreta aunque elegante. Un pantalón crudo ajustado, y un suéter del mismo color, el cabello recogido en una trenza con pequeño lacito del mismo color, unas gotas de perfume tras las orejas y en sus muñecas, y las dos ultimas en el escote, se miró al espejo y decidió darle un pequeño toque de color a sus labios, con un lápiz marrón oscuro, lamió sus labios para darles brillo y decidió que no era necesario nada mas, acabó su café con leche y salió hacia el comedor para cambiar las llaves y el móvil junto con la cartera de bolso. Salió de casa y bajo por las escaleras para salir a la calle, la avenida estaba totalmente iluminada, llena de sol, la gente caminaba con prisas por las aceras, el trafico era intenso, todo el mundo parecía saber donde ir, todo el mundo menos ella.
Decidió avisar a un taxi que pasaba en aquel momento, el taxista se detuvo inmediatamente, y ella subió el vehículo, dándole la dirección que había quedado grabada en su memoria, el taxista asintió y se dirigió hacia su destino, ella veía como el lanzaba miradas a través del retrovisor, pero decidió evadirse y concentrarse en lo que iba viendo
Las puertas, escaparates, peatones y otros vehículos desfilaban ante su mirada a toda velocidad, el taxi salió de la ciudad y empezó a circular por una carretera comarcal bordeada de árboles altos y frondosos que dejaban pasar los rayos de sol entre las hojas, parecía como si estuvieran lloviendo rayos de sol que aparecían y desaparecían ante sus ojos, cuando el auto se detuvo a la entrada de una casita con jardín. Miranda pago la carrera y bajó del vehículo dirigiéndose a la entrada. Apretó el timbre, y una campanita sonó en el interior de la casa, la puerta se abrió y ella entró en el jardín dirigiéndose hacia la entrada de la casa con paso firme y constante, mientras sentía el calor del sol que se iba adueñando del ambiente, la puerta se abrió justo cuando ella llegaba a ella y una figura masculina apareció ante ella.
Buenos días miranda, te estaba esperando ( la figura masculina sonreía mientras se apartaba para cederle el paso) - Buenos días (contestó ella sonriendo igualmente y entró en el interior)
La puerta se cerró tras ella, y el la hizo avanzar hasta un salón modesto pero elegante, la casa estaba poco amueblada, pero lo que había era muy agradable y calido, respondiendo a la invitación de su anfitrión ella se sentó en un cómodo, ancho y alto sofá azul que la acogió adaptándose a su cuerpo sorprendentemente. Él se dirigió a la cocina, y regresó con unas tazas de café humeante, y la invitó a que se sirviera y se pusiera cómoda. Ella notaba como la examinaba detenidamente, respondiendo al estudio de la misma manera, se fijó en su rostro, no era guapo, pero si masculino y atractivo, y su vestimenta era deportiva pero de marca, daba la sensación de estar algo preocupado, unas arrugas en su frente se mostraban de manera permanente y pese a su amabilidad y aspecto agradable parecía una persona triste y apagada. Estuvieron comentando mientras tomaban el café sobre temas banales, el tiempo, sobre el trabajo de miranda, y pasaron a hablar de su amo. Él la estuvo hablando de su relación, del tiempo que hacia que se conocían, comentándole anécdotas sobre sus vidas y pasado, ella mostraba gran interés y poco a poco iba sintiéndose más y más cómoda y a gusto, y el tiempo iba pasando sin darse cuenta, la conversación era distendida y sus dudas y temores habían desaparecido por completo, aunque seguía preguntándose el motivo por el que ella estaba allí. En un determinado momento, Él la dijo que iban a comer en casa y si le apetecía alguna cosa en concreto para comer, su respuesta fue que le era indiferente, ella comía poco, y le gustaba casi todo, así que quedaron en que prepararían una ensalada y algo de carne a la barbacoa que podían ir preparando en el jardín.
Se dirigieron a la cocina, y mientras aquel hombre preparaba unas copas de vino blanco frío y la invitaba a sentarse ella se sentó en la pequeña barra que sobresalía de la zona de preparación de comida. Le estuvo observando mientras se manejaba preparando la ensalada, peló y troceo un par de naranjas en rodajas que colocó sobre dos platos, añadió unas hojas de lechuga francesa cortada en virutas y unos pequeños y finos aros de cebolla, unos granos de maíz, algunas olivas negras y unas cuantas uvas pasas, y aliñó todo con una vinagreta muy suave que preparó al momento mezclando aceite, vinagre, sal, pimiento y un rabanito picado. Le observó mientras aderezaba la ensalada y le escuchaba mientras seguía hablando y hablando sobre las peripecias de su hermano de sangre. Hablaba sobre los viajes, sobre los negocios que habían tenido juntos, y en el momento de acabar la ensalada se giró hacia ella para con una sonrisa en su rostro hacerle el comentario que ella llevaba rato esperando.
A todo esto, miranda, te preguntaras porque estas aquí ahora, verdad? - Pues si, en realidad he venido porque mi Amo me lo ordenó, pero ignoró sus motivos, aunque no los cuestiono, así que aquí estoy, aunque la verdad es que si que siento curiosidad por saberlo, fue su respuesta. - Dentro de poco lo sabrás, pero primero iremos afuera, prepararemos la mesa para la comida, y nos daremos un baño en la piscina, hoy el calor aprieta y seguro que agradecerás el baño. -Como quieras, aunque no he traído traje de baño, apuntó tímidamente ella. - No lo necesitaras, respondió Él con la misma sonrisa anterior. Llegado este punto, miranda empezó a imaginar lo que esa persona esperaba de ella, y aunque en realidad no se sentía incomoda, ni le desagradaba, no le había producido ninguna sensación de deseo, pero decidió que si su Amo le había pedido que estuviera allí, ella debía obedecer, así que siguió a su anfitrión por la casa hasta llegar al jardín. Al lado de la piscina, no demasiado grande, había una barbacoa y una glorieta que cubría del sol una mesa ya preparada con los cubiertos y copas, aquel hombre la invito a desnudarse en una especie de vestidor donde podía colgar su ropa y la indicó unas tumbonas donde estirarse al sol si lo deseaba, o a bañarse directamente en la piscina si le apetecía. Ella se dirigió al vestidor dejando su copa de vino blanco sobre la mesa, y mientras el colocaba los platos con la ensalada en la misma y se dirigía hacia el interior de la casa, empezó a desnudarse. En aquel momento se sentía un poco molesta, ¿Por qué? se preguntaba, su Amo la mandaba acceder a todo lo que los demás quisieran, ¿Por qué? Ella accedía, se veía incapaz de negarse, y no por temer algún castigo, sino porque ella quería entregarse a su Amo, no a cualquier persona a la que Él se le antojara, pero mientras su cuerpo quedaba al descubierto se sorprendió a si misma acercándose a la piscina, realmente le apetecía el baño, el Sol calentaba su piel, y el agua cristalina y limpia se movía suavemente. Se tiró al agua en el mismo momento en que el hermano de sangre de su amo salía por la puerta de la casa con un plato en el que algo de carne sobresalía y se dirigía a la barbacoa para encenderla, mientras ella se zambullía en el agua.....
El frescor del agua la inundó en un instante, se sumergió y nado unas brazadas sintiéndose acariciada por el agua, y relajándose un poco más, la voz de aquel hombre preguntándole si el agua estaba muy fría, la volvió a la realidad, respondiendo con un - Sí, esta perfecta , y siguió nadando mientras Él acababa de encender el fuego.
Se acercó al borde de la piscina y se apoyó sobre sus brazos en ella observando como él se desprendía de la camisa y mostraba su torso velludo y fuerte, y daba un sorbito a su copa de vino, siguió desnudándose y tomando las dos copas de vino se acercó a la piscina, ofreciéndole a ella su copa para que bebiera, brindaron por la vida y bebieron, acto seguido el apartó su copa y se incorporó dándole tiempo a ella para que le estudiara, sus piernas y brazos eran fuertes, su cuerpo era atractivo, y no podía negar que su miembro viril era un reclamo sexual para ella, abstraída en su estudio se sorprendió al ver como el flexionaba sus piernas y se tiraba a la piscina.
Estuvieron unos minutos disfrutando del agua, salpicándose y nadando divirtiéndose relajados, hasta que al cabo de unos minutos, salieron de la piscina, ella se estiró en la tumbona mientras el se dirigía a la barbacoa, mientras estaba estirada notando el calor del sol evaporando las gotitas de agua de su cuerpo se relajó con los ojos cerrados, se sentía cómoda, a gusto y tranquila, sentía sus pezones duros por el agua fría apuntando al cielo azul, y permaneció en esa posición unos minutos, cuando volvió a abrirlos lo primero que vio fue el deseo que emanaba de los ojos de aquel hombre que la observaba callado y desnudo ante ella con las copas de vino en sus manos, una sonrisa en aquel rostro la relajó al instante, pese al comentario que salió de aquellos labios referente a su belleza.
Eres muy atractiva, pero ahora es el momento de comer
Y se levantó de la tumbona dirigiéndose ambos hacia la mesa en la que ya se encontraba una cubitera alojando la botella de vino blanco y los dos platos de ensalada aderezados y preparados para comer. Se sentaron y empezaron a comer mientras volvían a los temas de conversación más banales, y la carne se iba haciendo en la barbacoa. La ensalada era muy sabrosa, y fresca, la vinagreta y las naranjas contrastadas con el maíz y las pasas eran agradables al paladar y el vino acompañaba perfectamente el sabor de la misma, mientras el olor de la carne asándose iba invadiendo el ambiente, tan solo se interrumpieron un par de veces para girar las piezas de carne en la parrilla mientras conversaban.
Al servir la carne, ella se sentía un poco aturrullada, el calor del sol, la comida, la conversación mientras comían desnudos, la estaban trastornando ella observaba las miradas cada vez más frecuentes de su anfitrión a sus pechos firmes y llenos, excitados por la atmósfera que se estaba creando, por los detalles que llenaban sus sentidos, la vista, el oído, el olfato y el gusto.....y además notaba crecer el deseo en ella, notaba como su sexo se iba mojando aceleradamente y como se sorprendía ella misma observando detalladamente el pecho de aquel hombre, sus labios, sus cabellos, sus ojos, y como imaginaba el miembro viril creciendo bajo la mesa por el deseo que adivinaba en aquella mirada. Lentamente entreabrió sus piernas y notaba sus labios en contacto directo contra la silla, resbalando suavemente y moviéndose casi sin darse cuenta, proporcionándose el placer que empezaba a embargarla, mientras troceaba y degustaba la carne asada. Él se levantó para ir a buscar una botella de cava, y efectivamente pudo comprobar como su sexo estaba erguida y se balanceaba al levantarse, y le siguió con la mirada mirando su espalda y su trasero mientras desaparecía por la puerta de la cocina, y continuaba mirando hacia la puerta expectante hasta verle salir con la botella en la mano y su polla muy erecta parecía apuntar a su cara mientras se acercaba, se paró a su lado ella tenía a su alcance aquel sexo masculino, mientras el abría la botella pareció adivinar sus pensamientos, y no se sorprendió cuando el la ordeno que la chupara, automáticamente reaccionó a lo que su cuerpo y su mente llevaban largos minutos pidiéndole y tomando aquel pene en su mano, lo acarició con el dorso y lo acerco a su boca para introducirlo en ella, jugueteando con su lengua en el agujerito del glande, metiéndola y sacándola lentamente de su boca, apretándola con los labios y mojándola de su propia saliva, la lamía y la mamaba cada vez mas ansiosa, ajena a lo que la rodeaba, solo al placer de sentir como aquella polla palpitaba en su boca y se endurecía más a cada segundo que pasaba.
Mientras tanto aquel hombre escanció el cava en las copas dejó la botella sobre la mesa, acarició sus pezones sujetándolos con dos dedos cada uno de ellos, duros y erectos como dos botones, los estiraba y los sacudía haciendo temblar sus pechos y proporcionándole mas y mas placer, mientras ella ya sorbía ávidamente aquel pene, grande y grueso que se perdía en la profundidad húmeda de su boca, le escuchaba gemir de placer y satisfacción mientras ella succionaba, y la delación se convertía cada vez mas en algo mas y mas intenso, notaba la mano masculina apretándose tras su nuca, adentrando el sexo hasta su garganta y aflojando para permitir la caricia de la lengua, recreándose en el acto y volviéndolo cada vez más placentero para Él y más excitante para ella, los gemidos se hacían mas altos y claros, el placer salía y la trastornaba, ella sabía que estaba dando placer y quería sentir el final en su boca, lo provocaba ella y lo quería, era su regalo, solo para ella, cuando de aquel pene hinchado por el deseo surgió un chorro calido, espeso de licor de vida, que se derramó en su garganta, tragándolo ansiosa, disfrutando del orgasmo que ella estaba provocando y aceptando el regalo con muchas ganas, bebió y bebió de aquel, succionando sin descanso buscando hasta la última gota, y retirando poco a poco el pene de su boca para lamerlo y recoger hasta el ultimo resquicio de semen, buscando con la mirada el placer que sabía que había proporcionado y pasando provocativamente la lengua por sus labios para dejarlos nuevamente brillantes y limpios sonrió.
Él ofreció en aquel momento la copa de cava frío, que tenia multitud de gotitas empañándola al condensarse por el contraste de temperaturas, brindaron por ella y bebieron un trago largo y refrescante.
Acabemos la comida, dijo el sonriente, y después iremos dentro, nos espera el postre, y el motivo por el que estas aquí, dijo Él. - ahhhhh, claro, lo había olvidado, pero si, es verdad, me vas a decir que se espera de mi? - Nada malo, no debes preocuparte por eso, en realidad es muy sencillo, tu Amo, mi hermano, me envía a una persona importante para Él, en este caso Tú, para que nos conozcamos y para ser iniciada en lo que nosotros llamamos la doma. -Un escalofrió recorrió su espalda en aquel instante, pero no era un escalofrió de miedo, que fue lo que la sorprendió, sino que fue un escalofrió de placer, oleadas de flujo lubrificaron en un momento su sexo ya empapado por la delación anterior, y por el deseo que seguía viendo en aquellos ojos, pero no dijo nada más. Siguieron comiendo y tras un nuevo brindis, Él se levantó la tomo de la mano y le dijo:
Ha llegado el momento.
Entraron en la casa nuevamente, y fueron caminando hacia la escalera que llevaba al segundo piso, las persianas de las ventanas bajadas hacían que la semioscuridad les envolviera y un frescor les invadiera, haciéndoles olvidar el calido ambiente del exterior. Al llegar al piso superior, entraron en una habitación espaciosa y sin ventanas, solo había un extractor de aire en el centro geométrico del techo, y unos soportes para grandes velas que estaban apagadas en las 4 paredes, un armario de madera repujada y con relieves en un lateral y dos postes de madera gruesos plantados en el centro de la misma, del que sobresalían unas argollas metálicas . miranda fue colocada entre los postes y al mismo tiempo que una mano de aquel hombre acariciaba su rostro tranquilizándola, la otra levantaba su muñeca izquierda y la acercaba a la argolla encerrándola en el grillete, lentamente fue haciendo lo mismo con su otra muñeca y con sus tobillos hasta dejarla totalmente sujeta a los dos pastes por sus extremidades. En ese momento, Él se incorporó y volvió a acariciarla en su mejilla, mientras ella bajaba su mirada, desconcertada por una parte, inquieta por otra, excitada por su desnudez y por lo que había sucedido instantes antes, pero entregada a lo que fuera que iba a suceder. El amigo de su amo encendió una larga cerilla de madera y empezó a prender los grandes cirios que estaban alojados en sus soportes de las paredes, siguiendo un recorrido idéntico al de las agujas del reloj, cuando las hubo encendido todas se dirigió a la puerta y salió cerrándola a su espalda, dejando la habitación iluminada por la titilante luz de las velas y sumida en sus pensamientos.
En aquellos momentos intentó tranquilizarse, había oído historias, había leído relatos, sabía lo que iba a suceder, y también sabía que su Amo era quien quería que aquello sucediera, y ella estaba entregada a Él y a todo lo que este le ordenara, al mismo tiempo se sentía atraída hacia la persona que la había sujetado a los postes, y su cuerpo expresaba esa atracción de modo claro y evidente, sus pezones estaban erectos, y las aureolas mostraban un intenso color rosado oscuro, y entre sus piernas sentía la humedad que lubricaba su sexo y como esta era tan intensa que casi notaba como se iba extendiendo por la parte alta de sus muslos, su respiración era intensa y agitada y la soledad de aquellos instantes la iba calmando, iba a participar de lo que tantas veces había imaginado, iba a sentirlo y se sentía segura de disfrutarlo también, cuando volvió a abrirse la puerta.
Inmediatamente volvió a cerrarse con Él dentro de la habitación, se había puesto un pantalón ancho y ligero de color negro y llevaba en sus manos una fusta, lentamente se acercó a ella y con la mano libre acarició su vientre, mientras su boca se pegaba a la de miranda en un beso largo e intenso que la hizo excitarse aun más mientras sentía la mano que descendía pasando por encima de su ombligo, llegando a su monte de Venus, y ralentizándose aún mas se deslizaba por encima de su clítoris, haciendo que un gemido se escapara de su garganta al sentir la caricia tan intima en su parte más sensible. Los dedos siguieron recorriendo su sexo, separando los labios y acercándose a la entrada de su vagina, tan lubricada que casi podría decirse que los dedos de aquel hombre estaban casi chapoteando en su interior, otro gemido salió de su boca al notar como los dedos la penetraban, mientras el beso seguía llenándola de deseo aunándose al de las caricias que recibía, cuando mas entregada estaba Él se separo un momento de ella, mirándola a los ojos, sabiendo lo que estaba provocando en su interior, y dejándola nuevamente expectante. La fusta se levantó y se paseó por sus muslos, sin llegar a su sexo, la notaba subiendo y bajando acariciante por sus piernas, ora por una, ora por la otra, y sus ojos miraban como Él se paseaba a su alrededor, notó como desde atrás la gusta se apretaba contra su vagina abierta y palpitante y seguía su recorrido por el perineo y su ano, y seguís subiendo por entre sus nalgas buscando el camino de las vértebras hasta llegar a su nuca, notaba la respiración de Él muy pegada a ella, y volvió a sentir los dedos exploradores en su sexo, solo notarlos los gemidos de placer surgían, y los dedos que la penetraban se movían expertos por su interior encendiéndola más y mas, hasta que nuevamente el volvió a separarse de ella cuando más alto era su nivel de excitación. Un fuerte golpe en sus nalgas la hizo sobresaltarse, lo inesperado y lo intenso la sorprendieron, pero la sensación de calor que la recorrió la hizo estremecerse, un nuevo golpe en su otra nalga la hizo estirarse y moverse dentro de lo que la limitaban los grilletes, sabía UE sus nalgas se estaban enrojeciendo con los golpes de la fusta, y no obstante no sentía dolor, sentía un placer inmenso que la hacía mover su culo hacia atrás, ofreciéndolo invitante a seguir con el ritual, un par de golpes mas en ellas la hicieron cerrar los ojos al mismo tiempo que la mano nuevamente se metía entre sus piernas, penetrándola y entrando y saliendo de su ser una y otra vez, mientras el placer la llenaba, diferentes sensaciones se agolpaban en su cerebro, pero todas tenían el denominador común del placer intensísimo, y la humedad aumentaba en su sexo, mientras se mordía los labios para reprimir los gritos que pugnaban por salir, un nuevo azote entre las nalgas cruzándolas la hizo casi saltar, pero la mano que la sujetaba y penetraba al mismo tiempo la impidió alzarse y en aquel momento sintió un orgasmo intensísimo que la hizo retorcerse de placer gritando ya sin control, mientras los dedos seguían su baile sexual, moviéndose dentro de ella, manteniendo su nivel de excitación y haciéndola sentir lo que no imaginaba pudiera ser así.
Él se detuvo unos instantes volviendo a colocarse frente a ella, y volviendo a libar de sus labios directamente, acarició sus pechos llenos y calidos, y se entretuvo en mojar las aureolas de los pezones de miranda con la humedad de su sexo, y la seguía mirando fijamente a los ojos, sin decir ni una sola palabra se separó nuevamente de ella y se dirigió hacia el armario que estaba en el rincón, tomó algo de su interior, miranda no podía verlo, y notó como se acercaba nuevamente a donde ella se encontraba, sintió una mano tomando su pecho derecho, acariciándolo muy despacio, ella se echó hacia delante buscando mayor presión en la caricia, y la mano apretó con fuerza el pecho desde la base hasta el pezón, el gesto se repitió varias veces mientas el aliento en su nuca de la respiración de él la acariciaba también, y notaba como su miembro erecto se apretaba contra su cuerpo, notándolo palpitante y excitándola nuevamente, de repente sintió como la mano abandonaba su caricia contra su pecho y un instante después una pinza metálica aprisionaba su pezón, en aquel momento si que sintió un fuerte dolor lacerante que llevaba a su cerebro oleadas de agujas, y al mismo instante su otro pecho era también acariciado por la mano fuerte y varonil que lo tomaba, haciendo surgir nuevas sensaciones de placer al mismo tiempo que las del dolor se alejaban de su cabeza, increíblemente la mezcla hacia que fuera más intenso el placer y el deseo que el dolor que ya no era ni siquiera apreciable, notó como aquel hombre se desprendía de su pantalón y apretaba su miembro contra sus nalgas, y ella nuevamente volvió a ofrecer su culo instintivamente, mientras el miembro se hundía entre las nalgas buscando la entrada de su sexo y coincidiendo con la entrada de aquel pene en su interior una nueva pinza fue colocada en su pezón libre, otra vez la mezcla de sensaciones la hicieron estremecerse, el placer de sentir la polla palpitante que la llenaba y se clavaba en su interior hasta lo mas profundo, y las oleadas que parecían agujas clavándose en su cerebro y la sensación de placer la inundaba las agujas desaparecían, y el placer permanecía, la presión de las pinzas en sus pezones, las manos que apretaban sus pechos mientras la polla entraba y salía de su coño desde atrás la mareaban y la sacudían, con cada empujón que sentía la sensación era más intensa y ella notaba como los movimientos se iban haciendo más rápidos, más intensos y mas placenteros, iba reconociendo la llegada de su orgasmo y notaba como la polla se hinchaba cada vez más y estaba esperando ser regada por aquel en cualquier momento, cuando toda ella se quedo rígida al llegar su orgasmo y su cabeza se echo hacia atrás al mismo tiempo que un grito de satisfacción contenida surgía de entre sus labios, aunque el grito quedo sofocado por otro aún mas intenso al sentir una nueva pinza en su clítoris que la sorprendió mientras la polla que la penetraba se clavaba hasta lo mas profundo de su vagina y expulsaba el semen caliente y espeso en su interior. Por tercera vez la mezcla de sensaciones, el orgasmo, la pinza en su clítoris y el orgasmo de la otra persona derramándose en su interior tuvieron el mismo efecto, el dolor intenso inicial se convirtió en placer extremo en cuestión de breves instantes, y las argollas que la sujetaban impidieron que el orgasmo que tuvo a continuación y aún mas intenso que el anterior la hicieran perder el equilibrio y caer a los pies de aquel hombre que la estaba haciendo enloquecer.
Tras unos instantes de calma y en los que la respiración volvió a normalizarse, Él salió de su interior y volvió a salir de la habitación, cerrando la puerta tras de si, ella intento recuperar su dominio sobre si misma, aunque era difícil, aún tenía colocadas las pinzas en sus pezones y clítoris, y no sentía dolor, pero si que la presión empezaba a molestarla y deseaba que se los quitaran pero estaba sola y no sabía cuanto tiempo iba a estar así. Notaba como el semen que el había eyaculado en su vagina se salía de ella y se deslizaba por sus muslos haciéndole sentir unas agradables cosquillas al notar como iban bajando lentamente. Estaba sorprendida de la capacidad de aquella persona, pero sobre todo de ella misma de convertir el dolor en placer, y sobre todo la sorprendía mucho mas que el placer fuera tan intenso como lo había sentido, miraba a su alrededor y solo veía las luces titilantes de las velas, y poca cosa mas, las paredes vacías, impersonales, grises no eran nada estimulantes y los minutos iban pasando sin que ella fuera consciente del tiempo que transcurría.
Al cabo de un rato, empezaba a sentir molestias en muñecas y tobillos, y también le molestaban las pinzas que le había colocado, aunque por otro lado no deseaba que le fueran retiradas pues sabía que en ese momento si que sentiría algo de dolor y que probablemente no habría ninguna otra sensación placentera que lo difuminara, si que deseaba ser liberada, cuando volvió a abrirse la puerta.
Vio como el entraba con una especie de hornillo que humeaba levemente y un escalofrió recorrió su espalda de forma vertiginosa, observó como Él en silencio depositaba el hornillo a su espalda y volvía a salir para recoger unas cuantas piezas alargadas de las que no era capaz de saber que eran, cuando el acabó de entrar los diferentes elementos y siempre en silencio, volvió a cerrar la puerta, se giró hacia ella y se acercó.
Él estaba ligeramente cubierto de una capa de sudor que hacía brillar su piel a la luz de los cirios, y se detuvo ante ella para observarla detenidamente. Ella, miranda, observaba su rostro, su expresión era entre seria y admirada y sus ojos no expresaban casi nada, con sus manos estuvo recorriendo lentamente su piel, sólo rozándola con la punta de los dedos, y la sensación agradable que le proporcionaba era un detalle que ella agradecía, se acercó a la pinza de su clítoris y la retiro en un movimiento rápido, una punzada de dolor y de liberación acompañó aquel gesto, al tiempo que el pegaba su mano a su sexo, acariciándolo muy suavemente y masajeando aquel punto tan sensible que estaba ligeramente aplastado por la pinza, después de un par de minutos el dolor se había atenuado, y la caricia había tenido el efecto estimulante que él sabía que iba a generar, excitándola nuevamente, si es que en algún momento había dejado de estarlo, las manos volvieron a subir por sus costados, acariciando la parte externa de sus pechos de la misma manera insinuante que antes sobre su piel, y en un nuevo y rápido gesto las pinzas que se apretaban contra sus pezones fueron retiradas también, otra vez las manos acariciantes se apretaron contra los pechos, y los pezones deformados por las pinzas se apretaron contra la palma de la mano. miranda se echaba hacia delante buscando un mayor contacto, y el alivio que sentía con aquella caricia la hacía soportar mejor aquellos instantes.
Al momento siguiente, Él dedico unos minutos a lamer y acariciar con su lengua uno y otro pezón, mojándolos en su saliva y jugueteando con ellos, mientras lentamente volvían a recuperar su estado habitual y calmaban el dolor sustituyéndolo por la sensación más agradable de placer, tras un ligero beso en su pezón izquierdo, volvió a incorporarse y la miró fijamente a los ojos.
miranda, -dijo, tu entrega a tu Amo es evidente, has accedido a todos sus deseos, y Él se sentirá complacido, pero.... y aquí unos segundos interrumpieron su breve alocución, pareció pensar mejor lo que iba a decir y volvió a hablar.
el pero, es que Él desea mucho más que seas suya, Él desea, que cualquier persona que pueda estar contigo ahora o más adelante sepa sin lugar a dudas que eres de Él, ¿lo entiendes?
entiendo lo que dices - contesto ella - pero no a donde quieres ir a parar. - A que me ha pedido que te marque para Él, con su marca ya siempre serás propiedad suya y nadie podrá nunca borrar eso. - ¿Marcarme? ¿Como? - Marcándote a fuego, un símbolo por el cual, tu, Él y cualquier persona que lo vea sepa sin lugar a dudas que tienes un Amo, y que perteneces a ese Amo de manera total y absoluta. - Mi Amo ya sabe que soy suya, ¿que necesidad tiene de marcarme?, no me he negado a nada de lo que me ha ordenado, y no entiendo esa necesidad. - Él, lo quiere así, y tuya es la posibilidad de negarte, con lo que te liberaré, te vestirás y te irás. O de acceder, con lo que te marcaré con su símbolo, y después descansarás hasta mañana en esta casa, para que cuando despiertes te venga a recoger.
miranda, sostuvo la mirada de aquel hombre, pensando en su interior los motivos que desconocía para tener que llegar a ese nivel, valorando como se sentía cuando estaba con Él, cuanto le extrañaba cuando no lo tenía a su lado, y decidiendo finalmente....
Esta bien, hasta ahora he querido ser suya, pertenecerle, entregarme a Él, se lo he demostrado muchas más veces de las que él me ha demostrado algo a mí. - Él es un amo, Él es quien posee, no quien es poseído, Él es quien cuida, dirige, protege, no el receptor de todos esos conceptos, en realidad sólo debes decidir dos cosas, la primera si accedes a esa muestra de entrega o no, y la respuesta debes darla ahora mismo.
Ella, respiró con fuerza, su decisión estaba tomada hacía ya muchos días, y no iba a variarla ahora, lo tenía claro, lo quería, lo necesitaba y ella era un juguete en sus manos, pero se sentía cómoda, a gusto e importante para él y en su casi susurro respondió.
Si, accedo a que me marques como muestra de propiedad de mi Amo sobre mi persona, pero ¿cual es la segunda cosa sobre la que debo decidir?
la segunda cosa, es donde deseas llevar su marca....prénsatelo bien, no tengo prisa -respondió mientras se colocaba detrás de ella atizando el fuego y colocando una barra metálica en contacto con las brasas que humeaban.
la quiero al final de mi espalda, antes de llegar a la separación de mis nalgas - fue su respuesta casi susurrante. - Muy bien, entonces sea, ahora te liberaré y prepararé en un momento tu habitación para que puedas descansar hasta que Él llegue mañana, enseguida vuelvo. Y abandonó la habitación por unos minutos que se hicieron eternos para miranda, mientras el olor de las brasas llegaba hasta su nariz y llenaba poco a poco la habitación.
Al poco rato volvió a entrar aquel hombre en la habitación, se dirigió donde estaba ella y la liberó de sus grilletes.
Todo está a punto miranda, sólo tienes que colocarte entre los dos postes apoyándote en ellos con los brazos y yo me cuidaré del resto.
Ella asintió y se colocó entre ambos postes con las piernas abiertas, ligeramente inclinada hacia delante y observó como aquel hombre se dirigía al hornillo en el que reposaba el hierro, al tomarlo entre sus manos vio una especie de símbolo enmarcado en un circulo no demasiado grande, todo ello estaba al rojo vivo y un sudor frió la inundó en pocos instantes, el le alargó un pequeño trozo de goma dura indicándola que lo pusiera en su boca y lo mordiera con fuerza mientras se colocaba a su espalda.
El tiempo pasaba lentamente, parecía como si lo estuviera viendo a cámara lenta, como Él se colocaba a su espalda, notaba sus dientes apretándose contra la goma en su boca, y en un instante mientras apretaba con fuerza sus manos contra los postes un fuego intensísimo se clavó con fuerza en la parte baja de su espalda, sus ojos se nublaron, sus piernas flojearon, los nudillos de sus manos estaban blancos de la fuerza con la que se sujetaban pero en unos pocos segundos que se hicieron eternos el olor de carne quemada llegó hasta su olfato, su propia carne, el dolor se hizo tan intenso que ni siquiera sintió nada mas, sin darse cuenta se desplomó sobre el suelo, y los brazos de su marcador la sujetaron con fuerza impidiendo que cayera, la depositó sobre el suelo con cuidado y devolvió al fuego del hornillo el hierro con el que la había marcado, abrió la puerta de la habitación y tomándola en brazos la saco de allí, llevándola a otra habitación contigua en la que había tan sólo un lecho, muy sencillo y con unas sabanas blancas, la colocó con infinito cuidado sobre aquella cama, y volvió a salir, regresando al cabo de unos pocos instantes con un par de pequeños botes y unos paños blancos y secos. Esparció un liquido de color marrón oscuro sobre la marca de su espalda, limpiándola con cuidado con uno de los paños, desinfectando la herida y dejándola perfectamente limpia. Al cabo de unos instantes la embadurno con una pomada blanquinosa dejándola totalmente cubierta con ella, y tapando durante unos minutos con otro de los paños. La posicionó boca abajo y volvió a salir. Regresó algo más tarde con otro pequeño botellín, destapó la herida causada y la dejo al aire para que fuera absorbida poco a poco, mientras destapaba el botellín y lo acercaba a la nariz de miranda. Ella reaccionó al cabo de unos instantes volviendo en si, un gemido de dolor se escapó de su boca, y unas lagrimas inundaron sus ojos, ella le miró y se veía incapaz de decir una sola palabra, el la miraba y la acariciaba en su melena rubia con mucho cuidado. - He limpiado, y desinfectado tu herida, te la he cubierto con un cicatrizante que a la vez es hidratante, durante la noche te volveré a limpiar y a colocar el cicatrizante varias veces mientras tu piel lo vaya absorbiendo, para que puedas descansar te daré un somnífero que te permita dormir hasta mañana y después de eso, cuando despiertes yo ya no estaré aquí, y estarás con tu Amo. Ella seguía sollozando, y apenas se movía, haciendo un gran esfuerzo le preguntó: - ¿Como te llamas? - No necesitas saber eso miranda, ¿para que te serviría? - Para odiarte.... -respondió ella con la voz mas débil cada vez. - Si eso te hace sentir mejor, te lo diré, al fin y al cabo, es sólo un nombre. Él parecía sorprendido de la pregunta de miranda, pero al cabo de unos instantes volvió a hablar. - Mi nombre es Antonio... Y miranda en un último y supremo esfuerzo sonrió y cerrando los ojos murmuró de forma casi inaudible: - Te odio Antonio.....
Estaba en la habitación del hospital, la habían avisado al trabajo y cuando le comentaron la noticia se quedó paralizada y sin saber que pensar ni que hacer. Pero salió disparada hacia su coche y se dirigió hacia el hospital rauda y veloz. Al llegar la habían informado, traumatismo craneal grave, múltiples contusiones y estado en coma del paciente, había entrado en la habitación para verle, aunque sólo le habían permitido estar unos pocos minutos, le había tomado la mano y le contemplaba en silencio, intentando transmitirle toda la fuerza que Él le había aportado en aquellos años de convivencia, pero le resultaba insoportable la visión de aquel cuerpo inerte, en estado vegetativo conectado a las maquinas que le mantenían vivo, y vendado en su cabeza y tórax. La habían echo salir y se encontraba en la sala de espera, llevaba varias horas allí, parada y pensativa, rememorando lo que había sido su vida en aquellos últimos años, recordando todos y cada uno de los momentos que habían disfrutado, cuando se conocieron, sus primeros encuentros, aquel día de iniciación en el que fue marcada a fuego, y todo lo posterior, los viajes, la vida en común, las alegrías y los éxitos y los pequeños fracasos en sus negocios, las comidas, las cenas, su entrega y el cuidado que ella había sentido al estar en su compañía.
Todos esos pensamientos habían desfilado por su mente a toda velocidad, aunque en realidad habían pasado horas, había llamado a su amigo Antonio, se encontraba de viaje, pero le había dejado un mensaje en su contestador informándole, y había recibido respuesta al rato en la que le decía que salía inmediatamente para allá, y que llegaría al cabo de unas tres horas. Recordaba a Antonio, después de aquel día en su casa sólo se habían visto un par de veces en esos años, en una ocasión que fueron a visitarle ella y su Amo, y en otra en que habían coincidido en Bruselas, todos en viaje de trabajo, el trato con Él había sido correcto aunque ella le odiaba desde aquel día, y mantenía el numero de teléfono por si había algún problema, y por la relación que mantenían de amistad su Amo y Él.
Justo estaba ensimismada en sus pensamientos cuando Antonio entró en la sala de espera, se saludaron cortésmente y miranda puso en antecedentes al recién llegado, Antonio se mostró amable y estuvo escuchando atentamente toda su explicación, había tenido un choque brutal en la carretera de circunvalación, circulaba muy deprisa y el choque había sido frontal contra otro vehículo que realizaba un adelantamiento sobre línea continua, los dos estaban muy graves y ambos en estado de coma, los coches destrozados y los habían llevado al mismo hospital. Antonio la abrazó para mostrarle su pesar y la invitó a tomar un café mientras esperaban. Estuvieron en la cafetería charlando de nimiedades mientras tomaban un café caliente y aguado que simplemente calentaba el estomago, el ambiente no era , obviamente, el más adecuado para nada, así que volvieron rápidamente a la sala de espera.
A los pocos minutos una enfermera les avisó y les acompaño a otra sala, donde fueron atendidos por el medico que le había estado atendiendo, su rostro era serio y circunspecto, les informó que hacía 5 minutos había fallecido y que lamentaban no haber podido hacer nada más pero que sus heridas eran muy graves, miranda se derrumbó y Antonio la sentó en una silla mientras ella rompía en llanto y Él seguía escuchando todo el monologo del medico.
Iban a llevar el cadáver al tanatorio y debían cuidarse del entierro, se puso en contacto con la funeraria para todos los detalles y se acordó el entierro para la tarde del día siguiente, acto seguido recogieron los efectos personales del fallecido y se llevó a miranda a la casa donde ambos vivían.
Miranda estaba desconsolada y rota y Antonio paso el día realizando llamadas y organizándolo todo, preparó la cena y el baño para miranda y la hizo bañarse y comer, estuvo a su lado todo el tiempo mientras ella intentaba descansar aunque no lo conseguía y rompía a llorar continuamente.
La noche paso lentamente y el día siguiente también, el entierro fue sencillo y con poca asistencia, compañeros de trabajo, algunos amigos, muy pocos y ellos dos, se realizo una ceremonia laica de despedida y a continuación fue incinerado, Antonio recogió la urna con las cenizas y regresaron a la casa.
Una vez allí, Antonio se ofreció para estar unos días con ella mientras se iba haciendo a la idea, miranda casi no tenía fuerzas ni voluntad para nada, aunque ella era fuerte y ambos lo sabían ella agradeció el gesto y asintió.
Pasaron varios días en que el silencio era quien reinaba en aquella casa, Antonio se comunicaba por teléfono con su oficina para ir gestionando los problemas que se generaban y trabajaba en el ordenador mientras miranda se pasaba el día acostada, llorando y habituándose a la soledad que se le avecinaba.
Comía poco y casi no tenia ganas de nada, pero tras 5 días Antonio la sentó frente a frete y estuvieron hablando sobre el futuro inmediato.
Ella era una persona joven y hermosa, tenía toda la vida por delante y se debía rehacer del dolor que sentía, necesitaba ocupar su mente en otras cosas, trabajar y recuperar su estado de animo, podía hacerlo allí sola, o podía instalarse más cerca de Antonio por si le necesitaba, Él no pretendía otra cosa que su recuperación y cuidarla por la relación que ella había tenido con su hermano de sangre, no buscaba ninguna otra cosa, y ella lo sabía, pero prefirió escoger continuar donde estaba, sabía que tenía que afrontar la vida tal y como se mostraba, y tenía la capacidad y los medios para ello.
Tras esta conversación Antonio la dijo que al día siguiente debía irse, y que volvería la siguiente semana para ver como estaba y si todo iba bien, que le llamara si tenía cualquier problema o necesidad, y que el acudiría de inmediato.
Aquella noche cenaron algo más animados, miranda había pasado el día pensativa y silenciosa y durante la cena se empezó a animar se preguntaba a si misma como superaría la soledad, como superaría la ansiedad y el deseo que no podía satisfacer cuando se presentara, su dependencia de aquella persona que no estaba ya a su lado y que no volvería a estar, si su entrega ya no era posible, si sería capaz de volver a amar, de volver a desear, o de volver a entregarse a alguien. Antonio la explicó que todo aquello sería posible, que saldría adelante, que superaría todos los escollos que ahora ella valoraba, y que volvería a querer, a desear, y quizás también volvería a entregarse, pero eso solo la sabría ella si se presentaba la ocasión, y que Él estaría presto a ayudarla cuando ella lo necesitara, fuera lo que fuese, pero que tenia que ser positiva y mirarse al espejo para volver a ver la persona que le mostraba, su belleza física, su inteligencia, su capacidad de trabajo y de superación y que ahora no era el mejor momento, pero que el tiempo acababa curando todas las heridas....
En aquel momento, la ahora ya vieja cicatriz en el final de su espalda palpitó con fuerza y de manera dolorosa, miranda se sobresaltó y le dijo a Antonio lo que estaba sintiendo en aquel preciso momento, Antonio sonrió y le dijo, Él siempre estará en ti, en tu interior y en tus pensamientos, no será algo físico, solo serán sensaciones, pero eres, has sido y seguirás siendo suya, eso no podrá cambiar, cualquier otra persona que quiera sustituirlo no lo conseguirá, pero, lo que si podrás es encontrar a alguien, y no debes compararlo nunca porque sino tu misma lo alejaras de ti, cada persona es diferente, cada persona se comporta de manera diversa con el resto del mundo e incluso uno mismo no es igual con el resto, así que déjate llevar por lo que sientas cuando se presente, y se feliz.
Acabó la cena, y se acostaron, al día siguiente miranda acompaño al aeropuerto a Antonio, y en el momento de la despedida dio un calido beso en los labios de Antonio, le susurró mirándole a los ojos: - ya no te odio, Antonio, gracias por estar aquí.... y se fue.
Antonio permaneció unos instantes contemplando la figura femenina que se alejaba con paso firme y decidido, y sonrió nuevamente cuando ella se giro un momento para saludarle con la mano, correspondió al saludo y enfiló el acceso a los viajeros con una sonrisa, había visto en los ojos de miranda el gesto de firmeza que llevaba días esperando encontrar, y ahora se sentía más tranquilo.
Epilogo:
El tiempo pasa para todos, las cosas buenas, las cosas malas, la vida es eso, sucesión de encuentros, casualidades, inter efectos entre las personas, pero hay una realidad, el ser humano tiene la capacidad de reacción para sobreponerse a todas ellas, a veces más deprisa, a veces mas despacio, pero tiene esa capacidad, y la vida sigue. Esta es una historia de retazos, una relación intensa, diferente y muy vivida, pero no es toda la historia, hay más, muchas más cosas que permanecen en el recuerdo de los implicados, y aunque el final elegido no es el más halagüeño, si que es cierto que no todas las historias acaban bien, pero queda la posibilidad de retomar la historia en un punto e intentar cambiarla, la vida sigue, y en este caso ha seguido, no merece la pena ahondar en más detalles, y en el caso de que lo fuera, esa, sería otra historia.....