Miradas furtivas a una vecina acaba en confusión

Cuántas veces hemos deseado una cosa y por causas del destino te sale otra, otra que en verdad no ha sido buscada y menos lo deseaba. Esto mismo es lo que me ocurrió a mí, cuando esperas a una vecina y es otra la que aparece.

Miradas furtivas a una vecina acaba en confusión

La descubrí sin pretenderlo, tampoco sería raro no verla, ya que desde mi despacho… zona de trabajo, puedo verla sin problema alguno. Mi habitación da a la calle, frente por frente a otro edificio que es objeto de mis miradas. No me considero un mirón y mucho menos un voyeur, pero no os voy a negar que la mirada se me nubla al ver a alguna vecina, tampoco os voy a negar que ya he probado el dulce sabor de alguna de ellas. Siendo precisamente la vivienda de la anterior inquilina la causante de mis distracciones, distracciones digo porque la ventana que llamo tanto mi atención, fue precisamente la de uno de los dos dormitorios que da precisamente frente al mío, dormitorios que pertenece al primero.

Fue un día como tantos, cuya jornada laboral mía era esa semana de tarde, semana que durante la mañana entre otras labores, me entretengo en adelantar trabajo o husmear por internet, siendo mi mirada perdida la que se fija en ella. Ver a esa mujer tender y como tiende… mmm, hace que se me vaya el santo al cielo y otras cosas… mmm. El hecho que a continuación os relatar me ocurrió el pasado verano, hecho que me ocurrió por suerte la mía, mientras me encontraba de rodríguez, pues mi familia se fue durante ese caluroso mes de julio a la playa. Ese día me encontraba como es normal en bermudas y una camiseta, realizando tareas domésticas cuando llamaron a la puerta y me fui a abrir, digo abrir porque normalmente soy de esos que antes abrir… miro por la mirilla, pero estaba distraído mediante una conversación por el WhatsApp.

Bueno nada más abrir me encontré a una chiquilla bajita, digo bajita porque esta no medirá mucho más de un metro cincuenta a metro sesenta. Esta se me quedo ahí parada mirándome, y tras verla ahí no se me ocurrió otra cosa que decirte...

  • "Si".

Respondiéndome ella...

  • "En serio no me reconoces".

Mirándola, acabo por responderle...

  • "Perdona, nos conocemos".

Ella sonríe y colocando sus brazos en jarra, me suelta...

  • "¿Quieres que sigamos hablando aquí o prefieres que entre y continuamos dentro?".

Nada más apartarme y con un gesto de mi mano... le invito a pasar. Aprovechando por mirarla mejor, dándome cuenta en su indumentaria, pues esta lleva unos short de color negro muy cortito, un top de rayas negras y blanco y una chaqueta gris sin mangas. Nada más entro… cerré la puerta, soltándole...

  • “Y ahora que estas dentro… que”.

  • "Explícate…".

Respondiéndome ella...

  • "Eres la leche, me llevas espiando desde tu ventana durante algo más de seis meses y ni te acuerdas".

  • "Es fuerte... muy fuerte".

Momento en que caigo de quien es ella, pues no es otra que una de las hijas de los vecinos del bloque de enfrente, vecinos perteneciente al 1°A, y cuya ventana desde mi despacho puedo ver con soltura. Aunque la verdad no es ella el objeto de mis miradas sino la vecina del 2°D, vecina que tiene toda mi atención por todos los atributos y su edad. Pues es mujer que ronda entre los cuarenta y los cuarenta y tantos años. Mujer trabajadora, madre y esposa a la cual llevo mirándola desde el último año, llegando a coincidir ya sea cuando tendemos o cuando voy a comprar, pues como cajera de un supermercado no hay día que me pase aunque sea por pan, quedándome a conversar con ella durante unos minutos, centrándose la conversación sobre todo en la suerte de estar en casa sin familia y hacer lo que me dé en gana. Deje que la chica refunfuñara un rato hasta que mirándome coge y me pregunta…

  • “Sino me mirabas a mí a quien coño miras”.

Calla un momento y muy sería me suelta…

  • “Durante años, viéndome observada me he hecho ilusiones de ser la aventura de un hombre, hombre que deseaba que fueras tú”.

  • “Además te habrás dado cuenta que con el tiempo, te he ido dejando verme cada vez más poco a poco”.

Mientras habla, caigo en la cuenta que en verdad si ha sido a veces objeto de mis miradas, pero no porque la buscara sino por cómo estaba. También pienso que ella podía haberlo evitado y no alimentar las perversiones de los mirones, pues ha podido echar tanto persianas como cortinas, impedimentos que no ha querido utilizar. Es verdad que la he estado admirando como aquella vez que entro en su dormitorio con tan solo dos toallas, una cubriéndole sus cabellos y la segunda su cuerpo. No teniendo reparos en desprenderse de esta segunda, dejando a la vista medio cuerpo desnudo… mmm, cuyo joven cuerpo era la delicia de mirones no siendo yo seguramente el único, pues ver ese cuerpo con esos senos es como dejar una caja de chuche en el patio de un colegio.

También hubo veces que ha llamado mi atención aquellas veces que aprovechando la luz de la ventana, luz que aprovecha para hacerse selfi y con toda seguridad, subirlo a algunas de sus páginas tipo Facebook, Tuenti, Twitter, Instagram o cualquier otra. O aquella vez que hablando por el móvil se apoyó en la ventana con medio cuerpo hacia delante, cuerpo que no tuvo mucho reparo en taparse sus senos, quizás sabiendo quien podía mirarla… mmm. Siendo estas algunas de tantas ocasiones donde se ha exhibido, no considerándome culpable de hacerlo como cualquier otro vecino. En una de las tantas veces que me mira, me sorprende con la mirada en babia y me pregunta…

  • “¿Estás conmigo o acaso me ignoras?”.

  • "¿Qué ocurre?". No te gusto más de cerca que de lejos".

  • "Sinceramente eres la leche".

Mientras me dice esto último, coge y se despoja de su chaqueta deportiva sin manga gris, dejándola caer sobre el brazo del sofá. Pudiéndome fijar mejor en sus senos… mmm, descubriendo por la dureza de sus pezones que esta no lleva sujetador… uuuffff!!. Volviéndome a preguntar…

  • “¿Qué pasa no te gusto?”.

Intento explicarle al tiempo que con mis palabras no se sienta ofendida, palabras sencillas y sin intención alguna de hacerle daño. Explicándole que su edad es el primer y más importante impedimento, tocando incluso la parte moral. Soltándole…

  • “Además soy casado y padre de familia”.

Respondiéndome ella…

“Eso no te ha preocupado en las veces que te he cogido espiándome”.

Volviéndole a replicar…

  • “No quiero líos… eres una menor”.

Respondiéndome…

  • “Mira… de momento te diré que tengo dieciocho años, cumplidos hace unas semanas”.

  • “Pero si no fuera así te digo que con la nueva Ley, cuyo consentimiento paso de los trece años a los dieciséis años, te digo que no tendrías problemas si te hubiera dicho que tengo diecisiete años”.

Acabándole por decir como excusa tota y además fuera de lugar…

  • “Además no nos conocemos”.

Acabando ella por presentarse como…

  • “Perdona, tienes razón, me llamó Nuria”.

  • “Soy una chica que aunque no lo parezca, me gustan las cosas con calma y sin prisas, porque pienso que salen mejor”.

Mientras se presenta, mi primera impresión me la lleve errónea por su actitud, pero tras explicarse los motivos y ver que el culpable somos ambos. Ahora mi impresión es distinta, viendo en ella a una chica dulce, simpática, guapa, agradable e incluso educada. Tras la presentación, comienza a contarme cosas de ella y yo mientras, os contare… mejor aún, os detallare como es ella e imaginarla vosotros… vale. Mirad como os dije anteriormente sobre su estatura, esta chica mide alrededor del metro sesenta, altura que precise con el aparador que había detrás de ella, aunque ella más tarde me hace saber que mide un metro cincuenta y cinco, tiene una buena figura cuyo físico es delgado  (ojo no digo enclenque), y eso que me dijo…

  • “Peso cincuenta y un kilo”.

  • “Apenas peso verdad, cógeme en brazo… veras”.

Animándome a cogerla en brazos y que cosa que al final lo hice, pero con el descuido y creo que fue con intención de ella, cuando restregó sus senos por mi pecho… mmm. Volviéndola a dejar en el suelo, continuando está a hablar sobre ella, mientras yo continuare detallándola… ella es de cabellos castaños y cuyos preciosos ojos verdes cautivan, llamando mi atención lógicamente entre otras cosas sus senos, echándole así por encima unas medidas de 88/66/88. Clavando mí vista finalmente en su culito respingón más aún cuando se inclina a apretarse los cordones de sus deportivas, perdiéndose mis pensamientos en tomarla por esa cinturita de avispa… uuuffff!!. Viendo que no deja de provocarme, intentando evitar mis pensamientos deshonesto, pensamientos que van dirigido hacía mi vecina del 2ºD, pensamientos que hacen que la cosa vaya a peor, pues viene a mi memoria las imágenes de esta mañana… puufff!.

Esta mañana la vi como salía a tender, claro está ella me descubre como tantas veces ya, ya no es como cuando al principio que entra y no tiende hasta que no me he marchado, o como en otras ocasiones bajaba la persiana y tendía… volviéndola a subir. Ahora simplemente tiende y sonríe, la vi salir y aun llevaba su pijama… pantalón corto y una camiseta de tiranta blanca. Vestimenta que cuando alza los brazos para colgar las prendas, no se da cuenta o eso pienso yo cuando se le sube su camiseta hacia arriba, camiseta que deja entrever el inicio de sus senos… mmm. Marcándose mas tarde sus senos erectos y duros… mmm, mientras yo debo evitar que se me note como me toco, siendo peor cuando se sube a un taburete y se inclina para coger prendas… uuuffff!!, pues deja a la vista ese trasero que se le marca sus braguitas y que poco me falta para que me corriera… uuummm. Sacándome de mis pensamientos esta chica al soltarme…

  • “Piensas en mí o en otra”.

Dice mientras clava su mirada en mi entrepierna, continuando por soltar…

  • “¿Cómo es ella?, quiero saber cómo es mi oponente”.

Comienzo por explicarle como es la otra vecina, pero sin decirle quien es en realidad, haciéndole saber que como ella no he mantenido ningún tipo de relación. Acabándome por sentar en el sofá, mientras continúo hablando y decirle…

  • “Qué como mujer madura, casada, madre y trabajadora se le debe de respetar todo”.

Acabando por detallar su físico, edad y color de sus cabellos. Acabando por soltarme esta joven vecina…

  • “No jodas que es Ana, mi vecina del 2ºD”.

  • “No me extraña ahora que me haya equivocado contigo, me debes de perdonar mi tremenda equivocación”.

Disculpa que me suelta al tiempo que la veo arrodillarse, colocándose entre mis piernas y dirigir sus brazos hasta mi cuerpo, dejando reposar sus manos sobre mi ingle… mmm. Trago saliva pues es algo que no esperaba de ella, tanto decir antes que es una chica que le gusta hacer las cosas tranquila. Pero esta tras colocar su mano sobre la cinturilla de mis bermudas, pellizca y tira hacia abajo ayudándose de su mano izquierda hasta dejar que caiga por mis pantorrillas. Acabando por tomar mi miembro con su mano derecha y sonriente sin decir palabra, inclina su rostro hasta darle una lamida a lo largo de mi tronco... uuuffff!!. Repitiendo la acción un par de veces hasta que se introduce mi glande dentro de su boca... aaahhh, comenzando a mamármela muy lentamente mientras clava sus ojos verdes en los míos… uuummm. Introduciéndoselo más al tiempo que le entra arcadas, no permitiendo que la aparte cuando intento ayudarla, comenzando está a acelerar mientras magrea mis genitales… ooohhh. Acabando por detenerse y sin dejar de mirarme… levantarse, preguntándome…

  • “Tú crees que tengo una buena figura”.

Pregunta que hace mientras se marca sus atributos con sus manos, dándose la vuelta y amasarse sus nalgas primero, continuando por tirar de su short hacia arriba hasta introducirse estos entre sus glúteos, sonreír y darse una palmada en una de sus nalgas… mmm. Mientras yo le miro alucinado al tiempo que me deslizo mi mano por mi polla… mmm, pensando en que momento esto se me había ido de las manos. Preguntándome nuevamente…

  • “Crees que tengo un culo pequeño o normal”.

Respondiendo…

  • “Lo tienes perfecto, pero quizás tendría que enseñármelo mejor”.

Petición que hago y que esta comienza a quitarse su short, dejando que caía por sus piernas, mostrando ese culito respingón y duro que mente antes. Mostrando como su blanco tanguita lo tiene introducido entre sus glúteos… ooohhh, descalzándose primero y continuar por quitarse el short. No pude aguantar mucho más, me levante y di dos pasos hacia delante, tomándola del brazo y tirar hacía mí, tirándola hacia el sofá y hacerla sentar. Mirándome un poco asustada quizás porque no se lo esperaba, no dejando ni minutos para que reaccionara, arrodillándome y colocarme entre sus muslos, comenzando a deslizar mis dedos por sus labios vaginales. Estaba súper excitada, no deje de chupar y lamer tanto su vulva como su clítoris… mmm, mientras ella gemía y suspiraba… ooohhh, comencé a ayudarme con mis dedos, introduciéndoselo mi dedo corazón muy lentamente al tiempo que ella comenzó a hacerse un dedo… uuummm. Fuera de sí obtuvo su primer orgasmo… ooohhh, acabando por chuparle su coñito y saborear hasta la última gota… aaahhh. Tras quitarle las braguitas y ella su camiseta, enseñándome sus preciosos senos y sus duros pezones, me pregunto…

  • “Te gusta lo depiladitá que me he puesto para ti… mmm”.

No dije nada, pues mi rostro lo decía todo y esta me soltó…

  • “No esperes más quiero que me folles”.

Fue coger un preservativo de la cartera y colocármelo al tiempo que me acercaba a ella, mientras me esperaba tumbada en el sofá… mmm. Me incline al tiempo que dirigía mi miembro hasta entrepierna, vi en sus ojos el reflejo del deseo pero al mismo tiempo dudaba, llegue a pensar que quizás fuera virgen, cosa que no deseaba y no voy a decir los motivos. Froto mi glande varias veces por sus labios vaginales, mientras ella suspira y se muerde el nudillo de uno de sus dedos… mmm. Nada más introducírsela muy lentamente emite ella pequeños gemidos… aaahhh, continuando con la penetración al mismo tiempo que voy introduciéndosela cada vez más… aaahhh… ooohhh… aaahhh. Acabando ella por pedirme…

“Aaahhh… uuuffff!!, cuando te va a venir…. Uuummm”.

Acabando por hacerle saber que no me vendrá en esa posición, sacándosela ella misma y darme la espalda, separando las piernas e introduciéndosela sola… uuummm. Mientras escuchamos sus gemidos y el sonido de nuestros cuerpos chocar, gemidos y suspiros y el chapoteo de sus fluidos… ooohhh. Escuchándole decime entre gemidos…

  • “Sabes que conmigo… aaahhh, podrías hacer realidad… mmm, todas tus fantasías… uuuffff!!”.

  • “Uuummm… ooohhh. Tú dime qué cosas te gustan… mmm, yo me encargaré… uuummm… aaahhh de hacerlas realidad… ooohhh, me encargaré de que quedes satisfecho… aaahhh”.

Llevado por la satisfacción y el placer, cogí y se la volví a sacar, cogiéndola y ponerla de espalda ante su cara de asombro, pensaría al verme detrás de ella que se la metería por su culo… mmm. Pero sacándole de dudas cuando mi glande se introdujo nuevamente por su coñito… aaahhh, comenzando a embestirla… aaahhh, viendo su incomodidad para volvérsela a sacar y tenderme junto a ella, volviendo a ser ella la que se coloca encima y moverse… oooohhh, cabalgando hasta que por fin logro correrme. Soltándome…

  • “Uuuffff!!... ha sido fantástico, me has dejado destrozada… mmm, me duele todo”.

Sentados ambos sobre el sofá descansando y sudoroso, no dejo de escucharla mientras yo me quite el condón… mmm. Saliendo mi polla semi flácida embadurnada en mi propio semen… mmm, mientras esta chica me mira y acaba alargando su mano hasta cogérmela… ooohhh. Acercarse e inclinar su cabeza hasta sentir la suavidad de sus labios sobre mi glande… mmm, sentir como lo desliza por sus labios y darme un pequeño muerdo… ooohhh, continuando por lamer mi tronco y finalizar por introducírsela por completo… mmm, acabando por sacársela dispuesta nuevamente… aaahhh. Soltando primero y decir después…

  • “Oh!... no”.

  • “Sabes… mmm, sí tú quieres sería una amiga muy especial y complaciente”.

  • “Incluso si tú me lo pides, me veo capaz de hacer un trío, no importándome si es con un hombre o una mujer… mmm”.

Nada más decir comienza a comérmela nuevamente… mmm, no deseando correrme aun pues la vuelvo a coger hasta que ella suplica… mmm. Volviéndomela a comer hasta que fuerzo mi corrida… mmm, corrida que traga hasta la última gota y satisfecha nos duchamos. Admirando su cuerpo mientras le cae el agua, volviéndome a empalmar mientras ella sonríe, pidiéndome…

  • “Por favor… mmm, no me seas malo… no pueda más… mmm, mira como me has dejado mí coñito de escocido… mmm”.

Os puedo asegurar que desde ese día ha habido algún que otro encuentro más, incluso por causa de ella tuve dos encuentro más, uno esperado y otro no tanto. Encuentro que quizás os lo cuente en otra ocasión.

Antes de nada, agradecer tantos a todos aquellos que me leéis como los que me ponéis un comentario, pues por vosotros sé que hago bien contando mis confidencias. Soy de esos que siempre digo… “No nacemos sabiendo, pues debemos aprender y esta experiencia, nos lo da práctica”, cosa que intento realizar cada día… mmm. Comenzando con el mañanero con mi mujer, mujer que se marcha a llevar a los críos y a su trabajo satisfecha, satisfecha de haber descargado de dos a tres orgasmo… mmm. Bueno os dejo, espero que os haya gustado tanto como a mí recordarla, espero vuestros comentarios. Mi email (lógicamente todo junto) es… Jhosua 1974 @ Gmail . com