Miradas (4) y final

No hay mujer en el mundo más feliz que la regordeta Felicia. Sus dos hombres no paran de amarla.

Felicia se quedó mirando la polla de Jorgito, que daba saltitos sola.

-Pero mi niño..no puede ser. Espera a que se vaya tu padre y después te follas a mami, ¿Vale?

-Jooo Maa. Pero la tengo dura ahora.

-Coño con el niño este, que se está volviendo exigente. Si tu padre nos pilla, nos mata. Ven aquí, granujilla.

Felicia se arrodilló en la bañera y Jorgito se acercó. La polla quedaba a la altura de las dos blancas y enormes tetas. Ella las juntó y el muchacho no dudó en meter la polla entre las dos moles de carne.

-Mi niño tiene la polla dura. Fóllale las tetas a mami. Pero rápido, que antes de que papá se despierte.

-Ummmm sí Maa..

Ella apretó las tetas entre sí para que aumentara el placer de Jorge. El muchacho movía sus caderas, adelante y atrás, follándose las enormes tetas maternas.

-Ummmm que bien se folla mi niño las tetas de mami.

-Que rico Maa..

La polla desaparecía completamente entre las tetas. Pasaron un par de minutos, y Jorgito no se corría.

-¿No le vas a llenar las tetas a mami con tu lecha calentita?

-Sí Maa..

-Pues date prisa...

Siguió un rato más. Pero no se conseguía correr. A pesar de su juventud, ese día se había corrido varias veces y el cuerpo tiene un límite. Felicia se impacientaba cada vez más. Su marido los iba a pillar.

-Espera mi amor. Intentemos otra cosa.

Se agachó, apoyando sus brazos en el borde de la bañara. Ahora su boca quedaba a la altura de la polla.

-Deja que mami te haga una mamada.

-Ummm Maa... Sí sí.

Abrió la boca y se metió la polla dentro. Aún sabía a semen y a sus jugos. La acarició con la lengua, le dio vueltas alrededor. La caliente boca de su madre estimulaba la polla más que las tetas. El placer era mayor.

-¿Te gusta la mamada de mami, mi amor?

-Uf,, sí Maa..mucho...que caliente es tu boca...

-Bien... ahora fóllale la boca a mami. Dame toda tu lechita...

Se la volvió a meter en la boca, pero sin mover la cabeza. Ahora era Jorgito el que se movía adelante y atrás. Felicia sólo movía su lengua, enroscándola alrededor de la polla.

Ahora sí que Jorgito sintió que se iba a correr. La combinación del calor, la humedad y la lengua de su madre lo llevaron a un explosivo orgasmo.

-Aggggggggg Maaaaaaaaa

No fue abundante, pero Felicia se tragó con placer todo lo que Jorgito le echó en la boca. Cuando dejó de correrse, siguió chupando para dejarle la polla limpita.

-Bueno, ya se ha corrido mi niño.

-Gracias Maa

-Y ahora largo de aquí, bribón.

Salió corriendo del baño y Felicia se terminó de duchar, con una sonrisa en los labios. Cuando iba a salir de la ducha, se abrió otra vez la puerta del baño.

-Pero! Diablillo. ¿Otra vez aquí?

-¿Cómo que otra vez? - preguntó Julián.

Felicia dio un respingo.

-Esto...¿No dormías?

-Sí, pero me voy ya. Pero antes voy a lavarme un poco, que apesto a mantequilla.

-Jajajajaa. Yo ya no.

Abrió la cortina y se mostró en toda su grandiosidad a su marido.

-Pero que jamona que estás jodía. Si fuese un chaval te echaba otro polvo ahora mismo.

-Jajajaja. Menos lobos, caperucita. Guarda las fuerzas para la noche.

-¿Caperucita? Esta noche voy a ser el lobo y te voy a comer toda.

-Jajajaja.

Su risa hacía temblar las tetazas de Felicia.

-Me voy mi amor. Hasta luego.

Se acercó para besarla. En vez de besarla en la boca, la besó en el cuello, dándole un mordisquito, al tiempo que le magreaba el culo.

-Me ha encantado follarte el culito.

-Y a mí. Hasta la noche.

-Adiós.

Si la hubiese besado en la boca, quizás hubiese notado el sabor a semen. Elle se dio cuenta después.

-Joder...Al final nos va a pillar.

Se vistió y se fue al salón. Jorgito vía la tele. Se sentó a su lado.

-Jorge, mi amor. Tenemos que tener más cuidado. Cuando tu padre esté en casa, no haremos nada...¿Vale?

-Vale Maa.

-Ahora no está - dijo ella llevando su mano a la polla del chico.

Estaba floja. La acarició para ponerla dura. Su coño estaba otra vez caliente. Pero para su desgracia, no consiguió que adquiriera la consistencia precisa.

-Uy, pobrecito mi niño, que mami le ha dejado los huevos sequitos. Habrá que esperar a que se llenen otra vez.

Se recostó en el sofá y abrió sus piernas. No llevaba bragas, y su coño apareció ante Jorgito en todo su esplendor.

-Mami tiene el coñito mojado. Estoy cachonda...Uf...mis dos hombrecitos me están persiguiendo todo el día.

Él le miró el coño a su madre. Peludito , con 'el pelo' alborotado. Vio los dedos de su madre pasearse a lo largo de la rajita, de la brillante rajita. Y la oyó empezar a gemir. Su polla se despertó un poquito más.

-¿Le comes el coño a mami?

-Claro Maa.

-Ay! Que bueno es mi niño. ponte boca abajo entre mis piernas.

En cuanto Jorgito se acercó al coñito, le llegó el aroma del sexo excitado.

-Ummmm Maa....huele como tus braguitas...pero más rico.

-Así huele un coño caliente..Dale un besito aquí - dijo, señalándose la húmeda hendidura

-Muack.

-Ummmm....que rico...ahora pasa la lengua por toda la rajita...

La boca de Jorgito se llenó del sabor fuerte, salado, rico, del coño de su madre. Un sabor que le encantó. Un sabor que hizo que su polla se endureciese un poco más.

-¿Te gusta el coñito de mami?

-Me encanta, Maa. Está para mojar pan!

-Jajajaja

-Dime como lo tengo que hacer, Maa

-Aggg sólo tienes que lamerlo, que chuparlo. Pasar la lengua a lo largo. Y sobre todo, por la pepitilla. Chúpala, lámela, da vueltas...aggggggggggggggg asíiiiiiiiiiii ....a su...alrededor....y usa....tus deditos..también....

Jorgito era un estupendo alumno. En pocos minutos tenía a su madre gimiendo de placer, meciendo las caderas, apretando su coño contra su boca.

-Aggg mi niño...que también vas a ser un gran.....come...coños...

Jorgito estaba orgulloso. Su madre le decía que lo hacía bien. Y por como se movía, por como gemía, debía de ser verdad. Su polla se puso dura del todo. Llevó una de sus manos entre las piernas de su madre y metió dos dedos en su coño, al tiempo que atrapaba entre sus labios el clítoris.

-Aggggggggggggg así....que....bien...mi amor....haz correr a mami...

El muchacho tenía instinto natural para estas cosas, pues empezó a follarle el coñito con los dedos mientras su lengua se movía en rápidos movimientos alrededor y sobre la pepitilla. Felicia empezó lentamente a arquear la espalda, a separarla del sofá, hasta que estalló.

-aaaaaaAAAAAAAAAAGGGGGGGGGGGGG

Jorgito recibió en los dedos una gran cantidad de flujos y llevó su boca rápidamente a la fuente. Saboreó con placer el cálido líquido, mientras el cuerpo de su madre, tenso, era recorrido por olas de inmenso placer. Fueron 15 largos segundos de espasmos, de apretones, hasta que el cuerpo de Felicia cayó otra vez sobre el sofá. quedando flojo, relajado.

Jorgito, de entre las piernas de su madre, la miró.

-¿Te ha gustado, Maa?

-Ummmm mi niño...me ha encantado.

Lo miró. Tenía los alrededores de la boca brillantes, y sonreía. Felicia cerró los ojos, feliz. Notó como Jorgito se levantaba y, de repente, como se subía sobre ella y le clavaba la polla en el coño, hasta el fondo.

-Agggggggggggggggg mi...amor.......la tienes.....dura.......

-Sí Maa..Siempre me la pones dura.

Empezó a mover las caderas, penetrando a su madre, a buen ritmo. Las tetas, bajo el vestido, se bamboleaban arriba y abajo, al compás de sus embestidas. Tenía los brazos apoyados en el sofá, para poder mirarla.

-Maa....sácate...las....tetas.

Ella se desabrochó un par de botones, metió las manos y sacó las dos tetazas, para que su niño las gozara.

-Vaya tetas que tienes Maa....

Sin dejar de follarla, acercó su boca a uno de los pezones y lo chupó con gamas. Felicia apretó su cabeza contra ella.

-Agggggg fóllame.....mi niño....fóllate ..a..mami..

El culito blanco de Jorgito subía y bajaba cada vez más rápido entre las piernas de su madre. Ella sentía la polla, dura como una piedra, entrar y salir de ella. Se oía el chapoteo que hacía en su encharcado coño. Jamás pensó que a su edad pudiera gozar tanto con el sexo, que pudiese tener tantos orgasmos, que pudiese, a pesar de eso, seguir cachonda, deseando más.

Cuando se empezó a correr, empujó la cara de Jorgito entre sus tetas. El pobre casi no podía respirar, pero siguió follándola sin parar hasta que también se corrió, resoplando entre las dos moles de carne. De su polla apenas salió nada de semen, pero el placer fue inmenso. Cuando Felicia aflojó la presión de sus manos, se quedó quieto, agotado, sintiendo en la cara el calor de las tetas. La polla se le aflojó y se salió del coñito de su madre.

A los pocos momentos, la besó en la boca.

-Te quiero mucho, Maa.

-Y yo a ti, tesoro.

-Maa...

-Dime.

-Estoy echo polvo.

-Jajajajaja. Mi niño. Descansa y retoma fuerzas.

Cuando una mujer está contenta. feliz. y bien follada, se le nota. Y a Felicia se le notaba. Se pasó la tarde cantando por lo bajinis..

"Él vino en un barco....de nombre estranjerooooo, lo encontré en el puertooooo, un anochecer...." ( Felicia es, digamos, clásica)

Jorgito se echó una buena siesta, cosa que nunca hacía, mientras su madre se iba al supermercado de pueblo a hacer una buena compra.

-Felicia, que bien te veo. Estás radiante. Si hasta pareces más joven - le dijo una amiga al verla

-Jajaja. La buena vida.

-A ver si me cuentas tu secreto.

-Noooooo. Jajajaja. Que me lo robas

"cuando el blanco farooooo sobre los velerooooooooos , su beso de plataaaaaa dejaba caeeeeeer".

Cenaron los tres juntos. Todos estaban contentos, felices. Sobre todo Felicia, que recibía las pícaras miradas de sus dos hombres. Miradas que la hacían sentirse húmeda entre las piernas.

"Joder, me voy a convertir en una nifómana de esas", pensó y no pudo evitar reírse.

-¿De qué te ríes? - preguntó Julián.

-Jaja, de nada, de nada. Boberías mías.

Esa noche ponían en la tele una buena película, y los tres se acomodaron delante de la tele. Felicia y Julián en un sofá y Jorgito en el otro. Felicia se había puesto un pijama para estar más cómoda. Como le gustaba hacer, apoyó la cabeza en el hombro de su marido, que le pasó la mamo por los hombros, apretándola contra él. Felicia se sentía muy bien.

Al poco de empezar la película, la mano de Julián, lentamente, fue bajando por la espalda de Felicia, hasta llegar a la cintura, por detrás. y se metió por dentro del pantalón del pijama. Ella dio un respingo. Le susurró a su marido.

-'Tate quieto. El niño...

Julián no le hizo caso. le masajeó las duras y carnosas nalgas y le pasó un dedo por la hendidura que las separaba. Cuando sus dedos llegó al anito, lo masajeó con delicadeza.

-Julián, coño...quita la mano...

La punta del dedo se coló en el culito.

-Es para ir preparándotelo para luego.

-Bandido. ¿Me vas a follar otra vez el culito?

-Por supuesto, mi amor.

Felicia trataba de disimular. Miraba de reojo a Jorgito, pero parecía absorto en la película. Ella ya no miraba la tele. Disfrutaba de la caricia de su marido. Su coño se mojaba cada vez más. Meneó el culito suavemente, para que el dedo entrara hasta el fondo. Miró la entrepierna de su esposo. Se notaba el bulto de su polla. Le hubiese encantado sacársela y metérsela en la boca, mientras él le follaba el culito con el dedo. Pero no lo hizo. Había que respetar las formas. Lo que sí hizo fue susurrarle.

-Méteme otro más....ummmmm en el culito.

Lo sintió entrar lentamente. Ahora con dos dedos la caricia era mucho más placentera. Se mojaba cada vez más...sentía sus jugos caer por el interior de sus muslos.

Mira a Jorgito. Parece dormido. El pobre ha gastado muchas fuerzas hoy. Julián también se da cuenta de que el muchacho duerme. Lleva su mano libre a su pijama y tira del pantalón un poco. Su polla asoma.

-¿Estás loco? Guárdatela, que Jorgito se puede despertar.

-Dele un beso en la puntita..sólo un besito.

-Bribón.

Ella se agacha, vigilando a Jorgito, y besa la punta de su polla. Saca la lengua y lame el capullo. Está saladito. El muchacho sigue dormido, así que me mete la punta en la boca y empieza a chupar. Los dedos de su marido en su culito la están volviendo loquita.

-Agggg mi amor...que rico tu boquita..

-Vigila al niño..

-Ummm sí...

Felicia inició una lenta y pausada mamada. Se metía la polla hasta la mitad, lentamente, lamiéndola con la lengua. Y mientras meneaba el culito, recibiendo con placer los dedos que su marido le metía y sacaba

Julián vigiaba por si Jorgito se despertaba, pero no podía evitar cerrar los ojos de vez en cuando. El placer que su mujer le daba con la boca era maravilloso, y además, la situación, el poder ser descubierto añadía mucho morbo. Sentía como, con la polla dentro de su boca, Felicia la acariciaba con su lengua.

Llevó su mano libre al cabello de su esposa, a su cabeza. La acarició con dulzura. No hacía falta empujar su cabeza. Felicia la subía y baja muy despacito, haciendo que su polla entrara y saliera de su boca.

La mamada era lenta, pero el placer que le daba a su marido era inmenso Y Felicia estaba muy cachonda. Llevó una de sus manos a entrepierna, metiéndola por dentro del pantaloncito. Sin dejar de mamar, se empezó a hacer una pajita igual de lenta que la manada. Su rajita estaba babosita, mojada, caliente. Gimió suavemente. El placer que se daba a sí misma se sumaba al que su marido le deba en su culito.

Julián no la avisó. Simplemente se dejó ir. El primer chorro se semen la cogió un poco por sorpresa, pero enseguida se lo tragó con placer. Cuando sintió el cálido liquido bajar por su garganta, su orgasmo estalló a su vez. Y tragando el placer de su marido Felicia estalló en el suyo. Gemían bajito, casi susurrando, para no despertar a Jorgito, pero hubiesen deseado gritar.

Felicia siguió chupando, para dejar la polla de su marido limpita. Luego la guardó en el pijama y miró a Julián. Los dos sonrieron. Él bajó su cabeza y la besó con amor.

La película terminó.

-Oye mi amor, voy a llevar a Jorgito a la cama. Tú vete a nuestra habitación y espérame, que aún no hemos terminada - dijo Felicia.

-Ummmm esta noche va a ser una buena noche.

-Jeje, eso espero, bribón.

Se acercó a su hijo y le tocó el hombro.

-Jorgito, mi amor. Ya es tarde..a la cama.

El muchacho se levantó como sonado. Su madre lo acompañó a su cuarto para arroparlo. Cuando entraron en el cuarto, Jorgito de dijo al oído.

-He visto como le chupabas la polla a Paa!

-¿Cómo?

-Me hice el dormido.

-Jajaja. Mis dos hombres son unos diablillos.

-¿Me la chupas a mí?

Que iba a hacer. Le había dicho que cuando estuviera su padre en casa, nada. Pero puso una carita que no pudo decir que no. Llevó su mano a la entrepierna.

-Ummmm mi niño ya tiene la polla dura..Mami le va a hacer una buena mamadita para que duerma bien.

Jorgito se acostó en la cama, con las piernas por fuera. Felicia se arrodilló entre sus piernas y le bajó el pantalón. Su linda polla saltó.

-Sácate las tetas, Maa.

-Este niño....

Se sacó la camisa del pijama. No llevaba sujetador. Sus Jorgito admiró sus enormes y blancas tetazas. Llevó una de sus manos a una y la masajeó. Felicia las apoyó sobre los muslos de su hijo, bajó su cabeza y se metió la polla en la boca. Esta vez no fue una mamada lenta. Esta vez tenía que hacerlo correr rápido. Tenía que volver con su marido.

A Jorgito se le escapó un poco de saliva por la comisura de la boca. Babeaba de gusto mirando como su madre le chupaba la polla. Mirando sus tetas, sintiendo su calor en sus muslos. Felicia se ayudó de la mano. Lo pajeó con fuerza, chupándolo, mamándolo.

-Córrete mi amor...llénale la boquita a mami de leche calentita....

Jorgito empezó a mover sus caderas. Se iba a correr. La boca de su madre era tan caliente, tan suave...su mano...sus tetas...Sintió como la leche salía disparada, lanzándola con fuerza dentro de la boca de su madre. Felicia tragaba a medida que se le iba llenando la boca. Cada disparo, un trago.

-Aggg Aggggg Maaaaa que...ricoooooooo

Cuando la polla de su hijo dejó de disparar, Felicia chupó un poco más para dejarle la polla en perfecto estado de revista. Luego se la metió en el pantalón.

-Bueno, briboncete. A dormir

-Sí Maa....

Cuando ella salía por la puerta, Jorgito la llamó.

-Maa

-Dime tesoro.

-Te quiero

-Y yo ti. Hasta mañana.... machote.

Salió corriendo a su cuarto. Julián se estaría impacientando.

-¿Dónde estabas?

-Es que tuve que ir al baño

Felicia se echó sobre su marido y lo besó con pasión. Sus lenguas se enroscaron la una en la otra.

-Todavía te sabe la boca a mi leche.

-Sí...es que.....uf ...tenías mucha.

"Joder" - pensó Felicia - "tengo que ser más cuidadosa".

El pensar que Julián estaba probando el sabor del semen de Jorgito de su boca la excitó mucho, sin saber por qué. Lo besó con fuerza, con lengua. Gemía. Estaba cachonda. Necesitaba que se la follara.

-Mi amor...me tienes a caldo. Fóllame..méteme la polla.

-Hey, que no soy superman. Dame unos minutitos para reponerme..

-Coño..No puedo. Cómeme el coño.

No esperó ni a que se colocara. Se quitó el pijama y se subió sobre él, sentándose sobre su cara, restregándole el encharcado coño.

-Ummmm mi amor...que cachonda estoy...cómemelo...

En cuando sintió la lengua empezar a lamerle la rajita, llevó sus manos a sus tetas y empezó a amasarlas. Movía sus caderas, frotándose...buscando la lengua.

-Agggggg que bueno mi amor...sí..sigue así......y fóllame el culito con tus dedos..

Se los metió hasta los nudillos. Julián se dio cuenta de que a Felicia le gusta por el culito, y a él eso le parecía estupendo. Le encantaba el culazo de su mujer. Le metió y sacó los dedos de su culito cada vez más rápido. Y cuando atrapó entre sus labios el prominente clítoris, su boca se llenó de jugos. Felicia empezó a temblar y dejó de gemir, de respirar. Todo su cuerpo se tensó y fue atravesado por una descarga de inmenso placer.

Cuando el aire volvió a sus pulmones, su cuerpo se relajó. Casi asfixia a su marido cuando se dejó caer sobre su cara. Luego se acostó a su lado. Él la besó.

-Ummmm cariño..que boquita tienes...que placer me das...

Felicia notó contra su regordete muslo la polla de Julián. Otra vez dura.

-Se te ha levantado, machote mío.

-Se la levantas a un muerto, jamona mía.

-Jajajaja...Y...¿Qué le vas a hacer a tu jamona esposa?

Julián se acercó a su oreja y le susurró..

-Te voy a follar el culo.

-Ummmm ¿Me vas a dar por el culito?

-Sí.

-Ummmm briboncete...Mira que querer follarle el culito a tu linda esposa..

-¿No quieres?

-Jajajaja claro que quiero.

Felicia se acostó boca abajo. Su enorme culete quedaba levantado. Julián cogió una almohada y se la metió por debajo, para levantar aún más el culito.

-¿Traigo mantequilla?

-No..creo que con tus dedos me los has dejado preparadito.

-A ver...

Felicia, con sus manos separó sus nalgas, mostrándole a su marido su pequeño ojete. Julián acercó un dedo y apretó. Entró con facilidad.

-Sí, parece que está listo. Pero voy a lubricarlo un poquito.

-¿Con qué vas a...? Agggggggggggg

Con la lengua. Felicia dio un respingo de placer cuando Julián se acercó y le dio un lametón en pleno ojete. Y luego otro, y otro.  Ella mantenía las nalgas separadas. Aquella caricia tan íntima, tan prohibida, le encantó.

-Aggg mi amor..cochino.....pero...que...bueno..no...no pares

Julián pasaba su lengua alrededor del anito de su mujer. Lo lamía, lo besaba. Y trataba de penetrarlo con la punta de la lengua. Apenas podía entrar. Pero el placer que Felicia sentía era inmenso, tanto que tuvo que llevar una de sus manos a su coñito y frotarse.

-Joder..Julián..no puedo más....fóllame ya....méteme la polla ya!

-¿Estás caliente, mi amor?

-Coño Julián!! Follameeeeeeeee.

-Jajaja A sus órdenes.

La penetró lentamente, disfrutando de ver como su dura polla entraba en el apretado culito de su mujer. Felicia seguía frotándose el coño, y meneaba el culito. Cuando Julián se la metió hasta el fondo, se paró.

-Ya tienes el culito lleno de polla, mi amor.

-Ummmmmm  si...la siento...pero...fóllame...necesito..correrme....fóllame

Julián empezó a moverse, haciendo que su polla entrase y saliese de la apretada cavidad. Felicia se empezó a correr, con los ojos apretados, los dientes apretados, y el placer estallando en su cuerpo. Siguió frotándose el clítoris, fuerte. Mojaba las sábanas bajo ella. Y se volvió a correr.... Era casi como un orgasmo continuo.

El último orgasmo de Felicia fue cuando su marido se corrió dentro de su culito. Último porque Julián cayó a su lado, agotado. Por que si hubiese seguido, ella hubiese tenido más orgasmos.

Sin embargo, Felicia estaba agotada. Se miraron a los ojos. Sonrieron con amor. Cerró los ojos y se durmió casi en el acto. La sonrisa de sus labios no se borró. Julián la besó con ternura y también se durmió.

Por la mañana Julián se despertó y Felicia seguía dormida. No quiso despertarla. Se levantó sin hacer ruido y se fue a duchar, para luego irse a trabajar.

El ruido de la puerta al salir, aunque fue bajito, despertó a Felicia. Se desperezó. Estaba desnuda sobre la cama. Se sentía muy bien.

Miró a la puerta y allí, mirándola, estaba Jorgito. Desnudo. La polla dura, apuntando hacia ella.

-Buenos días Maa...Paa no está.

Elle le sonrió. Se puso boca arriba y abrió sus piernas.

-Buenos días, tesoro. Métele eso tan duro a mami

Fue otro día lleno de placer para Felicia. Para ella y para Jorgito. Incluso para Julián. Ese y los que siguieron.

Pasó el tiempo. Jorgito creció. Encontró novia, se casó y se fue a vivir a la gran ciudad. Pero iba a menudo al pueblo a ver a sus padres.

Y las miradas a su madre siguieron. Ella engordó un poquito más, pero la mirada de deseo de su hijo siempre fue la misma.

Cuando estaban solos, él se acercaba y la abrazaba. Felicia sonreía al sentir su dura polla contra su barriga o contra su culito. Él le acariciaba sus tetas y le decía al oído:

-Maa...¿me prestas tus braguitas?

FIN