Miradas (3)

Se consuma el deseo de Felicia y Jorge. El jovencito adolescente es incansable.

-Dame las bragas, que las llevaré a lavar.

Jorgito le dio a su madre sus empapadas bragas.

-Ummmm, las has dejado todas pringositas con tu leche.

Felicia las llevó al cuarto de la lavadora. No se pudo resistir a olerlas y buscar con su lengua todo el semen que pudo. A pesar de haberse corrido hacía unos momentos, el coño le hervía. No se podía sacar de la cabeza la imagen de la polla de su hijo corriéndose en sus bragas.

Volvió al cuarto de Jorge. El seguía en la cama. Se había guardado la polla en los pantalones.

-¿Cómo está mi niño?

-Muy bien Maa.

-¿Te ha gustado?

-Mucho. ¿Y a ti?

-Mucho.

-Oye Maa..

-Dime mi vida.

-Falta que me enseñes el culo.

-Jajajajaja Mira el mocoso este que le quiere ver todo a su madre.

-Porfa Maa.

-Bueeeeeeno. Eres un diablillo- dijo, divertida.

Se acercó a la cama y se dio la vuelta. Se empezó a subir la falda, despacito, descubriendo primero sus regordetes muslos, y después, su culazo. Jorgito se quedó maravillado ante aquellas dos enormes masas de carne. Era un culo grande pero precioso. Blanquito.

-¿Qué? ¿Te gusta el culito de mami?

-Uf..sí...Ummmm

Felicia miró hacia atrás. Jorge se había sacado la polla y se hacía una paja mirando su culo. Esa visión aumentó su calentura. Su coño casi goteaba. Sus miradas se cruzaron. Ella le sonrió y luego le miró la polla.

Empezó a menear el culito, suavemente. Lo echó hacia atrás, acercándolo hacia Jorgito, para que lo viera bien. Pero Felicia deseaba más. Quería algo más que miradas.

-Puedes tocarlo, si quieres.

Claro que quiso. Llevó su mano libre al culazo y empezó a acariciarlo. Era cálido, suave, duro, pero era demasiado culo para una sola mano. Soltó su polla y llevó también esa mano al culo de su madre.

-Ummmmm mi niño...que le toquetea el culo a mami.

Felicia no dejaba de menear su culo mientras sentía las manos de su hijo amasar sus amplias nalgas.

De repente, sintió un beso en un cachete. Jorgito le había dado un beso en las nalgas. Y luego otro y otro.

-Ay!! Jorge..que me tienes hirviendo...Espera..

Se dio la vuelta. El la miraba con la tiesa polla desafiante.

-Hazme sitio.

Jorgito se rodó a un lado de la cama  ella se sentó a su lado.

-Te voy a enseñar a darle gustito a mami. ¿Quieres?

-Claro que quiero. Claro.

Se abrió la blusa y le mostró de nuevo sus tetas. Ahora Jorgito las tenía muy cerca. Ella cogió de las manos de él y la llevó a las tetas. Jorgito casi se corre. Al fin tenía en sus manos la enorme teta de su madre. La tocó, la sopesó, la apretó. Como hiciera con el culo, llevó también la otra mano a la otra teta.

Aquellas dos masas de carne eran pesadas. Los pezones eran con dos duros botones, de grandes aureolas. Los atrapó entre sus dedos.

-Ummmmmm así...que rico..

Felicia abrió sus piernas. El aroma de su chorreante coño le llegó a la nariz. Jorgito también lo olió. Cogió la mano derecha del muchacho y la llevó hasta su coño.

-Ahora le vas a hacer una pajita a mami.

Le hizo pasar los dedos a lo largo de su raja. Jorgito se maravilló de lo caliente que estaba. De lo mojada que estaba. Parecía saliva, pues era un líquido babosito. Ella guió sus dedos.

-Agggggg ummmm tienes que mover tus dedos así...ummmm a lo largo del coñito de mami..Agggggggggg eso...eso es mi pepitilla. Frótala con suavidad..así....dando vueltas con los dedos...Ummmmmm que rico....

Le explicó todo lo que tenía que hacer. Como acariciarla. Le explicó que metiera sus dedos en su coño, que los sacara, y que fuera repitiendo todo. Jorgito era un estupendo alumno. Ella quitó su mano y él siguió solo.

-Aggggggggg ummmm que...rico...que bien...lo estás haciendo...

-¿Te gusta mami?

-Ahhhhhhhh claro que..me gusta..Me gusta que..mi niño...me haga una...pajita..

-Y a mi hacértela.

-Chúpale las tetas a mami....

Jorgito hundió su cara entre las tetas maternales, sin dejar de mover sus dedos en el coño. Su mano estaba empapada. El coñito de su madre no dejaba de soltar jugos. Cuando sus labios atraparon uno de los duros pezones, su madre dio un grito. Cerró con fuerzas las piernas y su espalda se separó de la cama.

-Aggggggggggggg me..corrooooooooooo

Fue un largo y placentero orgasmos gracias a los dedos y la boca de su hijo, que no dejó de chupar su pezón mientras se corría.

El orgasmo la abandonó lentamente, y lentamente aflojó la presión de sus piernas, abriéndolas lentamente.

-Mi niño...que bien lo has hecho.. Has hecho correr a mami...AGGGGGGGG

Su niño le había metido tres dedos en el coño y la empezó a follar con ellos. Cambió de pezón mientras juntaba ahora los 4 dedos de su mano, menos el pulgar, y probaba. El coño de su madre admitió la placentera invasión.

-Me..vas a ..matar de gusto..bribón....no...pares...Ahhhhh

En menos de un minuto, aquel inexperto muchacho consiguió que su madre volviera a correrse, esta vez con más fuerza que la anterior. Cuando la sintió estallar, le mordió con cariño el pezón que tenía entre los labios.

-AGGGGGGGGGGG

Le tuvo que quitar la mano de entre las piernas. El orgasmo fue tan fuerte que su coño le quedó muy sensible. Con las piernas cerradas, los ojos cerrados, la boca abierta tragando aire, Felicia disfrutaba de los últimos espasmos de su fortísimo orgasmo.

Cuando ella abrió los ojos, Jorgito se miraba la mano llena de sus jugos. Se la olió

-Huele más fuerte que tus bragas, Maa.

-¿Te gusta?

-Me encanta.

Felicia miró la polla de su hijo, dura entre sus piernas. Él le había dado mucho placer con sus manos, con su boca. Ella tenía que compensarle.

-Jorge..¿Sabes lo que es una rusa?

-Una mujer de rusia

-Jajajajaja. ¿Y una cubana?

-Pues una mujer de cuba.

-Jajajaja. A parte de eso, es una paja con las tetas. ¿Quieres probar?

Los ojos de Jorgito estaban abiertos como platos. No se podía creer la suerte que tenía.

-Claro que quiero, Maa. Claro que quiero. ¿Cómo..cómo se hace?

-Hay muchas maneras. Siéntate al borde de la cama.

Felicia había pensado tumbarse en la cama y dejar que Jorge se pusiera de rodillas sobre ella, como le gustaba a su marido, pero Jorge en más pequeño y ella estaba un poco gordita. Mejor ella arrodillada.

Cuando él estuvo sentado, ella se arrodilló entre sus piernas. Le acarició los muslos. La polla descansaba contra la barriga.

-Échate para atrás. Apóyate en los codos. Así podrás verlo todo.

Con el corazón latiéndole como loco, Jorge se puso como su madre le dijo. La tenía arrodillada entre sus piernas. Sentía el peso de sus tetas en sus muslos.

-Verás que rico. Mami te va ha hacer una cubana.

Las manos de su madre subieron por su barriga, hasta cogerle la polla. Su madre le había cogido la polla.

-Que dura la tienes, Jorge.

La apretó con la mano. Y empezó a mover la mano. Él enseguida empezó a gemir.

-Agggg mami...que rico...

-Esto no es nada, mi amor

Se echó hacia adelante. Sus tetazas descansaron sobre le pubis de Jorgito, que sintió el calor que despedían aquellas dos enormes tetas. Jorge vio como su madre metía su polla en el canalillo que separara las dos tetas y luego las apretaba. Aquel canalillo era un horno. La polla desapareció. Solo era visible la punta, que asomaba por entre las dos tetas.

-Ummmmm Maa..

Sonriendo, Felicia empezó a mover sus tetas arriba y abajo, acariciando la dura polla. Primero lo hizo despacito, mirando la cara de placer de su niño. Apretó más sus manos, aumentando la presión que sus tetas ejercían sobre la polla.

-A tu padre le encanta follarme las tetas..¿U a ti mi amor? ¿Te gusta follarle las tetas a mami?

-Uf...aggggggg mucho...ummmmmm

Felicia miró hacia sus tetas y vio aparecer y desaparecer la punta de la polla. No se pudo resistir. Agachó la cabeza y lamió la punta de la polla.

Jorgito no pudo más. El lametón que su madre le dio en la polla fue el detonante de su orgasmo.

-Aggg Aggg Maaaa me corrooooo

-Eso es...dale toda tu lechita a mami. Llénale las tetas de tu lechita a mami.

El primer chorro fue especular. Largo, espeso. Salió disparado de la pinta de su polla y se estrelló contra el cuello de Felicia. Los siguientes caían sobre sus tetas, sobre el canalillo. Jorgito gemía de placer al correrse en las tetas de su madre.

-Ummmm vaya corrida que ha tenido mi niño. Le has dejado las tetas a mami llenitas de leche.

Felicia se separó. Jorgito vio con su madre tenía semen en el cuello, pero sobre todo, en las tetas. Y con asombro se quedó mirando como ella, con sus manos, esparcía toda su leche.

-Esta cremita es muy buena para la piel.

-Tienes un poco en el cuello.

-¿A ver?

Felicia llevó sus dedos a su cuello y recogió la leche del primer chorro. Jorgito esperaba que la llevase a sus tetas y la esparciera, pero en vez de eso, su madre se llevó los dedos a la boca y los chupó.

-Ummmm, que rica leche tiene mi niño.

Se miraron a los ojos un buen rato. Los dos sonriendo.

-Bueno, ahora me voy a vestir que tengo que hacer la compra y después limpiar la casa.

Se levantó y le fue a dar un beso en la frente, pero luego se lo dio en los labios, cogiéndolo por sorpresa.

-Hasta luego, mi amor.

Jorgito se quedó un buen rato en su cama. Le había visto las tetas, el culo y el coño a su madre. Se las había tocado. Y le había hecho una paja hasta hacerla correr. Dos veces. Y después ella le hizo aquella estupenda cubana.

La oyó salir de la casa. Aprovechó para darse una buena ducha.

Felicia iba muy contenta, cantando bajito. Los del mercado la notaron especialmente contenta.

-¿Qué, Felicia? Estás muy contenta hoy.

-Sip. Es un buen día.

-¿Por algo en especial?

-Ummm. no.

Terminó todas sus cosas y volvió a casa. Fue a la cocina y empezó a guardar las cosas.

-Jorgeeeeeee

-¿Si Maaaa?

-¿Me echas una mano con la compra?

-Claro Maa.

Él apareció, repeinadito y bien guapo.

-Guarda esas cosas en la despensa, mi vida.

-Sí.

Mientras lo hacía, miraba a su madre. El cuerpo de ella se cimbreaba al moverse de aquí para allá, guardando la compra.

La notó contenta, feliz. Estaba cantando por lo bajinis

"Dale a tu cuerpo alegría Macarena, que tu cuerpo es pa' darle alegría Macarena. Dale a tu cuerpo alegría Macarena, Jeeeeeyyyy Macarena"

-AAAHAAA - añadió Jorge

Ella lo miró, sorprendida. No se había dado cuenta de que estaba cantando.

-Jajajajaja- AAHAAA!

Aquella risa hizo que sus tetas se bambolearan, subieran y bajaran. Demasiado para el adolescente muchacho, que sintió como la sangre volvía a su polla, que se ponía dura por momentos.

-Jajaja, que niño este AAAAHAAA! jajajaja

Felicia se dio la vuelta y siguió guardando las últimas cosas. Todavía reía y no oyó como Jorgito se acercaba a ella, por detrás. Sólo se dio cuenta cuando notó como se pegaba a ella. Cuando notó que llevó sus manos a sus tetas. Cuando notó que le restregaba la polla dura por el culo.

-Pero...Jorgito..¿Otra vez la tienes dura?

-Si Maa.

-Eres...insaciable..

-Es que me pones muy caliente, Maa..

-Uf... mi niño...y tú a mi...

Se apretó más contra ella, frotando con fuerza su polla por el inmenso y duro culo, al tiempo que amasaba entre sus manos las tetas, sobre el vestido. Ella apoyó sus manos en el pollete de la cocina y echó su culo hacia atrás, para sentir mejor el roce de la polla

Jorgito empezó a tomar la iniciativa. Desabrochó un par de botones del vestido sacó las tetas, para volver a atraparlas entre sus manos.

-Ummmmm, mi niño....como me pones.

No se podía creer que su coño estuviera encharcado otra vez. Jorgito bajó una de las manos y le arremangó el vestido sobre la cintura, dejando al aire el magnífico culo. Ella no se había puesto bragas aún. Jorgito se bajó los pantalones y le pegó la polla a la desnuda piel.

-Ummmm como tiene de dura mi niño su pollita - dijo ella meneando el culito contra la polla.

-Maa..

-Agg...dime mi...vida...

-Te quiero...follar

-Ummmmmm aggggg ¿quieres....follarte...a ..mami?

-Sí. Te...deseo...

-Y yo a ti..Deseo que..mi niño...me folle bien follada.

Se dio la vuelta. Se miraron a los ojos. Chispeaban los dos de deseo.

-Ven con mami

Le dio la mano y lo llevó a su dormitorio, a la cama conyugal. Ella iba con el vestido remangado, las tetas fuera, y Jorgito con los pantalones a medio muslo y la polla colgando.

Los dos estaban muy calientes. Necesitaban calmar el fuego que los consumía.

Felicia se tumbó en la cama, se arremangó un poco más el vestido y abrió sus piernas. Su peludo coño quedó a la vista de Jorgito.

-Ven aquí mi amor. Ponte entre mis piernas.

El corazón del muchacho parecía querer salírsele por la boca. Se arrodilló entre las piernas de su madre, que le indicó que hacer. Le cogió la polla y le guió hacia le entrada de su coño.

-Ahora...Fóllame...Métele la polla a mamiiiiii

Jorgito empujó, y por primera vez en su vida su polla se enterraba en un cálido y mojado coño. La sensación que sintió al ir separando las paredes jamás la olvidaría.

-Agggggggg mi amor....me...me..estás follando...

El muchacho era aún inexperto. Empezó una alocada follada, entrando y saliendo de su madre a toda velocidad. Estaba muy caliente, el placer era demasiado. En menos de 15 segundos se corrió, lanzando en el fondo del coño materno andanada tras andanada de su hirviente semen.

-AHHHHHH mamiiiiii..ahhhhhhhhhh

-Sí..Sí...mi niño...me está llenando el coñito de..su lechita....siiiiiiii que...gustooooooooooo

Fue un orgasmo compartido. Felicia se revolcó. Lleno sus manos al culo de Jorge y lo apretó con fuerza contra ella, para que se corriera en lo más hondo.

Jorgito terminó agotado y cayó sobre su madre. Su cabeza quedó entre las dos tetas. Ella llevó sus manos y la acarició con ternura.

-Ummmm que bien te has follado a mami..mi amor...Me has dado mucho gustito.

-Que rico, Maa...

-Uf..si..muy rico. Pero la próxima vez hazlo más..despacito. No hay prisas.

-Vale Maa.

Jorgito levantó su cabeza de entre las tetas de su madre y la miró.

-Eres...muy guapa.

-Gracias mi amor. Gracias.

Jorgito recordó el suave beso que su madre le había dado entes en los labios. Ahora estaba sobre ella, con su polla, todavía dura, dentro de su coño caliente, lleno de flujos y de semen. Acercó sus labios a los de ella y la besó, con dulzura.

-Ummmm vi vida...

La besó otra vez...Y otra. Cerró los ojos y su en sus labios sentía el calor de los labios de su madre. Y entonces ella los abrió. El la imitó. Y sus lenguas se encontraron, se abrazaron.

-Ummmm - gemía Felicia. Su hija la besaba muy bien.

"La próxima vez hazlo más despacito", le había dicho. Sin dejar de besarla, de chupar su lengua, sus caderas empezaron a moverse, despacito, haciendo que su polla frotase las paredes del coño de su madre.

-AGgggg Jorge...Esto..no puede ser..me vas a ..follar ..otra vez... eres...eres... insaciable.. agggg

No pudo seguir hablando por que él le cerró la boca con la suya. Sólo pudo abrazarlo y sentir como la polla empezaba nuevamente a follarla. Ahora despacito, con suavidad. Ahora pudiendo gozar de las sensaciones, del placer.

-Eres....maravilloso..así...fóllame despacito...fóllate a mami...

-Te quiero, mami...agggggg

-Y yo a ti, mi vida.

Entre besos, caricias y gemidos, Jorgito, lentamente, con dulzura, aguantó esta vez mucho más. Fueron largos minutos de placer para ambos. Placer que en Felicia fue subiendo y subiendo, llegando a ese maravilloso punto en que ya todo es imparable, en el que el orgasmo yo no puede ser detenido.

-Aggggg mami..se va a correr...otra vez..mi amor.........

Felicia abrió los ojos. Miró a Jorgito, que también la miraba. No se movían, excepto las caderas de él, que subían y bajaban, haciendo que la polla entrara y saliera de su madre.

Sin cerrar los ojos, Felicia sintió como su cuerpo se empezaba a tensar hasta quedar totalmente rígido. Todo menos su coño, que tenía espasmos. Espasmos que lograron que la polla de Jorge estallara por última vez.

Los dos amantes aguataron la mirada de los ojos del uno en el otro. No respiraban. Sólo sentían el enorme placer, en forma de contracciones de la vagina de Felicia y de espasmos de la polla de Jorge. Espasmos acompañados cada uno de un latigazo de caliente semen.

Cuando los espasmos de ambos terminaron. siguieron mirándose. El aire volvió a entrar en sus pulmones. Y ahora sí, agotado, Jorge se dejó caer al lado de su madre. Los dos quedaron boca arriba, mirando al techo. Segundos después, se miraron. Sonrieron.

-Mi niño..qué bien me has follado. Vas a ser un regalo para las mujeres.

-Sólo te quiero a ti, Maa.

-Jajajajaja. A ver si dices eso cuando aparezca una linda jovencita de tetas chiquitas, duras y culo respingón.

Felicia miró la hora.

-Coño! La hora que es. Tengo que hacer la comida. No te acerques a mí, eh?

-¿Por qué Maa?

-Jajajaja. Por que si lo haces seguro que hoy no comemos

Jorgito le hizo casa. La dejó tranquila el resto de la mañana. El se fue a ver la tele y a jugar a la 'pleiesteishon'

Durante la comido, Felicia recibía las miradas no sólo de Jorgito. Su marido también la miraba con ojos libidinosos. Sus hombres eran unos calentorros.

-Jorgito..¿Me haces un favor?

-¿Cual Paa?

-¿Podrías ir después de comer a la ferretería a comprarme unos alicates? Tengo cosas que hacer en almacén.

-Claro Paa.

Felicia miró a su marido. Él le picó el ojo. Estaba claro que quería estar un rato a solas con ella. Seguro que se traía algo entre manos. Lo confirmó cuando sintió su pie acariciarle los muslos por debajo de la mesa.

En cuando el muchacho salió por la puerta, Julián se abalanzó sobre ella, besándola, magreándole el culo y las tetas.

-Felicia, no voy a esperar a la noche. Llevo toda la mañana cachondo perdido. Echemos uno rapidito.

Ella notó en su barriga la dura polla de su marido. Su coño se empezó a mojar, y de repente, se acordó que no había tenido tiempo de lavarse después de follar con Jorgito, y que dentro de su coño aún habría semen de su hijo. Si Julián la follaba, podría darse cuenta. No podía dejarlo follarla.

-Julián, así de sopetón...¿No prefieres esperar a la noche?

-No.

Le cogió la mano y se la llevó a la polla. Ella la agarró.

-Ummmm, como estás, cariño. ¿Quieres una buena cubana?

-Te quiero follar

Felicia pensaba con rapidez. Tenía que buscar una solución, rápido

-¿Y una buena mamada?

-¿Es que  no quieres que te folle?

-Claro que sí, mi amor. Pero el niño podría volver y pillarnos.

-Pues que nos pille. Que sepa lo que es la vida

Se le iba a follar. Iba a encontrar su coño lleno de leche y se iba a montar un buen pollo. Sólo había una solución. Se acercó a su oreja.

-¿Quieres follarle el culito a tu mujer?

-FELICIA!!! ¿Lo dices en serio?

-Sí. Siempre has querido y nunca te he dejado. Mi culito es tuyo.

-Pues claro que quiero. Joder!!!

Felicia se dio la vuelta y Julián le remangó el vestido. El culazo de su mujer apareció ante su vista. Lo magreó a base de bien. Se desabrochó el cinturón y los pantalones cayeron a sus pies, seguidos de los calzoncillos. Le empezó a pasar la polla por las nalgas.

-Ummm mi amor. Cuanto había deseado esto.

-Coge un poco de mantequilla, como en la película aquella.

-Vale.

Felicia no pudo evitar reírse cuando lo vio ir a la nevera. Parecía un pingüino, caminando a saltitos, con los pantalones enrollados a los pies y la polla tiesa. Volvió con el bote en la mano y una sonrisa en la boca.

Felicia se apoyó en la mesa de la cocina, sacando el culo hacia atrás. Las piernas las cerró, para que su coño quedara también cerrado. Con la calentura que llevaba, Julián ni se dio cuenta de que no llevaba bragas.

-Vaya culazo que tienes, jodía.

Felicia lo meneó hacia los lados, encendiendo aún más a su marido, que abrió el tarro de mantequilla. La tapa salió volando. Cogió una buena cantidad con los dedos y los llevó al ojete de su mujer. Lo acarició y lubricó bien. Apretó sus dedos y dos entraron con facilidad.

-Ummmm....que rico...

Felicia sintió placer. Al final hasta le iba a gustar.

Julián se puso también mantequilla en la polla. Estaba fría, pero con el calor de su miembro se derritió. Parecían que iban a hacer un pastel, pues el olor a mantequilla era fuerte.

-¿Lista?

-Sí mi vida. Dale por el culito a tu mujer.

Felicia notó como él apoyaba la cabeza de la polla contra su esfínter y comenzaba a apretar. La cabeza se coló.

-Agggggggg

-¿Te duele?

-Un poquito, pero...sigue. Despacito.

Empujó más. La polla se fue colando poco a poco. El culazo de Felicia era grandote, pero el esfínter era cerradito y apretado.

-Ummmm Felicia...que gustito..como me aprietas la polla.

-Uf, parece que tu polla haya crecido. Me estás llenando el culito.

Se le encajó toda. Se agarró a las poderosas caderas de su mujer y empezó a moverse. Felicia tenía los ojos cerrados. El dolor casi había desaparecido. Y le daba un cierto gustito tener la polla clavada en su culito.

Julián miraba como su polla entraba y salía. El placer que tenía era muy grande. Iba despacito, porque si se movía más rápido se correría sin remedio.

-Ummmm Felicia...que cosita más rica...Gracias por dejarme al fin tu culazo.

-Despacito mi amor..ummmmm

De verdad que le estaba gustando. Su coño estaba ya empapado, y sintió como algo de líquido le bajaba por los muslos. Rápidamente llevó su mano a su coño para evitar que saliera más. Menos mal que no lo había dejado follarla. Su mano se llenó de una mezcla de sus flujos y semen de Jorgito. Sólo pudo esparcirlo por su pubis, por sus muslos, para que no goteara al suelo. Y ese frotamiento la ponía más caliente. Se pasaba los dedos por la encharcada raja, recogiendo el líquido y esparciéndolo por la zona.

-Ummmmm mi amor...cómo siento tu polla...Fóllame...fóllame más...más rápido

Julián aumentó un poco el ritmo. Cada vez que se la metía a fondo sus cuerpos chocaban. La cocina se llenó de gemidos, de suspiros.

-El niño...que va a volver el niño...Aggggg rápido...fóllameeeee

Julián se la folló ahora bien fuerte, bien rápido.

-Me voy a correr..Agggggggg

Le clavó la polla hasta el fondo y empezó a soltar su cálida carga. Felicia sentía el caliente líquido golpearle en lo más profundo. Atrapó su clítoris con sus dedos, lo frotó y acompañó a su marido en su orgasmo. Le había encantado regalarle su culito. Cuando terminó de sentir los disparos, sintió las manos de su marido acariciarle las nalgas.

-Joder Felicia..que gusto me has dado.

-Uf, y tú a mí. Si llego a saber lo rico que es te dejo que me folles el culito antes. - dijo Felicia recogiendo aún en su mano lo que manaba de su coño.

Oyeron la puerta. Jorgito había vuelto. Rápidamente Julián se subió los pantalones y Felicia se bajó en vestido. Justo se sentaba Julián a la mesa cuando entró Jorgito.

-Toma Paa.

-Gracias, campeón.

-Maa, ¿Vas a hacer bizcocho? - le encantaba el bizcocho que hacía su madre.

-No..¿Por?

-Es que huele a mantequilla. Ummmmm bizcochito. Haz uno Maa.

-Bueno, bueno. Ya veremos

Julián y Felicia se miraron con complicidad.

-Voy a darme una duchita, que estoy sudando - dijo Felicia.

-Yo me voy a dormir una siestecilla antes de volver al trabajo.

En la ducha, Felicia se asombró de como olía. A mantequilla y a semen. Toda su zona genital estaba pegajosa, así como sus manos. Las olió. Ese aroma de sus juguitos mezclados con semen era muy agradable. Se enjabonó y se empezó a limpiar.

Se rió sólo. Su marido casi la había pillado, pero al final le había encantado. No recordaba cuantas veces se había corrido ya ese día, y sólo eran las 4 de la tarde. De repente, se abrió la cortina del baño. Era Jorgito.

-¿Pero qué haces, loco? Te va a pillar tu padre.

-Está roncando, Maa

-¿Qué quieres?

No dijo nada. Sólo se bajó los pantalones y le enseño la polla, dura, desafiante

CONTINUARÁ