Miradas (1)
Introducción.
Miradas que se encontraron, donde por un instante representaban nada y se convirtieron en todo, el momento en el que te das cuenta que las palabras no son suficientes y que una mirada basta para comprender lo que no se puede decir.
Durante mucho tiempo me ha costado comprender por qué es tan difícil expresar un sentimiento con palabras. Será que no existen las palabras que abarquen todo lo que siento en este momento o será que no es posible explicar ese pequeño mundo dentro de mi lleno de sensaciones y sentimientos.
Viernes, 13 de febrero del 2015
Me encuentro en la fila de la taquilla del Hospicio Cabañas, un edificio de estilo neoclásico que sirvió como un hogar de huérfanos en 1810. Actualmente en su interior se encuentran murales entre ellos se conservan unos de un pintor muy famoso, José Clemente Orozco.
El motivo de mi visita es un tiempo de ocio, debido a que aprecio mucho el arte, durante la espera para comprar la entrada, me llamó mucho la atención una chica, desde mi punto de vista era muy linda, era un poco inevitable no verla.
Ella se encontraba a 3 personas atrás de mi, por lo visto se percató de mi mirada, ella hizo lo mismo, nos quedamos viendo por unos segundos hasta que comenzó avanzar la fila más rápido.
Por fin llegué a la caja y compré mi boleto, ingresando al lugar esperé a que llegarán más personas debido a que una señora sería nuestra guía.
Te miro, tu cabello es café castaño, tus ojos aceitunas, tu nariz recta, por detrás la caída lacia del pelo, la espalda que cierra en uvé hacia la cintura y nalgas generosas.
Esta descripción no suena mal; aunque tu cuerpo no desprendía olor alguno, intuí que despertabas hacia el otro lado del mundo.