Minirelatos 2. (y una poesia).
Toda una vida de algunas aventuras, de una mujer plena, bella y madura
MI PRIMERA MASTURBADA A UN HOMBRE.
Resultaba verdaderamente increíble que, a pesar de haber sostenido relaciones sexuales, con otro novio que tuve en el pasado, jamás yo haya sostenido en mis manos un pene.
Pero luego, durante una tarde de verano, entre los rayos naranja y ocre de un sol ocultándose en el mar del océano pacifico; yo masturbaba a mi nuevo novio, viendo admirada y excitada, la forma como brotaba, a través de aquel maravilloso tubo de carne, unas enormes gotas de semen con mucha fuerza; llenando toda mi mano.
Otra noche, le chupe a mí mismo novio actual, y también por primera vez, todo su tubo; hasta que de muy dentro de su bello ser, brotó como un volcán, toda la sabia hermosa de mi amor; anegando mi boquita. Eso fue el inicio de mil mamadas durante mi vida, tanto a el mismo, como a otros hombres.
Cierta vez, en una reunión swinger, disfruté llena de pasión, varias de ellas en mi boca; sin decidirme por alguna en especial, hasta que todos esos frutos masculinos, reventaron sin poder contenerse, dentro de mi boca, en mis mejillas, pelo y frente.
…….
MI VECINITA
Ante unos ruidos extraños, me asomé por la ventana de mi recamara, y vi, a la hija de mi vecina, recargada sobre la pared, recibiendo tremendos empujones de verga de su novio; no pude resistir, y me masturbé viéndolos.
…..
INVENTA UNAS PUTERIAS.
Mi esposo me dijo:
- Invéntate unas puterías… ¿no?
Y esa noche, ante la complicidad del horario de invierno, que provoca un oscurecimiento más temprano, le pedí al empleadito de Sanborns, que me ayudara a llevar unas compras que yo realizara, al auto, estacionado fuera del edificio; y al llegar, abrí la portezuela, e inclinándome, le enseñé deliberadamente, todas mis bragas trasparentes. El chico, sin poderlo evitar, inició a sobarse su palo parado por arriba del pantalón, observándome muy triste, como diciendo: “Esto no es para mí” pero sonriéndole, le bajé su cremallera, y degusté aquella hermosa tranca con mi dulce boquita.
Posteriormente, yo misma, bajé mis pantaletas; y entre besos apasionados, y caricias mutuas de genitales, nalgas, y mamadas de tetas, una vez fuera del brassier, el joven me empujó lleno de ardor varonil, de bruces sobre el asiento; y zambulló su verga caliente, provocándome escandalosos gritos de placer, sin importar que el guardia que habitualmente realiza sus rondines en bicicleta, nos escuchara y pudiera descubrirnos.
Este mismo guardia, se acercó a vernos, ante el temor del chico; a quien hube de tranquilizar, y luego, dije al guardia jadeando yo por lo caliente, un hombre como de 50 años:
- Luego sigues tu…
El hombre aquel, no lo podía creer; mientras el chico, terminó dos veces seguidas, a violentas cogidas; por lo que el pobre guardia, no era capaz de contenerse, y una vez que se retiró el joven, el hombre, sin esperar, me sepultó toda su verga en mi vagina resbalosa, de un fuerte sopetón infame y cruel; y debido a la emoción, en unos segundos, el guardia reventó como melocotón hirviente, dentro de mí.
Un cliente llegó a su auto, estacionado fortuitamente cerca del mío, y no era capaz de creer lo que sus ojos veían: A un jovencito aun con la verga tiesa, observando de que manera tan violenta me cogían, y otro hombre atizándome como un animal. Este cliente, ya antes, dentro de la tienda, me había estado siguiendo, ante mi imagen de dama, pulcramente vestida con falda corta, y una mascada en torno a mi cuello, bajo una blusa de seda negra. El hombre, no dijo nada, solo se bajó los pantalones, y arrojándome violentamente, en el asiento trasero, bombardeo mi cuerpo, montado encima de mi persona, con mis piernas sobre los respaldos de los asientos. Fue tremenda aquella feroz retahíla de sexo.
Cuando llegue a casa, ya con toda la compostura de mi atractiva vestimenta en su lugar, y de nuevo, mi bonito rostro decorado; mi esposo me pregunto:
- ¿Y?
- Nada…le respondí yo…
- ¿Como que nada? …ahorita vas a ver, como te va a ir (dijo fingiendo enojo) …
Pasados unos cuantos minutos, sonriendo pícaramente, extraje mi cámara con la que grabé todo lo sucedido, con ayuda también, de aquellos 3 hombres que me habían cogido; y acto seguido, mi esposo me tomó de las greñas, y me dio unas pequeñas bofetadas, subiéndome a nalgadas por las escaleras a la recamara, ante mis gritos y suplicas de que me perdonara.
- Cállate puta, me decía mi marido…
En lo que íbamos subiendo, mi esposo introdujo una de sus manos debajo de mi falda, y para su sorpresa, toco mis nalgas empapadas de semen, porque aquel joven, empleado de Sanborns, se había limpiado con mis bragas, obligándome a colocármelas de nuevo diciéndome el chico aquel:
- Tenga mi linda señora, para que me recuerde; y póngaselas, o se las pongo yo a la fuerza.
Mientras en aquel instante, yo bajaba mis bellos ojos sumisamente, y siguiéndole el juego, le dije:
- Si mi amor, lo que tu digas.
- Y para la próxima ocasión, me dijo el joven, yo me la quiero joder solito, ¿me entendió?
- Si mi rey…dije yo.
Y me puse las bragas, increíblemente empapadas de leche.
Las fuertes nalgadas de mi marido, no se hicieron esperar…jadeando sumamente caliente, mi esposo veía una y otra vez, el tremendo video aquel; y luego de cogerme, dándome bofetadas por puta, se vino una y otra vez, terminando en mi culo, ante mis suplicas de que no lo hiciera.
….
MI PRIMERA VEZ.
- ¡Ay ay ay… me duele mi amor, me duele!
Pero con todo, por primera vez, mi trasero sufrió la ruptura …
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MI DULCE TESORO (poesía erótica).
Era muy grande, gorda y dura…
Pero nada de esto le importo a aquel cara dura.
Casi me vomitaba,
mas no le importó nada.
La zambulló por mi boca,
a pesar de mis gritos como loca.
Toda esta verga te toca,
y más te vale que no grites.
y así ruegues y supliques,
te daré por tu culo y por enfrente;
para que no finjas que te soy indiferente.
Eres mi ramera absoluta,
Mi dulce puta.
Que yo adoro…
Mi dulce tesoro.
….
EL NUMERO OCHO.
Únicamente otra y ya ¿si por favor? Y me cogió el hombre número 8 de la fiesta.
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BALAZOS DE SEMEN.
Yo iba tremendamente sexi arreglada a la fiesta; y los dos oficiales, sin ser capaces de contenerse, al salir del super mercado, a donde bajé por una botella de vino, me subieron al auto patrulla, y acribillaron mi cuerpo a balazos de semen…
….
EN EL AVION.
Viajaba en primera clase a Holanda, y la aeromoza me dejo entrar al privado, mientras mis gritos de pasión se alcanzaban a escuchar por toda la sala, entre los pasajeros dormidos. El hombre me bombeaba sentado en el retrete, y yo, recargada con mis manos, apoyada sobre la puerta. Cuando salimos del baño, observé a la bella aeromoza masturbándose muy caliente, y succioné su clítoris enardecida, hasta que ella terminó en mi boca.