Minirelatos.

Todos los siguientes relatos son vivencias reales contadas a mi persona por los protagonistas. Desde luego los nombres verdaderos han sido cambiados; mientras que la descripción literaria de los hechos pertenece a mi persona. Gracias.

AMANDA Y ESTEBAN.

Amanda y Esteban, salieron despavoridos de su domicilio. El terremoto se encontraba en evolución, y tal parecía que no se iba a detener jamás. Una vez en la calle, estupefactos, observaron el desplome del edificio en donde ambos vivieron durante tanto tiempo en aquella colonia de la ciudad de México. Súbitamente, se hicieron conscientes, de que ella llevaba sujeto a su cintura, un arnés con un enorme pito de goma, sin ropa encima, y sus grandes tetas al aire; mientras que Esteban, se encontraba femeninamente maquillado, llevando medias, liguero y pantaletas “crotchless” o abiertas de en medio, por donde minutos antes, Amanda metiera el pene  de goma hasta el fondo del culo de Esteban, gritando este, como toda una mujercita.

TOBI.

Tobi, lamio el rostro de Adriana su dueña; luego, gentilmente descendió hasta la oscura gruta de ella, que se encontraba encharcada de semen, y gustoso también lamio hasta donde pudo el batidero hecho por ambos. Después de tomar un baño, Adriana y Tobi, salieron a dar su paseo vespertino acostumbrado; en donde se topaban con otras mujeres y hombres sujetando por la correa a sus mascotas, ¿Cuántos de ellos –se preguntaba Adriana- serían compañeros sexuales? En ese instante, se cruzó en su camino Francis el homosexual, con sus nalgas paraditas, contoneándose alegremente con su nuevo can; el cual era un enrome mastín, provocando que Adriana se saboreara elucubrando mil fantasías en su mente, a la vez, que la hermosa y provocativa mujer, paseaba su lengua por sus pulposos labios color carmesí, y apuraba el paso llevando a tobi rápidamente de regreso a casa.

EL SORUYO.

Todos habitualmente ríen a carcajadas con las historias y canciones relacionadas con los hijos no biológicos que, las mujeres (incluyendo a las sacrosantas de la veladora perpetua), les llegan a endilgar a ciertos hombres.

Ocurrió que Ruth, se enamoró perdidamente de su amante en turno, dentro del ambiente swinger: un hombre de 50 años, con quien, se vio obligada por el marido celoso, a dar por terminada la relación con este, después de compartir durante varios años como trio.

Ruth y el hombre, se negaban a dejarse ir, y juntos tomaron la decisión de que Ruth, ante la imposibilidad de dejar a su esposo, ya que el amante era a su vez casado, y la esposa de este, como en incontables casos, ignoraba acerca de sus correrías; ambos decidieron en secreto, que Ruth se embarazara. Sucede que, después de dos meses de embarazo (ella pensaba responsabilizar al marido), Ruth descubrió, que su amante andaba cogiéndose a su vez, a su mejor amiga.

El coraje fue tal, que decidió abortar; y al intentar hacerlo mediante medidas torpes, ella tuvo un sangrado masivo, obligando al marido a llevarla a un hospital privado, en donde Ruth casi muere; y ahí, el marido se enteró de parte de los médicos, acerca de su embarazo terminado en aborto provocado negligentemente. Al salir, Ruth le dijo a su esposo, con su mejor rostro y tono de tristeza: Si gustas amor mío, podemos intentarlo de nuevo. A lo que el marido respondió: No gracias amada mía, desde antes de casarnos me hice la vasectomía.

De súbito, Ruth se vio sin el hijo deseado, sin amante, sin esposo, y en la calle.

CLAVELITO Y JUAN CARLOS EL ARABE.

Ella era realmente hermosa, una delicia de mujer, así como tierna y delicada, fina para caminar, de busto breve y firme; angosta de cintura y nalgas prominentes que hacían suspirar. La mujer era responsable de un torrente de eyaculaciones masturbadoras de varios hombres, atosigados por el deseo de tenerla. Cierto día, llego Juan Carlos, un mexicano de origen árabe, tacaño lujurioso y extremadamente machista; quien inmediatamente quedó prendado de ella. Clavelito lo ignoró, pero el terco y obstinado árabe insistió por medio de dinero. Cuando al fin quedaron solos, fue tan perfecto el culo de Clavelito, junto con sus tetas de suspiro, y tan hermoso el rostro, casi divino de ella, quien, observando al árabe, de hinojos a sus pies; mientras que Juan Carlos pensaba morir de amor. En ese instante, ella giro, y el árabe casi muere, al ver la enorme verga que descendía erecta, por los hermosos muslos de ella. El homofóbico y misógino individuo, ya antes había mandado golpear a varios homosexuales por el simple placer de poder hacerlo. Esta vez, ante la enorme belleza de Clavelito, el individuo se desplomo ante sus pies, y llorando preguntaba a Alá el porqué de su cruel castigo; y cuentan, que al no obtener respuesta alguna, introdujo la enorme verga de la “shemale” hasta lo más profundo de su orgullosa garganta de iraní, y luego lo mismo realizo lengüeteando  el hermoso trasero del “Ella-El” y fue tan intensa la culeada que le pego la hermosa Clavelito al orgulloso y homofóbico árabe, que lo mato de un paro cardiaco.

MOCOS AL PASTOR.

Sonia, se encontraba febrilmente extrayendo los mocos a su novio, de tremenda masturbada; ante la imposibilidad de los jóvenes noviecitos, el poder tener sexo en ese momento. Mientras tanto, dentro de la casa de ella, tronaban los canticos, aleluyas y alabanzas de los hermanos evangelistas, a todo pulmón. Casi en el instante en que el novio de Sonia explotara a chorros en la mano diestra de la bella joven, abarcando el líquido seminal, hasta la muñeca de ella, emergió como todo un profeta bíblico, la radiante y blanca figura de Noé el pastor, de la casa de la madre de Sonia al patio; mismo imbécil, que cuando Sonia era pequeña, había abusado de ella, ante la incredulidad de la grey cristiana quien defendiera al pederasta. Entonces, Sonia inesperadamente, gritando aleluyas, ante la estupefacción de los “brothers” y de la propia madre de ella, quienes no se esperaban tal reacción de parte de la joven, esta se abalanzo hacia la figura del pastor, a quien por cierto ella odiaba a muerte; estrechando fuertemente la mano del individuo con la suya, llenándola toditita de semen del novio; y acto seguido, sin permitir que el pastor se repusiera de la sorpresa, ella lo abrazo, restregando el resto de leche humana en la espalda de su blanca y pura sotana.

TERRENCE EL NEGRO.

El negro Terrence, la hizo vomitar al esforzarse ambos, a que ella se zambullera toda aquella monstruosa longaniza en la boca. Tras la bocanada de leche abundante e hirviente del propio individuo, inmediatamente tras ella, le siguió todo el vómito de la mujer, cubriendo el pubis y los ennegrecidos huevos del individuo.

COMPRA ESCATOLOGICA.

Cassandra, se volvió sorprendida ante la solicitud del hombre; mientras tanto, este le mostraba los billetes que sumaban una cifra considerable de dólares. Ella, sofoco su indignación, y aceptó el trato; una tarde después, ya se encontraba arrepentida, al ver la enormidad que el viejo aquel, le mostraba erecto en todo su esplendor; y palpitante entre sus manos.

Cassandra, se había aguantado las ganas de defecar todo un día, con el fin de satisfacer el pedimento sexual del sexagenario pero fuerte individuo. Todo estaba por cumplirse por ambas partes; ella ahora con el fajo de billetes dentro de su bolso de mano, mientras que el hombre se estaba saboreando el trasero, ya degustado con su lengua de camaleón, con la que revolvía la entrada del ano de ella, en un movimiento circular. Cassandra luchaba por aguantarse las ganas de irse al baño, cuando por fin, sintió que el individuo iniciaba a jugar con su pene su ano. En eso: una sonora flatulencia involuntaria de parte de la mujer, retumbo la habitación; ante el estupor y pena de parte de ella, mientras que el hombre, se regocijaba con lo que para el, significaba música celestial. Por fin inicio la penetración, y ella sentía un peso enorme, casi incapaz de soportar, perforando su ano; luego, a la descomunal verga, habitando dentro de su recto, como un animal vivo.

Hubo un bombeo intenso de parte del varón, y sin poderlo evitar, Cassandra se orinó por la presión de la enorme verga sobre su periné; junto con un intenso orgasmo jamás experimentado, mientras que el hombre se llenaba de satisfacción; y al final  de casi media hora de intenso bombeo dentro del culo de la atractiva y elegante mujer, ocurrió el baño de excremento, al momento cuando el macho extrajera rápido su pene, entre la música celestial de varios gases saliendo del recto de Cassandra, y de los gritos de ella: “Me cago…me cago…hijo de puta”. Entre la “miadera” y los gritos de la hermosa mujer, ambas cosas fueron un regalo extra para el hombre, que bien valieron la generosa propina extra.

BETO “EL SINGLE”.

Beto, se anunciaba en aquella página de swingers, como hombre solo o “single”. Evidentemente se trataba de un hombre casado; pero cuando alguien le preguntaba por su esposa o pareja, siempre decía que ella NO PARTICIPABA en estas cosas, debido a la supuesta como profunda educación religiosa de la aludida. Esto, hasta cierto punto era verdad, pero, por otra parte, el flamante single se encontraba muy a gusto ensartándose a las mujeres de otros mientras mantenía a su sacrosanta mujercita a buen recaudo.

Ocurrió que cierta vez, el afortunado single, fue invitado a una reunión swinger, a la cual, desde luego Beto asistió como hombre solo; y ahí, atónito descubrió accidentalmente a sus vecinos: una pareja de jóvenes esposos.

La joven e inexperta esposa en estas lides, y descubierta “in fraganti” se quería morir; mientras que el esposo la llevo a otra habitación para tranquilizarla, y finalmente, ambos se retiraron; no sin que antes Beto, esbozar una cínica sonrisa.

Tiempo después, esta misma señora descubierta durante aquella reunión swinger, asistió a una despedida de soltera; y en ella, se encontró casualmente con la vecina (quien era la sacrosanta esposa del single, mismo que a ella la descubriera); la cual, en una rifa, realizada al final de la fiesta, obtuvo por suerte un boleto premiado para pasar una hora con el stripper; y finalmente ella, se fue a coger sabroso y sin escrúpulo  alguno; envalentonada bajo los influjos del alcohol. Tiempo después, el flamante y hasta entonces afortunado single, recibió varias fotos tomadas clandestinamente a su esposa, en donde se le observa a ella, cogiendo con el stripper a todo lo que daba, con la siguiente leyenda: LO QUE TU DIGAS DE MI, DIRÉ DE TI, para que veas que cualquiera es factible de hacerlo también con otros: ¡NO ESCUPA PARA EL CIELO! SOLO LOS HIJOS DE PUTA ANDAN SOLOS.