Mileva..., reina del placer...

Existe en este mundo una auténtica reina del placer que utiliza a los hombres y mujeres a su antojo... Tengan cuidado si se la encuentran y no apuesten contra ella nada, pues irremediablemente perderán todo...

1.- Conociendo a Mileva...

Husmeando por Internet buscando material histórico para un relato que tengo en la cabeza sobre diamantes, selva y mucho sexo..., encontré una leyenda actual...

Fue casualidad...

Les cuento...

Hoy en día..., si..., actualmente en este mes de agosto de 2020...,  vive una mujer a la que podríamos denominar como una autentica  mantis religiosa que conforme destruye egos masculinos y femeninos atesora sus tesoros terrenales...

Unas veces compra sus empresas a precios de mercado, otras espera a que estén cerradas..., o incluso algunas veces ella está detrás de un cierre aparentemente por causas comerciales negativas...

Es implacable en la cama..., e igualmente implacable en los negocios...

Miles de hombres y mujeres se han enamorado de ella y empeñando sus fortunas, todos ellos..., las han perdido...

Como todos ustedes saben, la mantis religiosa..., que comúnmente también solemos llamar..., santateresa, mamboretá, campamocha, tatadiós o simplemente mantis..., es un insecto que apareciendo en el viejo mundo llego a Norteamérica e incluso llegó a ser el insecto oficial del estado de Connecticut...

También llegaría a Europa como nuestra protagonista...

Dicen de la mantis que después de ser fecundada por el macho, éste termina siendo devorado por su reina...

Mileva Montenegro…, por los comentarios hallados en algunos privilegiados círculos empresariales, es para empresarios arruinados de ambos géneros..., una auténtica mantis religiosa...

Mileva tiene en la actualidad 43 años y había nacido un 10 de diciembre...

Los más detallistas se habrán fijado en el detalle..., la misma edad y el mismo día de nacimiento que nuestra doctora sideral...

Ellas aun no lo saben, pero son hermanas mellizas... Yo sé ya muchas cosas de ambas e incluso sé que hay un hombre ya fallecido que estuvo muy vinculadas a ambas, de nombre... Giuseppe Michèle...

Si amigos..., un nombre italiano que traducido al español es José Miguel...

¿Van viendo vínculos?

Un maduro conquistador muy especial que dejó hijos por varios continentes..., aquí en España dejo un vástago varón en la Mancha y una criatura por Barcelona de nombre Cielo que tenía una melliza que terminaría adoptada en Sudamérica por una carambola increíble...

Al final de esta historia, ustedes descubrirán muchos misterios del pasado...

Era  Mileva heredera de una de las familias más antiguas de la ciudad, aunque empresaria hecha a si misma… Su padre “titular”..., le había dejado un par de fincas agrícolas y un pequeño complejo de oficinas arrendadas en uno de los sitios más privilegiados de la ciudad, frente al mar.

De eso hace más de veinte años y desde entonces su fortuna se ha multiplicado por cien...

Mileva reside en Cartagena de Indias en una mansión a las afueras.

Les contaré ya un secreto y no será el único...

Allí tiene una habitación en un sótano bien disimulada...,  para una adición oculta..., lugar del que solo sabe...,  su mudo chofer de color al que salvo la vida hace años por casualidad...,  y que utiliza además de como chofer, como guardaespaldas e incluso como amante pasivo cuando ella desea..., y que él asume sumisamente encantado.

Aunque ya cuarentona..., Mileva podría a día de hoy aparentar diez años menos gracias a un pacto muy especial relacionado con el inframundo…, o eso cree ella.

Propietaria y participe actualmente de cientos de empresas..., viaja por negocios y placer a USA todos los meses y cada dos o tres meses a Europa.

A la ciudad de Miami..., viaja como verán en relatos sucesivos bajo una condición desconocida e increíble...

Especialmente le gusta visitar Barcelona por una razón sentimental...

Guarda un recuerdo mi especial de aquella ciudad hace ahora diez años exactamente...

Había ido a firmar un contrato en exclusiva con una prestigiosa cadena de hoteles para abrir uno nuevo en Playa Linda..., de su ciudad natal...

Llevaba ya dos noches en la ciudad condal alojada en otro hotel y haciéndose pasar por ama escort de lujo extremo..., un secreto..., no el único...,  bien guardado y que la hacía sentirse viva..., pues le recargaba las pilas del continuo estrés de los negocios...

Los clientes europeos, apenas una treintena,  a través de una sofisticada página web de contactos de su propiedad le pagaban auténticas fortunas por sus servicios...

En la ciudad tenía varios clientes, pero en esta ocasión eran dos nuevos que habían llegado desde Madrid para aquellas citas excepcionales..., clientes que tras la oportuna verificación de sus aportaciones monetarias habían pasado sendas noches con ella previamente al día de la reunión de negocios.

Ambos clientes habían ingresado la suma de 100.000 euros por pasar una noche de placer excepcional con un ama de categoría que los haría sufrir disfrutando como nadie.

Así era comentado en aquella página privada, cuyo dominio no estaba al alcance de todos los mortales..., sino solo de unos pocos privilegiados y por exclusiva invitación.

Normalmente los ataba toda la noche en la cama y abusaba de ellos de diferente manera dependiendo de los gustos de los mismos, pero anteponiendo en última instancia su voluntad de ama dominante.

El último, el de la noche anterior era un acreditado personaje de las altas finanzas que salía habitualmente en las noticias y que gustaba de ser penetrado analmente con un enorme trozo de madera pulida que parecía un bate de béisbol, aunque sin tanto grosor en la punta...

Mientras medio bate de béisbol atravesaba aquel culo..., aquella enorme polla endurecida tuvo que ser aprovechada por Mileva y se la folló varias veces antes dejarla seca...

El semen caliente que salía de su vagina fue depositado poco a poco en la cuenca de su mano derecha con un único destinatario..., la boca de aquel sumiso que tuvo que tragar forzosamente a pesar de darle algunas arcadas...

Sonreiría Mileva recordando aquella escena especialmente placentera que además de haberla hecho correr varias veces durante toda la noche..., le había reportado cien mil euros..., casi quinientos millones de pesos colombianos al cambio...

Con las ganancias de aquellas dos noches, tenía Mileva pensado adquirir una explotación agrícola ganadera en perfecto funcionamiento con más de cien granjas que le reportarían ingentes beneficios adicionales todos los meses, todo ello en un sector..., el avícola en el Valle del Cauca, una industria cada vez más pujante y tecnificada..., en alza constantemente desde entonces...

Los colombianos saben que el pollo se ha convertido en los últimos diez años en el producto líder del consumo junto a los refrescos... En ambos negocios Mileva recibía permanentes dividendos directos o indirectos...

Volvamos a la firma del contrato hotelero en aquel 2010, año de recuerdos negativos en España por la crisis económica.

Después de intensas reuniones previas y haber firmado el contrato preliminar,  decidió aislarse ante una taza de buen café en una cafetera muy afamada..., que Richard le había recomendado.

Mientras entraba en aquella cafetería..., recordaba la cita de la noche anterior con Richard..., el representante de la empresa hotelera...

La había invitado a cenar para repasar los puntos más delicados del contrato como eran su porcentaje de participación inicialmente un 25% y su autonomía indefinida en la contratación del staff del hotel, que ellos querían reducir sensiblemente a solo el primer año alegando razones organizativas del grupo empresarial, ofreciendo a cambio una subida del porcentaje al 30%.

Cuando aquel directivo abandonaba de madrugada la suite del hotel cerca de las cuatro de la mañana, después de haber sido follado tres veces..., el porcentaje era del 35% y la cláusula indefinida se mantenía...

Lo había atado a la cama con sus pañuelos de seda y le había hecho suplicar que le hiciese correr docenas de veces...

Cuando disfrutó de aquella larga aunque no demasiado gruesa polla..., primeramente con su boca para terminar respectivamente disfrutarla con su coño y culo..., siempre controlando el primer orgasmo de Richard..., y este había accedido a las pretensiones contractuales de la diosa..., ya permitió que se corriese hasta tres veces...

Mileva sonreía para sus adentros al recordar los cientos de condiciones contractuales que había modificado en la cama..., con su forma de poseer cuerpos y mentes.

Volvamos al café...

Su chofer la había llevado hasta allí y le había despedido hasta la mañana siguiente para llevarla al aeropuerto..., quería disfrutar en soledad de un reconfortante café...

Le habían recomendado una cafetería que a todos ustedes les suena...

Otras veces..., a Omar, su chofer de color..., lo había utilizado después del estrés empresarial para relajar su tensión.

Hoy Omar tendría que volver a masturbarse solo pensando en ella...

La Pedrera en el Paseo de Gracia, era una cafetería de reconocido prestigio, cerca del Hotel en donde se alojaba precisamente en la suite más cara del Mandarin Hotel...

No sabía Mileva que el destino le tenía preparada una sorpresa muy especial.

Aquella cafetería estaba situada en la denominada..., Casa Milà, llamada popularmente «La Pedrera», es un edificio modernista​ obra del arquitecto Antoni Gaudí, construido entre los años 1906 y 1910 en el distrito del Ensanche de Barcelona, en el número 92 del Paseo de Gracia.​

Cuando entraba ausente por sus pensamientos sexuales en aquella cafetería no pudo dejar de fijarse en una mujer prácticamente idéntica a ella, incluso con el mismo peinado, aunque ligeramente más blanca...

Desde que sus miradas se cruzaron todo fue incomprensiblemente rápido...

Solo se cruzaron dos palabras...

Un escueto “Hola”...

Y un escueto “Si” cuando Mileva le había preguntado...

-       ¿Puedo sentarme contigo?

Tomaron un café sin dejar de mirarse...

Mileva no pudo contenerse y la invitó inconscientemente a su habitación a pasar el resto de la velada...

Jamás hubiese pensado en que aquellas palabras habrían salido de su boca...,  dirigidas hacia una extraña..., muy parecida físicamente a ella, pero extraña al fin y al cabo...

Cielo, que así se llamaba la otra joven..., aceptó de inmediato..., también de manera casi involuntaria..., como de manera instintiva y animal...

Cuando entraban unos treinta minutos después en aquella suite de auténtico lujo..., sin dejar de mirarse se besaron apasionadamente sin mediar ni una sola palabra...

Ambas dejaban usar sus cuerpos por la otra cuando lo necesitaba...

Se besaron, se lamieron recíprocamente sus cuerpos por turnos rítmicos...

Estaban desnudas en aquella enorme cama y aquellos sexos calientes pedían oralidad de la parte contraria...

Cielo había iniciado el cortejo íntimo de aquel deseable coño colombiano...

Lo devoraba ávida y sensualmente con lametones precisos...

Mileva empezó a correrse no como siempre...

Generalmente tenía un orgasmo menor al que seguía inmediatamente uno de enorme intensidad..., cuando le hacían sexo oral...

En esta ocasión encadeno cuatro orgasmos seguidos mientras sus caderas eran sujetadas hábilmente por..., Cielo...,  nuestra médico...

Mordía sus labios Mileva para no dejar salir gritos necesarios de satisfacción sexual desproporcionada en esta ocasión..., de otra parte la primera vez que le pasaba...

Jamás Mileva había disfrutado tanto en apenas unos minutos que Cielo le llevaba comiendo su caliente y pletórico sexo...

Mileva disfrutaba y al mismo tiempo se sentía indefensa... Ella generalmente solía llevar el peso de una relación sexual tanto con hombres como con mujeres..., haciendo y disponiendo tiempos, ritmos, posturas...

La lucha de poder sexual, quedaría en tablas... Se correrían varias docenas de veces cada una.

Se hicieron de todo...

Ambas disfrutaron como nunca y ninguna lo reconocería ante la otra...

Horas después de hacer un sexo épico ambas abrazadas, besándose suavemente en la boca..., relajadas se contaron por encima sus vidas, aunque Cielo omitió dar detalles de en qué lugar trabajaba por entonces...

La fuerte personalidad de Mileva le impidió deseándolo..., pedirle el número de teléfono de Cielo..., o una manera de poder contactarla.

Cuando montada en el avión recordaba la noche anterior y se regocijaba con el recuerdo..., aparecía en su cara, un pequeño rictus de tristeza y amargura pensando que jamás volvería a ver a Cielo..., a esa amante única y especial...

Ella no lo sabía pero se equivocaba...

Mientras se ponía el antifaz en los ojos para dormir, pensaba en aquella casualidad..., en que ambas habían conocido a un mismo hombre en dos momentos diferentes de sus vidas...

Su boca se tornaba sonriente al recordar aquella cita en Cartagena de Indias uno cinco años atrás...

Decía ser italiano de nombre como saben todos ustedes  Giuseppe Michèle y apareció de improviso en su vida una tarde...

Era bastante mayor que ella, al menos treinta años..., pero se había sentido atraída por él desde el primer segundo en que sus miradas se cruzaron precisamente en la playa que más le gustaba a Mileva..., donde se construiría el hotel..., en Playa Linda.

Había adquirido aquella parcela en donde se construiría aquel lujoso hotel..., por aquel motivo..., en honor a aquel enigmático amante de una sola noche...

Aquel encuentro sorprendente terminó como era de suponer en la habitación de su dormitorio en donde aquel maduro la sometió a inolvidables horas de placer oral...

Si bien finalmente ella le cabalgaría como eficaz amazona sexual hasta dejarle sexo en dos ocasiones..., pudo comprobar que sus dotes de amante dominante en un lecho tampoco le dieron excesivo buen resultado con aquel maduro atractivo, sensual e inigualable..., que aun añoraba...

Mientras se dormía en aquel avión privado que la llevaba de vuelta a casa, pensó que tanto Cielo como Giuseppe Michèle parecían cortados por la misma tijera...

Las coincidencias no existen...

De todo lo relatado hace ahora diez años...

A día de hoy Mileva va camino de las Islas Filipinas gracias a una labor detectivesca de años...

Realmente no sabe que le dirá..., pero necesita a Cielo... Ya no puede vivir sin ella...

PEPOTECR.