Mila

Si pudiesemos vivir dos vidas paralelas, una de ellas seria una lesbiana y la otra no pararia de jugar con las mujeres.

MILA

Nunca he sido ambiciosa ni me ha preocupado el dinero. Siempre he tenido lo que he necesitado y no he echado de menos nada en especial hasta ahora todo lo que había en mi mundo me llenaba y mi vida cotidiana era muy simple, como las manecillas del reloj que siguen su camino impasible.

Soy una mujer que tiene repartidas las 24 horas del día entre el trabajo, la casa y los amigos. Como no me gusta atarme a nada y mucho menos a nadie, cada día procuro divertirme con algo nuevo y mi vida social es muy variada y hasta podrían algunos denominarla como alocada. Aunque insisto todos simple y rutinario.

Trabajo en una empresa de productos cárnicos... Soy la encargada de la contabilidad y asuntos economicos.Me ocupa bastante tiempo mi horario laboral, pero eso no es problema a la hora de tener mi propia libertad y mi espacio.

Vivo en un piso muy cerca de mi ámbito laboral y social. Es cómodo, sencillo y en el he vivido las mas gratas historias de amor, asi como los mas amargos desengaños y las horas mas tristes de soledad.

Es curioso pero sucede mucho, que cuando se habla de historias de amor en una mujer, todos piensen que esa historia tiene como protagonistas a esa mujer y un hombre. Y así podría haber sido mi historia, y aunque solo cambio uno de los personajes, por lo demás estuvo llena de amor, pasión y sexo mucho sexo.

La vida a veces, como dice Serrat, en una de sus canciones, "toma café con nosotros, y esta tan bonita que da gusto verla"!!

Antes de aparecer Mila en mi vida, el amor y el sexo nunca viajaban juntos. Me enamoraba de tarde en tarde, pero en relación al sexo, este si era más frecuente y placentero. Mis relaciones sexuales con mis parejas eran satisfactorias, y poco mas, pues hasta ahora no echaba de menos nada o al menos mi mente se daba por abastecida.

Pero todo eso quedo a un lado cuando Mila entro a trabajar en mi departamento, y sobre todo cuando compartíamos el trabajo. En una palabra, la contrataron para ayudarme en el tema financiero y lo cierto es que lo agradecí, y me sentí muy cómoda desde el primer día de trabajo juntas. Nos entendimos muy bien a la hora de organizarnos en el tema laboral. El trabajo era ampliamente desarrollado con ligereza y mucha motivación.

Por eso y unido a la gran personalidad de Mila, hicieron que mi relación con ella fuera mas allá de lo que mi mente jamás nunca hubiese sospechado.

Una tarde, tras un largo y completo día de trabajo, Mila estaba con una jaqueca impresionante, pues no cesaban los fuertes dolores de cabeza unidos a vómitos y mareos. Como mi casa quedaba a poco más de 200m, la sugerí llevarla allí y ofrecerle mi ayuda, pues realmente estaba muy afectada. Al llegar a casa, Mila se arregosto en el sofá de mi salón, y mientras, puse cómoda la estancia: rebaje la luz, acondicione el calor a una temperatura media y llame por teléfono para encargar dos ensaladas de queso y nueces para las dos. Al verla tendida en el sofá, pude contemplar de cerca y en silencio, su cara, sus facciones, sus manos y hasta me quede mirando el movimiento de subida y bajada de dos hermosos senos que nunca antes me hubiese parado a contemplar. Su cuerpo era proporcionado, y su silueta era encantadora. Me produjo una sensación muy especial, muy bonita. No se que paso por mi mente y mi cuerpo pero yo misma me descubrí turbada por su presencia, y su perfume me excitaba, me llenaba de un placer similar al que me producía la presencia de un hombre. Tuve la sensación de empezar a estar mojada y deseé por momentos y cada vez con más intensidad poder tocarla y besarla.

¿Que me estaba ocurriendo? ¿Por que estos sentimientos? ¿Y por que con una mujer?

Lentamente acaricie su rostro con mi mano, presa de una dulzura y cariño hacia Mila, intensificandose por momentos la excitación. Acerque mi boca a su pómulo y lo bese una y otra vez, mientras mi mano se entrelazaba en su pelo negro y suave desprendiendo su perfume a bocanadas que excitaban aun más todos mis sentidos. Pero no pude controlar mi boca, ni mis manos y mi conciencia se alejo tanto que lo unico que me movía eran los impulsos de la pasión, del fuego apoderándose de mi sexo, que cada segundo que pasaba, más se humedecía.

¡! Y la bese!! Bese sus labios carnosos y con sabor a restos de carmín. El contacto de su boca me explosiono por dentro, me recorrió todo mí ser y ya no pude dejar de avanzar en ese nuevo sentimiento que se había apoderado de mi.

Mila entreabrió sus ojos y susurrando pronuncio mi nombre: "Elena"

¡! Elena! Elena!!...........!!OH Elena! me decía con una musicalidad tan bonita como estremecedora. Empezamos a besarnos con fuerza, con rabia, con pasión. Nuestras lenguas luchaban entre si, y nuestras salivas se mezclaban avivando aun mas el fuego, el morbo, el deseo y no se cuantas cosas mas, pues todo eran estallidos y jadeos a nuestro alrededor.

Mila se levanto del sofá medio adormilada y otro medio sofocada y con mis ojos la guié hasta el dormitorio. Allí en medio de las sabanas blancas, me deleité con su cuerpo y sus caricias. Nuestros cuerpos fueron desnudándose hasta que unimos nuestros pechos y nuestros sexos, rodeándolos de besos, caricias y palabras que nos hacían gemir de placer, de la pasión y hasta de un amor mutuo que en ese mismo escenario estábamos creando las dos.

Empezamos a saborearnos, a sentirnos. Sus pezones eran atrapados por mi boca que sentía como se endurecían y tanto gusto me dio al comprobar que eran grandes y duros, que no cesaba de chuparlos, de lamerle toda su aureola ahora relajada ahora turgente y prominente. Cuando estábamos en ese placer mutuo de comernos todos nuestro pechos, sentí como un tímido dedo se acercaba a mi vagina, queriendo entrar y ala vez queriendo parar el momento provocando mi desesperación y deseo por sentir ese dedo dentro de mi y lubricarlo con mis jugos para después acariciar de manera intermitente todo mi clítoris que estaba hinchadito y latiendo cada vez mas salvajemente.

No puedo decir que la penetración del hombre sea mejor o peor que la que puede darte una mujer, pues todo radica en los movimientos, en las envestidas. Para nada el tamaño es trascendente. Si me apuran…diría que un dedo puede provocar orgasmos tan intensos, como una buena felacion , un cunnilingus, o incluso una doble penetración.

Todo dependerá de los movimientos y de las palabras que se digan en ese preciso instante. Asi pues, Mila , después de haber jugado con mis encantos, después de haber gozado de mi sexo, de haber absorbido todos mis jugos mezclándolos con mi saliva, me realizo una de las penetraciones mas dichosas de mi vida sexual. Con un solo dedo, y con toda su imaginación, fui penetrada una y otra vez, y no solo con un solo dedo, sino que aumento más mi excitación cuando tres dedos se adentraron de manera furiosa en mi chochito. Entraban y salían sus dedos completamente mojados y mis gemidos salían de mi garganta, hasta que ella quiso enervarme mucho mas penetrándome la boca con uno de esos juguetitos que tanto gusta a los hombres y que las mujeres sabemos manejar como nadie. Todo a nuestro alrededor eran gemidos, susurros al oído, palabras llenas de erotismo mezcladas con un toque soez. No cesaba en llamarme "mi zorra", en propinarme dulces azotes tanto en mi culito, como suaves pellizcos en los labios vaginales…….y todo esto confundido con orgasmos que dejaban escapar todo mi flujo, como si de una gran eyaculacion se tratara.

Así pues……mi experiencia sexual no lejos de ser inusual, había sido tan grata y tan placentera, que no hubo tiempo para que las dudas me asaltaran sobre mi identidad sexual, que en ese mismo instante había dejado de tener importancia.