Mil Lágrimas... Capi 14

Yo: que el gusto es mío, yo soy… Carmín

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Clariss: y que hace tan solita una chica tan bella?

Yo: lo mismo que tú… pasando el rato y buscando cosas nuevas.

Clariss: interesante. Presiento que nos llevaremos muy bien. –Esbozo una enorme sonrisa mientras colocaba su mirada sobre mis senos.

Yo: también me gustan los tuyos.

Clariss: qué? –Me causo mucha gracia su cara de sorpresa y desconcierto.

Yo: me gustan tus senos, tanto como a ti te gustan los míos. O no es eso lo que mirabas?

Clariss: no voy a negarlo… se ven muy –Bajo su mirada nuevamente hacia ellos para luego levantar su rostro y mirarme a los ojos- Muy apetecibles.

Yo: los tuyos también, aunque considero que se verían mejor dentro de mi boca. –Me odie por decir eso, por sentir aunque fuera una milésima de segundo el potente deseo de tener sus senos nuevamente entre mis labios, pero es que se les veía tan sexys. Jamás había visto a Clariss vestida de esa manera; definitivamente esa no era la mujer que una vez creí conocer.

Clariss: ven conmigo. –Me tomó de la mano y me guió hasta el baño. –Eres hermosa.

Yo: no te quedas atrás.

Sin detenerme a pensarlo pose mis labios sobre los suyos fundiéndonos en un beso lleno de pasión, pronto la falta de aire se hizo presente y tuve que separarme un poco de ella. Al ver su rostro me llene de asco, de repulsión; ya que se trataba nada más y nada menos que de la mujer que más amor y odio le ha generado a mi vida. La ira se fue apoderando de mi cuerpo, podía sentir como corría por mis venas… te odio Clariss, te odio! Repetí una y otra vez en mi mente. Ella tomo mi rostro y me beso nuevamente, acaricio mis senos y emitió un leve gemido.

Clariss: deseo sentirte dentro de mí. –Dijo en un susurro.

Yo: no sabes con quien te has metido.

Clariss: qué?

Yo: cumpliré tu deseo en este instante.

Tome nuevamente sus labios entre los míos, mi lengua pronto se adentro en su boca. La besaba con rabia, con la rabia más grande que alguien puede sentir. Escuchaba sus gemidos y me detestaba por darle placer a esa zorra cuando lo único que quería era hacerla sufrir. Mordí su labio inferior hasta que sentí el sabor de su sangre en mi boca pero nada parecía despertarla de su ensueño. Una chica entro al baño y se sorprendió al ver la escena, sin soltar el labio de Clariss la guie hasta el inodoro, la senté y me gire para cerrar la puerta. Me senté sobre ella y la volví a besar, mis manos comenzaron a acariciar su cuerpo en busca de lo que tanto quería probar y los encontré cubiertos por un top y un diminuto brazier. Saque uno de sus senos por encimita y me lo lleve a la boca, los succione y mordí hasta que le marque mis dientes. La levante bruscamente y la pegue contra la pared, metí mi mano debajo de su mini falda e hice a un lado su pequeña tanga para encontrarme con su gran humedad y penetrarla sin piedad. Cada mete y saca lo hacía con mas brusquedad que el anterior, quería que gritara de dolor y lo único que conseguí era que emitiera gritos y gritos de placer, hasta que sentí como todo su cuerpo comenzaba a contraerse. Ella apretó sus manos en mi espalda y se dedico a sentí todo el éxtasis que produce un buen orgasmo.

Clariss: María, mi amor…

Escuchar mi nombre de sus labios me hizo detestarla aun más si es que se podía. Me separe de ella con brusquedad, camine hacia el lavamanos, abrí la pila y tome un poco de jabón para quitar todos sus jugos de mi mano.

Clariss: que haces? –Comenzó a colocar la ropa en su lugar.

Yo: es obvio. –Tome una toallita y seque mis manos.

Clariss: déjame recompensarte… quiero hacerte mía.

Yo: es tarde y debo irme.

Clariss: al menos dime donde puedo encontrarte.

Yo: no te preocupes yo te encontrare… adiós.

Salí como alma que lleva el diablo de ese lugar. La odiaba y me odiaba por haberme excitado hasta el punto de tener un orgasmo al hacerla mía; no sabía a quién detestaba mas en ese momento si a ella o a mí misma.

Camine por varios minutos odiándome cada vez más por lo que había hecho. Me tope con un bar de mala muerte y entre a comprar una botella, la abrí y Salí de ese lugar tan desagradable. Camine un par de kilómetros mientras me bebía mi botella a pico y después de varios minutos los efectos del alcohol se apoderaron de mi… tanto que juraría que veía a Eva parada al otro lado de la avenida.

Yo: Eva? –camine hacia la calle sin fijarme en nada más que ella. A mitad de camino un fuerte ruido atrapo mi atención y me hizo girar.

Mujer: ten cuidado idiota!!

Yo: no me grites imbécil. –Sin prestarle la más mínima atención a mis palabras ella retrocedió un poco y siguió con su camino. –Aprende a manejar animal! –Grite con mucha fuerza para que ella pudiera escuchar. Al mirar nuevamente al frente ya Eva no estaba, evidentemente solo había sido una visión a causa del alcohol. Emprendí mi retorno a casa puesto que ya las calles empezaban a tornarse solitarias, después de caminar unas cuantas cuadras nuevamente estuve a punto de ser arrollada. –Maldita sea mi suerte.

Voz: disculpe mi señorita mi chofer no le ha visto. –Me gire para ver de quien se trataba y mi sorpresa fue grande al ver al hombre que estaba frente a mí.

Yo: no te preocupes.

Iván: puedo hacer algo para remediar el error de mi chofer? –Note cierto tono de picardía.

Yo: si, porque no. –Quizás no era la forma más adecuada para empezar pero debía enamorar a ese hombre como diera lugar.

Iván: realmente me siento muy apenado por lo ocurrido.

Yo: no tienes de que preocuparte, no fue nada; además ya estas compensando lo ocurrido.

Iván: me gusta que me trates de tu.

Yo: no te veo como un viejo para tener que tratarte de usted.

Iván: jajajaja, buen punto. Me darías el honor de conocer tu nombre?

Yo: disculpa lo mal educada. Mucho gusto mi nombre es Carmín.

Iván: encantado de conocerte. Soy Iván Castro para servirte.

Durante el camino hablamos de trivialidades, entre ellas que tenía esposa y que era muy infeliz con ella, cosa que me pareció maravillosa porque eso significaba que todo sería más fácil de lo que pensé.

Llegamos a la puerta de mi casa y nos despedimos no antes de intercambiar nuestros números telefónicos, me baje del auto y el hizo lo mismo.

Yo: gracias nuevamente.

Iván: no hay de qué. –Le sonreí pícaramente.- Que tengas feliz noche.

Yo: igual tu. –Me aproxime, le di un beso muy pegadito a sus labios y atravesé mi puerta, me gire y le vi subirse al auto esbozando una enorme sonrisa de victoria. Subí a mi habitación, me duche y me coloque la pijama, al  acostarme recordé la sonrisa de Iván y no pude evitar esbozar una exactamente igual. –Ay Iván, Iván si supieras quien ha ganado realmente.

Hola a tod@s... sé que ha pasado muchísimo tiempo desde la última vez que publique y estoy segura que al igual que yo tod@s han perdido el hilo de la historia..... bueno yo perdí el hilo, la aguja y el mecate. Este capi que acabo de publicar pues no es más que la simple idea de lo que sería la continuación de Mil Lágrimas, digo sería porque no me quedó como muchas veces lo imagine, tenia tanto tiempo sin escribir que siento que lo hago por primera vez (siento que perdí la chispa). Me arriesgue a publicar este capítulo a pesar de lo malo y corto que está porque le he prometido a varias chicas que publicaría y ps lo prometido es deuda (tarde pero seguro).

No tengo excusas para darles acerca del porque no había publicado... si bien es cierto que he estado apretada con los asuntos de la uni, también es cierto que de vez en cuando he tenido oportunidad de escribir y no lo he hecho.... pido mil disculpas por eso.

Ya que perdí hasta el mecate de la historia prometo leerla en el transcurso de la semana y dependiendo de ello decido si cambiar o mejorar este capítulo o simplemente publicar la continuación. Por lo tanto les tendré la mejora o continuación para el fin de semana que viene.

Les prometo que no volveré a tardar tanto en publicar y si me veo obligada a ausentarme les avisare con tiempo.

Espero que no me odien y que confíen en mi nuevamente.

Se les quiere y extraña leer sus locos y entretenidos comentarios. Besitos ::::

Att: Jort

Face: Jort Moon