Mil Lágrimas... Capi 10

La Vida: un teroso apreciado por todos.... El Amor: un tesoro conocido por pocos.

Los días fueron pasando sin ninguna novedad, ya tenía 2 semanas en ese horrible lugar, aunque gracias a Eva y las chicas se hacía divertido. Pocos días después salieron de las celdas de castigo Geraldine y sus amigas, las chicas me dijeron que me mantuviera alejada de ellas si no quería meterme en problemas y así lo hice. Cuando ya tenía un mes en ese lugar mi abuela fue a visitarme y verla llorar me partió el alma, le jure que yo no había hecho nada y que tarde o temprano se descubriría la verdad, ella me dijo que sabía que yo no era capaz de hacer algo así y que siempre estaría a mi lado. El tiempo de visita termino y regrese a mi celda, me acosté y me quede allí por un buen rato pensando, recordando, sufriendo y llorando. Martinia entro a la celda y me dijo que ya era hora de la ducha, el tiempo paso súper rápido sin que me diera cuenta; me levante con mucha pereza y me dirigí a las duchas. Como todas las tardes estábamos todas reunidas en aquel lugar para darnos el único baño que nos permitían al día, cuando por fin hubo una regadera libre me ubique bajo de ella sin hacer nada mas, solo quería sentir el agua caer y resbalar por mi piel.

Laly: oye María ya nos vamos, vienes con nosotras?

Yo: me quedare un poco más.

Martinia: bueno pero no tardes, mira que luego a la princesita (Eva) le dará un infarto porque casi no te ha visto en el día.

Poco a poco el lugar se fue vaciando hasta que me quede completamente sola. Comencé a enjabonarme mientras recordaba a mi bella madre, cuanto me hacía falta mi mamá, si ella estuviera a mi lado seguro todo sería diferente y aunque estuviera en una situación similar ella sabría que decirme para que me sintiera mejor, no sé cómo le hacía pero siempre encontraba las palabras adecuadas para nosotros.

Voz: pero miren a quien tenemos aquí. –Me diré para ver a la persona que hablaba.

Yo: ah Geraldine eres tú. –Volví a darme la vuelta.

Geraldine: a mí nadie me da la espalda o si chicas?

Chicas: nooooo. –Me di la vuelta de nuevo.

Yo: lo siento pero estoy a mitad de mi baño.

Rebeca: no te hemos preguntado. –Tenía que ser Rebeca, ella y Geraldine son las líderes del grupo, podría decirse que ella es la segunda al mando, al parecer esas 2 eran amantes. Entre todas se la pasaban molestando a todas las chicas y al parecer ahora era mi turno, definitivamente debí irme con las demás.

Yo: por favor chicas déjenme tranquila, no quiero problemas.

Geraldine: y nosotras tampoco o si chicas?

Todas: nooooo.

Geraldine: que haces tan solita?

Yo: no es obvio?

Geraldine: a la niña no le gusta que la vean las demás o qué?

Yo: no es eso, solo quise quedarme un rato más.

Geraldine: pero la hora del baño ya paso.

Yo: en realidad aun quedan 20 minutos.

Rebeca: te la das de lista?

Yo: no me la doy de nada, solo quiero que me dejen sola.

Rebeca: eso esta difícil chiquita porque nosotras también tenemos derecho a ducharnos.

Yo: ok, entonces báñense y déjenme tranquila.

Rebeca: a nosotros no nos das órdenes. –Se acerco a mí y me agarró por el cuello con una mano y con la otra uno de mis senos.

Yo: suéltame. –En la cara de todas se dibuja una enorme sonrisa.

Geraldine: chicas a lo que vinimos. –Todas se acercaron a mí y comenzaron a tocarme por todas partes.

Yo: déjenme tranquila o gritare.

Jess: jajajajajajaja no creo que te escuchen.

Yo: claro que si, acá afuera siempre hay una vigilando.

Rita: te refieres a la que le pagamos para que se marchara e hiciera de la vista gorda?

Yo: qué?... por Dios que quieren?

Geraldine: solo cumplir con el encarguito que nos dieron.

Yo: qué? Pero quien?

Geraldine: una hermosa mujer llamada Clariss pago muy bien para que hiciéramos de tu hermosa estadía acá un pequeño infierno.

Cuando escuche eso el miedo y la desesperación se apoderaron de mi, le di una patada a Rebeca en el abdomen, fue tan fuerte que le saque el aire. No sé como hice pero empuje a las demás e intente salir de allí, pero mi intento fue en vano porque un fuerte golpe en la cara que no vi venir me dejo tumbada en el piso. Mire quien me golpeo y se trataba nada más y nada menos que de Rosa, una mujer cuerpo pesado, una más del grupo, la más  alta y muy musculosa. Sentí que algo corría por debajo de mi boca, lleve mi mano derecha hacia mi cara y al alejarla un poco vi que estaba sangrando, la muy desgracias me rompió la boca.

Rebeca: levántala! –Le dijo a Rosa quien cumplió su orden tomándome del cabello, para luego sujetar mis brazos hacia atrás.

Yo: aaahhhh.

Rebeca: maldita perra –Grito mientras me daba una cachetada- Veamos si te gusta lo que me hiciste. –Se acerco mas y me dio una fuerte patada en el estomago. Me tomo del cabello y me lanzo al suelo, sonde sin aire e indefensa entre todas me dieron patadas. Cuando por fin pude respirar un poco lo único que alcance a decir era que por favor no me hicieran más daño.

Rebeca: esto aun no acaba perrita.

Yo: por favor.

Rebeca: Jess te concederé el honor de ser la primera.

Yo: ya por favor, siento haberte pateado, siento haberlas ofendido, no lo volveré a hacer pero por favor no me hagan más daño.

Geraldine: lo siento bonita pero encargo es encargo.

Yo: por favor, yo… yo… -Mis palabras fueron calladas al sentir algo entrar por mi vagina con brusquedad y me vi obligada a emitir un fuerte grito. Intente moverme sacarla de mi pero no puede, entre todas las demás me agarraron muy fuerte para evitar cualquier movimiento de mi parte.

Jess: te gusta putita, te gusta cómo te lo hago?

Yo: me duele, me duele mucho… por… favor… no… más, no más. –Las lágrimas emanaban de mis ojos como fuertes corrientes de rio.

Jess: estas tan estrechita aquí adentro, mmmm que rico, que rica estas mamita.

Por más que llore y suplique no logre convencerlas, ni siquiera tenía suficientes fuerzas para oponerme, no me quedaba de otra que dejar que hicieran conmigo lo que querían. Después de unos minutos que para mi fueron eternos Jess abandono mi vagina y se posiciono en mi pecho, lo chupaba y mordía a su antojo, mientras que Rita se coloco entre mis piernas y me penetro cuantas veces pudo aunque más suave que la anterior.

Geraldine: es tu turno Rosa.

Rosa: no quiero hacerlo, sabes que eso no me gusta. Yo solo la sujetaré.

Geraldine: como quieras. Yo si voy a comerme esa vagina. –Me dolió tanto cuando ella me penetro, estoy segura que introdujo su mano completa, solo alcance ver su cara y era de extremo placer, disfrutaba haciéndome aquello y de esa manera. Yo solo lloraba mientras que ella penetraba, chupaba y mordía mi vagina como le daba la gana. La mordía tanto y tan fuerte que estaba segura que me había roto. Cuando por fin sacio su sed se hizo a un lado y con una sonrisa le indico a Rebeca que era su turno.

Rebeca: voltéala y sujétala bien fuerte Rosa.

Yo: que… que vas a hacerme?

Rebeca: no es obvio?... cogerte por atrás.

Yo: no por favor. –Lloraba desesperadamente.

Rebeca: ya deja de chillar tanto, me tienes harta. Rita, pásamelo. –Poco después sentí como introdujo con brusquedad algo en mi ano.

Yo: aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhh.

Geraldine: cállate! –Golpeo nuevamente mi rostro.

Rebeca: adivina que te estoy metiendo… no dirás nada?... hay que aburrida, te estoy metiendo el palo del cepillo de limpieza. Se siente rico? –Lo saco y metió nuevamente con brusquedad. –Dime te gusta? Ah?

Yo: no –Cerraba muy fuerte mis ojos y apretaba lo más que podía mi boca para no gritar tanto.

Rebeca: pues te tengo una mala noticia… te seguiré penetrando con él. –Y para mi desgracia así fue, no sé cuantas veces lo introdujo y movió dentro de mí con tanta brusquedad.

Después de un largo rato ellas decidieron que ya era suficiente y se marcharon en medio de fuertes carcajadas. Yo… yo me quede allí tirada, sin fuerzas ni voluntad para moverme. Estuve allí tirada por mucho tiempo, lloraba, lloraba mucho pero sin siquiera moverme, solo sentía el resbalar de mis lagrimas por mis mejillas. Deseaba morir, morir de una buena vez y acabar con tanto sufrimiento.

Voz: oh por Dios que te hicieron?

Yo: ____________ -Alguien me hablaba pero no sabía quién era, podía escucharla llorar pero yo no lograba reaccionar, parecía que estaba en otro mundo.

Voz: mira como te dejaron… chiquita háblame. Ayudaaaa!! Martinia! Laly! Stephanie!

Voz: Dios mío. Eva que le paso?

Eva: no lo sé, la encontré así y no me dice nada, esta como muerta.

Voz: cálmate, no está muerta, mírala está llorando. Solo está en shock, supongo. Santo cielo, está sangrando por sus genitales.

Eva: por favor ve por ayuda Martinia.

Martinia: ok, vuelvo enseguida.

Eva: por favor dime algo María, por favor. –Pude sentir que me tomo entre sus brazos.

Yo: Eva?

Eva: si, si… soy yo Eva, tu amiga… quédate tranquila, todo va a estar bien te lo prometo.

Yo: Clariss.

Eva: qué?

Yo: fue Clariss. –Eso fue lo último que dije en ese lugar. Me desperté en un lugar relativamente bonito, no sabía dónde estaba.

Eva: al fin despertaste. –Dijo emocionada.

Yo: dónde estamos?

Eva: en la enfermería.

Yo: ah.

Eva: llevas 3 días dormida. Estaba tan preocupada.

Yo: __________

Eva: cuando te encontré me dijiste fue Clariss, a que te referías con eso?

Yo: ella pago para que me hicieran esto.

Eva: qué? Como pudo hacer algo así?

Yo: me odia.

Eva: eso no la justifica. A quien le pago?

Yo: no vale la pena que lo diga.

Eva: dime

Yo: no. Quiero dormir, por favor déjame sola.

Y así pasaron los días, yo metida en ese lugar sin querer ver a nadie, cada vez que Eva o las chicas iban a verme les decía que se largaran que no las quería ver. Las trate súper mal y después me sentí culpable y apenada, ellas solo se preocupaban por mi y los les pagaba de esa manera. Como todos los días la ``doctora´´  (una señora mayor) me reviso y me dijo que ya estaba bien, así que ya era hora de regresar a mi celda. Al salir de allí busque a las chicas y les pedí perdón, ellas como buenas amigas me disculparon y me dijeron que me comprendían. Pasaron los días y yo me la pasaba metida en mi celda, solo salía para ir a comer y a bañarme y jamás pero jamás salía sola.

Un día al regresar de la ducha me acosté a dormir como últimamente solía hacerlo, minutos después escucho que Maritnia entra tan escandalosa como siempre, pero esta vez entro con alguien. No quise abrir mis ojos, total no me interesaba quien fuera ni lo que hicieran.

Matinia: ya el túnel está casi listo, en un día o dos podremos irnos. –Dijo en voz muy baja.

Laly: al fin podremos largarnos de este maldito lugar.

Martinia: siii… muero de ganas por estar en la calle de nuevo.

Yo: planean escaparse?

Martinia: por Dios que susto me has dado, creí que dormías.

Yo: eso intentaba cuando ustedes entraron, pero no me cambies el tema. De verdad se escaparan?

Laly: si.

Yo: quienes irán?

Martinia: Laly, Stephanie y yo.

Yo: quiero ir con ustedes.

Martinia: estás segura? Puede ser peligroso y…

Yo: no me importa, prefiero morir antes que seguir aquí aterrada pensando en lo próximo que podrá pasarme y pagando una condena por algo que no hice.

Martinia: está bien pero debes ser muy discreta.

Yo: lo seré.

Laly: ni una palabra de esto a nadie ni siquiera a Eva.

Yo: me gustaría que ella viniera con nosotras.

Martinia: mira quiero mucho a Eva y todo lo demás pero sé que ella no se atrevería, es muy delicadita y miedosa.

Yo: si fuera tan delicada y miedosa no habría matado a un hombre.

Laly: ella tiene razón.

Yo: dejen a Eva en mis manos.

Martinia: está bien.

Me levante y me fui a hablar con Eva, mientras caminaba vi que Geraldine y sus amiguitas se acercaban a mí, sentí como un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, camine más rápido y ellas a ver que entraba a la celda de Eva se alejaron.

Eva: te ves nerviosa, que te pasa?

Yo: nada, estoy bien. Necesito que hablemos de algo importante.

Eva: huyyy que será?

Yo: las chicas y yo vamos a escapar de este lugar y quiero que tú vengas conmigo.

Eva: escapar?

Yo: si.

Eva: no, no puedo.

Yo: porque no?

Eva: eso es muy peligroso María, que tal si nos descubren? Pasaremos más tiempo encerradas en este lugar y estaremos en la celda de castigo, o nos enviarían a otra prisión más segura, o…

Yo: o todo saldría bien y nos largaríamos lejos de aquí.

Eva: suponiendo que es así… pasaríamos el resto de nuestras vidas huyendo de la policía.

Yo: prefiero ser una prófuga a seguir en este infierno.

Eva: no te vayas por favor, quedémonos aquí. Mi abogado está haciendo todo lo posible por…

Yo: lo siento Eva pero yo me voy quieras o no.

Eva: pero María…

Yo: no hay peros que valgan. Ya lo he decido, de que me largo me largo.

Eva: estás segura?

Yo: si.

Eva: está bien, me fugare contigo.

Geraldine: con que planean fugarse.

Yo: no puede ser. –De todas las personas en el mundo tuvo que ser precisamente ella quien escuchara.

Geraldine: estas oportunidades no se dan todos los días, así que suelta la sopa… donde, cuando y como mamita.

Yo: no te diré nada. –Le pase por un lado para salir de la celda.

Geraldine: eh eh eh… no tan rápido.

Yo: suéltame!

Geraldine: no hay necesidad de que te alteres, solo tienes que decirme cómo será la jugada.

Yo: ni loca te diré.

Geraldine: entonces no me quedara de otra que contar todo lo que acabo de escuchar.

Yo: a ver quién te cree. –Me tomo por el cuello y me pego contra la pared.

Geraldine: mira niñita o me dices o te vas a arrepentir.

Eva: suéltala!

Geraldine: y si no la suelto qué? Que me vas a hacer princesita?

Eva: yo… yooo.

Geraldine: yo que tu y me quedo sanita mamita si no quieres que te haga lo que le hicimos a tu querida amiga. En cuanto a ti –Hablándome a mi- Mas te vale que empieces a cantar o te ira peor que la vez anterior.

Martinia: yo te contare todo pero déjalas tranquilas.

Geraldine: ok, soy toda oídos.

Martinia le conto el plan que había ideado para fugarnos, Geraldine decidió unirse a nuestra fuga y obviamente con ella vendría su combo. Los 2 días siguientes Martinia apenas me dirigió la palabra, estaba molesta por no haber sido lo suficientemente cuidadosa, pues alegaba que mientras más personas intentaran fugarse más alto seria el riesgo de ser descubiertas. Por fin el gran día llego y como lo habíamos acordado todas encontramos la manera de salir de la celda sin ser vistas y lograr estar en el baño a las 12:00 de la noche. Al estar todas reunidas Martinia nos mostro el túnel que había hecho, un túnel del que jamás ninguna de nosotras nos habíamos percatado a pesar de las infinidades de veces que estuvimos en el baño. Ella nos conto que había recibido ayuda desde el otro lado y que por eso lo había terminado rápido.

Martinia: bien chicas, llego el momentos de irnos. Solo tenemos 2 horas  y 30 minutos para cruzar el túnel, a las 3 en punto las guardias pasan su ronda y será entonces que posiblemente seamos descubiertas.

Rita: tendríamos 3 horas para cruzar el túnel.

Martinia: no, debemos hacerlo en 2 horas y 30 minutos, los otros 30 minutos serán para correr lo más lejos que podamos una vez que estemos en la calle.

Entramos al túnel y comenzamos a recorrerlo rápidamente, Martinia nos entrego unas linternas y nos pidió que no preguntáramos de donde la había sacado. Caminamos en silencio durante varios minutos, Maritnia miraba constantemente el reloj y nos mandaba a apresurar el paso.

Eva: estoy cansada, no puedo más María. –Me gire y vi como se dejaba caer en el piso.

Yo: vamos Eva debemos salir de aquí.

Eva: no puedo, me duelen los pies.

Yo: ya falta poco, camina un poco más por favor.

Eva: no puedo, perdóname, siento que ya no puedo respirar.

Martinia: Eva muévete! no podemos perder tiempo.

Yo: sigan ustedes… yo me quedare con ella, la dejare descansar un poco.

Martinia: pero María…

Laly: es muy peligroso.

Yo: lo sé… estaremos bien, gracias por preocuparse chicas… ahora sigan su camino, jamás me perdonaría si por mi culpa las atrapan.

Estephanie: suerte par de locas.

Yo: espero volver a verlas algún día. –Nos dimos un fuerte abrazo y nos despedimos con la promesa de volvernos a ver.

Eva: tú también deberías irte.

Yo: jamás te dejaría sola, de esta salimos las 2.

Eva: te... te adoro María.

Yo: y yo a ti.

Me senté a lado de Eva, ella busco la forma de acomodar su cuerpo de manera que pudiera colocar su cabeza sobre mis piernas, yo acaricie su cabello mientras daba tiempo a que descansara y así pasaron 20 minutos aproximadamente.

Yo: ya puedes seguir?

Eva: si.

Yo: bien, vamos!

Eva: ok.

Yo: debemos caminar más rápido que antes. Puedes?

Eva: si.

Realmente era poco lo que faltaba por recorrer, en cuestión de minutos encontramos la salida del túnel. Como era de esperarse no vimos a ninguna de las chicas, seguramente hace mucho rato cada quien siguió su camino. A pesar de la felicidad que sentíamos decidimos celebrar luego ya que ahora lo más importante era salir de allí porque seguramente ya nos estaban buscando y allí en medio de la nada sería muy fácil de atraparnos. Al dar unos cuantos pasos pude escuchar el rugir de algunos autos, eso me indicaba que estábamos muy cerca de una avenida o algo por el estilo. Tome de la mano a Eva y prácticamente la llevaba a rastras hacia el sitio que pensé seria nuestra salvación.

Geraldine: vaya, vaya… pero miren que tenemos aquí…

Yo: que quieres? –Me situé delante de Eva asumiendo una posición protectora.

Geraldine: hasta que por fin decidieron salir. Creen que tengo toda la noche para esperarlas?

Yo: nadie te pidió que nos esperaras.

Geraldine: te equivocas… me dejaron un encarguito y muy bien pagado.

Yo: a que te refieres?

Geraldine: Clariss te mando saludos.

Saco un arma y me apunto directo al corazón. Mi impresión fue extremadamente grande, Clariss la mujer a la que entregue lo mejor de mi quería verme muerta. Estaba paralizada y aunque intente moverme para tratar de quitarle el arma, luchar por mi vida o por lo menos correr, me fue imposible, mi cuerpo no respondía.

Geraldine: hasta nunca María.

Resignada cerré mis ojos y espere que disparara, quizás eso era lo mejor, que acabara con mi vida para que terminara mi sufrimiento. Escucho el disparo, espere sentir el impacto, pero lo único que pude sentir fue el peso de un cuerpo caer sobre el mío y provocar mi caída. Abro mis ojos veo a Eva llena de sangre sobre mi y veo a una Geraldine aterrada que arroja su arma y sale corriendo. Por impulso coloque el cuerpo de Eva a un lado, me levante, tome el arma y corrí detrás de Geraldine.

Yo: párate! Párate maldita. –Ella solo corría. –Te voy a matar hija de puta.

La desesperación de ambas era extrema. El temor de Geraldine era tan grande, tenía tanto miedo de que la matara, que cruzo la avenida sin ver y fue arrollada por una camioneta. Me quede paralizada al ver semejante suceso, quien iba a decir que su vida terminaría de esa manera. Recordé a Eva y regrese al lugar donde la había dejado.

Yo: aguanta Eva, todo va a salir bien. Conseguiré ayuda… te llevare al hospital y veras que te pondrás bien. –Me arrodille junto a ella.

Eva: no es cierto.

Yo: si es cierto… espera un poco, ire por ayuda.

Eva: no! No me dejes.

Yo: necesito conseguir ayuda.

Eva: no me dejes por favor… me estoy muriendo María.

Yo: no, no digas eso. Vas a estar bien.

Eva: quiero que huyas.

Yo: no, no te voy a dejar.

Eva: escucha… pase lo que pase debes escapar. Prométeme que por nada del mundo te dejaras atrapar.

Yo: Evaa… -Quería ser fuerte y no llorar pero no pude evitarlo.

Eva: promételo!

Yo: escaparemos juntas.

Eva: no, ya no puedo.

Yo: no digas eso… no puedes dejarme. Te lo prohíbo… te prohíbo dejarme.

Eva: siempre voy a estar contigo.

Yo: por favor quédate conmigo.

Eva: abrázame María, por favor abrázame.

Yo: si. –La acomode sobre mi cuerpo y la abrace.

Eva: promételo.

Yo: te lo prometo.

Eva: te amo María, te amo. –Sentí como la mano que había posado sobre mi brazo descendió lentamente.

Yo: Eva?... Eva contéstame… Eva te prohibí dejarme… no puedes hacer me esto, por favor levántate. Que te levantes te digo!!!

Cada palabra y cada grito fueron en vano… Te amo, esas fueron las últimas palabras que escuche de ella, palabras que quedaron grabadas en mi mente, alma y corazón.

Yo: Siempre voy a recordarte Eva, te llevare en lo más profundo de mi ser y te juro… te juro que voy a vengar tu muerte, te juro que todos van a pagar por el daño que me han causado… JURO QUE ME VENGARE DE TI CLARISS.

Facebook: Jort Moon

Buenas noticias... Esta semana salgo de vacaciones asi que tendre tiempo de sobra para escribir; por lo tanto podre publicar muy seguido =)

Disculpen que en esta ocasion no pueda contestar sus comentario... es que ya es tarde y me toca cocinar ='(

Gracias por leerme... Hablaremos por el facebook.

Se les quiereeeee....

Te voy a extrañar mi Jas