Miguel P1
Comienzo mis vacaciones con mi novio, el principio del fin de nuestra relación
El tercer relato será sobre mi novio Miguel, ¿por qué hasta el tercero? Básicamente porque los encuentros con mi amigo de la oficina y mi jefe fueron de cierta manera casi juntos y porque cuando empecé a escribir relatos aún estaba con él y como les conté en el relato anterior, han pasado muchas cosas en desde el primer relato; de hecho por eso ahora tengo más tiempo de escribir.
Miguel es un chico guapo, un poquito más alto que yo (mi estatura es de 1.60) aunque con tacones lo alcanzo sin ninguna dificultad, a él lo conocí por medio de un amigo en común y después de ser amigos por un año y de que me insistió por casi la mitad de ese tiempo, empezó nuestra relación. A diferencia de otros amigos, siempre me trato diferente, podría decirse que éramos novios sin serlo, nos íbamos de vacaciones, de fiesta, comprar ropa, etc. algo más que amigo pero sin ser novios. Punto más a su favor (y por eso fue que lo acepté) que nunca me insinuó a tener sexo, aunque sabía de algunas aventuras por ahí que tenía y yo también sabía de algunas chicas con las que solía pasar noches felices.
Al principio nuestra relación fue muy linda, aunque ni él ni yo teníamos un trabajo con buen dinero, nunca nos falto para ir de fiestas o de vacaciones a la playa, nos consentíamos el uno al otro. Después de un mes de novios tuvimos nuestra sesión de sexo y terminó de enamorarme, el chico me dio una sesión de sexo como pocos me la habían dado hasta entonces, puedo decir que estábamos enamorados y eso era el plus que nadie me había o que yo le había dado. Pero los problemas empezaron a los 6 meses, él comenzó a viajar mucho por el trabajo, había temporadas que no lo veía por uno o dos meses y algunas veces solo llegaba, íbamos al hotel y se iba; además de que entro una chica a trabajar con el que no me daba mucha confianza; pero llegaron sus vacaciones y ese fue el principio del fin de nuestra relación y es donde les quiero contar.
Era el mes de mayo, había regresado para festejar a las mamás el día 10, pero como él quería ver a su mamá y yo a la mía acordamos vernos el 11. Ya para esa fecha sabía de sus encuentros con la chica de su trabajo y ya había pasado lo de mi amigo y mi jefe; no se quién fue el primero en ser infiel y en ese momento no quise saberlo.
Ese día me levanté temprano, me bañe y no me arreglé mucho ya que solo iríamos a desayunar y regresaríamos a la casa a pasar toda la tarde viendo películas. Llegó cuando me estaba bañando, mi hermana lo recibió y me esperó en la sala, bajé y lo saludé pero lo sentía raro, no le tomé importancia porque me dijo que iríamos a desayunar rápido y después iríamos con la chica de su trabajo a recoger unas cosas. Desayunamos en un restaurante camino a la casa de la chica, no me quise bajar ya que no quería que la visita se prolongara, tocó la puerta y al salir la chica lo abrazó y le dio un beso ¡en la boca! mi reacción fue nula y no me sorprendió ya que por su ausencia en repetidas ocasiones ya teníamos problemas, le dio sus cosas, ella le dio una maleta pequeña y se despidieron pero ya mas “normal”; subió la maleta y nos fuimos a la casa, hizo como que no paso nada, pensó que no me había dado cuenta y hasta cierto punto me gustó, no es que no me importara, pero definitivamente ya no era lo mismo.
Pasamos todo el día juntos y me dijo de sus próximas vacaciones, hicimos planes para ir a la playa, pero en mi plan de enojo le dije que no se me antojaba ir a la playa, preferiría ir a otro lado y acordamos en ir a Guanajuato, es un estado de México muy bonito con haciendas, minas y con una apariencia antigua pero muy cuidada y linda, eso me puso de buenas y hasta me hizo olvidar lo que había visto, nos despedimos y ya no nos volvimos a ver hasta una semana después que salimos de vacaciones.
Ese día desperté tarde y me metí a bañar rapidísimo, afortunadamente ya había preparado la maleta y me puse un top y un short, tenis y una sudadera, llegó cuando terminé de maquillarme y nos fuimos, en el camino libamos platicando, como siempre fuimos mas amigo que novios y nos contábamos todo y siempre fuimos sinceros; le dije lo que pensaba de nuestra relación y estuvimos de acuerdo en que había fallas, me contó lo que había pasado con la chica del trabajo y yo también le conté lo de mi amigo y quedamos en darle una oportunidad en estas vacaciones y después decidiríamos que hacer porque el seguiría viajando. Después de varias horas y múltiples paradas para comer y descansar del camino, llegamos a Guanajuato, era de noche y fuimos a conseguir el hotel y refrescarnos un poco para salir a cenar; cenamos y dimos una vuelta por la pequeña ciudad y regresamos al hotel, al llegar las cosas estaban raras y los dos lo sabíamos, y como siempre hemos sido más amigos que novios, dejamos a un lado los problemas y nos empezamos a besar y acariciar, eso es algo que me gusta de él, sabía cómo besarme, como tocarme para olvidar todo.
Me empezó a morder el labio mientras con una de sus manos me acariciaba uno de mis senos, pasó su mano por mi espalda y me abrazó fuerte, sin dejar de besar mi cuello ni mi seno, después le quite la playera y él mi top y el brasiere, con su lengua saboreo mis senos, succionaba mis pezones y con una de sus manos recorría una y otra vez mi pierna hasta mi vagina, sobándola por arriba del short en el cuál se empezaba a notar un poco la humedad que provocaba mi excitación; poco a poco desabotono el short y lo bajo con mi tanga, estaba completamente desnuda, abrí mis piernas para recibirlo y de inmediato comenzó a dar lengüetazos por toda mi vagina, me retorcía del placer que me proporcionaba su lengua ayudada con sus dedos con los que separaba mis labios vaginales para poder introducir la lengua más adentro. Me encontraba en las nubes, no paraba de gemir y de retorcerme cada vez que succionaba mi vagina, me hizo llegar a un orgasmo delicioso y con muchos fluidos que emanaban de mi vagina. Se incorporó y nos fundimos en un beso con sabor a mis jugos vaginales.
Desabroché su pantalón y con su ayuda liberé su gran caramelo, el cual salió de un salto, lo tome con una mano.
– ¿Me vas a dar tu lechita mi amor?
– Claro bebé es toda tuya.
De inmediato me dirigí a su pene, besé la punta de la cual estaba saliendo liquido pre seminal el cuál limpie y empecé a recorrer con mi lengua todo el tronco, con mi mano empecé a masturbarlo mientras que lamía sus bolas, sabía que eso le excita y con cuidado ejercía un poco de presión, logré sacar uno que otro gemido y volví al pene, lo introduje completamente en mi boca y me llegó hasta la garganta lo cual me producía arcadas pero me gustaba hacerlo una y otra vez, con mi lengua lamía su glande cuando me tomó del cabello y empezó a dirigir el ritmo, succionaba cada vez que me lo sacaba y se ponía cada vez más duro, de pronto se detuvo.
– Bebé vas a hacer que termine.
– Aun no, primero quiero que me cojas.
Dicho esto me levante y puse mis piernas a cada lado, tomó su verga y la pasaba por fuera de mi vagina, yo intentaba metérmela pero él no me dejaba, estaba caliente y me empecé a desesperar, quería metérmela pero no me dejaba.
– ¡Métemela mi amor! Anda ya métemela.
– Si mi amor, es tuya, tómala.
Quitó sus manos y me la metí lo mas que pude, estaba totalmente empalada, empecé a moverme en círculos y empecé a gemir, después empecé a moverme hacia arriba y abajo, primero lento para disfrutar todo ese pedazo de carne que hace unos momentos estaba en mi boca, gemía y gritaba como loca, era un placer supremo lo que estaba sintiendo y llegue al primer orgasmo grandes cantidades de liquido emanaban de mi vagina, no sé cuanto estuvimos así hasta que sentí que me dolían las piernas, caí encima de él y sin sacarla me puso boca abajo y ahora él empezó el mete – saca con una fuerza mucho mayor a la de antes, con ambas manos me jalaba los senos, eso me prendió muchísimo más y empecé de nuevo a gemir y a pedirle más, llegó el segundo orgasmo más intenso que el anterior.
– Papi, dame más fuerte, dame tu leche por favor.
– Esta bien bebé te voy a dar toda la que quieras.
– Si, dámela, lléname, hazme tuya.
Llegué al tercer orgasmo y esta vez el empezó a llenarme de su semen, sentía como mi vagina se llenaba de fluidos y de semen de mi hombre que cada vez que me la sacaba escurrían por mis piernas, cayó sobre mi y descansó un momento, sin sacarla nos acomodamos de cucharita, tomó uno de mis senos y me mordía mi oreja.
– Me encantas bebé, extrañaba tus besos, tu cuerpo.
– Yo también te extrañaba, me has dejado abandonada.
– Vamos a aprovechar estas vacaciones para estar juntos, y olvidarnos de todo.
– Si mi amor.
Descansamos un rato y después me fui a dar un baño, el me alcanzó y nos bañamos el uno al otro entre besos y caricias, regresamos a la cama y ahora si nos metimos entre las sabanas y abrazados nos quedamos dormidos.
En la siguiente parte les seguiré contando mis vacaciones con Miguel y el regreso a casa y a nuestra “realidad”.
Gracias a solotulosabes, HombreFX, Toulouse ya tonymero51 por sus comentarios.
Besitos a todos.