Miguel, Juana y su padre

Segunda parte de la fantasia en paralelo siguiendo la historia de los hermanos. Ahora es el padre quien busca incesto. Interesante historia de sexo y celos.

Los dias de verano estaban increiblemente calurosos. Juana se puso un short muy corto y ajustado que dibujaba perfectamente sus hermosas nalgas y mostraba sus lindas piernas, y una polerita negra de tirantes que se adheria a su esbelto torso y sus pechos. Se veía hermosa y sensual. Bajó de su cuarto y salio al patio, ahí estaba su hermano Miguel con su grupo de amigos, tres chicos que la conocian desde siempre y al verla quedaron con la boca abierta al ver el delicioso cuerpo de la hermana menor de su amigo.

Todos le sonreian y conversaban animados con ella, bueno todos excepto uno. Miguel estaba muy serio, notaba las miradas lujuriosas de los hombres sobre ella y moria de celos. Ella le pertenecia y queria dejarlo claro, pero no podia.

El padre de los chicos salio al jardin y los saludo. Miguel sonrio, su padre era muy celoso con Juana, seguramente la mandaba a ponerse ropa mas decente, pero quedo sorprendido.

El hombre mayor miro disimuladamente los atributos de su hija y el deseo brilló en sus ojos. Se puso tras su hija y la abrazó cariñosamente acariciandole la cinturita. Los detalles pasaron inadvertidos para los chicos pero no para Miguel, que ardia mas aun por los celos, su padre la deseaba y eso era evidente ante los ojos del hermano.

El tenia que marcar su territorio.


Cuatro dias despues de ese episodio los padres salieron de comprar y los hermanos se quedaron solos durante la tarde. Miguel habia pasado todos los dias anteriores serio, y nada mas salieron el tomó a Juana del brazo y la llevó a su dormitorio.

Juana no lo tomó a mal, pensaba que era el deseo y aprovechar el tiempo.

Miguel la empujó a su cama. Juana vestia jeans y una polera manga corta, bastante mas tapada que ese dia. El hombre la desvistio rapidamente y se quito el luego su ropa.

Desnudo se puso sobre ella y comenzo a acariciarla desesperado mientras besaba el cuello de su hermana, succionaba sus pechos y los mordia. Sin ningun preambulo abrio las piernas de la mujer y se la metió de golpe provocando un grito en ella al no estar preparada para la embestida. El hombre la follaba salvajemente, rapido y fuerte presionandola contra la cama.

Juana estaba exitada y a la vez se sentia extraña, su hermano siempre era dulce con ella y ahora estaba descontrolado.

Intentó detenerlo pero el le tomó las manos y las sujetó contra la cama dejandola indefensa debajo de él. Medio arrodillado Miguel no paraba de embestirla mas fuerte y mas rapido aun, enloquecido gemía y jadeaba hasta no resistir. Se derramó intensamente dentro de la conchita dolorida de la chica.

Al terminar se relajó y bajando el ritmo de su respiracion de recostó al lado de la chica. Ella no sabia que hacer. Su hermano era un amante considerado, siempre buscaba su placer y el de ella, pero esta vez el habia acabado y ella no.

El hombre despacio metio su mano entre las piernas de la mujer y con dos dedos la masturbó rapidamente agitando sus dedos dentro de ella, enloqueciendola y haciendola retorcerse en la cama de placer. El hombre puso su cabeza entre las piernas de su hermana y siguio masturbandola hasta hacerla correrse. Con su boca fue chupando los fluidos de la chica, y al terminar se la limpió dando lamidas por toda la rosada entrada de la chica.

Los dos estaban desnudos abrazados tras terminar. Miguel por fin habló.

-Tu eres mia Juana- dijo seriamente mirandola

Ella no respondió.


Al dia siguiente Juana estaba sola en casa. Se habia acostado en la cama de sus padres a ver la tele pero se habia quedado dormida.

Su padre llegó temprano ese dia, le habian dado la tarde libre en su trabajo. Subio a su cuarto y sorprendido vio a su hija dormida en su cama, se veía hermosa. Estaba vestida con un corto vestidito playero en color celeste. El hombre descaradamente veía las piernas desnudas de su niña y fantaseaba con follarsela. Desde que Juana habia desarrollado ese hermoso cuerpo de mujer él la deseaba y fantaseaba con abrir sus piernas y metersela hasta hacerla gritar.

Despacio rozó con sus dedos la piel de su hija, siguio el camino desde sus tobillos a sus nalgas. La chica dormia en posicion fetal.

El hombre comenzó a perder el control, era solo cosa de levantarle el vestidito y hacerla suya. Su mano se posó completa en su muslo haciendo despertar a la chica.

-Miguel?- murmuró adormilada la chica.

Miguel? El hombre quedo pensativo unos minutos. Recordo una noche en que le parecio escucharlos en su habitacion pero el pensaba que lo habia soñado. No, era real, sus hijos follaban. Sonrio, entonces si tenia oportunidad.

-Hola hija- susurró despacio.

Se subio a la cama y se acostó a su lado. Tomó suavemente la cara de la chica y la volvio hacia el. La beso apasionadamente sorprendiendo a su hija quien al principio intentó apartarse de él, pero luego sucumbió ante los calidos labios de su padre que dulcemente le comia la boca. El hombre acariciaba los brazos de su nena hasta inocentemente comenzar a rozarle los pechitos.

Juana tenia un torbellino en su cabeza, su padr estaba sobre ella besandola, eso no estaba bien, pero ella se follaba a su hermano, eso tampoco estaba bien. Su padre lentamente acariciaba sus pechos envolviendolos con sus grandes manos y la enloquecia. Al carajo, el deseo ya estaba encendido, un poco mas de incesto no vendria mal.

Su padre la levantó con cuidado y le quito el vestido dejandola en un tierno conjunto de ropa interior en color lila. Le quitó el sosten y sin esperar tomo sus pequeños pechos con su boca, comiendolos feliz. El hombre era de contextura mas gruesa que su hijo, asi que Juana tenia que abrir mas sus piernas cuando el hombre se acomodó en medio. Era un hombre maduro de 45 años, muy atractivo, y la estaba enloqueciendo con sus expertas caricias.

Tiraba y amasaba los tiernos pezoncitos de la chica endureciendolos mucho mientras su otra mano bajaba hasta la conchita de la joven y la acariciaba con sus dedos por sobre el calzon.

La sentia mojada y caliente, lista para él. Se levantó de la cama y se desnudó frente a su hija, liberando una gran verga erecta completamente. Juana la miró sorprendida, era mas larga y gorda que la de su hermano, se veia venosa y deliciosa.

La chica se acercó al borde de la cama y media recostada boca abajo tomó la verga de su padre en su mano y comenzó a pajearlo, luego lentamente metío lo mas que pudo ese gordo pedazo dentro de su boca y se lo chupó provando el sabor. Empezó a lamerlo provocando golpes de placer en el hombre que veía fascinado como su hija metia y sacaba de su boca la verga que le habia dado la vida.

Le quitó el calzón y la acostó, el se puso entre sus piernas y empezó a metersela abriendole la vagina y llenandosela con su grueso pedazo. Juana gemia enloquecida, nunca habia tenido uno tan grande dentro. La metio toda dentro de la chica gozando la estreches de la conchita mojada de su hija, la penetraba con dulzura en posicion misionera alcanzando los dulces labios de su nena mientras se la follaba.

Se la metia con los ojos cerrados loco de placer. Tomo luego las piernas de su niña y las puso en sus hombros, dandose mejor acceso para aumentar la profundidad, acelerando el ritmo. Juana no podia hablar del placer del momento. Su concha estaba llena con el enorme palo de su padre y ella lo gozaba como puta. Se corrio dos veces, cada vez que su padre aceleraba el ritmo ella gritaba poseida por las sensaciones. El hombre iba a correrse.

Sacó la verga de su hija e iba a pararse para ir a acabar al baño, pero su hija lo detuvo y mamandole la verga hizo que llegara, luego se bebió su esperma caliente ante los ojos sorprendidos y morbosos de su padre.

Follar con su hermano era maravilloso, pero con su padre tenia otro nivel de placer.