Miercoles -viernes
Segunda parte de este relato de la relacion entre mi esposo y su hija, espero que les guste.- Besos
MIERCOLES – VIERNES II
Esa noche fue terrible, en el trabajo falta de personal, principio de mes; a la salida tome un taxi porque mi auto descompuesto a pesar del cansancio dormitaba en el recorrido de los seis kilómetros que separan la casa donde viven mis dos hijos, Soledad y Ariel, y tengo que reconocer que no podía dejar de pensar en lo que podía suceder.
A mitad de camino me llega un mensaje de Camila, mi ex esposa, si la podría acercar al trabajo ya que se le había hecho tarde, le explique que iba en taxi, me pide entonces que por favor le diga al chofer que la aguarde así la conducía a su empleo, así lo hicimos apenas baje yo ella sube sin antes mencionar que estaban los chicos durmiendo y que había una amiga de mi Soledad, -Bueno yo me ocupo de darles el almuerzo a todos- le respondí
Mientras entraba a la casa me dije” menos mal que estaba la amiga, así puedo dormir la verdad estoy destruido”.-
Me prepare como siempre, a dormir en el sofá, subí las escaleras, pase frene al dormitorio de Ariel, dormía plácidamente, al pasar por la habitación de Solé advertí que la puerta estaba cerrada, entre al dormitorio que una vez fue mío, “ huy cambio la cama de lugar” -me dije- saque un cobertor del placard de Camila, mire la cama con ganas, me siento en el borde –¡Hay que cómodo! - me tiro hacia atrás y allí me quede dormido descalzo pero aun vestido.-
No me preocupe por Soledad al fin y al cavo estaba con su amiga y valla a saber cuál sería la hora en que se habían dormido; lo próximo que recuerdo, es sentir la cremallera de mi pantalón, me despierto de un salto, era ella con su clásica camiseta de la selección femenina de hockey- Huy no quería despertarte - me dice, mientras me mira con esos ojazos color café – Está bien no te hagas problema, pero y tu amiga -Ella duerme como un tronco, es que jugamos un poco antes de dormir-, ese comentario hizo volar mi imaginación y mi pene se puso como una piedra, ya no me importaba nada, no pensé mas en quien era sino en lo que le haría, sin quitarle la camiseta apoye sus manos sobre la pared como quien va a revisar la posesión de armas, su piernas entre abiertas su manos arriba, y su cabeza agachada con su rojizo pelo corto apenas cubriendo su rostro entre los brazos es una fotografía que aun hoy guardo en mi mente, levante un poco la remera y vi sus glúteos firmes y erectos que apenas dejaban entre ver lo que escondían, ese preciado y deseado punto negro, mas abaja como jugando a las escondidas con el vaivén de sus cadera, se veía esos pulposo labios y su vulva rosadita, abrí suavemente su culo pase mi lengua y la deslice despacio hasta su conchita, la hundí lentamente disfrutando los jugos que desprendía mientras sentía como temblaban su piernas y desfrutando la dulce música que interpretaban su boca en un concierto interminables de gemidos, continúe hasta que se me acalambro la lengua, me incorpore con mi rostro bañado de un dulce jugo blancuzco y veo el rostro ardiente de Soledad, sus piernas temblaban mientras subo, me detengo en su ombligo, en su abdomen y en sus diminutos pechos, sus manos se amarraron a mi pelo llevando mi cara hasta su boca, me chupo cada espacio de mi rostro donde podía haber restos de ella y me susurra al oído mientras pone en punta de pie su metro cincuenta -Dale papi métela, métela- ese pedido fue una orden , enfunde mi miembro en un preservativo y lo hundí sin miramientos mi pene en su concha apretada parecía reventar, exhalo un grito que ahogue en mis manos, pero aun así pareció hacer eco en la habitación, es increíble descubrir en ella a una mujer con movimientos instintivos como si su genética estuviera preparada solo para dar y recibir placer , la tome por la cintura la arroje en la cama que una vez había sido mía y de su madre allí la veo retorcerse de placer –¡dale, dale!- me dice con sus dientes apretados y sus ojos cerrados-ahora déjame a mi- y con un movimiento me deja abajo toma mi pija y la introduce muy lentamente, sube y baja como una experta, su cintura parece fracturase mientras recorre despacio con su vulva toda la extensión de mi pene, nos abrazamos fundiendo nuestros sudores, hicimos el amor, si hicimos el amor , porque no fue solo una relación sexual nos amamos, nos entregamos, calculo que ninguno de los dos se detuvo a pensar en el grado de pertenezco, solo disfrutamos el momento, el tiempo y el resto de mundo desaparecieron de nuestras vidas durante unos 40 minuto, nos quedamos exhaustos mirando las cabreadas de madera del techo, yo jugueteando con su pechos ella enroscando el bellos de mi ombligo entre su juveniles dedos -“Me gusta hacerlo – me dijo- y me alegra que sea con vos con quien debute, me sentí segura protegida” – ahogue mis palabras en un largo suspiro, seguimos un rato mas con mimos hasta que un ruido nos altero- “Debe ser tu amiga”- le dije, se pone su remera y sale muy despacio y la veo perderse tras la puerta de su cuarto, salgo yo también sin hacer ruido y me dirijo a la sala de estar donde está el sofá, me recuesto y duermo.
Sobre el medio día me despierta Ariel mi hijo, - Ya es hora de comer- me grita, me levanto me ducho un poco y me dispongo a hacer la comida, entre tanto las chicas se han levantado, y pululan por la casa Soledad en bikini y su amiga en una malla cerrada que le ha prestado su amiga, mientras almorzábamos hubo bromas cometarios y cargadas a Ariel ya que es sabido entre las chicas lo generoso que la naturaleza a sido con su miembro muy a pesar de sus catorce años , estábamos de risas y chistes cuando llego Camila nos saludamos muy amables y me fui.-
Mientras mi esposo me cuenta la historia puedo ver que su rostro se ilumina y siento celos, por momentos se calle y su mirada se pierde tal vez recordando esos momentos, o extrañándola, es que desde que estudia psicología fuera de la ciudad, no ha venido en los últimos dos años. Este relato que me fue contado tiene detalles imaginados por mí en un intento de contarlo.- Es raro porque ahora que se aclaro el agua enturbiada por la tormenta que pasamos, se ve una historia hasta romántica, aunque esté a contra cultura.-
Con respecto a esta historia especifica no fue mucho lo que me contó, tan solo esto y después de una noche de pasión donde todos bajamos la guardia y nos ponemos sensibles, pero con anterioridad y en entre debates de sexualidad, e incesto, me relato lo sucedido con su tía con quien debuto a los jóvenes y tempranos 16 años, esta historia se las prometo para la próxima.-