Mientras mi marido sale de pesca

Me quedé entonces sola pero ahora con 4 hombres maduros devorándome con los ojos y llenos de dudas sobre mi vida sexual,tenía a dos tipos de frente a mí, con sus miembros a centímetros de mi boca, y otros dos detrás de mi muy cerca de mis nalgas, consciente o inconscientemente levanté el culo

Para mayor entendimiento favor de leer las historias precedentes, es un relato largo, espero sea de su agrado

El día siguiente cuando desperté, mi marido ya se había levantado y había salido a correr por la playa, eran como las 10 de la mañana y yo amanecí entre satisfecha y caliente, ambas cosas consecuencia de la intensa noche que había pasado.

Al regresar mi marido, me besó y una cosa llevó a la otra, al poco rato ya estaba recibiendo una rica cogida mañanera.

Bajamos a desayunar y de ahí nos fuimos a la playa, yo aproveché para ponerme una tanguita roja que me encanta, la intención era estar tirados en la playa y estar todo el día en el hotel.

Estuvimos descansando un buen rato y tomando el sol, al principio de la sesión solamente me unté bloqueador, al cabo de varios minutos decidí usar bronceador para tener un mejor color, el bronceador era de aceite, me gusta mucho el efecto del aceite sobre mi cuerpo, lo hace brillar de una manera muy sexy.

Le pedí a mi esposo que me untara bronceador en todo mi cuerpo, me puse de espaldas y me relajé, al paso del tiempo mi marido había convertido esto en un rico masaje, me desabroché el bra, y él pasaba sus manos entre mi espalda, mis nalgas y ocasionalmente alcanzaba a masajear las partes laterales de mis tetas.

Yo me dejaba hacer y sabía que ambos nos estábamos poniendo calientes, me gustaba pensar que estaba dando un espectáculo para aquel que quisiera verlo, yo de espaldas cerré mis ojos y me dediqué a disfrutar el momento.

Ya bien untada de bronceador le pedí a mi esposo que me tomara unas fotos sexys, así lo hizo y sacamos algunas fotografías que me gustaron bastante con mi cuerpo lleno de aceite y con la vista del hermoso caribe mexicano como fondo perfecto.

Empezamos a tomar mientras descansábamos en la playa, para mediodía yo ya estaba muy caliente, (no sé si en algún momento dejé de estarlo), entre la manoseada, las fotos y las cervezas mi lívido estaba en aumento.

Coquetamente le solicité a mi marido que me llevara a la habitación y así lo hicimos, llegamos a la habitación, nos recostamos en la cama y comenzamos a cachondearnos muy rico, mi esposo me sacó las tetas y comenzó a mamarlas, me tenía a mil, le pedí entonces que sacara de mi bolsa un antifaz para taparme los ojos y unas muñequeras que tenemos para que me amarrara las manos, al levantarse a buscarlos, nos dimos cuenta de que habíamos dejado la bolsa en la playa, la verdad no me sentía tranquila con ello y a pesar de que era mucha la calentura le rogué que fuera por ella y que ya de pasada trajera un par de cervezas del bar.

A pesar de que no le hacía mucha gracia, accedió, en el entendido que era cuestión de minutos y que pues si algo había era tiempo, me quedé solita y pues para mantenerme “entonada” comencé a tocarme, me levanté de la cama y me acerqué al ventanal que deba al mar, viendo al mar me saqué las tetas, y lentamente empecé a masajearlas.

Estaba muy caliente cuando por mi mente se me ocurrió hacer una travesura; resulta que la habitación que teníamos estaba al nivel de suelo y con vista al mar, de hecho estaba metida en la misma playa, tenía una terraza rodeada de una cerca de cristal, pero pues esta terraza daba justo a la playa, fácilmente se podía acceder al cuarto desde la misma playa.

El cuarto tenía unos grandes ventanales, de ahí se salía a la terraza, los ventanales tenían cortinas que permitían que no fuera posible que se viera de afuera hacia el cuarto; justo enfrente de nuestro cuarto había un pequeño muelle, en él había personas que promocionaban viajes en barco, rentaban motos acuáticas, lanchas de remos etc.

Además había algunas personas que estaban trabajando en el muelle, entre arreglando barcos y haciendo algunas obras.

Yo estaba muy entretenida en lo mío, tocándome con ambas manos mis tetas, por detrás del ventanal y con las cortinas cerradas, cuando se me ocurrió ponerle más morbo a la situación; me puse mis tacones para verme más sexy, acomodé mis tetas dentro del traje de baño y decidí salir al balcón, con mis tacones, mi traje de baño y mi tanguita roja.

Salí con la intención de acaparar miradas y ver si calentaba a alguno que otro trabajador en el muelle, tomé mi teléfono y salí a la terraza, me coloqué sobre la cerca y me puse de espaldas al mar.

Como la cerca era de cristal pues era transparente, con ello mi culo estaba a la vista de cualquiera en la playa y yo podía hacer como que no me daba cuenta, tomé el teléfono, me coloqué los audífonos y me puse a revisar cualquier cosa, pretendía revisar el teléfono mientras mis nalgas estaban expuestas, con la combinación de los tacones y la tanga creo que me veía espectacular y a los pocos segundos los silbidos y los gritos me lo confirmaban.

No sé bien que tantas cosas me decían, estaba tan caliente que poco me importaba, yo seguía “revisando” mi teléfono.

Como en el hotel hay música a toda hora y como el cuarto estaba sobre la playa, pues las canciones se oyen perfectamente en la terraza.

Con ese pretexto y bajo el contexto que llevaba mis audífonos y podía estar escuchando música, comencé a bailar un poco y mover las caderas pero no de forma exagerada, la visión debió ser bastante padre, yo no soltaba el teléfono y me hacia como que no oía nada de lo que silbaban y gritaban, mientras contoneaba lentamente las caderas al compás de la música.

Al verme bailar creo que el ruido alrededor mío se intensificó, caliente a mas no poder decidí regresar a la habitación, de camino al cuarto “casualmente” se me cayeron mis lentes, decidí agacharme para recogernos, pero lo hice sin doblar las rodillas y sacando el culo; aquello fue el regalo perfecto para mis nuevos admiradores.

Al caminar de regreso me temblaban las piernas de la calentura que tenía, como pude entré a la habitación, ahí terminé la tarea, parada frente al ventanal y detrás las cortinas, saqué mis tetas, con una mano masajeé mi clítoris y con la otra mano tocaba mis tetas, mi vista ya no estaba en el mar, estaba en los tipos del muelle, los veía reírse, sabía que hablaban de lo que acababa de pasar y eso me calentaba muchísimo, no pasó mucho tiempo cuando llegó un orgasmo delicioso, mis rodillas me fallaron y mientras terminaba poco a poco se me iban doblando, al comenzar el orgasmo seguía de pie pero con las rodillas dobladas, al terminar estaba tendida boca abajo en suelo.

Estaba en éxtasis, poco me importaba nada, en ese momento hubiera deseado que hubieran irrumpido en mi cuarto tres, cuatro o cinco de esos trabajadores e hicieran conmigo lo que quisiera, poco importaba su físico o el tamaño de sus vergas, todo era morbo, simple y llano morbo.

Afortunadamente no pasó mucho tiempo para que llegara mi marido, literalmente me lo cogí como pocas veces, fue tan intenso que mi esposo no aguantó mucho, terminamos juntos, pero yo solo terminé una vez, con esa calentura hubiera podido fácilmente terminar varias veces, pero eso no fue posible; de esa forma a pesar de que sacié mi calentura, la verdad es que necesitaba más sexo para estar completamente satisfecha.

Regresamos a la playa a seguir relajándonos, era mediodía cuando me llegó un mensaje a mi celular, era Claudia, la chica que había conocido en el antro el día anterior.

Estuvimos mandándonos mensajes durante el día, platicando de todo y de nada, al parecer a ella no la había ido tan bien como yo con el sexo, estaba entre cruda, caliente, insatisfecha, molesta, con ganas de fiesta etc.

Durante el día la fui conociendo más, se trataba de un chica del lugar, trabajaba en no sé qué cosa, pero realmente su ocupación primordial era la vida nocturna, como sospeché a ella le pagaban por amenizar esos eventos, solía participar “casualmente” en cada concurso de chica sexy, camisetas mojadas o similares que se le aparecieran en su recorrido nocturno.

En esos eventos ganaba dinero por parte de los dueños de los lugares, ya luego si ganaba el concurso en cuestión pues se embolsaba un dinero extra; era sumamente común que ella ganara este tipo de concursos, tenía ya toda la experiencia de que le gustaba al público.

No le pregunté, pero supuse que también si el dinero era suficiente y el tipo le gustaba pues podría negociarse con ella el irse a la cama, con el paso de las conversaciones confirmé esta sospecha, no se consideraba una puta, el tipo tenía que gustarle y a veces pagar, el sexo no era su negocio principal, pero también era una fuente de ingresos sólida.

Por mi parte yo le inventé una historia, no por afán de mentir o por desconfianza sino porque me daba morbo, le conté que venía de vacaciones con mi amante, que yo era soltera y que él era casado, que era algo así como la puta exclusiva y cara de un hombre poderoso, en cierto sentido era cierto.

Bueno todo esto se dio durante varias horas de conversación; regresando a la historia volvimos a tendernos un rato en la playa, no pasó mucho tiempo para cuando pasamos a comer, al terminar, no teníamos más que hacer, que seguir relajándonos en la playa, regresamos al mar y nos acostamos en unos camastros, pedimos de tomar, cada uno sacó su libro y leímos un rato.

Pasó un momento cuando se acercaron varias personas a saludarnos, resulta que eran los americanos que habíamos conocido el día anterior, como establecí en mi último relato, los gringos habían estado conversando con mi marido y se dieron cuenta que al final lo dejé en el cuarto para irme de fiesta, también era un hecho que al despedirme de ellos les había regalado una buena coqueteada.

Nos saludamos efusivamente, a mi esposo le dio gusto verlos; por mi parte me dio un poco de nerviosismo, pero rápidamente me di cuenta con las miradas y sonrisas de complicidad que no tenía por qué preocuparme.

Estuvimos platicando un rato, pero de a poco la plática se tornó más de hombres y tampoco me interesaba practicar mucho mi inglés, decidí entonces alejarme un poco de la conversación, bajé el camastro en la posición más baja, de tal suerte que me acosté, para hacer más evidente mi alejamiento me puse de espaldas, me acosté boca abajo y seguí con mi lectura.

Creo que con la posición cumplía con dos tareas, por una parte los dejaba conversar y por las otra les pagaba a los gringos por guardarme el secreto, tenían delante de ellos un panorama envidiable de mi enorme trasero metido en una diminuta tanga roja y adornado en la parte baja de la espalda con un tatuaje temporal de mariposas que encanta hacerme cada vez que visito la playa.

En un momento dado después de varias cervezas mi marido debió ir al baño, mi esposo es muy bueno para tomar, pero tiene un problema con las visitas al baño cuando toma, una vez que lo hace la primera vez, son recurrentes sus vistas al sanitario.

Un vez que se retiró mi marido, los americanos muy atentos me integraron a su conversación, la plática no pasó de preguntas normales, yo cambié de posición y me puse boca arriba, me contaron un poco de ellos, me decían que eran varios amigos de toda la vida, que una vez al año se reunían y salían de viaje solos.

Eran 7, pero con nosotros se encontraban 5, tenían más de 50 años y la mayor parte de ellos se encontraban en buena forma física para su edad, no se comentó nada sobre lo ocurrido el día anterior cosa que me dio gusto, se veían que eran gente seria y caballerosa, eso siempre me gusta en los hombres.

En eso regresó mi marido y siguió la charla, la historia más o menos se repitió y al poco tiempo yo me alejé de la conversación, volví a dar la espalda para seguir con mi bronceado y continué con la lectura que me tenía muy entretenida.

He de confesar que estaba leyendo unos de los libros de la trilogía de Las sombras de Grey y estaba encantada con el libro, por mis inclinaciones sexuales y literarias pues el libro me tenía muy entretenida, ese tipo de sexo y ese tipo de hombre, en combinación con las letras correctas tienen un efecto fuerte en mí.

Los tragos, los ocurrido en el día, los recuerdos del día anterior y la lectura, pues eran una combinación muy sensual.

En la siguiente ida al baño de mi esposo la historia más o menos se repitió, los americanos regresaron conmigo, volví a voltearme y a prestarles atención; ahora las preguntas fueron más hacia mí, me preguntaron sobre mi pareja, si era casada o soltera.

Me causó gracia continuar con la mentira de mi estado civil, coquetamente les dije que era soltera y que venía de viaje con mi “novio”, ellos se dieron cuenta que había algo mas y quisieron profundizar, entre el inglés y el español, la conversación fue más o menos así

-          Como que tu novio?

-          Pues sí que tiene de particular

-          Como que él no está en edad de tener novia, será esposa, amante, pero novia

-          Ahh bueno, él tiene esposa, yo tengo novio. Bueno creo que no le caigo muy bien a la esposa de mi novio

Y con ello soltaron la carcajada y quisieron saber más

-          Y como llevan la relación?

-          Pues de lo más normal, yo era secretaria en su oficina, él tiene una buen puesto, empezó a pretenderme y yo me dejé querer, me sacó de trabajar y ahora me dedico a ser su amante

-          Y te gusta esa vida?

-          Me encanta, no tengo complicaciones, tengo mucho tiempo para mí y es muy rentable, la verdad me gusta la buena vida y hay que aprovechar que no seré joven por siempre

-          Y viajan mucho?

-          Una o dos veces al año nos damos una escapada, siempre es a la playa y siempre es un hotel de adultos, aquí aprovechamos para salir sin escondernos; además aquí puedo vestir súper sexy como me gusta, y a mi amante pues le encanta exhibirme

-          Y compartirte?

-          No eso no creo que le guste…

-          Pero a ti si te gusta??

-          Ahh que preguntas hacen, pues eso no puedo decirlo, por ahora me guardo mis opiniones al respecto.

En eso regresó mi esposo y tuvimos que parar la conversación, era evidente que los americanos se habían quedado bien interesados en el tema

Seguí con mi lectura y volví a ponerme boca abajo, mientras escuchaba de fondo la conversación de los hombres, el Sr Grey le metía una súper cogida a su amante y yo deseaba estar en su lugar sometida y sumisa, mi imaginación y mi lujuria iban a mil mientras devoraba páginas de buen sexo y ritmo literario. En eso volteo con mi esposo y con cara de niña consentida le digo:

-          Papi, me podrías traer el sombrero que dejé en la habitación?? Por favor?? Si??

La verdad si quería el sombrero, pero no sé si al mismo tiempo quería ver como reaccionaban los gringos al quedarse nuevamente solos conmigo, mi marido no tuvo más remedio que aceptar, uno de los americanos se ofreció a acompañarlo, con esto facilitó que mi marido aceptara más fácilmente.

Me quedé entonces nuevamente sola pero ahora con 4 hombres maduros devorándome con los ojos y llenos de dudas sobre mi vida sexual, a diferencia de las ocasiones anteriores, ahora no me voltee y me quedé boca abajo, seguí con mi libro y no pensaba dirigirles la palabra hasta que ellos lo hicieran, truco de mujeres para ser más interesante, para mí el tema ya estaba terminado, evidentemente sabía que estaba lejos de terminar y apenas estábamos empezando.

Dos de ellos se movieron hacia la cabecera del camastro para seguir la conversación, el camastro estaba un tanto elevado de tal suerte que mi cabeza quedaba a la altura de sus muslos, con ello tenía sus vergas a una distancia relativamente corta.

He de ser sincera que la escena me calentó, tenía a dos tipos de frente a mí, con sus miembros a centímetros de mi boca, y otros dos detrás de mi muy cerca de mis nalgas, consciente o inconscientemente levanté un poco las nalgas mientras retomaba el interrogatorio

-          Y las latinas son así como dicen?

-          No sé qué digan?

-          Pues que son de grandes curvas, apasionadas, buenas bailarinas, y que les encanta el sexo

-          Ahh pues son muchas cosas; no puedo hablar por todas las latinas, puedo hablar por mi

-          Entonces tu eres así?

-          No sé, las curvas pues ustedes pueden juzgarlas, con este traje poco se deja a la imaginación, de bailar me encanta, no sé tal vez en la noche puedan decirme que tal lo hago.

-          Y del sexo??

-          Ah ese me encanta¡¡¡

Y nuevamente se echaron a reír

-          Pero entonces si tanto te gusta, tu novio se da el tiempo para complacerte??

No respondí pero solo me limite a sonreír coquetamente y decir que no con la cabeza

-          De verdad?? Eso es un crimen

-          Pues que les digo es que a mí me gusta mucho, si por mi fuera loa haría todos los días pero pues eso no se puede, no puedo verlo diario; por eso me gustan mucho estos viajes porque lo tengo sólo para mi

-          Pero con todo y eso te das tus escapadas, como ayer

-          Bueno es que uno no es de palo, y pues a veces pasan cosas y se salen de control

-          Y que tal la pasaste?

-          Uffff estuvo delicioso¡¡

La conversación se había dado exclusivamente con los dos tipos que tenía de frente y en especial uno de ellos era el líder de la plática, en eso voltee hacia atrás y puede ver a los otros dos devorándome las nalgas con los ojos, mi morbo seguía en aumento, sorpresivamente les dije:

-          Seguramente me están viendo el tatuaje chicos

-          Si está muy bonito

-          A si y que es lo que más les gusta?

-          Es perfecto, tiene el tamaño y forma adecuado, es una obra de arte

-          Verdad que si, a mí me encanta

-          A nosotros también, cómo crees que podamos comprar una obra de arte así?

-          Pues seguro que todo es cuestión de pagar lo piden por ella o llegar a un acuerdo con la persona…. Allá esta la chica que los hace.

Regresé entonces con las personas que tenía de frente

-          Veo que estás leyendo las sombras de Grey, que te parece?

-          Estoy encantada, soy fan de la historia; digamos que soy un chica Grey

-          En serio?

-          Si estoy a disposición de lo que el Sr. Grey quiera mandar

-          (Nuevamente risas)

-          Y que es lo que más te gusta de él?

-          Pues todo, su seguridad, su porte, pero creo que lo que más me gusta es como coge y la descripción de su verga (me aseguré de usar las palabras fuck y dick, que entiendo son más groseras en inglés).

Se sorprendieron por la franqueza del comentario, así que quisieron profundizar más.

-          Y como coge?

-          Como un Dios, es intenso, lo hace duro, salvaje y dominante

-          Y a ti te gusta eso?

-          Me encanta

-          Y el tamaño importa?

-          Si importa, creo que quien diga que no miente, pero no es indispensable, el tamaño se puede compensar o arruinar con la manera en la que se use

-          Y te gusta ese rol de sumisa?

-          En el sexo si

-          Y como lo demuestras?

-          Pues de muchas maneras, es más si nos vemos en la noche y me invitan una copa, les prometo que uso algo alusivo a eso

-          Por supuesto¡¡ no solo una copa, las botellas que quieras¡¡¡

-          Gracias que amables; una cosa, si platican con mi novio, por favor no le digan que saben esto de su esposa y todo ello; a él le gusta decir que estamos casados y con eso nos ahorramos muchas explicaciones

-          Ok no te preocupes

Al poco rato regresó mi marido con el sombrero, venía muy entretenido platicando con su nuevo amigo gringo, en cuanto regresó le pedí que nos metiéramos al mar un rato, así lo hicimos y al caminar hacia el océano y a sabiendas que mis nuevos amigos seguro estarían mirando mi “tatuaje” me aseguré de mover las caderas como las latinas sabemos hacerlo.

Nos metimos al mar, estaba súper tranquilo, al poco rato los americanos hicieron lo mismo aunque no se acercaron a conversar con nosotros, se metieron unos pasos más y estaban a también unos pasos más hacia nuestra derecha.

Como era de esperarse yo tenía una calentura de aquellas, así que dentro del mar empecé a besar a mi marido, abrazarlo y restregarle mis tetas, en un momento dado quedamos en una posición en la que yo lo tenía abrazado y él quedo frente a la playa y yo estaba de frente al mar, con ello yo tenía de frente a los gringos, sin que mi marido se diera cuenta, les estuve mirando y sonriendo un rato, luego comencé a besar a mi marido en el cuello y la oreja y constantemente los miraba.

Regresé a besar sus labios y así estuve un buen rato, luego regresé a la posición inicial con los gringos de frente y solamente que me quedé abrazada de él con mi barbilla sobre sus hombros, mientras miraba y sonreía a mis amigos, saqué mis tetas del bra, y las restregué en el pecho de mi esposo, no me quité la prenda solo saqué mis senos, en el movimiento traté de que fuera visible para mis amigos lo que había hecho.

Luego busqué la verga de mi esposo que ya estaba lista para mí y me la metí solo un poquito, había muy poca gente en la playa y no se trataba de dar un espectáculo, estaba muy caliente, no gemí ni grité, pero mientras me metía la punta de la verga de mi esposo me aseguraba de mantener contacto visual con nuestros amigos, me mordía los labios y gesticulaba un poco, estaba segura que ellos sabían lo que estaba pasando y más caliente me ponía, fueron escasos minutos los que necesité para terminar.

Le pedí a mi esposo que le llevara al cuarto para que me cogiera como necesitaba, que me montara como la potra salvaje que soy, me tomó de la mano y caminó frente de mí, yo volteé hacia los gringos y me despedí coquetamente de ellos, les mandé un beso y me aseguré que mi tanga se metiera lo más posible en mis nalgas para que pudieran despedirse de ellas de la mejor manera.

Llegamos a la habitación y todavía era de tarde, me aseguré de que las cortinas de los ventanales estuvieran abiertas, no sé qué tanto podía distinguirse desde afuera porque las ventanas eran polarizadas pero me gustaba fantasear que algo alcanzaba a verse.

Me abalancé sobre mi marido y al poco tiempo ya tenía bien ensartada su enorme verga, no pasó no pasó mucho rato cuando tuve mi primer orgasmo.

Le pedí entonces que me cogiera en 4 patas, me coloqué justo de frente al mar, mientras me cogía veía gente en el muelle, recordaba lo que había sucedido horas antes con los trabajadores y los gringos y más fuerte me movía, además recordaba las cogidas que el Sr. Grey le daba a Anastasia y no podía más que pedir más y más.

-          Dame cabrón¡¡ duro duro¡¡¡ dame como le gusta a tu puta¡¡¡

Mi marido reaccionaba y no me daba tregua con un mano jalaba mi pelo

-          Nalguéame cabrón¡¡¡ pégame por favor¡¡¡

La cogida estuvo rica e intensa, nos quedamos un rato desnudos, recostados, y sin querer en unos instantes nos quedamos profundamente dormidos.

Despertamos y ya caía la tarde, nos preparamos entonces para el evento de la noche, pensábamos quedarnos en el hotel, salir a cenar a uno de los restaurantes y quedarnos en el bar.

En el hotel todos las noches hay una fiesta temática, ya es decisión de cada uno si decide o no vestirse de acuerdo a la ocasión, es noche el tema era cuero y látex, un poco en un ambiente de sadomasoquismo o dominación.

Tomamos un ducha para bajar a cenar, yo escogí un vestido rojo muy entallado que me gusta bastante, era muy provocativo pero no necesariamente escandaloso, aunque si se notaban mis pezones sobre la tela fina del vestido; estaba muy en línea con la temática sexy del hotel, pero podía considerarse no tan provocativo, digamos un poco debajo de la media.

Cenamos en un entorno relajado y en uno de los mejores restaurantes del hotel, terminamos de cenar y decidimos pasar directo al bar y a la fiesta; ya había decidido cambiarme y usar algo aún más atrevido para la noche pero eso aún no lo sabía mi marido.

Nos instalamos en el bar y pedimos de tomar, el lugar empezaba a llenarse y el ambiente se ponía cada vez mejor, apenas comenzábamos a instalarnos cuando se nos acerca uno de nuestros amigos gringos y nos invitan a su mesa, mi esposo me pregunta mi opinión y le digo que por mí no hay problema, aceptamos y nos dirigimos hacia donde se encuentran.

Ahora si se encuentran todos, al verme llegar noté sus miradas llenas de deseo sobre mis senos y me gustó bastante; los saludo a todos con un beso en la mejilla repartiendo sonrisas coquetas por doquier.

Una vez terminados los saludos, me dirijo a mi marido.

-          Voy al cuarto, quero darte una sorpresa

Y regresé a la habitación para cambiarme de ropa, escogí un vestido negro corto y entallado, el material sin ser de cuero deba la impresión de serlo, lo interesante del vestido es que enseñaba mucha piel por la parte de enfrente, de la cintura para arriba solo tenía un franja de tela que cubría apenas mis tetas, de esa forma mi obligo y abdomen quedan al descubierto, también tenía un escote doble en mis senos, podían ser vistos por arriba y por abajo.

El vestido me encantaba y ya estaba más acorde a lo que quería mostrar esa noche, como accesorios, escogí unos aretes en forma de esposas para mis orejas, en tanto que  mi arete en el obligo tenía impreso el número 69.

Para acabar de completar el cuadro escogí un collar de cuero, el collar quedaba muy ajustado al cuello y contenía de manera muy clara la leyenda “spank me” (nalguéame).

El atuendo hacía honor a mi compromiso con los americanos, había quedo en demostrarles mi gusto por el tema del libro y pues era mi mejor manera de hacerlo dentro de mis posibilidades.

Me vi al espejo antes de salir y me gustó lo que vi, quería demostrar lo mucho que me gustaba este juego y lo mucho que me gustaba sentirme deseada.

Regresé entonces al bar; en el camino, por dondequiera que pasé acaparé miradas de hombres y mujeres, a cada paso que daba mi autoestima crecía, al igual que crecía el movimiento de mis caderas al andar.

Llegué por fin al lugar y las caras de mi marido y los gringos no pudieron ser más explícitas, al llegar me acerqué a mi marido y le dije:

-          Te tenía guardada esta sorpresa, te gustó?

-          Me encanta como te ves; estas buenísima Dany¡¡

Me senté en la mesa y pues los americanos no pudieron ser muy evidentes en sus comentarios por la presencia de mi esposo; estuvimos un rato platicando de lo más ameno, cuando por fin llegó el momento de quedarme a solas con ellos ante la primera visita al baño de mi marido.

-          Wooowwww te ves espectacular¡¡

-          Gracias, pueden ver que las mexicanas siempre cumplimos

-          Seguro, pero muéstranos un poco lo que traes

Me levantaron de la silla para que les mostrara lo que había preparado

-          Pues me puse estos aretes con esposas, el vestido que es como de cuero, pueden ver el arete del ombligo que también es muy explícito y pues el collar esta en inglés, ya ustedes mejor que nadie sabe que dice

-          Si ya lo vimos no te faltó nada, puedes dar una vuelta?

-          Claro¡

Y así lo hice, luego procedí a sentarme y a seguir la conversación.

-          Y te gusta que te nalgueen?

-          Pues que no queda claro con el collar??, bueno la verdad es que en ciertas ocasiones si es muy rico

-          Y eso es a partir de que estás leyendo el libro?

-          No ya me gustaba el sexo así, el libro me gusta porque me identifico con muchas cosas

Para ser sincera platicaba muy a gusto con estos tipos, al ser hombres maduros eran muy caballerosos conmigo, se veía que los tenía comiendo de mi mano y además era el centro de toda su atención, la plática solo se centraba en mí, eso me encantaba y me hacía contestar con toda honestidad a todas sus preguntas.

-          Y el libro que efecto tiene en ti?

-          Pues muy fuerte, he fantaseado muchas veces con el Sr. Grey

-          Y te has tocado?

-          Si la verdad lo he hecho un par de veces pensando exclusivamente en él

En eso llegó mi marido y seguimos la fiesta, era yo la única mujer entre muchos hombres, al terminar la primera ronda de tragos, me dirigí a la audiencia e hice una declaración:

-          Como la temática de la fiesta de hoy es de amo-sumisa, esta noche yo me encargo de traer los tragos.

Como el concepto del hotel es todo incluido, los meseros no son suficientes, así que la mejor manera de conseguir tus bebidas es levantándote a la barra.

-          Claro que no, no podemos aceptar eso¡¡

-          Por favor es un capricho que me quiero dar para estar a tono con el entorno

-          De todas maneras no está bien, además somos muchos

-          Que les parece si hacemos algo, en cada ronda que algún hombre me acompañe, así me ayudan con todo, no se sienten mal y yo cumplo con mi capricho; ahh la única regla es que tenemos que ir todos parejos para traer rondas completas para todos, ok?

-          Ok, esa es una buena idea

El plan tenía varios objetivos, por un parte era verdad que quería sentirme en ese rol de complacer a varios machos, por la otra me daba la oportunidad de dar paseos por el lugar y coquetear si así me apetecía, además pues me daba la posibilidad de tener conversaciones privadas con cada uno de ellos.

-          Entonces voy por la primer ronda, quien me acompaña?

Todos incluyendo mi marido levantaron la mano, decidí entonces que irían en el orden en el que estaban sentados, primero el tipo de la orilla de la mesa, y posteriormente quien estuviera a su lado.

Nos dispusimos a visitar la barra por primera vez, estábamos al fondo del lugar y la barra quedaba lejos, fuera de la vista de la mesa, estando en la barra, me quedé parada y recosté mis codos sobre la barra sacando las nalgas, el gringo, no pudo evitar mirar mi enorme trasero, yo voltee a verlo entonces, él se apenó un poco y al verme dejó de verme el culo, yo busqué su mirada y le sonreí coquetamente para demostrarle que todo estaba bien.

Regresamos a la mesa, seguimos platicando y divirtiéndonos, pronto fue necesario ir nuevamente por tragos, la historia se repitió de manera casi idéntica con mi nuevo acompañante, yo sacando las nalgas y él entre apenado y luego agradecido.

Nuevamente misma historia, plática y cada vez mejor ambiente, se terminan las copas y tengo que ir a surtirlas nuevamente, mi nuevo acompañante es más decidido, creo estar segura que ya tiene información de lo que ha pasado con los otros dos, me toma de la mano mientras camina por detrás de mí, sospecho que sabe que pasó, al llegar a la barra sigue detrás de mí y yo realizo el mismo movimiento, ahora mis nalgas se pegan contra su pelvis, no pasa nada más pero él se da cuenta que no tengo problema con que esté detrás de mi.

Regresamos y al poco tiempo es necesario ir por más de tomar, nos la estamos pasando muy bien todos y cada vez nos enfiestamos más, mi nuevo acompañante hace lo mismo me toma de la mano y camina detrás de mí, al llegar a la barra le regalo la mejor vista de mi trasero y me repliego contra su miembro, él se mueve un poco más adelante para ejercer mayor presión, es casi un hecho que en la mesa ya se sabe la dinámica de estas visitas.

Al volver mi marido debe de levantarse al baño, ahí los dos que tengo a cada lado aprovechan y cada uno acaricia una de mis piernas, yo me dejo hacer y hago como que no pasa nada mientras la plática sigue cada vez más subida de tono, se ve que están encantados con mis curvas y con mi sexualidad.

Mi marido se reintegra a nosotros y alguien “casualmente” se le ocurre proponer que las siguientes rondas sean de shoots, yo sólo sonrío y alcanzo a decir:

-          Pues nada más porque soy mujer de palabra pero no se vale¡¡ nada más una cosa, yo no tomo shoots, soy mala para tomar y así estoy bien

Yo sabía y ellos sabían que lo que querían eran mayores visitas a la barra, yo estaba muy contenta y no pensaba negarles ese gusto.

El siguiente tipo hace lo mismo se pone detrás de mí, yo saco las nalgas, pero ahora él toma mis caderas y me pega contra su cuerpo, ya bien pegada me hace subir y bajar, yo lo hago sin oponer resistencia.

Se toman los primeros shoots y es el turno de mi marido, es el momento ideal para que platiquen entre ellos y se pongan de acuerdo, yo con mi calentura al límite, me llevo a mi marido a la pista de baile y ahí le bailo lo más sexy que puedo, lo beso y hago que me manosee completa, estoy ardiendo, desde la mesa sé que nuestros amigos me miran y no tengo reparos en que sepan que estoy caliente y que necesito sexo.

-          Vámonos al cuarto papi, estoy caliente, ya sabes cómo me pone el alcohol

-          Ok, nos vamos al rato, nada más deja que toque el grupo de rock, oímos unas canciones y nos vamos

-          Ok solo un rato porque ya no aguanto

Volvemos entonces a la mesa con los tragos, más tardé en llegar, para cuando ya debía ir por mas, solo me quedaban dos para darle la vuela a todos, el tipo que me toca ahora ya se descara, se ve que han platicado en nuestra ausencia, apenas nos perdemos de vista a la gente de la mesa, me toma de la cintura y posa su mano sobre mi culo; al llegar a la barra ya sé que debo hacer, le doy la espalda y saco mis nalgas, sé lo que esperan de mí y pienso cumplir; ahora si me descaro, el gringo me manosea a placer y yo le bailo y le arrimo el trasero, volteo y muerdo mis labios y pongo mi cara más sexy.

Regresamos a la mesa y empieza a tocar el grupo, esto no me gusta mucho porque el rock no me gusta tanto y porque no puedo bailarlo como si puedo hacerlo con la música que estaba poniendo el DJ.

A mi marido si le gusta mucho el cambio, me pide que nos acerquemos pero yo le pido esperar en la mesa, le digo que ya estoy un tanto cansada de bailar y de levantarme; al final le digo que yo me quedo en la mesa y que no hay problema que él se acerque al Grupo que está tocando.

Al final quedamos de acuerdo en que él va a escuchar un par de canciones, regresa y nos retiramos, se hace acompañar de uno de los gringos (creo que este se sacrifica por el equipo en aras de que yo me quedara nuevamente a solas con ellos).

Con toda intención hago como si nada hubiera pasado, solo me divierto con ellos, no pienso hacer comentarios sobre las visitas a la barra, ni para provocar ni para desalentar, para mí no hay tema que tratar en ese sentido.

-          Dany nos tienes locos, estamos encantados contigo, gracias por esta noche

-          Nada que agradecer chicos, yo también la he pasado muy bien

-          Dany podemos ser claros contigo?

-          Claro me encanta la sinceridad

-          Somos hombres mayores, con nuestra vida resuelta, viajamos una vez al año para relajarnos y divertirnos

-          Nuestros hijos y esposas ya son mayores y pues muchas veces aprovechamos estos viajes para conocer mujeres y tener una que otra aventura

-          Pero la verdad es que de todas las mujeres que hemos conocido tu eres especial, no solo es tu físico, es esa seguridad y esa manera tan desinhibida que tienes en la parte sexual, como te decimos realmente nos tienes locos

-          Ok chicos ya entendí y gracias, pero no entiendo a donde quieren llegar??

-          Pues de acuerdo a lo que nos contaste en la mañana, se ve que eres un mujer práctica; por qué no hablamos de negocios?

-          Los escucho

-          Que se necesita para que te acuestes con nosotros?

Me lo dijeron en tono serio, sin emociones, sin pena, directo y con respeto, la verdad me gustó, tengo debilidad por los hombres maduros que saben lo que quieren y que están dispuestos a conseguir lo que desean

-          Con todos??

-          Con todos, con uno, con dos, con el que escojas, como tú quieras, sólo di que se necesita y considéralo un hecho

-          Estamos hablando de dinero?

-          Estamos hablando de lo que quieras, dinero, algo en especie, gratis; tú pon las condiciones.

Estaba muy caliente y con la manera con la que me hablaban, con decisión, caballerosidad y deseo, más me encendía, esa manera de ser me prende, me recuerda al Sr. Grey. Así que decidí responder con la frialdad y naturalidad con la que ellos mismos me estaban tratando, se trataba de una negociación ejecutiva, solo que negociábamos con mi cuerpo y su placer.

-          Por qué debería de hacerlo? Es un riesgo muy grande, a mi novio le encanta exhibirme pero no compartirme

-          No tendría que enterarse, ya buscaremos la manera de hacerlo, como sabes hay maneras, además no sería la primera vez que lo harías, nosotros trataríamos de encargarnos.

-          Bueno pero sigue siendo un riesgo que no veo por qué correr.

-          A grandes riesgos grandes rendimientos, pon un precio que te haga estar menos nerviosa

-          Mejor ustedes hagan una oferta que no pueda rechazar, demuéstrenme que tanto me desean; me excita que los hombres me deseen.

-          Ok, porque no nos das unos segundos para ponernos de acuerdo, si te interesa bien y si no tan amigos como siempre

-          Ok, voy al baño y regreso,

Fui al baño y regresé cuando volví ya tenían una oferta que hacerme, era una cantidad salvaje de dólares, me excitó, me excitó tanto que seguí el juego.

-          Es muy tentadora la oferta, creo que podemos estar cerca de un acuerdo, hay muchos detalles que habría que afinar pero vamos bien

-          Que te parece si nos ponemos de acuerdo en lo importante y luego vemos los detalles, lo más importante es que te hace sentido que le pongamos un precio como el que le dimos a tu compañía

-          Si me puede interesar pero hay que subir la oferta

-          Ok la subimos un 20%

-          Excelente, ya estamos cerca

-          Otro 10%, con eso es el 50% mayor al primer precio, creo que es bastante dinero

-          Sube un 10% y tenemos un arreglo

Lo subí un montón, de por sí ya era elevado el precio, quise llevarlo al máximo, estaba calientísima negociado, no era el dinero, era la manera en la que lo hacíamos, como si estuviéramos comprando cualquier cosa, además me calentaba muchísimo que me desearan tanto.

-          Cerrado¡ ahora si hablemos de detalles

-          Te escucho

-          Evidentemente la cantidad la aportamos entre todos, nos gustaría que el beneficio se lo llevaran la mayor cantidad de personas posibles

-          Es justo, pero no me voy a meter con 7, vamos llegando a un acuerdo

-          Mira hemos invitado a tu marido a pescar el día de mañana, nos platicó que le gusta mucho, él quiere ir pero no sabe cómo dejarte sola, ayudamos a que vaya de pesca entonces. Con él irían dos de nosotros, ya nos sorteamos y dos de nosotros perdieron, se sacrifican en esta ocasión y en la siguiente los compensamos; ya solo quedamos 5; qué opciones se te ocurren?

La decisión de estos tipos me estaba encantando, cinco me seguían pareciendo muchos, la verdad no me excitaba algo así, recordé entonces a mi nueva amiga, pensé que así podríamos hacer una fiesta más rica, además físicamente ella me atraía más que los gringos.

-          Creo que vamos muy bien, cinco siguen siendo muchos es inaceptable, tengo una amiga que conocí, está muy bien, si acepta, tenemos acuerdo, si no, deben ser menos o no hay acuerdo

-          Ok llámale y vemos; nada más que el dinero es el mismo, ya tú le das a ella lo que quieras.

Insisto en que me gustaba la manera de negociar, tomé el teléfono y le llamé, de suerte contestó sin mucho problema.

Le platiqué de qué se trataba y con la cantidad de dólares que estaba en juego no batallé en lo más mínimo en convencerla

-          Uyy mami, además del dinero que me sirve mucho, me calienta mucho volverte  a ver y salir de putas

-          Ok que bueno que estás de acuerdo, la digo a mis amigos que sí y luego te aviso como le hacemos

Regresé con los gringos y cerré la negociación

-          Mi amiga está disponible, creo que ya tenemos un acuerdo; hay otras cosas que crean que debemos platicar de su parte?

-          Un cosa, queremos  que sea una experiencia completa, no nada más es coger y ya, es pasar el día juntos, comer, tomar, bailar etc.

-          The girlfriend experience?

-          Exacto, se ve que sabes de estas cosas

-          Ok, no hay problema además me la paso bien con ustedes; yo tengo que pedir algo

-          Dinos

-          No significa no, si hay cosas que no quiero hacer, no las hago, todo va ser dentro de los límites razonables

-          No te preocupes no tenemos manías oscuras

-          Ok, entonces estamos de acuerdo, el dinero mañana por adelantado; necesitan que firmemos algo?

Lo dije en el tono más sexy que pude solo se rieron y brindamos en señal de trato. A los pocos minutos regresó mi marido, al volver, “casualmente” le comenté que me habían escrito unas amigas del trabajo que vivían en el DF, a las que casi nunca veía, y que me habían hablado para ver si nos veíamos.

Mi marido me contó que justo los americanos habían rentado un yate y lo invitaron a pescar, que había dicho que no por mí, pero que si a mí no me importaba pues podría hacer cada uno sus planes y vernos en la noche; me pareció excelente su idea y de repente ya se había arreglado el asunto.

Nos despedimos entonces de los americanos y pasamos a nuestra habitación ahí me aseguré de exprimirlo al máximo, fue la mejor cogida del día, de sobra está decir que mientras cogía pensaba en lo que me esperaba y más caliente me ponía, terminé varias veces y creo que fueron más a causa de lo que fantaseaba que iba a pasar el día siguiente que de lo que hacía en ese mismo momento.

Al día siguiente amanecí calientita, desayuné con mi marido y de inmediato se despidió de mí para irse de pesca.

Como a las 10 de la mañana, tocaron a mi puerta, un camarero me entregó un paquete con un sobre, abrí el sobre y venían las instrucciones que debía seguir.

“ Hemos rentado una suite privada, tendremos servicio de comida, meseros, alberca privada un DJ para nosotros. Nos vemos a las 12 pm, vamos a tener una fiesta en la alberca, luego comemos a las 3 pm, y de ahí seguimos la fiesta hasta las 9 pm que es la hora en la llega tu marido.

Te hemos mandando la ropa que queremos que uses para el evento, debes usar tacones y maquillaje adecuados, sólo estas prendas te está permitido usar, tu amiga sabrá que ponerse pero debe estar a tono con la ocasión.

Deben ser puntuales, estamos en el entendido que negociamos con personas serias y profesionales”

Me encantó la nota, la instrucciones y el sentirme dominada, comprada, puta; le llamé a Claudia y le di las instrucciones, me dijo que contara con ella y que estaría ahí a la hora indicada

Revisé el paquete, se trataba de un traje de baño blanco, muy pequeño de todos lados, lo parte de arriba apenas cubría mis pezones y la tanga de abajo pues dejaba poco a la imaginación.

Además había un vestido blanco también , con aberturas en las caderas y la parte de enfrente de los senos, era imposible usarlo con ropa interior, me dispuse a arreglarme, me puse el traje de baño y los tacones, las ordenes eran claras no podía usar nada más, así que salí del cuarto en traje de baño y tacones, me encanta esa combinación, a cada paso que daba sentí como las miradas se aglutinaban en mi cuerpo, y así se aglutinaba mi deseo sexual, a cada paso sentí como me mojaba cada vez más.

Puntualmente a las 12 estaba tocando en la suite, me abrieron la puerta y para mi agradable sorpresa mi amiga ya estaba ahí, ya estaba incluso en traje de baño, llegué, los besé a todos, y al llegar con mi amiga nos dimos un delicioso beso en los labios.

El líder del grupo me llamó entonces y nos apartamos, sacó un fajo de billetes y me los entrego

-          Quieres contarlos?

-          No, confió en ti

Regresé con Claudia y le di su parte, no hubo comentarios, todo de lo más normal, nos pidieron entonces ir a la alberca para nadar un rato.

En la alberca teníamos un cantinero a nuestro servicio, dos meseros y un DJ, sin más comenzamos la fiesta en la alberca, reíamos, tomábamos y todo comentario estaba lleno de doble sentido y sensualidad.

Ellos habían pagado por una experiencia y se las estábamos dando, no sólo era sexo, había tiempo para ello, querían que fuéramos sus novias por un día.

Al paso de los minutos y con el fluir de los tragos las cosas se iban poniendo más calientes, se acercaban a nosotros, nos arrimaban sus paquetes, y nosotros nos dejamos hacer, en un momento dado tenía a mi amiga de frente muy cerca de mí y detrás de mi dos de mis amigos, cada uno me acariciaba las piernas y las nalgas y yo con mis manos les acariciaba la verga por encima de sus trajes de baño, de cuando en cuando me acercaba un poco más a mi amiga y la besaba primero besos muy tiernos y luego besos un poco más subidos de tono.

Conforme iba subiendo el tono y me tomaba una que otra margarita mi calentura iba en aumento, entonces nos despojamos de la parte de arriba de los trajes y nos quedamos desnudas del pecho, juntamos nuestros senos y nos besamos con pasión, en verdad Claudia estaba buenísima sus senos eran grandes y firmes, sus nalgas duras y paradas, su caderas no eran tan pronunciadas como las mías, pero estaba tan o más rica que yo.

Luego intercambiamos caricias en nuestros senos y alternamos nuestras bocas en cada una de nuestras tetas, estaba demasiado concentrada en la chica que se me olvidaron un poco los gringos.

Por detrás sentí un par de vergas restregándome sobre mis nalgas y labios sobre mi cuello y oídos, estaba caliente pero quería concentrarme en Claudia, la tomé de la mano y salimos de la alberca.

-          Esperen aquí y disfruten el show

La llevé a donde estaba su ropa y nos pusimos los tacones, con los senos de fuera y solo en tanga nos pusimos a bailar, el espectáculo era formidable, nos restregamos las tetas, las nalgas, nos movíamos lento, nos movíamos rápido, parecía que hubiéramos ensayado esa coreografía por meses, nos concentrábamos en nosotras y poco nos importaba nuestros clientes.

Al poco rato le quité la tanga y la dejé desnuda, la cachondeé delicioso y en segundos la tenía entregada a mi

-          Te gusta puta?

-          Me encanta mami

-          Eres tan puta que hubieras venido sin cobrar cabrona

-          Si mami, no sabes las ganas que tenía de una cachondeada así

-          Pues apenas estamos empezando

Tomé sus senos con fuerza y los mamé con pasión, mientras con mi mano derecha acariciaba su clítoris, en segundos sus gemidos eran intensos

-          Ahhhhhh, uff¡¡¡¡, que rico¡¡¡¡¡

Pasó poco tiempo para cuando sus gritos nos enseñaron su primer orgasmo, tomé entonces su mano y la llevé a unos camastros, ahí me recosté y le hice saber que quería que me hiciera sexo oral.

Retiró mi tanga y comenzó a chupar mi rajita, se veía que sabía lo que hacía, yo por mi parte ayudaba su trabajo acariciando mis tetas, cerré mis ojos y me concentré en mi placer, en minutos el ritmo de mis caderas evidenciaba mi calentura y mi inminente orgasmo, el cual llegó de manera intensa.

Regresamos entonces a la alberca, las caras de nuestros amigos nos confirmaban que hasta la fecha cumplíamos con nuestro trabajo, sin entrar a la alberca tomé de la mano al líder del grupo, con el que había negociado, el tipo decidido que me encantaba y lo jalé hacia mí

-          Ven, vamos adentro, hoy soy tu puta y tu serás mi papi, primero lo hago solo contigo, ya luego vemos que quieres hacer

Y me lo llevé de la mano, yo caminando delante de él para que viera bien el par de nalgas que tanto le habían gustado y por las que habían pagado tanto.

Lo senté en la cama y comencé a mamarle la verga como una profesional, su verga era de tamaño normal pero no necesitaba mas, sus gemidos me hacían pensar que estaba próximo a terminar y disminuí el ritmo para alargarle el placer.

Lo cabalgué un rato y puse mis tetas en su boca para que las devorara, luego tomé sus dos manos y las puse en mis enormes nalgas para que las manoseara a placer.

Quería demostrarle que era buena en la cama, quería que valiera la pena lo que había pagado, mientras cogíamos él hablaba en inglés y yo en español.

-          Ahhhhh así papi, dame, dame, que rico¡¡¡¡

-          Baby¡¡¡¡ yes yes¡¡¡

-          No pares rey¡¡ que rico¡¡¡ mas, mas¡¡¡¡

Al  poco rato sentí mi orgasmo llegar y sabía que mi amante estaba próximo a terminar, lo desmonté entonces y caliente como estaba le regale la mejor mamada de su vida (literal fue algo que me confesó luego)

-          I’m coming … in your mouth, it’s great, yes¡¡¡ you are the best

Y así terminó en mi boca, fue rápido pero intenso y delicioso, luego lo miré y le dije

-          No lo dudes papi, I’m the best

-          Lo sé, vamos a comer, el postre se servirá en la cama

-          Hoy tu mandas papi, como quieres que vaya?

-          Comen solo en el tanga, luego se ponen los vestidos

-          Como digas papi

Regresamos a la alberca y mi amiga hacia lo que podía con los 4 gringos restantes, según yo aún no habían cogido, la verdad no sé y no pregunté.

Le di instrucciones a mi amiga de como deberíamos comer, pasamos a la suite y nos dispusimos a comer, de lo más natural, nos sirvieron, comimos platicamos y nosotras en top less.

Terminados de comer y al parecer mi amiga tenía asuntos pendientes con su clientes, así que de inmediato se fue a la habitación a atender a dos de ellos, oímos sus gemidos como señal inequívoca de que poco a poco empezábamos a pagar, yo me quedé en la sobremesa platicando de lo más ameno con ellos, no había prisas ni presiones.

Luego que regresó mi amiga, nos mandaron a cambiar para seguir con la fiesta, nos aseamos un poco en vista de que el sexo iba a continuar y nos pusimos nuestros vestidos de puta.

Salimos y comenzamos a beber, luego se le ocurrió a mí macho consentido una idea sobre un juego, le pidieron al DJ que pusiera remix de canciones mezcladas, nadie sabía entonces cuando cambiaría la canción.

Nos pidieron bailarles, se sentaron los cinco en línea guardando espacio entre ellos, el juego era más o menos así:

Cada una comenzaría a bailar en un extremo distinto, después de 30 segundos, se gritaría cambio, y entonces debíamos de cambiar de “cliente”, en el movimiento la tendencia era encontrarnos, de tal suerte que si los numerábamos y yo empezaba en el uno y mi amiga en el 5, luego yo me pasaba al 2 y ella al 4, con esto debíamos de encontraros las dos en el 3 en algún momento.

Como el 3 era el mejor lujar se decidió que una vez que se completara una vuelta se sortearían los lugares y se haría un cambio para volver a empezar.

Se nos dijo que como todo sería en el remix, no se sabía cuánto duraba una canción o cuando iba a cambiar la misma, así que se estableció que contaríamos las canciones, cada 5 canciones se paraba la música, ahí donde estuviéramos al parar la música, ahí debíamos de mamarle la verga al que le estuviéramos bailando.

El juego estaba padrísimo porque pasara lo que pasara cada 30 segundos debíamos de cambiar de pareja y las canciones pues podían durar lo que fuera, luego estaba el tema de que después de una vuelta ellos se cambiaban de posición, así que alguno podría tener la suerte de tener varias mamadas, otros de que les bailáramos las dos juntas, existía la también la posibilidad de que las dos le mamáramos la verga al mismo tiempo a un cabrón, y existía también la posibilidad de que algún desafortunado se quedara sin sexo oral, pero eso si, todos tendrían baile.

El juego comenzó y estuvo genial, lo mejor era cuando nos tocaba coincidir con el número 3, ahí bailamos la dos, más pensando en nosotras que en el cliente, nos tocábamos y nos besábamos de lo más rico.

En relación a las mamadas estas sí estuvieron completamente impredecibles podían pasar muy rápidas las canciones o podían llevar varios minutos, el tema interesante es que en una ocasión nos tocó coincidir en el número tres cuando la suerte hizo que fuera necesario  mamar verga; estuvo riquísimo, los que más me calentó fue sentir la lengua de mi amiga mientras compartíamos ese pene en nuestras bocas.

Llegó entonces el tiempo de pasar a lo importante, para lo que habíamos sido contratadas, me llevaron a una habitación y a mi amiga a otra, a mí solo me acompañó el líder del grupo, llegamos a la habitación, y de pie, me besó y me desnudó, luego abrió un cajón y sacó una bolsa

-          Vamos a tratar de darte la experiencia Grey (the Grey experience)

Sacó entonces unas muñequeras y un antifaz para cerrarme los ojos, me amarró las manos por detrás de mi espalda, me vendó los ojos, y me hizo inclinarme, de pie, puse mis cabeza contra el colchón de la cama, con mi culo al aire, supongo que sacó un fusta y comenzó a azotar mis nalgas, no lo hizo fuerte, empezó con golpes suaves, yo me mojaba cada vez más con la situación, le pedí entonces que me tomara una foto y me la enseñara cuando me estuviera cogiendo, paró un momento y entonces supuse que lo había hecho.

Regresó entonces con la fusta y siguió mi castigo, a cada golpe mi excitación subía.

-          More please, master

Un nuevo golpe

-          Harder please master

Incremento el poder de los golpes y ya en cada uno de ellos más me mojaba, sacaba más las nalgas y las movía de manera más pronunciada

-          What a nice piece of ass

-          Thank you master

-          Who is the owner of this ass?

-          It belongs to Mister Grey, Master

No sé si el decirle que mi culo pertenecía al señor Grey le molestó o lo excitó, pero al menos a mí me calentó mucho decirlo, el hecho es que me golpeó más fuerte y yo terminé riquísimo más rico que con su verga.

-          It’s mine you know, remember that, bitch

-          Ok master I´m sorry

-          Who is the owner

-          Only you papi

-          I´m your papi?

-          Yes, you are my papi¡¡¡, please hit me papi¡

Un par de golpes más y yo estallaba de placer

-          Please fuck me papi¡¡ I need your big dick

Bueno en lo de grande mentí, pero era parte del juego, entonces me llevó a la cama me puso boca arriba y me amarró contra los barrotes de la cama, yo seguía con los ojos vendados, me quitó un momento el antifaz y me enseñó la foto, yo estaba en el cielo, luego volvió a cegarme, abrió entonces mis piernas y comenzó a penetrarme.

-          Si más mas¡¡¡¡ dame cabrón¡¡¡¡ Dale a esta puta¡¡¡¡

-          Baby, Baby

-          Que rico¡¡¡¡¡ no pares más por favor¡¡¡

El ritmo se incrementó y yo estaba cerca de terminar

-          Uffffff, ahhhhhhhhh, que rico¡¡¡ que delicia¡¡¡¡¡ dame, dame¡¡¡¡¡

En eso creo que terminamos juntos, me besa y siento que se baja de mí, me quedó unos segundos amarrada cuando siento nuevamente un cuerpo subirse en mí, me besan y me acarician, luego siento una verga en mi boca y comienzo a mamarla, no estoy segura pero creo que es otra persona la que me somete.

Después de un rato de mamarla, siento que nuevamente van a penetrarme, así lo hacen, ahora estoy segura que es otra persona su verga es más pequeña, y su voz es distinta.

Estoy muy caliente y poco me importa el tamaño, no sé si este tipo estaba en la habitación y me vio coger o acaba de entrar, me excita lo primero y lo imagino, me caliento mucho y me muevo lo más que puedo, el tipo se ve que está muy excitado, gime y respira fuertemente

-          Ahhhhh baby

-          Si¡¡¡¡ Sii¡¡¡¡¡ sigue sigue¡¡¡¡ mas ¡¡¡

-          I’m coming¡¡¡¡

Estoy cerca del orgasmo más por todo el entorno que por la capacidad del tipo, en eso lo siento terminar y me doy cuenta que me quedé muy cerca, me besa, y se va.

Yo me quedo ardiendo y con las manos atadas, los segundos se vuelven horas, necesito una verga o al menos tener las manos libres para tocarme, como puedo me muevo aprieto mis piernas y muevo mis caderas, en eso una nueva persona me besa

-          Fuck me now¡¡¡¡ please¡¡¡

Así lo hace, sin preámbulos

-          Harder, harder¡¡¡¡

De inmediato me lo hace duro y fuerte, yo como puedo, me muevo para facilitarle el trabajo, no tardé en terminar.

-          Ahhhhhh, ohhhhhhh, que rico¡¡¡¡¡¡

A mi amante aún le queda energía pero sé que también está muy excitado y no durará mucho, acelero mi ritmo y me concentro en mí placer, recuerdo todo lo pasado y trato de obtener un nuevo orgasmo.

-          Ahhhhhh si¡¡¡¡¡¡¡¡ ohhhhhhhh, que delicia¡¡¡

-          Yes¡¡¡¡¡ Yes¡¡¡¡

Y creo que terminamos juntos, al hacerlo, me desatan y me quitan la venda de los ojos, evidentemente puedo apreciar que era una persona distinta; le doy un beso y él solo me dice.

-          Thanks, you are so great¡

Solo sonrío, estoy satisfecha pero puedo seguir, en un rato más, solo oigo a mi amiga gritar al otro lado de la suite:

-          Dany, Dany, ven por favor¡

Volteo a ver a mi amigo y le digo coquetamente:

-          Puedo ir?

-          Claro vamos

Llego a donde están y la encuentro en cuatro patas, con un tipo cogiéndosela y con la verga de mi amante favorito en su boca, tomo a mi macho de la mano y lo llevo conmigo:

-          Este es mío, verdad papi

Me pongo también en cuatro patas justo de frente a ella, nuestras caras están frente a frente, me empiezan a coger y me excita un montón tenerla de frente mientras me cogen, de repente volteo a ver a mi amante

-          Dame duro¡¡¡¡ duro¡¡¡,

-          Yes

-          Ahhhhh, ohhhhhhh, si,  si ¡¡¡¡

Acelera el ritmo y mientras los hace yo beso con pasión a mi amiga, mientras nos besamos nos dan más duro, seguimos besándonos, y mientras lo hacíamos ambas gemíamos cada vez más fuerte

-          Ahhhhh ahhhhh

-          Uffff ¡¡¡

-          Que buenas estas puta¡¡

-          Si mami¡¡ tú estás más buena¡¡¡ ay¡¡¡¡ uf¡¡¡

Y así todos terminamos poco a poco, los gringos no podían más, mi amiga yo nos quedamos desnudas un rato en la cama, besándonos y acariciándonos pero solo en plano cariñoso, no hubo más sexo.

Para entonces ya era tarde y se acercaba la hora de volver, nos despedimos de nuestros clientes, quedaron de lo más complacidos y se desvivían en elogios por la tarde que habían pasado, fue tal su agradecimiento que hasta propia nos dieron