Mientras esperas
El tiempo pasa
Mientras esperas
-¿Has pensado alguna vez a qué sabe un beso?
-Supongo que depende de quién lo de y quien lo reciba. Recuerdo besos salados, sabor a pollo, mayonesa, ají, orégano, cerveza, ron, whisky, canela, miel de abeja… Recuerdo que mi primer beso sabía a tabaco. Esa persona fumaba mientras me esperaba a la salida de clases y luego ibamos juntos a tomar café. La nostalgia tiene sabor a café y olor a tabaco. No creo que todos piensen lo mismo. Tal vez a otra persona sienta nostalgia con el olor del chocolate caliente, del césped mojado, de una paella, una fogata o un vino hervido.
- Las memorias de cosas agradables mantienen vivos a quienes partieron y restauran los lugares del pasado. Quizá por eso te gusta el capuchino. ¿A dónde vas cuando sientes nostalgia?
-A la casa de mi abuela, a la playa, el colegio, la escuela, mi restaurante favorito, mi departamento, mi cuarto. A lugares secretos. Pero no son necesarios más lamentos sobre el pasado, se hace tarde, esta fila no se mueve y seguimos esperando.
- Llevamos mucho tiempo aquí, pero el paso del tiempo es menos notorio pues estas a mi lado, platiquemos pues, un poco más. Si quieres, claro está.
-¿Está bien, qué harás después?
- No tengo planes, así que supongo que buscar otra cosa que hacer. Más tarde ya habrá otro trabajo que hacer y un nuevo problema para resolver, habrá otra crisis en la oficina o en la casa, habrá que hacer otra cola en otra ventanilla de otra institución; generalmente, no busco los problemas, ellos me encuentran por si solos.
- ¿Y no vas a descansar?
-Quizás,..., mejor ven aquí y dame un poco de descanso. Un descanso corto, dulce y con sabor a café.
-Pero hay una fila.
- Pues que se vayan al carajo.
Mientras hago fila contigo, pienso en cómo decirte cuánto te amo, pero la fila se acaba y ya es tarde. Tenemos que irnos. Mejor espero hasta después.