Miente, No admitas, No afirmes fue solo un desliz

La vi discutiendo con su novio, esté no dejaba de acosarle a preguntas por saber donde estuvo por la anoche, ella se defendía respondiéndo... entre tus ronquidos, la calor y los mosquito no podía pegar ojo tuve que salir a tomar algo.

Miente, No admitas nada, No afirmes… fue solo un desliz I

Muy buenas a todos, desde este medio os hago saber de mis experiencias y anécdotas, me gusta contárosla o al menos lo intento de tal manera que os la podáis recrear en vuestra mente. Son relaciones esporádicas solo y exclusivamente para sexo, reales como la vida misma y por lo tanto no suelo buscar amistad.

Como bien sabéis soy casado considerándome bix, no suelo poner pegas entre las mujeres… menos por la edad, como hombre me gustan todas en general, suelo hacer gozar y satisfacer a aquellas mujeres que lo deseen, no busco la experiencia de una mujer madura sino también la inexperiencia de una joven e incluso la ignorancia de las casadas, aquellas que buscan algo de morbo… aquellas que por la curiosidad desean algo más.

Os debo de confesar que siempre me he esforzado en mejorar, aprovecho cualquier circunstancias que me pueda llevar a una experiencia, no importándome si es una o varias… sí ha dado lugar. Desde hace un tiempo he llegado a pensar que quizás sea por mí bisexualidad, circunstancia que me ha permitido no solo conocerme a mí mismo… sino me ha permitido conoceros mucho mejor, sabiendo lo que os atrae dependiendo del momento. Lógicamente no me considero un semental, no os voy a mentir… no siempre doy la talla, pero siempre busco la solución de manera que al menos salga satisfecha, pues el sexo oral y los juegos es quizás a veces la mejor de las salvaciones.

Bueno sin más preámbulos comenzare no sin antes pediros disculpas por tener que separar esta experiencia es dos por su intensidad. Dicho esto comenzare diciéndolos que este pasado fin de semana me fui al camping Doñana, nos encaminamos el viernes y volví el domingo. Mirad el domingo tras despertarnos nos marchamos a desayunar quedándonos en el bar hasta la hora de apertura de la piscina. Tras abrir esta mi familia entro a coger un sitio donde poder estar durante el día, mientras yo me acercaba al coche a coger algunas cosas. Abrí el maletero y escuche una conversación detrás de mí a varios metros, tras darme la vuelta vi a una pareja discutiendo de forma aireada delante de todos.

Él chico no dejaba de acosarle a base de preguntas por saber donde estuvo durante toda la noche, mientras ella le respondía... "Tuve que salir a tomar algo, salí porque entre tus ronquidos, la calor y los mosquito no podía pegar ojo".

El contestaba... "Me han dicho que te vieron anoche con uno".

Ella respondía... "Claro que me vieron con uno, estaba en el bar y como educado que fue ese hombre… me dio las buenas noches. Nada más darme conversación, le hice saber que tengo una relación y hay acabo todo", dijo y prosiguió.

-     “No voy a destruir una relación como la nuestra por un desliz, te quiero y debes de comprenderlo que nunca te mentiría. Comprendo que los celos te hacen pensar lo que  no hay”.

Continuaron discutiendo al menos media hora, tiempo que finalmente se marcharon ambos hacia su tienda… supongo.

Pero lo que yo os voy a contar, me ocurrió esta pasada noche (entre el sábado y el domingo), os confieso que salí de la tienda de campaña porque no podía dormir, ya sea por la calor o fueron los mosquitos, lógicamente no quise despertar a mi mujer. Me encamine hacia la zona de las máquinas expendedoras de latas, tras sacar una coca cola… me senté en el poyete momentos en que apareció una muchacha.

Está apareció con una camiseta de tiranta y con un pantaloncito corto vaquero… de esos tipo culote que dejan ver media nalga, ambas prendas eran de color negra. Bueno tras el oportuno saludo, esta se acerco a la maquina con la intención de sacar también una lata, dándose cuenta la falta de efectivo suelto en su monedero, viendo su expresión no se me ocurrió nada mejor que ofrecerle ayuda y tras darle el euro, acabo esta por sacarse una lata de refresco de limón. Tras sacarse la lata… comenzamos a hablar, siendo ella quien dio pie a la conversación y preguntándome precisamente…

-     “Que haces aquí a estas horas… no deberías de estar con pareja, perdona mí atrevimiento pero he visto la alianza y lo he supuesto”, suelta y prosigue.

-     “Qué pasa que tampoco puedes dormir tú, quizás ronca ella o roncas tu y ha sido ella quien  te ha echado de la tienda”.

Fui a responderle cuando ella misma justifico su presencia…

-     “Yo estoy aquí no por falta de sueño, sino por los tremendos ronquidos que pega mi novio… eso y los mosquitos”, dijo y prosiguió.

-     “Perdona que te hable de usted”.

Ataje rápidamente yo y le respondí… “No pasa nada mujer, prefiero que me hables de usted”, dije y proseguí.

-     “Sabes que hay muchas maneras de dejar a un hombre dormido y aun mas para dejarle que deje de roncar”.

Contestándome ella… “Si… ya… seguro, tú seguro eres de los que crees que el mejor remedio es despertarlo y echar un buen polvo… No”.

Respondí… “No… no iba por ahí, pero quizás eso también pudiera valer”.

Responde… “Perdona, creí que como hombre que eres ibas en esa dirección… no conozco hombre que no piense eso. Que propones para dejarlo dormido y que dejara de roncar”.

Respondo… “Mira pues primero hacer ruido con la boca, segundo despertarlo, tercero darle golpe, cuarto echarle agua y quinto… ya que lo has mencionado intentar hacer sexo con él”.

Entre risas y bastante copiosas, me pregunta… “Te podría hacer una pregunta indiscreta”.

Moví la cabeza a modo de afirmación, preguntándome está… “Cuando fue la última vez que tuviste… un buen polvo, ya sabes… buen sexo”.

Respondí… “Esta tarde”.

Soltándome esta… “Venga ya… en serio y con quien, no me creo que me vayas a decir que con tu mujer y con los críos que habéis hecho, pues supongo que tendréis críos… No. Bueno cuéntame por favor”.

Contándole… “Mira mi mujer quería tema y más aun después de haber pasado la regla, nuestro mayor obstáculo era lógicamente los críos, cosa que ella me dijo que lo solucionaba. Contándome que en el mismo camping hay una especie de guardería que se llama “El Salón de la Guasa”, lugar que dejas a los chicos durante un tiempo”.

Soltándome ella… “No me digas que tu mujer fue quien allano el camino, joder cabrón encima hasta tienes suerte”, suelta y se disculpa.

-     “Perdona por favor no quise faltarte al respeto, no era mí intención… me ha salido como algo natural”.

Respondiéndole yo… “No pasa nada, no te preocupes”.

Volviendo ella a decirme… “Cuéntame cómo fue todo, no me hagas rogar… por favor”.

Respondo y le cuento… “Mi mujer cogió a los chiquillos y se los llevo, quedándome solo y me metí dentro de la tienda. Me tumbe y me quite el bañador… comenzando a masturbarme… mmm.”

“Escuche pisadas y pensé que era mi mujer, acto seguido la cremallera de la puerta de acceso a la tienda se abría… apareciendo ella”, la cual me soltó…

“As comenzado sin mí… mira que eres malo, voy a tener que comenzar yo solita y cogerte la B”, dijo.

Comenzó a desnudarse… quitándose ese vestido de color rojo que más parece un camisón y luego el bañador, tumbándose y quedándose enfrente de mí… mirándome. Comenzó a acariciarse con ambas manos cada parte sensitiva de su cuerpo, poniendo mayor énfasis en su cuello, senos y muslos… mmm. No deje de mirarla con deseo mientras me masturbaba, mi tronco brillaba del líquido preseminal que emanaba de mi glande debido a la excitación… ooohhh, momentos en que ella se introducía uno de sus dedos en su boca al tiempo que con dos dedos de su otra mano se estaba haciendo un dedo… uuummm. Ver como con las yemas de sus dedos jugueteaba en círculos sobre su vulva me estaba poniendo aún más… uuufff, mientras alternaba ese dedo en su boca con acariciarse sus senos, no dejando de deslizar los dedos por sus labios vaginales… mmm.

Deje de contarle a esta por unos minutos mi sesión de sexo con mi esposa, confesándole que soy uno de esos que disfruta más viendo a una mujer gozar, reconociéndome como un fetichista en el sexo oral y el placer de la mujer ante todas las cosas, sobre todo ante el placer propio. Dicho esto continúe…

Como le dije… “Disfruto más de cómo se da placer ella… que de mi propia masturbación… mmm, ver como mi mujer se retuerce del placer que se está dando… es lo máximo, ver como esta se llega a introducirse hasta dos de sus dedos dentro de su orificio vaginal… uuuffff. Acabándome por soltarme…”.

“Te vas a quedar toda la tarde hay tumbando mirando o te vas a acercar y me follas, recuérdame porque disfruto y gozo tanto contigo”.

Tras acercarme… se incorpora y se pone de rodillas, frente a frente estamos… sus pechos presionan mi pecho, mí boca busca su boca y la beso al tiempo que ella no pierde el tiempo, pues acaba cogiendo mi polla con ambas manos… comenzando a deslizar ambas manos por el tronco húmedo. Se aparta… me mira y sonriente me hace tumbarme… quedándose arrodillada entre mis piernas, se inclina un poco hacia delante lo justo para que su brazo lo estire y con su mano sujete mi miembro, comenzando a masturbándome… uuuffff… uuummm.

Acaba por dejarse caer hacia delante hasta que mi glande roza sus labios… mmm, cosa que mi mujer desliza mi capullo por sus labios y alzando la vista a modo de poder clavar sus ojos en los míos… se la introduce dentro de su boca… aaahhh, no deja de hacerlo durante unos minutos para sacársela e introducirse cada uno de mis testículos al tiempo que magrea el libre con su mano izquierda… aaahhh.

Mientras relataba a esta mujer como practicábamos mi mujer y yo… sexo, pude ver en sus ojos el brillo de la excitación por no decir, como se le notaba sus endurecidos pezones en la camiseta. Yo continuaba contando con todo detalle… no quitando ni tan siquiera una coma, mientras pude apreciar como esta comenzaba a deslizar sus manos a lo largo de sus muslos, como ascendiendo dejaba caer sus dedos por la parte interna de los muslos… mmm, cada vez más cerca de su entre pierna… cada vez más cerca de su ingle… mmm. Continúe con mi detallado relato…

Ver como mi mujer comienza de forma frenética a introducirse mi miembro dentro de su boca, me hacia disfrutar aun más por no decir cuando lo veía salir y entrar una vez tras otra… aaahhh, durante al menos diez largos minutos… tiempo que tengo que separarla. Aprovecho para arrodillarme junto a ella le cuento y le hago saber que ahora soy yo quien disfruta de sus senos, chupándolos al tiempo que se los acaricio… mmm, mientras ambos nos masturbamos… ooohhh.

Vi algo raro en ella… cosa que ella intentaba disimular, pero cuando me aleje un poco a modo de tirar la lata a la papelera, pude ver como esta se estaba masturbando… mmm. Ver aquello me encendió muchísimo, tenia ambas manos entre sus muslos… ambas dándose placer, mientras una la restregaba por su vulva… con los dedos de la otra se los introducía dentro de su orificio vaginal. Tras darse cuenta que la había descubierto, esta para nada sofocada y menos sorprendida, me invito a continuar con lo ocurrido con mi mujer en esa tarde de sexo…

Con una amplia sonrisa en mi cara, continúe contándole lo ocurrido, le dije… “Finalmente ayude a mi mujer… pues mientras ella se hace un dedo, yo comencé a follarla con un par de mis dedos hasta que alcanza su primer orgasmo, cosa que ella no deja de decirme… “Hoy no te escapas, hoy soy yo quien debe dejarte dormido”. Tras cogerme de mis brazos me hace entender que me debo de tumbar… colocándose ella encima, comenzando a hacer aquello que solo hacíamos cuando éramos novio… naturalmente disponíamos de tiempo, no siendo otra cosa que practicar un “69”… ooohhh. Ver la como se come mi polla mientras yo saboreo todo su coñito… uuuffff, como dice… “No tiene precio”.  Suelta mi mujer… “Fóllame ya, venga no esperes más tiempo… mmm”.

Preguntándome esta… “Joder y como lo hicisteis, tu esposa es mujer de posturita o es de las practicas, ya sabes la monótona de una postura y se acabo… como algunas con el orgasmo”.

Contestándole yo… “Todo depende de cómo la cojas y no me refiero a cogerla en el momento, sino como este de ganas. Mi mujer es de esas que le van tres posturas… encima, debajo (misionero) y detrás”.

Exclama… “No jodas que le va que le follen por el culo, no parece una mujer de esas por lo que has contado de ella”.

Respondí… “No me refería precisamente al sexo anal… aunque a mí mujer le guste también, me refería a la postura de perrito… ella arrodillada echada hacia delante, penetrándola yo desde atrás ya sea vaginalmente o anal”, mientras ella caya y asiente.

Prosigo con mi tarde de sexo… mi esposa aprovechando que estoy tumbado es ella la que se coloca encima de mí, introduciéndosela hasta al menos la mitad… mientras se aprecia cómo se muerde el mentón a modo de evitar soltar algún gemido, jadeo o sonido de placer. Comenzando ella misma a llevar el ritmo de penetración… mmm, votando sobre mi polla al tiempo que masajeo sus senos… uuummm. Siendo más profundo cuando me incorporo a modo de poder besarla en vez que ella busque mi boca, silenciándose mi mujer con morder mi hombro derecho mientras se convulsiona… aaahhh.

Siendo ella misma quien se levanta y claro está la saca… dejándome sorprendido, pero más sorprendido me dejo cuando se puso a cuatro patas. Tome mi miembro y tras descapullármelo un par de veces, acabe por colocárselo en su entrada vaginal y comenzar a introducírselo… ooohhh, comenzando a bombear y en no más de segundos estaba dentro toda, penetre frenéticamente escuchando de fondo el sonido del golpeo de mi pelvis contra sus nalgas y el chapoteo de mi polla dentro de su coñito… aaahhh… uuuffff.

Soltándome mi mujer… “Aaahhh… te falta aun mucho… uuuffff. No puedo más… ooohhh, déjame descansar diez minutos y luego continuamos, vale cielo”.

Conociéndola calle y acelere el ritmo hasta obtener mi orgasmo de forma brutal y descargarme dentro de ella, quedándonos ambos unidos y con mi polla aun dentro de ella… ooohhh. Haciéndola notar que aun deseaba más y aunque así se lo hice saber al oído, proponiéndole un nuevo asalto pero en esta ocasión por detrás… sexo anal, mi mujer no estaba dispuesta pues acabo sacándose mi miembro aun erecto y chorreante, echándose a un lado y reponiendo no solo la respiración, sino las fuerzas… mmm. Yo quise continuar o al menos lo intente, pues comencé por saborear cada uno de sus orificios al tiempo que le penetraba con algunos de mis dedos. Pero mi mujer tras alterar su voz a modo de que la dejara descansar, no me quedo otra que marcharme a las duchas a modo de tomar una ducha fría.

Bueno viendo como se me ha alargado esta pequeña introducción de lo que paso esa tarde dentro de mi tienda de campaña, creo que será mejor finalizar esta experiencia en una nueva entrega, no os parece bien.

Antes de marcharme os diré que mientras finalizaba con mi experiencia… pude ver como ella acababa en un tremendo orgasmo, soltándome…

-     “Qué suerte tenéis vosotros, yo hace tiempo que no sé que es un orgasmo…  menos aun sé lo que es tener dos. Joder que envidia me das”.

Bueno lo dicho… hasta aquí os dejo, ya me contáis que os aparecido… espero que no seáis muy crueles conmigo. Mi email es Jhosua 1970 @ gmail . com , lógicamente va todo junto, hasta pronto.