Michelle y Yo!

Como goce con Michelle en mi casa.

Hola como están. Me llamo Oriana, tengo 19 años y soy de Venezuela. Soy nueva en esto del lesbianismo, de hecho, hace poco que lo soy. Escribo porque quiero contar mis experiencias y porque en un futuro quiero ser escritora de ciencia ficción, pero quien quita, alomejor me convierto en una escritora erótica profesional.

Hace casi 6 meses desde que soy lesbiana y solo he tenido 1 pareja, pero era suficiente para que mi vida personal y sexual diera un vuelco increíble. Desde que nos hicimos pareja, Michelle y yo hacíamos el amor varias veces por semana y, a veces, hasta varias veces x día. Ella parecía insaciable y siempre quería más. Yo en un principio me molestaba un poco porque pensaba que ella quería más alguien con quien tener sexo y no una pareja de verdad y yo me había enamorado de ella y temía que no me tomara en serio. Michelle vive con sus padres, la mamá trabaja en una organización gubernamental y el papá es medico y ambos pasan todo el día fuera de la casa, por lo que Michelle y yo la teníamos para nosotras luego de salir de clases. Recuerdo que una vez llegamos a su casa y cuando fue a buscar las llaves se dio cuanta que las había dejado dentro. No tuvimos más remedio que ir a mi casa, allí casi siempre hay gente pero por casualidades que pasan no había nadie allí, solo una nota que me había dejado mi mamá diciendo que llegaría en una hora mas o menos.

Como ya les dije Michelle es muy caliente y apenas notó que la casa estaba vacía aprovechó para tomarme por la cintura y darme un beso. Caminamos un poco hasta el sofá y nos tumbamos en él, ella quedó sobre mi y mientras me besaba me tocaba la vagina por encima del pantalón. Yo pasaba mis manos por sus nalgas bien duras y firmes y mis pezones ya estaban reaccionando al roce con los suyos. En ese momento me dice al oído que no aguanta más y que quiere que me desvista. Le dije que no porque mi mamá estaba al llegar, pero ella insistió y como ese día yo también me moría de ganas... acepté. La dejé que me desvistiera. Como estábamos algo apuradas ella lo hizo un poco drástico, pero me gustó, sobre todo cuando me quitó el pantalón, extrañamente ese jalón me calentó mucho, ella se tumbó sobre mí y comenzó a acariciarme el rostro y a besarme y yo la iba desvistiendo también.

Al cabo de unos minutos quedamos desnudas las dos, como ella estaba sobre mí, actuó primero. Bajó hasta mis senos y comenzó a lamerlos alternadamente, mientras crecían mis pezones lamida a lamida, luego los chupaba y por último los mordisqueaba, esto me volvió loca y grité de placer fuertemente, entonces Michelle rápidamente me besó con su lengua y me dijo que no gritara tan fuerte. Nos echamos a reír las dos y fue ella la que esta vez se tumbó en el sofá, abrió sus piernas y dejó al descubierto aquella vagina que ya estaba brillante por las mieles que había dejado salir. Se me hacía agua la boca y no lo dudé en poner mi lengua sobre semejante dulzura. Estaba realmente deliciosa, no podía dejar de lamer esa vagina tan rica, con mi lengua le acariciaba los labios y de vez en cuando la introducía en su cavidad para darle más placer, y resultaba porque Michelle se retorcía de gusto. Después de jugar un ratito me puse a trabajar de verdad. Le abrí la vagina con las manos y ahí estaba su clítoris, era hermoso, le pasé la lengua y luego lo chupé, Michelle se arqueó y su primer orgasmo había llegado, seguí chupando su clítoris y sentí que un hilito de mis jugos vaginales corría por mi pierna, yo también estaba empapada. Pasé mi mano por mi vagina de tal manera de tomar la mayor cantidad de liquido posible y luego la pasé por la suya, haciendo una mezcla de ambos jugos sobre su vagina. Seguí lamiendo hasta dejar todo limpio, pero noté que algo de líquido se había escapado hasta llegar a su ano. Obviamente no lo iba a dejar escapar y pasé mi lengua por su hoyito para recoger el juguito que se había quedado allí. Michelle se levantó y vio el reloj. Nos quedaban como 20 minutos, ella tomó mi mano empapada de liquido y se la metió a la boca probando mis jugos y los suyos, luego me abrió las piernas y fue directamente a mi clítoris. A mi me encantaba que me chuparan la vagina y mientras lo hacía Michelle metía un par de dedos dentro de mi, yo estaba que reventaba de placer, como pude observé a Michelle y vi que se estaba masturbando, eso me encantaba. Un par de minutos más tarde Michelle comenzó a lamer mi clítoris con más rapidez y exploté con un orgasmo riquísimo.

Pero lo mejor estaba por llegar, Michelle empapó mi ano con mis propios líquidos y primero, suavemente, me metió un dedo, luego dos y después tres. Era la primera vez que me cabían tantos, me dolía un poco mi culito, pero lo estaba disfrutando de sobremanera y después de unos segundos comenzó a meterlos y sacarlos de una manera frenética haciéndome explotar con dos orgasmos casi múltiples. Y justamente cuando más disfrutaba escuché que alguien abría la puerta de entrada. Michelle y yo nos vimos las caras, tomamos nuestra ropa y salimos corriendo a mi recámara. Allí nos limpiamos y nos vestimos y cuando salimos era mi mamá que había llegado. Yo quedé a medias pero ya no podíamos hacer nada más y ese día solo hablamos de lo que habíamos hecho y como estábamos en mi recamara solas, de vez en cuando nos tocábamos o besábamos pero sin llegar a más. Obviamente con mi mamá por allí me daba miedo de que entrara y nos encontrara en pleno acto.

Bueno eso fue todo por ese día, espero que les haya gustado mi relato. Quiero conocer amigas, no me importa la edad, mi e-mail es oriana_less@hotmail.com. Me encanta el cyber sex por una experiencia que tuve hace poco, pero eso se los cuento en otro relato, así que me encantaría que me agregaran a sus contactos para charlar y hacer cyber sex. Eso si, por favor NO HOMBRES. Si veo que eres hombre no te voy a aceptar así que por favor no pierdan su tiempo ni me lo hagan perder a mi OK.

Espero sus comentarios y no olviden agregarme. Bye!