Mia..., sexo con un traidor...

Hoy nuestra heroína sexual será traicionada por su pareja y amante.

MIA..., SEXO CON UN TRAIDOR...

Hoy nuestra heroína sexual será traicionada por su pareja y amante.

Hola de nuevo mis queridos lectores.

La traición llega al corazón de nuestra Mia Sara, de la mano de Julio, un hombre desalmado embaucador y detestable.

Aquel octubre de 1996 los vecinos nos solíamos juntar todos los viernes por la noche a disfrutar conversando mientras nuestros hijos jugaban con sus bicicletas, patinetes, pelota o incluso béisbol.

El béisbol en Panamá fue introducido a fines del Siglo XIX, allá por el año 1865, otros dicen en que 1870, gracias a los militares y civiles norteamericanos que trabajaban en el Ferrocarril Transítmico, fomentado por los universitarios de clases acomodadas que estudiaban en Norteamérica que cuando volvían a su pais seguían practicándolo.

Aquel ferrocarril que uniría los dos océanos..., fue el paso previo necesario para la posterior construcción del famoso canal y se dice que ya morirían en su construcción más de 12.000 trabajadores que vendrían no solo de Estados Unidos, sino incluso de Europa, las Antillas, algunos esclavos africanos terminando finalmente con los culíes..., denominados así a los obreros chinos e indostanos..., es decir no solo de India, sino también de Pakistán, Bangladés, Sri Lanka, Maldivas, Bután y Nepal.

Un quedan herederos de todos ellos en nuestra sociedad panameña.

Volvamos rápidamente al béisbol, pues la familia de nuestra heroína sensual..., es muy aficionada al mismo.

Hubo dos grandes periodos de béisbol en Panamá, desde 1946 al 1971 y desde 2001.

A día de hoy el equipo más famoso son los Toros de Herrera, que en 2019 se proclamaron campeones de la Serie del Caribe frente a equipos de  Venezuela, Puerto Rico, México, República Dominicana y Cuba..., que vencerían en la final por 3-1 a los Leñadores de las Tunas cubanos.

Volvamos a la reunión de los viernes noche en nuestro barrio el Cangrejo...

Un viernes, empezó a venir Julio, algo menor que nuestra protagonista, en más o menos siete años según nos cuenta nuestra diosa..., mi locura de amor panameño...

Era Julio simpático, amable, zalamero, dicharachero y bastante popular en el barrio.

La atracción entre los futuros amantes era evidente.

Al terminar las reuniones vecinales, acompañaba a Mía y a sus hijos hasta la puerta de su casa.

Dejemos que siga contando la historia nuestra increíble Mia  Sara en primera persona...

Una noche no salimos a la consabida reunión vecinal, porque mis hijos veían un evento deportivo en la tele y Julio al echarnos de menos vino a casa preguntando la causa de la falta.

Uno de mis hijos, le invitó a pasar y allí se unió a nosotros..., nuestro Julio.

La noche era suave y estrellada...,  el televisor dado la vuelta cara al patio, donde todos sentados en sillas y hamacas cómodas..., lo mirábamos.

Más bien Julio y yo nos mirábamos mutuamente...

Poco a poco, la presencia de Julio fue haciéndose asidua en nuestra casa.

Estaba locamente atraída hacia él, pero su situación atípica sin trabajo, viviendo en casa de su tío, y esperando una oportunidad del cielo para trabajar no me hacía decidirme del todo.

Mi hijo menor llegaba a tenerle mucho cariño y llegaba a llamarle “papa”.

El tiempo pasaba y su seducción se incrementaba.

Con el paso de los meses..., una noche no se fue de nuestra casa y terminamos durmiendo juntos...

¡Que gozada de noche!

¡Que gozada de orgasmos!

Era muy activo Julio, mucho más que la mayoría de hombres que he conocido.

Era un auténtico follador..., y un auténtico salvaje sexual...

Les cuento...

Entramos aquella primera noche en mi habitación y en dos segundos me había quitado mi vestido y rasgado mis bragas...

Se lanzó como un tigre a su presa...

Mi coño no estaba húmedo..., estaba absolutamente chorreante... Notaba como hilos lubricantes salían a través de mi cosito hacia mis muslos...

Llevaba tiempo sin tener un hombre y mi vagina parecía salirse de mi..., buscando una polla..., buscando aquella enorme polla de Julio..., por la que babeaba desde hacía semanas...

Aquella primera noche devore ansiosa su polla hasta lamer su última gota de leche.

Aquella enorme olla seguía Iniesta y debía de entrar en mí por primera vez..., lo necesitaba.

Nada más entrar en mí, me corrí como nunca...

Me follaría seis veces aquella primera noche y yo les aseguro que pase de un centenar de orgasmos..., a cual mejor.

A la mañana siguiente, que era sábado, me levante a preparar el desayuno y mis hijos se fueron a sus tareas del sábado, deporte, juego y paseo con vecinos y amigos de sus edades.

El resto de la mañana seguimos follando como animales.

No pudimos reanudar el sexo hasta la noche del sábado...

Al quedarse nuevamente dormidos mis hijos volvimos a retomar los asaltos sexuales y volvimos a hacer records...

Saborear aquella polla y aquella leche me obnubilaba mis sentidos...

Recibir en mi coño aquel enorme trozo de carne incansable me dejaba ojiplática..., como dicen los colombianos.

Pensar en Julio era pensar en correrme como un animal en celo...

Tomamos costumbre inalterable de follar tres veces todas las noches y una en la mañana de madrugada antes de irme al trabajo.

Comenzaba nuestra sesión con un profundo y gratificante sesenta y nueve hasta que descargaba su primera leche.

Ya saben que desde el rio, me aficione a la leche..., quizás anticipándome a los gustos de mi amantísimo manchego, para ir combatiendo por el néctar..., con él en un futuro.

Le gustaba inmovilizarme con las manos mientras me penetraba.

Mordisqueaba con fuerzas mis senos y pezones. Dolor y placer... Mucho placer...

Me azotaba el culo con sus manos... Más dolor y muchísimo más placer...

Metía su mano y dedos en mi vagina... No llegó a meterme el puño..., pero no me hubiese importado..., por aquel entonces mi caliente coño solo tenía un dueño para todo lo que él quisiese... mi Julio..., a la postre el único traidor en mi vida.

Me obligaba a arrodillarme..., (Gustándome cada día más) a mamarle su pollísima como él la llamaba.

Mi amor..., en España polla...,  y en el mundo de mil formas..., verga..., chimbo...

Por ser muy especial..., y a consecuencia de un amante venezolano que vino a trabajar a Panamá..., del que ya contaré sus grandes dotes en todos los aspectos..., me gusta decirle a la polla pipe..., que como sabes viene de pipeline..., o tubería.

Ya sueño todas las noches que atrapar a tu pipe..., con mi cosita húmeda...

Una vez me entretuve mi rey en buscar nombres..., y salieron casi cien..., pito, reata, chile, cola, picha, picho, pinga, bicho, pipí, pichula, trola, pija, paloma, palote, pepino, platanete, banano, garrote, garcha, chota, goma, pico, turca, huevo, machete, ripio, ñame, pájaro, cañon, gallo, poronga, cañazo, falo, tula, pichula..., e incluso el dedo 21.

Hay decenas más recopiladas y no quiero cansarles.

Aquí en Panamá..., generalmente..., pipí, pico y verga...

¿Qué les parece amigos?

Sigamos con el traidor..., que finalmente traicionándome..., me dio hasta casi el final  mucho placer...

Le gustaba el control sexual y esa determinación me hacía humedecerme solo con pensar en él.

Quizás por que disfrutaba mucho conmigo..., acepto mi petición de que hiciese un curso profesional de conducción especializado y se puso a trabajar en una compañía de transportes.

Invitó a su madre y hermanos aquel diciembre a conocerme a  mí y a  mi familia. Me aceptaban y me respetaban, aun cuando empecé a darme cuenta de que me tenían aparentemente solo como amante de Julio y no como su pareja sentimental.

Se organizó la cena de navidad en casa de su tío y no nos invitaron. Unos amigos nos llamaron y cenamos con ellos...

Aquella noche...,  todo empezó a torcerse.

Al estar todos juntos en casa de su tío, éste le dijo que debía habernos invitado si tanto aprecio nos tenía y nos consideraba su familia... Él vino a buscarnos y ya nos habíamos ido.

De madrugada, ya todos dormidos, después de regresar de cenar con nuestras amistades..., vino a buscarnos..., enfadado, bebido, ineducado, agresivo...

Me insulto injustamente por haber ofendido a su tío y despreciar a su familia.

Seguimos viéndonos..., pero la intimidad no fue la misma.

Julio ya no me provocaba deseo, dado que en mi mente permanecían sus insultos y amenazas...

Un hombre no puede tratar jamás a si a una mujer... ¿verdad amigos? ¿Verdad mi amor?

¡Verdad!

Poco después conocimos una pareja cuyos hijos estudiaban en la misma escuela de los míos. Él era propietario de una empresa de vigilancia privada. No caímos bien y finalmente le ofrecieron trabajo a Julio como supervisor de vigilantes.

Era un puesto magnifico y Julio dejó su puesto de conductor para integrar en aquella empresa.

Su mujer y yo nos caímos muy bien y juntas preparábamos las comidas de los vigilantes... Julio las repartía.

El propietario diabético no se cuidaba y enfermo gravemente por un coma diabético y su esposa cayó de los nervios.

Julio y yo nos hicimos cargo de la empresa mientras aquella noble pareja mejoraba de salud.

MI hija un día empezó con convulsiones inexplicables y hubo de internarla de urgencia en una clínica, con calmantes y con tratamiento de sueño, pues era incapaz de dormir. Los médicos no daban con el problema..., y el problema había sido la traición a su madre...

Pocos días después..., haciendo la comida para los vigilantes, vi un papel doblado en el suelo...

Era la prueba de la traición.

Una carta de Julio a la esposa del jefe... Ella al parecer quería dejarlo. Él le rogaba que no le dejase, que quería volver a poseerla, a mamarle sus preciosas y sensuales tetas..., necesitaba volver a sentir su verga arropada por su coño caliente y maravilloso...

No podía creer lo que leía...

Aquel mismo día pedí a Julio que abandonase mi casa...

Una enorme discusión y todo un drama como pueden suponer.

El tiempo lo curo todo incluso a mi hija, que había visto como Julio y la esposa del jefe habían hecho sexo en mi propia casa...

Las pruebas surgían por doquier..., cientos de llamadas telefónicas a su amante reflejadas en la factura de telefonía..., algunas de las vecinas que habían sido testigos de las entradas en mi casa de los amantes mientras yo trabajaba...

Mi hija adolescente..., somatizo aquellas imágenes de traición a su madre y todo rodo en aquellas convulsiones temporales.

Gracias a Dios todo se arregló felizmente.

Amigos, les he traído este relato triste y real como la vida misma, para que comprueben por si..., que no todo es sexo maravilloso..., que algunas veces el disfrute sexual se baña de traición en aquellas personas poco sinceras..., que nos engañan inmisericordemente...

Pepito... ¿Qué te pareció?

Por cierto, leí y me encanto tu serie sobre la violación consentida...

Hasta aquí el relato.

Gracia mi vida por tus palabras y halagos..., eres muy especial.

Huyan mujeres de hombres sin sinceridad... Traidores sin alma...

Hasta muy pronto amigos..., hasta otra misiva mi amor..

Escriban lectores..., quiero conocerles a todos.

PEPOTECR.