Mìa

Al fin fuiste mìa.

Habían pasado muchos meses desde la ultima vez que te vi., jamás tuvimos nada, nunca nos dijimos lo que sentíamos pero ahora se que ambas nos estábamos quemando con una pasión reprimida que jamás se apago y que siempre estuvo allí.

Todo ese tiempo había intentado olvidarme de todo mas no podía pues soñaba con probar tus labios, con oler tu cuello, con sentir tu piel, con hacerte mía.

Y te vi., te vi entrar en el café donde yo me encontraba, y de un momento a otro volvió a mi ser todo ese deseo por ti; tu me viste y tu rostro cambio, no esperabas que estuviera en ese mismo lugar al que acababas de llegar….de lejos nos saludamos y por segundos nuestras miradas se cruzaron y pude sentir el fuego que me transmitías. Estabas acompañada al igual que yo pero eso no importo pues cuando te dirigiste al baño lo único que quise hacer fue seguirte…..estabas cerrando la puerta mas yo la detuve y entre; que haces- me dijiste- algo que debí hacer hace mucho tiempo-respondí- empuje tu cuerpo contra de la puerta y te bese, te bese como jamás había besado antes a nadie, lentamente acariciaba tus labios, los mordía y aventuraba mi lengua dentro de tu boca que me recibió inmediatamente; nuestros besos se convirtieron en una búsqueda desesperada por abrazar nuestras lenguas que se lamían descontroladamente. Baje por tu cuello, olí tu aroma, saboree tus orejas mientras con mis manos buscaba tu anatomía, mientras mis dedos mágicamente desabrochaban tu camisa y acariciaban tus pezones, recorrí tu pecho, toque tus senos, admire tu abdomen y me dirigí a tu sexo………..ahí estaba como una selva inexplorada, misteriosa y llena de secretos que yo deseaba descubrir; note la humedad que recorría tus muslos cual río desbocado busca el mar, ligeramente lo roce y sentí como te estremeciste, comencé a masajearlo mientras contemplaba tu hermoso cuerpo empapado de sudor y tu rostro desbordante de lujuria. Probé el elíxir de tu esencia, bebí las exquisitez de tu jugos…pero lo mas importante fuiste mía, fuiste mía desde el primer día en que te vi., fuiste mía desde siempre, fuiste mía aquella tarde fría en el baño de una cafetería, eres mía ahora deliciosa musa que turbaste mi mundo y lo convertiste en un sueño anhelado.