Mi violación (2)

Como me violaron mi empleado y cuatro amigos suyos durante tres días y tres noches, la historia da un cambio radical.

Mi violación (2)

Continuación del relato de Lydia28

Como me violaron mi empleado y cuatro amigos suyos durante tres días y tres noches, la historia da un cambio radical.

No me había dado tiempo a quedarme dormida cuando Juan ya estaba de nuevo levantado y me dijo que iba a soñar con él y sus amigos mucho tiempo y que todo aquello no había hecho más que empezar.

Se fue y despertó a sus cuatro amigos y les dijo que iría a la ciudad, pasaría por la cafetería y pondría un cartel de CERRADO DURANTE ESTA SEMANA POR VACACIONES, para que los clientes no pensasen nada malo.

  • No tardaré mucho y no quiero que toquéis a esta puta mientras que yo no vuelva, buscar por toda la casa que esta zorra seguro que tiene algún juguetito guardado y después lo utilizaremos, aunque me pasare por el sex-shop a comprar algo para divertirnos con este pedazo de puta, les dijo Juan.

Yo no podía creer lo que estaba pasando y no paraba de llorar, cosa que no agrado mucho a Juan, quien agarrándome del cuello me dijo:

  • Cuanto más llores, más largo se te va a hacer todo y más te voy a joder.

Me soltó y cogiendo las llaves de la furgoneta, la casa y la cafetería, y se marcho.

Mientras sus amigos empezaron a rebuscar en toda la casa, yo me temí lo peor, pues tenía guardado algún consolador y seguro que lo encontraban, pues estaban bien al alcance de la mano, en la mesita de noche ya que como vivía sola no tenía porque esconderlos.

De lo que no me acordaba es de que en la mesita de noche también tenía guardados unos cuantos gramos de COCAINA, pues, aunque no me drogaba todos los días, de vez en cuando me apetecía meterme mis rayitas y sobre todo cuando salía de fiesta con intención de acabar tarde, ya que aparte de aguantar mejor la marcha, me ponía súper cachonda y casi siempre con todos los tíos que iba a casa les gustaba el tema y nos poníamos a tono.

Fue Manolo quien me hizo recordarlo cuando bajaron de registrar toda la casa me dijo:

  • Ya sabrás lo que hemos encontrado, ¿verdad zorra?

Yo pensé en los consoladores y las bolas chinas, cuando de repente me enseño la bolsa con la COCA, mi cara tuvo que cambiar pues, se echaron a reír y Carlos dijo:

  • Vaya con la mosquita muerta, ¿así que te gusta el tema?, y nosotros sin saberlo, pues para que te enteres, a nosotros también nos gusta y sabemos qué hacer con esto, voy a llamar ahora mismo a Juan para que lo sepa y haber que dice.

Carlos cogió el móvil y llamo a Juan quien no se lo podía creer según deducí por su conversación, pero no me gusto nada en el tono en el que termino la conversación.

  • Ya verás la sorpresa que trae Juan pues con esto, para la fiesta que nos vamos a dar no tenemos ni para empezar, y conocemos al mejor suministrador de la zona, vas a probar cosa rica y la compararemos con la tuya haber cual es mejor, me dijo Carlos.

  • Ya estoy harto de que mande Juan, has una buenas rayas Luis y vamos a probar la mierda que tiene esta puta, - dijo Manuel.

  • Tienes razón vamos a empezar bien el día y a follarnos a esta zorra y hazle una buena raya a ella haber si va espabilando, - dijo Luis.

Mientras Pedro fue a la cocina a busca una bandeja para hacer las rayas Luis, Manuel y Carlos comenzaron a sobarme todo el cuerpo y a pegarme con sus poyas en mi cara mientras yo seguía atada a la barandilla de la escalera.

  • Pedro ve haciendo tu las rayas vacíalo todo que esta zorra va a saber lo que es bueno y no te preocupes que Juan va a traer más farlopa que con los diez gramillos que ha de haber ahí no hay suficiente, - dijo Carlos.

En un momento Pedro había preparado toda la coca en rayas para no tener que ir parando cada vez que se les antojase, meterse una loncha y la verdad es que las había hecho bien grandes, aunque hubo una que me llamo la atención era súper grande y Pedro dijo:

  • Esta es para ti para que te pongas bien cachonda y pidas nuestras poyas.

Vaya con Pedro, con lo tímido que parecía en un principio y como espabilaba el cabronazo.

Empezaron a meterse las rayas y:

  • Joder pues si que esta buena, esta puta sabe lo que compra, dijo Carlos.

Una vez que los cuatro se habían metido su raya Luis me dijo que me metiese la grande y que no se me ocurriese de soplar pues si no me enteraría de lo que era bueno.

Era la raya más grande que me había metido en la vida, sin exagerar habría por lo menos un gramo, no pude metérmela de una vez y tuve que hacerlo en tres dos veces pues cuando pare Carlos me dijo que si volvía a parar sin acabármela me daba de ostias.

Mírala como se la mete, vaya zorra, ja, ja, ja, se empezaron a reír todos, a esto Carlos empezó a meterme mano, mientras que Pedro y Luis me desataban de la barandilla y Manolo se metía otra raya.

  • Tomad otra que nos pongamos a bien cachondos para esta puta, les dijo a sus amigos, los cuales no tardaron en meterse la raya ni un segundo.

  • Bien zorra prepárate que esto empieza a hacer efecto, dijo Manuel.

Me llevaron al sofá y empezaron a pasarme sus poyas flácidas por todo mi cuerpo, Manuel empezó a introducirme sus dedos en mi coño y Pedro en mi culo, Carlos le hacía que se la mamase mientras que Luis se hacia una cubana con mis tetas.

La raya que me acababa de meter me estaba subiendo rapidísimo y empezaba a perder el control al igual que ellos, Carlos me follaba la boca como un bestia con sus 32,3 Cm. De largo x 12,6 de ancho me rompía mi boca y no paraba de decirme guarradas.

Manuel me tenia metida la mano entera en mi coño y me la sacaba y me la volvía a meter a lo bestía, pero cada vez que la sacaba se la lamia ya que estaba completamente mojada por mis jugos y eso le encantaba.

Pedro tenía metidos tres dedos en mi culo y no paraba de escupirme en el y sacarlos y meterlos rápidamente y volvia a escupirme.

Yo estaba comenzando a perder el control dadas las continuas corridas que me venían por las entradas y salidas de Manuel y Pedro con sus dedos y empecé a jadear sin dame cuenta.

  • Mírala como disfruta ya se está corriendo igual que anoche, es toda una guarra y vamos a follarla bien duro, -dijo Manuel.

Carlos saco su poya de mi boca y me escupió dentro de la mía al tiempo que me besaba, yo sin querer correspondí el beso y eso le encanto a Carlos:

  • Eso es Lidia pórtate bien y tendrás otra raya para ti disfruta, - dijo Carlos.

  • Pídenos que te follemos guarra, -dijo Juan, se que estas deseando, que te metamos nuestras poyas, vamos zorra pidenos las poyas, pide que te las metemos bien duro.

Si, si follarme, hacerme lo que queráis, pero darme esas poyas que tenéis quiero fiesta, quiero que me folléis.

Yo alucinaba conmigo misma, pero en verdad estaba súper cachonda.

  • Muy bien nena pues como as pedido vamos a follarte bien duro, pero antes vamos a meternos otra raya, -dijo Luis.

Trae la bandeja, vais a ver como me meto las rayas dobladas y como follo cabrones, le dije a Pedro, era increíble me metí dos rayas de una vez.

  • Ehhh que nosotros también queremos zorra, además te vamos a poner un poco en tu coñito para que disfrutes, - dijo Carlos.

Y así lo hicieron, Pedro paso el dedo por otras dos rayas y me lo metio en el coño, no sin antes haverse esnifado otra raya cada uno.

Como disfrutaba, ya no era yo, ahora si era verdad que era una puta, vamos me vais a follar ya o es que tengo que hacerlo yo, quiero que me lo hagáis duro como anoche.

Carlos me cogió del pelo y me puso a cuatro patas:

  • Prepárate zorra que te voy a meter estos 32 Cm. de un tirón por tu culo.

Dicho y hecho, el cabro me envistió con tal fuerza que nos caímos hacia delante quedando tumbados bocabajo en el suelo, yo levante mi culo y le dije:

  • Dame fuerte, más fuerte, quiero que me destroces.

Con cada palabra que le decía Carlos me daba más fuerte y yo estaba más cachonda, era increíble como me entraba ese pedazo de carne toda entera en mi culo, la sacaba y me la metía de golpe, de una manera brutal y a mi me encantaba.

  • Si, si, zorra, toma este pedazo de nabo que te va a reventar, toma rabo puta, esto es lo que te gusta ¿verdad? Zorra, - dijo Carlos.

Si, así, así, me gusta dame fuerte hazme tuya cabronazo no te siento la tienes muy pequeña o es que no saber follarte a una tía, le dije a Carlos y vosotros venid para aca que os la voy mamar a dos y otro que me folle mi coño, a que esperáis parásitos de mierda, ¿o es que ya no podeís más y con lo de anoche estais cansados?

Era increíble como había dado la vuelta la situación pero estaba ida y solo me apetecía follar.

Pedro se coloco debajo de mí y me ensarto el coño con sus 26 Cm. mientras yo chupaba como una guarra los 27 Cm. De negra poya de Luis y los 23 Cm. De Manuel.

  • Más fuerte Pedro, dame más fuerte, quiero más, vamos Carlos tu puedes empujar más fuerte, dije.

  • Calla puta y chupanos bien las poyas, ya vale de charla, dijo Manuel.

  • Joder con la puta sí que le va la marcha y anoche no hacia mas que llorar, y a mi esta farlopa me está cayendo de puta madre pues no me corro ni de coña la vamos a follar un buen rato hasta que nos corramos, ja, ja, ja, - dijo Carlos.

Si, si, vamos cambiaros quiero que me folleis todos, vamos rápido, rapido, darme fuerte cabrones.

  • Abrete bien guarra, que te vamos a meter dos poyas en tu pedazo de coño y una en tu culo mientras se la mamas a Pedro, dijo Luis.

Joder si, ahhhh, siiiiiiii, asíiiiii, note como Carlos se introducía en mi coño con mucha dificultad, pues ya tenía dentro la de Manueln si así dame tu poya, métela fuerte que seguro que te gusta, dame fuerte Carlos vamos, Manuel dame más fuerte y tu Luis reviéntame el culo.

  • Si puta, no te preocupes, que te vamos a reventar, dijo Luis.

Entonces Carlos empezó a intercambiar sus entradas metiéndomela una vez en el coño, que tenia ocupado por Manuel y otra en mi culo, que lo tenía ocupado por Luis, mientras que Pedro casi no me dejaba respirar follandome la boca.

Era todo un espectáculo, me sentía la mujer más puta del mundo, estuvieron más de una hora dándome bien fuerte por todos mis orificios, intercambiándose y metiéndomelas de cualquier forma y con una fuerza descomunal hasta que empezaron a correrse.

Vamos correros ya, quiero vuestra leche, y que después sigáis follandome, correros ya de una vez que yo ya no sé cuantas veces me he corrido, y era verdad había perdido la cuenta de las veces que me había corrido, cuando los cuatro empezaron a derramar toda su leche sobre mi cara.

Quiero que os corráis en mi cara, en mi boca, todos juntos, así, así venga vamos llenarme con vuestra leche.

En un momento comenzaron a eyacular todos a la vez y me llenaron entera de leche, era increíble la cantidad de semen que salía de sus poyas y yo intentaba tragármelo todo y lo que no podía me lo restregaba por la cara.

  • Si, si, puta, traga, traga, sigue chupando y tragando poyas guarra, dijo Carlos.

No habían hecho nada más que terminar de correrse cuando se escucho la puerta era Juan quien llegaba con unas bolsas y con más compañía vaya cara que puso cuando vio como estábamos….

CONTINUARA.