Mi violación

...tengo mucho miedo por lo que me hará ahora que ya ha saciado a su antojo conmigo. Jadeante, le susurro quedamente, lo único que tengo en mi mente en ese momento: una súplica,...

Es de noche en mi cuarto: estoy sola y comienzo a desvestirme. Cuando ya tengo solo encima mi monísima ropa interior "Victoria Secret" que me compré hace poco, un ruido me hace girar hacia la ventana abierta: ¡ahí hay un hombre!!. Me quedé paralizada, sin reaccionar a nada mientras entraba por la ventana: es alto, musculoso, lleva un pasamontañas negro y por sus manos gruesas, me doy cuenta que es de raza negra. ¡Quise gritar, pero como un rayo cayó sobre mí!,… en cosa de segundos me toma de un brazo hasta casi rompérmelo, y con la otra mano aprisiona mi boca: su mano huele a mugre y suciedad,… todo su cuerpo huele a sudor; no paro de temblar,… temo por lo que me va a hacer.

Saca una navaja y me la muestra: con un ademán con la cabeza, le prometo quedarme callada; voy a ser violada, y no hay forma de evitarlo. Temblando sin control, me dejo jalonear por ese hombre brutal: me gira de golpe, y con una fuerza tremenda, descarga un potente bofetón en mi cara. Caigo de bruces sobre mi cama, completamente despeinada; siento e sabor de mi propia sangre, que fluye por mi boca y desde mi nariz. Estoy aterrada, trato de no moverme.

Con salvajismo corta mis braguitas con su navaja, dejándome ante sus ojos de enfermo así expuesta: mi culo grande, blanquísimo y pecoso, y mi rajita depilada,… son lo que él desea. Apenas volteo y le veo bajarse los pantalones; su verga es enorme, rugosa y muy gruesa. Quiero pedirle piedad, pero no me deja: me hunde la cara contra la almohada, hasta casi ahogarme. Su cuerpo pesado hace crujir mi cama, mientras sollozo desesperada, condenada a mi suerte.

Un asqueroso escupitajo en medio de mis nalgas me sobresalta, para luego sentirme invadida por el terror, ¡algo duro se abre paso por en medio, ME QUIERE DAR POR EL CULO!!!!; rompo a llorar desesperada, pataleo, trato de impedirlo, pero sus golpes y sus brutales tirones de mi cabello me hacen gemir de dolor,... de pronto siento que me desmayo: suelto un grito salvaje, casi animal, siento que me parten por dentro ¡su verga me abre el ano dolorosamente!!!!, siento que me voy a morir de dolor, conforme cada centímetro de ese pene negro e inmenso se abre paso dentro de mis entrañas, desgarrándome casi sin parar,… el llanto se me atraganta en la garganta, mientras su gruesa verga separa mis nalgas casi por completo: quiero morirme en ese instante, al ser tan salvajemente vejada.

No se detiene hasta que siento sus grandes y peludas bolas golpear contra mi culo. Me siento horrendamente mal: sobre mi almohada hay un manchón cada vez más creciente de mis lágrimas, sangre y saliva; estoy babeando descontrolada, al mismo tiempo que, con mi cuerpo totalmente descontrolado, no puedo contener el orinarme del miedo. Sus manazas se prenden de mis caderas y comienza el verdadero suplicio: con un potente y salvaje movimiento, comienza a sacar y meter su enorme aparato; ¡el dolor es insoportable!!!, pero a él no le importa,… suelta una tras otra, sendas carcajadas de animal placer.

  • ..¡NOOOOO!!!!,….¡NOOOOOO!!!!,…¡BASTA, BASTAAAAA!!!!!,

Ruego y suplico una y otra vez, llorando a mares, sin lograr nada: mi cuerpo convulsiona, mientras que mi cabeza casi explota, como si su aparato me tuviese atravesada hasta ahí. Aquella brutal cogida dura una eternidad, en la cual paso de estar consciente a casi desmayada una y otra vez. Pasado un buen rato, se quita el pasamontañas y su camiseta mugrosa: suda como caballo sobre mí, mientras no para de machacarme hasta la locura. No pude impedir cuando sentí la cabeza de su verga palpitar dentro de mí: volví a gritar de dolor, cuando su semen me llenó por dentro, abrasando mi ano sangrante. Terminada su descarga animal, mi violador se quedó en silencio: tengo mucho miedo por lo que me hará ahora que ya ha saciado a su antojo conmigo. Jadeante, le susurro quedamente, lo único que tengo en mi mente en ese momento: una súplica.

¡Ahhh!,…. oríname,… orínameee por dentroooo,

¿Qué?,

El muy idiota saca de golpe su verga de mi ano de golpe: es demasiado. Me incorporo indignada:

¡Carajo, negro ímbécil: que me orines dentro!!!, ¿no entendiste cuando te lo dije?, ¡haz lo que te digo: para eso te pago, puto baboso!!!,

Me incorporo de la cama muy molesta, descontrolada y chorreando abundante semen por el culo: me ha "cortado" por completo,… ya no quiero nada; nunca puedo encontrar un "sex boy" que cumpla al pie de la letra lo que se le pide,