Mi viejo vecino 2

Acudo a casa de mi viejo vecino, para complacerle a el y dos de sus amigos.

MI VIEJO VECINO 2

Durante la mañana, mientras trabajaba, no hacía más que pensar en lo ocurrido la tarde pasada, mi polla estuvo todo el día en estado de semi erección y goteando precum, hasta el punto de tener que acudir de vez en cuando al baño para limpiarlo, lo hacía con la mano, recogía todo lo que podía y lo llevaba a mi boca, lo lamía y saboreaba, recordando la polla de Manuel entrando y saliendo de mi boca.

Mi estado también se debía al nerviosismo ante lo que se me presentaba aquella tarde, ¿como saldría de casa sin que Ana sospechara?, ¿quienes serían los amigos de Manuel?, ¿serían de su edad, mayores o menores que el?, ¿que ocurriría entre ellos y yo, que harían conmigo?.

Por fin llegó la hora, las cinco de la tarde y tendría que mentir a mi mujer, Ana, para acudir a casa de Manuel y pasar la tarde allí. Mis nervios no me dejaban pensar.

.- Ana

.- Dime cariño

.- No te lo conté, ayer Manuel, se calló en la ducha y se hizo daño en una pierna

.- ¿Pero se hizo mucho?

.- No, solo una torcedura. Quedé en que me pasaba esta tarde a verle y por si necesitaba algo

.- Espera, me doy una ducha y voy contigo

La tierra calló sobre mi cabeza, Ana no podía acompañarme, en el fondo estaba deseando ese encuentro.

.- No, tranquila, si no fue nada

.- De acuerdo, si me necesitáis me das un toque, luego me cuentas como está

.- Si, no te preocupes

Uffff, parecía que se lo había tragado y pude librarme de ella fácilmente. Salí de casa y me encaminé a la de Manuel. Esta vez llamé a la puerta.

.- Hola, pasa, dijo Manuel con voz autoritaria

Entre y me quedé quieto, inmóvil en medio de la entrada

.- Vamos al salón

Le seguí callado y nervioso. Manuel se sentó en el sillón donde la tarde anterior le hice la mamada. Llevaba unos pantalones cortos y amplios. Al sentarse, su polla y huevos marcaron un bulto en ellos. Yo me quedé en pié.

.- Dentro de un momento, vendrán mis amigos, les he habado de ti y están deseando conocerte, espero que no me dejes mal

.- Tranquilo, no te dejaré mal

.- Eso espero maricón. Una cosa importante, te gusten o no, harás lo que ellos quieran, ¿entendido?

.- Entendido

.- Prepara unos cafés, deben estar a punto de llegar

Fui a la cocina y, mientras preparaba los cafés, llamaron a la puerta.

.- Maricón, abre la puerta, mis amigos acaban de llegar

Me dirigí a la puerta y la abrí. Ante mí aparecieron dos hombres mayores o al menos así me lo parecieron por su aspecto. Los dos se entraron saludándome con un escueto y seco hola.

.- Como estás Manuel

.- Pues ya veis, aquí sentado sin poder hacer nada, suerte que tengo a mi vecino

.- ¿Este es el maricón del que nos has hablado?

.- Si, este es

Me puse colorado al escuchar aquellas palabras

.- Maricón, estos son Antonio y Juan, dos buenos amigos, espero que les atiendas bien

Antonio era mayor que Manuel, debería rondar los 75 años, más o menos de mi estatura y con una prominente barriga. Juan era aún más mayor, al menos aparentaba 80 años, su aspecto era el de un tierno abuelo, el poco pelo que le quedaba era blanco como la nieve, al menos su barriga no era tan grande como la de Antonio, pensé.

.- Maricón, sirve un café, dijo Manuel sacándome de mis pensamientos

Antonio y Juan se sentaron en el sofá, junto a Manuel. Fui a preparar el café, mientras podía escuchar como Manuel contaba lo ocurrido la tarde pasada, no dejó ni un solo detalle.

.- Joder, vaya historia, dijo Antonio

.- Y que lo digas, menuda sorpresa me llevé, respondía Manuel

.- Entonces, solo te la mamo, no follasteis?, dijo Juan

.- No follamos, eso lo haremos esta tarde, si queréis claro, contestó Manuel

.- Ya te digo que queremos, hace más de diez años que no follo y, la verdad, ya me da igual que sea un culo de tío, con tal de meterla, espetó Juan

.- ¿Sabes si es virgen o ya está desvirgado?, pregunto Antonio

.- Pues la verdad es que no lo sé, ayer me contó que se mete cosas por el culo y su mujer de vez en cuando, le mete un consolador, pero creo que no ha probado polla, respondió Manuel

En ese momento, aparecí con los cafés

.- Maricón, ¿te han metido una polla en el culo alguna vez?, me preguntó Antonio

Dude unos segundos, la bandeja donde traía el café casi se me calló, la pregunta me pilló completamente descolocado.

.- Contesta maricón, gritó Manuel

.- Ehh.. no, no me ha follado nadie

.- Uffff es virgen, mejor así, dijo Juan

.- Maricón, esta será tu última tarde como virgen, te vamos a follar ese culito que tienes, dijo Antonio

.- Maricón, desnudate y muéstranos tu culo, ordenó Manuel

Ante estos tres abuelos, comencé a desnudarme, fuera camiseta, zapatillas y calcetines, luego el pantalón, dejando ver mi slip.

.- Mira, la maricona está empalmada, dijo Antonio

.- Vamos, desnudate del todo , dijo Juan

Con un tremendo corte, bajé el slip y dejé al descubierto mi polla erecta.

.- Joder que pequeña, dijo Juan

.- Jaja, ¿de verdad tiene hijos o son de otro?, apostilló Antonio

.- Date la vuelta maricón, queremos ver tu culo, ordenó Manuel

Girándome sobre mi mismo, dejé mi culo a la vista de los tres.

.- Tiene buen culo el maricón, dijo Juan

.- Inclinate hacía delante y abre los cachetes, que veamos bien el ano que nos vamos a follar, dijo Antonio

Inclinándome, hice lo que Antonio me ordenó, separé mis nalgas y dejé al descubierto mi apretado ano, todo depilado. Antonio se levantó y acercándose, puso sus manos en mis cachetes, acariciándolos despacio.

.- Que rico culo tiene la maricona, dijo Antonio al pasar sus manos

Juan se levantó también, se acercó a nosotros y posó su mano en mi nalga, pero no era para acariciarla, empezó a darme fuertes palmadas que comenzaron a enrrojecerla.

Plas, plas, plas

.- Lo vamos a pasar muy bien con esta nena, dijo Juan sin parar de golpearme

.- Juan, por favor, no sigas, me haces daño, le dije en tono de súplica

.- Jaja, que nenita más sensible, si esto te hace daño, verás lo que viene, respondió Juan

.- Arrodillate, dijo Antonio

Me puse de rodillas y al momento, ante mí apareció la polla de Antonio, ni mucho menos era como la de Manuel, era más corta y delgada, pero sus huevos eran inmensos y su pelambrera ocupaba gran parte de su polla, me daba un poco de asco.

.- Abre la boca, ordenó Antonio

Abrí la boca y metió su polla dentro agarrando mi cabeza y apretando fuerte contra el, su prominente barriga golpeaba mi frente. Su polla sabía rancia, como si hiciese siglos que no se lavaba y despedía un fuerte olor a pis. Puse mis manos en sus muslos, para evitar que la metiera pero dando un fuerte empujón a mi cabeza, la metió entera.

.- Vamos maricón, tragala o es que no te gusta, dijo Antonio

Como no podía hablar, Antonio dio por sentado que me gustaba su polla y comenzó a follarme la boca. Juan y Manuel, por su parte, comenzaron a desnudarse. De reojo pude ver la polla de Juan, estaba a caballo entre la de Manuel y la de Antonio, más grande y gorda que la de Antonio, pero algo más pequeña que la de Manuel, eso sí, se la veía limpia y con poco pelo a su alrededor, ¿se debería a su edad?, el caso es que su polla era muy apetecible.

.- Antonio, no seas acaparador, dejame un sitio, dijo Juan acercándose con su polla en la mano

.- Todo tuyo, respondió Antonio sacando su polla de mi boca

.- Vamos a ver como mamas nenita, me dijo Juan

A la vez que Juan decía esto, acercó su polla a mi boca, que le esperaba abierta y con ganas de probarla. Una de mis manos, fue directa a sus huevos y comencé a manosearlos. Su polla sabía limpia y olía bien, a polla que es a lo que deben oler. Con mi mano libre, rodee la polla de Antonio y comencé a menearla, no quería que se bajase y tuviese que mamar de nuevo. Mi lengua jugaba con su capullo, lo lamía y saboreaba.

.- Ummm que bien mamas mi niña, dijo Juan

.- Ya te lo decía, es un buen mama pollas y además le encanta, comentó Manuel

.- Asi, traga toda, quiero que la pongas muy dura para follar tu culo virgen, dijo Juan

Sus palabras hicieron que mi boca se afanara aún más en la mamada, deseaba que esa polla me desvirgara, que entrara en mi interior y rompiera mi ano.

.- Manuel, ¿no tendrás algo de ropa interior femenina?, me gustaría vestir a esta nenita para la ocasión, dijo Juan

.- Creo que sí, mira en la habitación del fondo, igual hay algo, respondió Manuel

Juan fue a la habitación, al momento vino con ropa femenina

.- Creo que esto servirá. Nenita, pontelo, dijo entregándome la ropa

Me dio mucha vergüenza, nunca me había puesto ropa de mujer, pero por otro lado, me excitó la idea de mostrarme ante ellos de esta forma y la forma de Juan de llamarme nenita, me ponía caliente, aún más que la de maricón.

Juan trajo ropa interior blanca, medias con liguero, sujetador y unas preciosas bragas, con encaje y unos lazos que adornaban sus laterales, tenía toda la pinta de ser ropa de novia. Me lo puse allí, mientras ellos miraban.

.- Joder, estás preciosa nena, dijo Juan

.- Solo le faltan los zapatos de tacón, la verdad es que está muy guapa, dijo Anotonio

.- ¿Te gusta que te llamemos nena?, dijo Juan

.- Si, me gusta, respondí

.- ¿Te gusta vestirte de mujer?, preguntó Manuel

.- Nunca lo he hecho, pero si, me gusta

Juan se acercó a mi, comenzó a acariciarme, rozó mis piernas, mis brazos, mis pechos y subió hasta mi cara, mientras manteníamos una conversación. Se notaba que este hombre erá más sensible que Antonio y Manuel

.- Eres preciosa nena, ¿serás nuestra nenita, nuestra putita personal?

.- Si, seré vuestra nenita

.- ¿y que más?

.- Seré vuestra puta

.- ¿que quieres de nosotros?

.- Vuestras pollas

.- ¿Para que quieres nuestras pollas, nenita?

.- Para que me folleis

.- ¿Quieres que te follemos, los tres?

.- Si, quiero que lo hagáis los tres, que la metáis en mi culo

.- ¿Y que harás para que hagamos eso?

.- Lo que queráis, pero por favor, folladme

.- ¿Suplicas que te follemos?, ¿tan puta eres nenita?

.- Siiii os lo suplico, soy muy puta y necesito que me folléis, por favor

Tanto Manuel como Antonio, permanecían en silencio, atentos a la conversación que manteníamos Juan y yo, con sus pollas en ristre, duras y apuntado al techo, no dejaban de acariciarlas y menearlas

.- Eres un cielo de nena, ahora arrodillate y comete mi polla, dijo Juan

Me arrodillé y cogí su polla, mirándole a los ojos, saqué mi lengua y la pase por ella, desde la base hasta el capullo. Juan no dejaba de acariciar mi cara dulcemente

.- Así nenita, lame mi polla, recorrela con tu lengua

Era delicioso mamar esa polla, caliente y venosa, dura y a la vez muy sensible, cada vez que mi boca la tragaba, su polla se hinchaba un poco más. Me esforzaba por tragarla entera, por enterrarla en mi garganta, no quería que ese momento acabase nunca. Con mi otra mano, jugaba con sus huevos, preciosos, grandes y colgones, llenos de semen dispuesto a llenarme el ano.

.- Nenita, acercate y mama mi polla, dijo Manuel desde el sillón

Con gran pesar, dejé de mamar la polla de Juan, a cuatro patas, me acerqué a Manuel, cogí su polla ya completamente dura y la metí en mi boca. Era una delicia saborearla, pasar mi lengua por su capullo húmedo por el precum, lamerlo y tragarlo.

Antonio se aproximo por detrás, sus manos comenzaron a rondar mi trasero, acariciando mis nalgas, no se atrevía a tocar mi ano, fue Juan quien, apartando las braguitas, arrimó un dedo y comenzó a rozarlo.

.- ¿Te gusta nenita, te gusta lo que hago?

Hice gestos afirmativos con la cabeza, lo que produjo que la polla de Manuel se hundiera más en mi garganta.

.- Mmmm así Juan, dale más que eso hace que la trague entera

Juan, escupió sobre mi ano, llenándolo de saliva acercó de nuevo su dedo y comenzó a meterlo, despacio y suavemente, haciendo círculos lo taladraba. Mi ano, acostumbrado a ser profanado por cosas mayores que un simple dedo, se abrió con facilidad. Juan se dio cuenta de la facilidad con que entraba y sumo dos dedos más, haciendo presión, introdujo tres dedos en mi ano, a eso sí que no estaba acostumbrado y lancé un quejido de dolor

.- ahhhhhhhhhh

.- Tranquila nenita, verás que pronto se acostumbra tu ano, dijo Juan insistiendo en la follada

.- Dale duro Juan, que grite de dolor, dijo Antonio

.- Tranquilo Antonio, no querrás que hagamos daño a la putita el primer día, que pensará de nosotros, respondió Juan

.- Joder Juan, sigue follándola, me está mamando como nunca me han mamado, dijo Manuel

.- Pues verás cuando le meta la polla, te vas a volver loco, respondió Juan

.- Hazlo ya, metela de golpe, decía Antonio

.- Antonio, eres un sádico, estas cosas hay que hacerlas despacio al principio, para que resulten agradables y podamos repetir, ¿o es que no querrás hacerlo de nuevo?, le increpó Manuel

.- Si, claro que querré, respondió Antonio

.- Entonces calmate un poco, dijo Manuel

Juan estuvo durante unos minutos follándome con los dedos, la sensación de dolor había desaparecido para dejar paso a una placentera follada, Juan notó este cambio.

.- Putita, estas preparada, te voy a meter mi polla, dijo Juan

Sacando unos segundos la polla de Manuel de mi boca

.- Si por favor, metela

.- Estas deseándolo putita, dijo Manuel

.- Si, deseo que me folles, por favor, hazlo ya

Juan arrimó su capullo y haciendo presión, lo introdujo dentro. Mi ano se abrió para recibirlo, pero el dolor volvió de nuevo

.-Ahhhhhh

.- Shhhhhh putita, no te quejes o dejaré que sea Antonio quien te desvirgue, dijo Juan

Juan mantuvo su polla quieta unos instantes, para que mi ano se acostumbrara, luego comenzó a introducirla más, poco a poco la enterraba entera en mi ano, la dejaba quieta unos instantes y continuaba.

.- ¿Te duele putita?, decía Juan

Sin sacar la polla de Manuel de mi boca, hacía gestos afirmativos

.- La dejaré un rato quieta, para que tu culo de nena se acostumbre, volvió a decir Juan

Este hombre sabía tratar a las mujeres, se notaba que era una persona sensible y sensual, con grandes sentimientos. Me alegré de que fuese el primero en follarme, si hubiese sido Antonio, el tratamiento habría sido completamente distinto. Juan comenzó a bombear de nuevo. Mi ano ya no me dolía, al contrario, sus embestidas comenzaron a proporcionarme un gran placer. Juan se percató de esto.

.- Ya no te duele, ¿verdad?

.- Nofff, contesté sin sacar la polla de Manuel de mi boca

.- Ahora te follare nenita, ¿quieres que lo haga?

.- Pffiiiiiii, follame

.- Así me gusta, que lo pidas

.- Venga Juan, ya está bien de ñoñerias, dale fuerte, dijo Antonio

.- Antonio, como sigas así no voy a dejar que la folles. Ahora es nuestra nena, nuestra puta particular, hay que tratarla con cariño, respondió Juan

.- Juan tiene razón, si no la tratas bien, será mejor que te vayas, dijo Manuel

.- Lo siento, es que llevo mucho tiempo sin follar y me muero por hacerlo, respondió Antonio

.- Los demás también llevamos mucho tiempo y no somos tan bestias, deberías pedir perdón a la putita, dijo Juan

.- Putita, lo siento, te trataré con cariño, como hacen Juan y Manuel, dijo Antonio con la voz quebrada

Mientras todo esto ocurría, la polla de Manuel seguía dentro de mi boca y la de Juan no paraba de follarme, lenta y profundamente. Sus huevos golpeaban mi culo a cada embestida, me trataba como a una señorita, pero me follaba como un animal, haciéndome sentir toda la plenitud de su polla dentro de mi ano, llenándolo por completo.

Antonio se puso a mi lado, situando su polla a la altura de mi cabeza, quería que la mamara

.- Venga putita, ahora la mía, me dijo

Sacando la de Manuel de mi boca, pero sin soltarla de la mano, metí la polla de Antonio, ese sabor desagradable del principio había desaparecido, gracias a la mamada anterior, su polla ahora resultaba más apetitosa, aunque su aspecto seguía sin gustarme, pero al fin y al cabo era una polla y eso sí que me gustaba.

.- Porque no vamos a la cama, seguro que estaremos mejor, dijo Juan

.- Si vamos, respondió Manuel

Juan sacó la polla de mi culo, dejando un inmenso vacío

.- Vamos putita, verás como lo pasaremos muy bien, me día Juan

Yo le miraba con ojos lascivos, aún vestida con la lencería que me habían dado

.- ¿Te está gustando putita?, ¿te gusta como te follo?, preguntó Juan

.- Si, me encanta

.- ¿te gusta que te tratemos como a una nena, como a una puta?

.- Si, me gusta mucho

.- Bien mi amor, túmbate en la cama, boca arriba

Haciendo lo que Juan me pedía, me tumbé en la cama. Con extrema dulzura, Juan sacó las bragas y separó mis piernas, dejando mi ano abierto, a su alcance. Antonio y Manuel. Se colocaron cada uno a un lado de mi cabeza.

.- Princesa, dime que quieres, preguntó Juan

.- Follame Juan, mete tu polla en mi culo

.- ¿Quieres que te folle putita?

.- Si por favor, hazlo ya, no aguanto más, deseo tener tu polla dentro de mi

.- No se…, no te veo con muchas ganas. Si de verdad quisieras, suplicarías porque lo hiciera

.- Juan, por favor, tengo muchas ganas, te suplico que me folles, que metas tu polla en mi ano

.- Esta bien putita, sí eso es lo que quieres

Juan, de un solo golpe, ensartó su polla dentro de mi ano

.- Ahhhhhhh siiiiiiiiiiiiiiii

.- Te gusta putita, te gusta mi polla

.- Siiii me encanta tu pollaaaaaaaaa

Ya está bien de hablar puta, abre la boca, dijo Antonio metiendo su polla dentro

.- Mmmmmm

.- Mira la puta como goza con una polla en el culo y otra en la boca, decía Antonio

.- Toma la mía y meneala, dijo Manuel cogiendo mi mano y acercándola a su polla

De esta manera, me encontraba ensartado por la polla de Juan en mi culo y las de Antonio y Manuel entrando y saliendo, alternativamente, de mi boca. Eran ellos los que llevaban el ritmo de la mamada, agarraban mi cabeza y la giraban para que chupase la del uno y la del otro, a cada instante. La follada de Juan era sensacional, su polla entraba hasta lo más profundo de mi ano, sus huevos golpeaban contra los míos, proporcionándome un placer indescriptible. Juan, a pesar de sus 80 años, tenía un gran aguante y su polla permanecía dura como la de un joven, verdaderamente este hombre sabía lo que era follar.

Durante unos segundos, mi boca quedó libre de las pollas de Antonio y Manolo, aproveché el momento para respirar profundamente y lanzar gemidos de placer

.- Siiiii sigueeeee no paresssssssss

.- Te gusta puta, te gusta como te follo

.- Siiiii me gustaaaaaa, dameee másssss fuerteeeeeee

.- ¿Quieres que te folle más fuerte, que sea más bruto?

.- Siii por favorrrrr

.- Veis lo que os decía, a la puta le gusta que la follen fuerte, dijo Antonio

.- Esta bien puta, te follaré más fuerte

Dicho esto, Juan comenzó una terrible follada, agarrando mis piernas y levantándolas, comenzó a clavar su polla de forma brutal en mi ano. El ritmo no era muy rápido, pero sí muy fuerte y profundo. Antonio y Manuel volvieron a apoderarse de mi boca, metiendo sus pollas dentro. Antonio, aprovechándose de las palabras que había dicho anteriormente, agarró mi cabeza y se tumbó sobre mi boca. Su polla entró hasta mi garganta, su pelvis taponaba mi nariz y no podía respirar, dejó su polla bien dentro, en mi garganta.

.- Saca la lengua puta y lame mis huevos, dijo Antonio

Como pude, saqué mi lengua y lamí sus huevos. Permanecimos así unos instantes, hasta que Manuel se dio cuenta que de seguir así, acabaría ahogado por mis propias babas.

.- Antonio, dejalo ya, que vas a terminar ahogando a la puta

Antonio se incorporó y sacó su polla de mi boca

.- Agggg ahhhhhhhh, dije respirando por fín

.- ¿A que no ha sido tan malo putita?, ¿te ha gustado?

Con la cabeza, hice gestos afirmativos. La verdad es que me había gustado esa forma de mamar una polla y la forma de forzarme de Antonio, la sensación de tener la boca completamente llena y encima poder lamer los huevos a la vez me había encantado.

.- Prueba tu Manuel, aunque no creo que sea capaz de hacerlo, tu polla es más grande que la mía, dijo Antonio

.- Manuel, por favor, haz lo mismo que Antonio, le dije en tono de suplica

.- ¿de verdad quieres que lo haga?, mira que mi polla es más grande y entrará más adentro, respondió Manuel

.- Si, quiero que lo hagas, por favor

Sin esperar más, Manuel se tumbó sobre mi cara, introduciendo su polla en mi boca y bajando poco a poco, la enterraba lo más adentro posible. Yo notaba que me ahogaba, notaba como las arcadas acudían a mi, la sensación de vomitar al tener su polla ensartada en lo más adentro de mi garganta, era muy fuerte. No dije nada, aguanté como pude, hasta conseguir que su polla se enterrase toda en mi garganta, saqué la lengua y pude lamer sus huevos.

.- Mmmmmm siii puta, mama asíiiiiiii

Al contrario que Anotnio, que dejó quita su polla dentro de mi boca, Manuel comenzó a follarme, metía y sacaba su polla en lo más profundo.

.- Ahhh siiiiiiiiii, lame mis huevossssssss

Con mi lengua fuera, al llegar sus huevos, los lamía unos instantes, luego el sacaba su polla hasta el capullo y repetía la operación.

.- Diossss putaaaa, me voyyyyy a correrrrrrrr

Manuel, dejó caer todo su peso sobre mi, su polla volvió a enterrase en mi garganta, la dejó quieta y comenzó a descargar su leche, llegando directamente al estomago. Me costaba tragar y respirar, pero me encantaba la sensación de que su leche entrase lo más adentro posible, casi ni podía saborearla.

.- Ohhhh diossssssss que buenooooooooo

Solo cuando dejó de correrse y sacaba su polla de mi boca, mi lengua pasó por su capullo, limpiando cualquier resto de semen que pudiese quedar. Mirándole a los ojos, lo relamía y limpiaba.

.- Putita, ha sido increíble, la mejor mamada de mi vida, dijo Manuel

Sin dejar de lamerle, le sonreí. Mientras todo esto ocurría, Juan había seguido con su follada, mi culo estaba ardiendo, irritado por el roce y las fuertes embestidas de su polla. Jamás pude pensar que un viejo tuviese tanto aguante. Seguro que volvería a follar con el más veces.

Manuel calló derrotado a nuestro lado, quedó tumbado en la cama, completamente relajado.

.- Venga Juan , termina que yo también quiero follarle, dijo Antonio

.- Aún me quedan fuerzas, pero vamos a cambiar si quieres, respondió Juan

.- Si quiero, dijo Antonio

Juan se salió de mi, un gran vacío quedó en mi ano cuando sacó su polla, pero a la vez sentí un gran alivio, el ano me ardía y escocía por su roce, por su tremenda follada.

.- Puta, hazte a un lado que me tumbe, dijo Antonio

Me hice a un lado y se tumbó boca arriba, su polla quedó mirando al techo, dura y desafiante.

.- Vamos, a que esperas, siéntate encima, volvió a decirme

Me puse abierto de piernas, agarré su polla y comencé a sentarme, bufff, notaba como su polla entraba en mi ano, como se abría camino.

.- Venga puta, siéntate y clavate bien mi polla hasta el fondo

Mientras decía esto, Antonio agarraba mi cintura y tiraba de ella hacía abajo, haciendo que me sentará completamente sobre el, su polla entró completamente en mi ano.

.- Mmmm así puta, así quiero que folles, decía Antonio

Juan, por su parte, subió a la cama, se puso de pies y agarrando su polla, me dijo.

.- Putita, chupa mi polla

Le miré directamente a los ojos.

.- Será un placer

Abrí mi boca y comencé a lamerla. Tenía un raro sabor, debido a que instantes antes había estado dentro de mi ano, pero no me importaba, quería esa polla, quería mamarla, chuparla y saborearla. Quería proporcionarle el máximo placer. Fui yo el que hundió la polla en lo más profundo de mi garganta, mientras cabalgaba la polla de Antonio, practicando lo que antes había hecho, saqué mi lengua y, con la polla de Juan en mi garganta, lamí sus huevos. Mmmm que inmenso placer, cabalgar una polla y mamar otra a la vez.

.- Asíiii, muevete asíii, no paressss, decía Antonio mientras yo subía y bajaba

.- Mmmm putita, sigue mamando, me queda poco. ¿Quieres que me corra en tu boca?, decía Juan

Sin sacar su polla, hice gestos afirmativos con mi cabeza, quería saborear su semen, lamerlo y tragarlo, quería sentir como su polla explotaba dentro de mi boca, inundándola de leche.

.- Putaaaaaaa, me corroooooooooo, dijo Antonio

Al momento, sentí como su leche inundaba mi ano, un líquido espeso y cliente resbalaba en mi interior.

.- No pares putaaaaaaa, sigueeeee

.- Juan, putita creo que llegó la hora, te voy a dar mi leche, dijo Juan

Seguí cabalgando, follando la polla de Antonio. Juan sacó la suya de mi boca y comenzó a menearla, se estaba pajeando delante de mi cara, permanecí con la boca abierta y sacando la lengua, para recoger todo el semen que pudiera salir de ella.

.- Tranquila putita, cuando me vaya a correr, la meteré dentro de tu boca, ¿quieres eso verdad?

.- SI, quiero tu leche

Juan siguió meneando, mientras yo lamía y tragaba el precum que salía de su polla. Ya no cabalgaba a Antonio, su polla permanecía flácida dentro de mi ano.

.- Toma putita, toma mi leche

Abrí la boca lo más que pude, Juan la introdujo dentro y una gran cantidad de leche inundó mi boca.

.- Siiii traga así putitaaaaa, tragaaaaa mi lecheeeeee

La polla de Juan no dejaba de escupir semen, semen que yo tragaba con gusto y placer. Mientras el se corría, yo comencé a menear mi polla, haciéndome una tremenda paja. Juan terminó de correrse, pero no dejé que su polla se saliera de mi boca. Me gustaba demasiado para dejarla escapar y el lo notó.

.- Te gusta mi olla, verdad putita

Le hice gestos afirmativos, mientras mi polla escupía leche que cayó sobre el cuerpo de Antonio.

.- Joder puta, mira como me has puesto, tendrás que limpiarlo

Juan sacó su polla de mi boca, brillante y caliente. Yo la seguí, no quería dejar de mamarla.

.- jaja, mira que eres puta, no quieres para, ¿verdad?, dijo Juan

.- No, no quiero parar de mamarla, me gusta mucho tu polla Juan

.- Tranquila putita, la tendrás más veces. Ahora limpia a Anotnio, antes de que se enfade

Descabalgué a Antonio y me dispuse a limpiar mi corrida, pasé mi lengua por su estomago y su vientre, hasta dejarlo bien limpio, sin rastro de leche.

.- Ahora la polla, dijo Antonio, limpiala

Me agaché, cogí su polla y la lamí hasta dejarla reluciente.

Todo había terminado, los tres, de una manera u otra, me habían follado. Pero en mi interior sentía una gran decepción. Quien se había corrido dentro de mi, dentro de mi ano, había sido Antonio.

.- ¿Que tal putita, lo has pasado bien?, preguntó Manuel

.- Si, muy bien la verdad

.- ¿Querrás repetir?, dijo Juan

Mirándole a los ojos directamente y acercando mi mano a su polla.

.- Por supuesto, creo que ha quedado una cosa pendiente, le dije

.- ¿A si?, ¿que cosa?, dijo Juan

.- Sentir tu leche dentro de mi ano, respondí

.- ¿Y la mía no?, dijo Manuel

.- Por supuesto, la tuya también, le respondí

.- Entonces tendremos que vernos otra vez, ¿no?, dijo Juan

.- Podemos vernos mañana, dijo Manuel

.- ¿Estaréis recuperados?, pregunte

.- Tu por eso no te preocupes, tendrás polla para rato, dijo Juan

.- Yo mañana no puedo, espetó Antonio

.- Pues tu para otro día, contesté mientras pensaba, menos mal, este no me gusta nada

.- Pero una cosa, tendrás que venir con ropa interior de tu mujer, busca lo más sexy que tenga y lo traes puesto, volvió a decir Juan

.- Por ti Juan, lo que quieras.

Mientras decía esto, mi cabeza daba vueltas para saber como hacer y vestirme en casa, sin que nadie se diese cuenta. Pero quería complacer a Juan todo lo posible y sí eso quería, eso tendría.

Dejé de acariciar su polla y me vestí. Antes de salir por la puerta, eché un último vistazo, los tres permanecían sentados, con sus pollas adormecidas entre sus huevos vacíos de leche, relajados y contentos por el buen polvo.

De camino a casa, olía el semen que había resbalado por mi barbilla y podía saborearlo incluso.

.- Hola amor, ya has vuelto, ¿que tal Manuel?

.- Ah, hola, muy bien cariño, aún está algo convaleciente y puede moverse poco. He quedado en ir mañana otra vez a verle

.- Vale, dijo mi mujer acercándose y plantándome un esplendido beso en la boca

¿Notaría el sabor del semen, lo olería?, esto me asustó enormemente

.- ¿Que has bebido, sabe muy bien?, dijo

.- Leche de coco, respondí

.- Pues sabe muy bien, dile que mañana te dé más y me traes un poco, respondió con una sonrisa picara en la boca

.- Se lo diré, no te preocupes. Bueno, voy a la ducha.

Mientras caminaba a la ducha, pensaba en su sonrisa. Estaba seguro que había notado el sabor del semen en mi boca, su comentario y la sonrisa no paraban de girar en mi cabeza.