Mi vida sexual (VI: La madre de Susy)

Empezó a lamer mi oído, mi cuello, bajo los tirantes y empezó a chupar mis senos, estaba súper caliente y me deje llevar, apretaba mis nalgas, su dedo ya buscaba desesperadamente la abertura de mi ano, mi vestido callo al suelo, me acostó en el sillón y empezó su exquisita mamada en mi vagina.

Llego el día en que tuve a mi bebe, fue una linda niña y con la ayuda y el cuidado de mi madre mi parto fue normal y los días de recuperación fueron rápidos, a los diez días llego su hermana fue cuando supe claramente las intenciones de mis padres, mi madre se hizo la embarazada de mi padre y mi hija pasaría a ser hija de ella, por mi parte seguiría sin mancha mi dignidad como mujer, mientras estuvo mi tía en casa mi madre tuvo que jugar su papel de estar en cuarentena y yo como recién llegada de la capital, así estuvimos hasta que mi tía se fue tranquila de haber cumplido su encomienda familiar, fue cuando mi madre me dijo que tendría que trabajar para poder sostener a mi hija, realmente en el pueblo no había algo bueno en que desempeñarse, fui a la escuela para ver en que podía ayudar, afortunadamente tuve suerte y estuve como secretaria de la directora, así fue pasando el tiempo, mi padre ya no intentaba tocarme ya que mi madre estaba todo el día en la casa cuidando a mi hija.

Ya habían pasado varios meses cuando Mitzy regreso, en las cartas que le mande le conté que había tenido una niña y que actualmente trabaja en la escuela primaria del pueblo y cuando llego fue a buscarme directamente ahí, me platico que el gerente fue nuevamente a buscarme y ella no supo que mas podía inventar y se atrevió a preguntar por su familia, el le dijo que era verdad pero que su única familia era su hijo ya que su esposa había fallecido hace cinco años atrás, me quede sorprendida, llore por la estupidez de no haber aclarado las cosas, Mitzy jamás le platico de mi embarazo, así que no sabía tampoco esa parte, mas fue mi sorpresa al ver cuando Luis el gerente del hotel entraba a la oficina de la escuela con un maravilloso arreglo floral, se arrodillo y me pidió perdón por no haberme contado de su familia, me dijo que quería casarse conmigo, con lagrimas en los ojos acepte.

También le pedí perdón por no haber aclarado las cosas, nos abrazamos y me pidió conocer a mis padres para pedir mi mano, quería que nos casáramos en la ciudad, yo sabía que no lo aceptarían, mucho menos me dejarían llevarme a mi hija ya que mis padres la habían registrado como hija suya, acepte llevarlo a la casa, de cualquier manera a esa hora no estaría mi padre en casa y con la negativa de mi madre no pasaría a mayores, realmente estaba enamorada y no dejaría pasar esta oportunidad de ser feliz, al llegar le dije que esperara en la sala en lo que llamaba a mi madre, al entrar a mi cuarto mi madre estaba arrullando a mi hija, me dolió mucho la decisión que estaba a punto de tomar, así que sin miramientos le dije a mi madre que afuera estaba el padre de mi hija, que iba pedir mi mano para que nos casarnos, que me iría con mi hija nuevamente a la capital, que me iría a vivir con el padre de mi hija, mi madre sin ningún gesto acostó a mi hijita en la cama y me hizo señas que saliéramos afuera, su semblante cambio por completo, me dijo que jamás permitiría, le trate de explicar pero no me lo permitió, se escuchaban claramente sus gritos hasta la sala, escuche que abrían la puerta, me imagine lo peor, al llegar a la sala era lo que temía,

había llegado mi padre, mi miedo creció mas, pero aun así no quería arrepentirme Luis se presento y mi padre adivinando lo que escucharía casi me golpeo con la mirada, no permitió que terminara cuando se negó rotundamente, dijo que era muy chica como para permitir tal hecho, le dije que quería ser feliz que me lo permitiera, el me dijo que era feliz antes de irme a la capital, groseramente le dijo a Luis que se retirara que no había mas que decir, Luis trato de hablar y mi padre no se lo permitió, Luis me miro y salió, yo quería salir tras de el cuando mi padre me detuvo bruscamente del brazo, me dijo que si no había entendido la lección, casi grite cuando le dije que el no tenía derecho a decidir por mi vida, jamás lo hubiera dicho, me abofeteo, me insulto, me tomo del brazo y me hecho afuera, le dije que me diera a mi hija a lo que de un cerron en la puerta me dijo todo, quería regresar el tiempo y no haberme embarazado como tampoco haber regresado al pueblo pero las cosas ya estaban hechas y no había marcha atrás, unas cuadras adelante me estaban esperando Mitzy y Luis, al llegar Mitzy corrió hacia a mi, les platique lo sucedido y los dos me consolaron, nos fuimos a la capital, yo iba destrozada, no por los golpes, sino por haber dejado a mi chiquita, quería salir adelante y si era posible con abogados regresar por mi hija, al llegar a la capital, Luis me llevo a su departamento, me bañe y me puse cómoda, hicimos el amor, solo que esta vez le dije que no quería que terminara dentro de mi, necesita visitar a un ginecólogo para cuidarme, sin musitar pregunta lo hizo y me dijo que el me llevaría, sin embargo no sabia como decirle de Susy, preferí esperar.

Al otro día fuimos a comprar ropa, para que me presentara a su hijo, así lo hizo, llegamos a su casa en donde vivía su hijo que estaba al cuidado de una niñera, su casa no era tan grande, con la servidumbre necesaria bastaba para mantener una hermosa casa con un buen decorado y con un lujo indescriptible, al entrar me presente con un hermoso niño de escasos 6 años, en ningún momento me rechazo, hizo un comentario del cual me sentí especial ya que al parecer Luis le hablo mucho de mi, el ya sabia mi llegada así que estaba preparado para el momento, fuimos a comer y trate de volcar parte de mi cariño hacia Pepito el hijito de Luis, no regrese a trabajar al hotel, me dedique a ser ama de casa a cuidar de Pepito y de Luis, casi a los dos meses me case con el, la recepción fue en un salón del hotel y fui presentada oficialmente como su esposa ante tanta concurrencia, habían pasado casi tres años cuando decidí ir al pueblo, mi cuerpo había superado las medidas, me sentía mas hermosa que nunca, le dije a Luis que iría sola a ver a mis padres, acepto y me dio dinero para llevarles, esta vez no fui en autobús sino en mi coche, el coche que Luis me había comprado, al llegar el pueblo como siempre era el mismo, toque la puerta, no entre por la forma como me fui, me abrió mi madre, la vi mas acabada, no tenía el semblante de la mujer que vi hace tres años, mal vestida y con años muy pesados encima, nos abrazamos al entrar un pequeñita muy hermosa salió a nuestro encuentro casi llore de felicidad, mas lagrimas abundaron cuando mi madre le dijo que yo era su tía Clara, no podía creer tanta crueldad.

Mi madre dijo que mi padre había dicho que jamás habían tenido una hija, que apenas había nacido la única hija de ellos y yo pase a ser hermana de mi padre, llore con mucho resentimiento, ellos ya habían decidido su historia, en ese momento llego mi padre, Susy corrió a abrazarlo, cuando me vio se sorprendió,  me levante como queriendo abrazarlo, bajo a Susy y me abrazo cálidamente, suavemente le pregunte porque habían decidido el parentesco entre yo y mi hija, no me contesto nada, solo con una mirada de mi padre mi madre llamo a Susy y salieron, mi padre me tomo de la cara y me dijo que porque así lo había querido yo, que mi hija sufriría mucho al saber que yo la abandone por irme con un hombre, le dije que ese hombre era su padre, nuevamente me abrazo, sin poder evitarlo me humedecí de sentir como encañonaba su verga en mi pelvis.

El vestido que llevaba puesto era corto, escotado y de tela muy ligera, mi padre me decía que le había dolido mucho mi decisión, que no me preocupara por Susy que estaba al buen cuidado de mi madre creo que esa era la razón de la apariencia de mi madre, me dijo que jamás contemplo que yo estuviera con otro hombre o que me llegara a enamorar, le dije que aun me tenía, me apretó mas y empezó a lamer mi oído, mi cuello, bajo los tirantes y empezó a chupar mis senos, estaba súper caliente y me deje llevar, apretaba mis nalgas, su dedo ya buscaba desesperadamente la abertura de mi ano, mi vestido callo al suelo, me acostó en el sillón y empezó su exquisita mamada en mi vagina, lo que provoco mi primer orgasmo.

Eso me hizo quitarle la camisa, besar su

boca, su cuello y bajarme a quitarle su pantalón y darle una mamada en esa verga que ya había olvidado su grosor, me volteo y me penetro suavemente, el movimiento de su cadera era lento y profundo, lo que provoco nuevamente otro orgasmo, sin sacar su verga se sentó, me volteo de frente y empezó a mover mi cadera, chupaba exquisitamente mis

senos, el movimiento paso a ser frenético y violento así llegaron uno a uno aquellos orgasmos que había olvidado, el también se vino dentro de mi, para ese tiempo yo ya tenía un control ginecológico, me abrace de el y le dije que jamás me olvidaría de el, pero que me permitiera  ser feliz, que me dejara llevarme a mi hija, me dijo que la historia ya estaba plantada por mi y que lo único que el podía concederme era verla cuando yo quisiera, nos levantamos y nos vestimos, le dije que les enviaría dinero para mi hija, me dijo que de hoy en adelante le diría Susy o sobrina, acepte, el salió a buscar a mi madre en lo que arreglaba un poco mi cabello y el sillón, le di dinero a mi madre, les dije que el auto de afuera era mío y que vivía cómodamente al lado de Luis, me despedí de Susy y me regrese mas tranquila.

Al llegar a la capital le dije a Luis que quería trabajar para enviarles dinero a mis padres, que las pases ya estaban hechas y quería ayudarlos, Luis acepto, así fueron pasando hasta que Susy cumplió los seis años, había ya hablado con mis padres que a los seis años me llevaría a Susy a estudiar a la capital a un internado de monjas, mi padre acepto y fui al pueblo por ella, los tres la regresamos a la capital, la internamos y quedamos que cada verano ellos vendrían por ella y la llevarían al pueblo con ellos, yo me encargaría de todo lo económico.

Esto sucedió cada verano, yo por mi parte trabaje al lado de Luis, abrimos un hotel mas sencillo y yo me dedique a la administración de el, las ganancias eran buenas con ello le contrate una persona que ayudara a los quehaceres de mi madre y remodelar un poco su casa para que Susy viviera y pasara cada verano cómodamente como yo,  Pepito ya había crecido, la familia de mis padres me tenían en mal concepto por haber tenido de dinero de un día para otro, decían tantas cosas de mi que yo era la oveja negra de la familia, en los veranos en que Susy estaba en el pueblo yo iba a verla, ya no había oportunidad de cogerme con mi padre, la mayor parte del día platicaba con Susy, así paso el tiempo, Luis sabía de Susy, sabía que era mi sobrina y que yo la protegía económicamente, así como Susy, sabía era casada que tenía un hijo mayor que ella, pero los dos no sabían la verdad.

Creí que había pasado el tiempo necesario Susy cumpliría 18 años y creí que era el momento de decir la verdad, fue cuando hable con mis padres y les dije que ese verano Susy estaría conmigo, ellos aceptaron, hable con Luis y Pepe y gustosos estarían dispuestos a recibirla, fui por ella, se había convertido en una chica muy hermosa, no llevaba nada para ponerse, fuimos a comprar suficiente ropa para todo el verano, aproveche para comprarle las mismas pastillas que me receto el ginecólogo cuando tenía su edad, le dije que se las tomara por cualquier contratiempo, creo que estas vacaciones fueron las mejores que haya tenido, le confesé la verdad a todos, a Luis a Pepe y a Susy, están contentos, estoy orgullosa de tener completa a mi familia sin problemas, Susy regresara al internado a seguir con su especialidad, antes del próximo verano iré a ver a mis padres para decirles lo que he hecho, y ese verano iré por Susy y estaremos todos juntos en el pueblo como lo que somos una hermosa familia...

FIN....