Mi vida se rompe 5: Y por fin Beatriz (Final)
Esta vez si, nuestro protagonista, consigue rehacer su vida. Poco le queda de infidelidad a este realto, pero como empecé así la serie, la acabaré de igual modo
Esa mañana se había hecho eterna, porque la misma semana se anunció, que, debido a la fusión de la multinacional en una sola marca, una de las plantas de sobraba. Y una de dos o se hacían recortes salariales, o se cerraba justamente nuestra factoría. El sindicato para preservar los puestos de trabajo y la planta de la ciudad había acordado con la multinacional una rebaja del 5% del salario, de todos los empleados de la misma. Fue un gesto de solidaridad sin límites. Yo, al no tener hipoteca, el recorte no me había afectado sustancialmente, pero gracias a eso habíamos asegurado la vida de la empresa durante los próximos 25 años. Yo entendía que aquellas personas que difícilmente llegaban a fin de mes una rebaja del sueldo era un auténtico desastre, pero peor era el futuro sin cobrar nada debido a los despidos masivos. Las personas a mi cargo se pasaron el día entrando en mi despacho para contarme las consecuencias de ese acuerdo, hasta el sindicalista vino a quejarse, a ese no le envié de una patada a su puesto de trabajo porque dios es bueno, pues él había sido uno de los que lo firmó.
Cuando ya estaba hasta las narices de todo la administrativa encargada del teléfono me avisó de que tenía una llamada del colegio de los nenes. Me extraño pues estábamos en la quincena que le tocaba a mi ex y el colegio sabedor de este acuerdo solía llamar al padre que le tocaba. Cuando pedí que me pasasen la llamada a mi despacho pensé que quizá mi ex por lo que fuese no podía ir al cole y había pedido que me llamasen a mí.
- ¿ Buenos días, Dígame?._ Dije al descolgar el teléfono
- Señor Golzalvez, soy Puri la tutora de su hijo Adrián
- Puri por favor llámeme, Joaquín y tutéame
- ¿Podría venir al colegio?
- ¿Le ha pasado algo al nene?
- Es algo que no querría hablar por teléfono, el nene se encuentra bien por eso no se preocupe._ Dijo la tutora
- ¿Qué su madre no puede ir?._ Dije
- Es algo que le afecta a ella, si no puedes venir te esperaré hasta la hora que acabes de trabajar._ Dijo
- No hará falta en 20 minutos estoy allí._ Dije preocupado
- Gracias te lo agradezco.
Dije a la jefa del departamento que tenía que salir porque le había pasado algo a mi hijo y en veinte minutos estaba en el colegio.
- ¿Qué pasa Puri?
- Esta mañana cuando ha llegado Adrián lo he notado raro, más callado de lo normal, no ha participado en las actividades de clase. Es un nene introvertido, pero cuando sale al patio juega con los de la clase y hoy estaba en un rincón sentado con su hermana Nuria a su lado. Entonces cuando se ha puesto la mochila para ir a educación física le he notado un gesto de dolor y al subirle la camiseta, he visto esto.
Puri le levantó la camiseta a mi hijo y pude ver que, cruzándole la espalda había lo que parecía la marca de un correazo, al acercarme más pude ver que en algunos puntos había levantado la piel haciéndole sangrar.
- ¿Adrián cariño que es esto?
- Nada papi._ Contestó mientras me abrazaba y rompía a llorar como un desamparado.
- Adrián cariño, cálmate, el papá está aquí, ¿Cómo te has hecho la herida de la espalda?._ Dije
- No se papi.- Dijo entre hipidos y volvió a llorar.
- Nosotras llevamos una hora intentando que nos diga que pasó y no ha habido manera.- Dijo la tutora
- ¿Dónde está Nuria?._ Pregunté
- Se la ha llevado la sicóloga, para conseguir saber algo, porque tampoco dice nada.- Dijo Puri
En ese momento entró la sicóloga con mi hija y esta al verme vino corriendo me abrazó y rompió a llorar también. Esperamos diez minutos a que se calmase y le dije
directamente a Nuria, que era la que más calmada estaba.
- ¿Cariño te han dicho que no digas nada?
- Mamá me lo hizo prometer. Y tú siempre dices que las promesas no se rompen.
- Veras Nuria las promesas no se deben romper, pero si una promesa puede hacer daño a un ser querido, has de romperla para que no vuelva a pasar.
Mi hija estuvo meditándolo un par de minutos y dijo
- Ha sido el novio de mama, como Adrián no paraba de llorar porque tenía miedo, le pegó con la mano y como aún lloró más le dio con la correa en la espalda. Sí mamá no se pone delante le habría seguido pegando.
En ese momento todos mis músculos se tensaron, mi cara debió de cambiar al de rojo furia, me disponía a levantar dispuesto a matar, sí a matar a ese cabrón, cuando noté una mano en la espalda.
- Se lo que pretende hacer, tiene usted todo el derecho, pero tenga en cuenta que si a usted lo meten en la cárcel, los dejará a su merced. Si ahora sólo piensa en matarlo, pero es usted una buena persona y solo le dará una paliza brutal, por lo que cuando se recupere, le aseguro que se vengará con sus hijos. Este tipo de personas son así de cobardes.
Me giré para ver quien decía eso y vi unos ojos verdes que me miraban con comprensión, pertenecían a una mujer increíble, pelirroja, con el pelo rizado, alta, caderas anchas un culo imponente y un par de tetas de vértigo.
- Le presento a Beatriz, nuestra sicóloga, ella le acompañará al hospital para que examinen a Adrián y después a la policía a que ponga la correspondiente denuncia._ Dijo La maestra.
Cuando la lógica de las palabras de la sicóloga llegaron a mi enfurecido cerebro, me calmé lo suficiente, como para ver que la atención médica de mi hijo era prioritario, lo de matar podía esperar unas horas. Entonces cogí el teléfono llamé a mi madre y le dije:
- Ven al colegio a por Nuria, he de llevar a Adrián al hospital, pase lo que pase no dejes que su madre se lleve a la niña, ya te explicaré.
Colgué el teléfono y dije:
- Cuando llegue su madre a las 5 por ellos, dígale que me los he llevado yo y que se lo que ha pasado._ Dije mientras ponía mi mano sobre mi hija
- Se hará como usted diga._ Dijo el director del centro que estaba en el aula, parece ser que entró con la sicóloga.
- Habrán escuchado que mi madre va a recoger a la nena dénsela sin preocupación, voy a llamar a la empresa de seguridad de la fábrica, me deben varios favores y uno de sus hombres los protegerá._ Dije
- No se preocupe que así se hará.- Volvió a reiterar el director, poniéndose la mano en el pecho
- Nuria, mi amor, ahora vendrá la abuela por ti, yo he de llevar a Adrián al médico, hoy comerás con ella y ya no volverás al cole hasta mañana._ Le dije a mi hija
- Vale api._ Dijo la niña mientras me daba un beso
- Yo conduzco le veo muy alterado._ Dijo la sicóloga cuando estuvimos cerca de mi coche
- Tiene razón, tome las llaves._ Le dije mientras le daba las llaves, senté a Adrián en su silla y salimos hacia el hospital.
Ya en el coche llamé a la empresa de seguridad y mandaron uno de sus hombres, de esos que parecen un armario de lo grande que son, a casa de mi madre.
Volví a llamar a mi madre ya cuando llegábamos al hospital se lo conté todo y le advertí sobre la llegada del guardaespaldas a su casa.
Cuando llegamos al hospital lo primero que hicieron los médicos al ver la lesión de mi hijo fue llamar a los servicios sociales, pues habían visto muchos casos de maltratos y yo podría haber sido el causante. No se lo tuve en cuenta, en estos casos es preferible pasarse de precavido. Cuando llegó la asistenta social nos entrevistamos.
- Don Joaquín, no me iré por las ramas, la herida que tiene su hijo es claramente debida a un golpe realizado por una persona adulta. ¿Puede explicarme que pasó?
- Lo cierto es que solo puedo decirle lo que me han dicho los nenes, pues no estaba presente cuando ocurrió el incidente. Pero parece ser que el causante es la actual pareja de mi ex mujer
- Y yo puedo corroborar su versión, me llamo Beatriz XXX soy la sicóloga del colegio de Adrián._ Dijo Beatriz a la asistente social.
- Bien, si no les importa querría hablar a solas con el nene.
Y nos hizo salir de la sala donde nos encontrábamos.
- Doña Beatriz he de darle las gracias por acompañarme al hospital, estoy seguro que su apoyo servirá para que comprenda la situación._ LE dije a la sicóloga
- Por favor no me llame Doña Beatriz, que esa era mi abuela, llámeme Beatriz a secas y tutéeme.
- Hasta hoy no la había visto, ¡Es usted nueva en el cole?
- Sí, me trasladaron este curso, pues el anterior sicólogo, encontró plaza en su pueblo y marchó allí.
- El cambio ha sido sustancial, hablé mucho con el anterior sicólogo tras mi divorcio y era una persona mayor muy conservadora, lo que me obligó a llevar a los nenes a un sicólogo fuera del colegio._ LE comenté
- Lo sé, estaba ya cansado de estar aquí, quería marcharse a su pueblo, pero es un pueblo pequeño y sólo disponía de un colegio, por lo que hasta que no se jubiló el sicólogo de allí, no pudo irse._ Explicó Beatriz
- Pero eso no es escusa para hacer mal tu trabajo._ Le comenté
- Me lo vas a decir a mí, llevo desde que empezó el curso arreglando todos los desaguisados que montó._ Dijo con cara de fastidio
Estuvimos hablando diez minutos más de temas intrascendentes hasta que la asistente social nos llamó, para que entrásemos.
- El caso es más grave de lo que pensaba, el novio de su ex, lleva maltratándolos desde hace meses, sobre todo sicológicamente._ Pero ha pegado a los dos en varias ocasiones.
- ¿y su madre no hace nada?._ Dije yo volviendo a nublárseme la vista
- Pues parece que su ex es una persona dominada por el maltratador y no se atreve a llevarle la contraria.
- Si que es grave la cosa. ¿Y que aconseja que hagamos?._ Dijo Beatriz, a partir de este momento sólo habló ella pues la ira se estaba abriendo paso a marchas forzadas por mi cerebro.
- Yo iría de inmediato a la policía a poner una denuncia y tras hacerlo ir al juzgado a pedir una orden de alejamiento. Yo les he escrito un informe para que lo presenten en el juzgado y apoye la petición de alejamiento.
- El problema es que los juzgados cierran a mediodía y ya son las 2, no nos dará tiempo._ Dijo Beatriz
- Tranquila con este informe pueden tener a los nenes un par de días, sin que les afecte negativamente a la hora de ir a los juzgados.
- Muchas gracias pues, no la molestamos más._ Dijo Beatriz
- Tomen mi tarjeta, si necesitan que testifique en el juzgado no duden en llamarme._ Dijo la asistente
- Gracias._ Volvió a decir.
Cuando saliamos de los servicios sociales, le dije a Beatriz
- Antes de ir a la policía, podríamos dejar al nene en casa de mi madre.
- ME parece una gran idea._ Contestó
Y nos fuimos a casa de mi madre, le expliqué someramente la situación a mi madre, le enseñé las lesiones de Adrián y volvimos a salir.
- Por favor Beatriz antes de ir a la policía, déjame una hora que he de hacer una cosa._ Dije
- Ni de coña
Y ni corta ni perezosa, empezó a morrearme, el cabreo que tenía me sobrexcitó, por lo que tuve una erección de inmediato, ME sacó la polla y me hizo una paja frenética, por lo que en un par de minutos, me corrí, calmándome un poco.
- ¿Esto a que ha venido?._ Le dije mientras recuperaba el resuello
- Es la única forma que se me ocurrió de calmarte y que no hicieses una tontería._ Dijo
- Pero chica casi no te conozco.- LE contesté
- Ahora sabes que se hacer buenas pajas._ Dijo mientras me guiñaba un ojo.
- No me cabe la menor duda de eso, le dije riéndome a mi vez
- Además también sabes que me gustas y que si no te guardas la polla en los pantalones podemos tener un buen lio, te recuerdo que estamos en plena calle._ Dijo con una sonrisa pícara.
- Ostras, es verdad, mira que eres valiente tu podría haber pasado alguien._ Le dije
- Tranquilo tapaba tu polla con mi cuerpo, por eso tengo el pantalón lleno de tu leche, solo habrían visto una pareja besándose. Menos mal que llevaba otro en el bolso.
Y en medio de la calles cambió de pantalones, comprobé que usaba ropa interior de seda.
- ¿Siempre llevas un pantalón de sobra?
- Sí, trato con nenes problemáticos, y más de una vez me han devuelto encima._ Dijo mientras subía al coche.
Fuimos a la comisaría a poner la denuncia, la verdad allí nos aconsejaron ir con un abogado al juzgado para pedir la orden de alejamiento. Entonces llamé al que me llevó el divorcio y me dijo que me acompañaría sin ningún problema.
- Beatriz son casi las cuatro y aún no has comido, si quieres te invito a comer, para agradecerte lo que has hecho hoy._ Le dije
- No tienes que agradecerme nada, ha sido un placer tu compañía y ahora no creo que encontremos nada abierto para comer._ Dijo
- Si te atreves, te invito a mi casa a comer, prometo no morderte.- Dije entre risas.
- No sería un problema, he medido tu polla y es de un tamaño perfecto._ Dijo tocándome la entrepierna.
Os podéis imaginar lo rápida que fue la comida, porque, esta vez sí, me follé a una mujer nada más conocerla. El sexo con Beatriz es increíble:
Trata la polla con tanto respeto que te hace enloquecer, la acaricia, la mama, la besa, se la engulle por completo, eso sin parar de acariciar los huevos.
Tiene unas tetas enormes, una 115, me confesó más tarde, eso sí, curiosamente tiene una aureola pequeña y un pezón igual de pequeño. Pero son increíblemente sensibles, has de ir con mucho cuidado con ellos, porque si te pasas de rudo puedes hacerle daño
No lleva el coño depilado, pero no le hace falta, no le crece mucho pelo, por lo que no lo necesita, su clítoris es relativamente grande, cuando le estas comiendo el coño lo notas crecer con cada lametón, es una auténtica pasada.
Beatriz es una persona a la que le encanta cambiar de postura, cuando llega al límite del orgasmo, ella misma, te pide cambiar de postura, para continuar disfrutando de tener mi polla en su interior sin correrse. Es la única mujer que sabe tenerme más de media hora follando sin corrernos, es la perfección follando, al menos para mí.
A las seis y media después de corrernos un par de veces cada uno, me dijo
- ¿Me puedes acercar al cole? Tengo allí el coche y lo necesito para ir mañana a trabajar.
- Te acerco al fin del mundo si el sábado cenas conmigo
- Sólo si elijo yo el restaurante._ Contestó
- A mi mientras no sea un chino, lo que quieras._ Dije
- No será un chino, pero espero sorprenderte._ Me dijo
La llevé al cole y fui a por los nenes, en ese momento mi ex aporreaba la puerta de casa de mi madre. Me acerqué a ella, pero con el ruido que armaba no me oyó, por eso cuando me dirigí a ella dio un buen salto.
- Tu, so puta, ¿qué cojones crees que estas haciendo?._ Le espeté
- Tenme un respeto.- Dijo
- Yo respeto a las personas que se lo ganan, y una madre que permite que peguen a sus hijos y los vejen sicológicamente, no se lo gana.- Dije mascullando las palabras una a una
- ¿Y tú que sabrás?._ Dijo todavía desafiante
- Lo sé porque mis hijos me lo han contado, y en ellos si que confío ciegamente._ Dije remarcando el “mis hijos”
- Voy a hablar con mi abogado y nos veremos en el juzgado._ Me dijo
- Corre ves que yo ya he visto al mío, además de ir a la policía a poner una denuncia y a servicios sociales para que certificasen los malos tratos. También he ido al hospital donde le han hecho fotos de las lesiones que tenía Adrián._ Le dije
Casi cae de culo, cuando le dije todo eso. Su cara se tornó blanca, se quedó con la boca abierta, pues no se esperaba esto y finalmente agachó la cabeza. La tenía vencida.
- Pedazo de ramera haznos un favor a todos y márchate, que ya nos veremos en el juzgado.- Le dije mientras señalaba la puerta de salida.
Con la cabeza gacha todavía enfiló la calle. Entré a la casa le di las gracias al guarda espaldas, mientras lo despedía. Abracé fuertemente a mis hijos. Estuve hablando con mi madre de los pasos a seguir a partir de ahora y estuvo de acuerdo en todos. Por supuesto, aunque le dije el papel que Beatriz había tenido en todo este tinglado, no le conté la intimidad que habíamos tenido. A fin de cuentas es mi madre.
A primera hora del día estábamos en el juzgado, yo fui acompañado de Beatriz, mi abogado y la asistente social. La asistenta quería presentar ella misma su informe. Según me dijo, la inteligencia de mi mujer había mejorado unos cuantos enteros, pues nada más dejarme fue a asuntos sociales y le llamó de puta para arriba; la consecuencia que esto tuvo fue que cabreó sobremanera a la asistencia social y vino a cerciorarse de que conseguía esa orden.
Tras poner la denuncia detuvieron al maromo, y lo llevaron al cuartelillo, más como precaución, pues cuando vieron mi cara, pensaron que lo mataría i no lo detenían. Por lo que cuando llegamos estaba en los calabozos del juzgado y lo hicieron subir.
Sabéis que es un cobarde y nada más preguntarle el juez, si había pegado a los niños, lo negó, pero ante las abrumadoras pruebas que presentamos, rompió a llorar y lo confesó todo. Conseguí la orden de alejamiento y la custodia total de forma preventiva hasta que saliese el juicio.
Cuando salíamos del juzgado una voz masculina sonó a mi espalda
- Chaparro ¿Como estas?
- Mario, puñetero ¿Qué es de tu vida?
- Venía a hablar contigo._ Dijo
- Pero a solas si es posible._ Me contestó
- Yo he de volver al cole._ Dijo Beatriz dándome un beso de esos que te empalma en el acto
- Yo al despacho, pero no pienso besarte.- Dijo mi abogado, mientras me daba la mano
- Yo, con permiso de Beatriz, si pienso, besarte y desearte lo mejor en la vida._ Dijo la asistente social
Tras despedirme de todos, acompañé a Mario a un bar cercano, para poder hablar tranquilos.
- Menuda jaca te has agenciado, si te cansas de ella, avísame._ Dijo entre risas
- Pues vas a tener que esperar sentado, porque es puro fuego y quiero quemarme.- Le contesté entre risas.
- Como te decía, tengo un asunto que indirectamente te afecta._ Dijo
Cuando una persona dice eso te preocupas, pero cuando lo dice Mario te asustas. Os contaré quien es Mario:
Es hijo nieto y bisnieto de prestamistas, pero prestamistas de la antigua escuela, de esos que si no devuelves la pasta te rompen las piernas. Siempre se ha movido en esa raya gris que separa la legalidad de la ilegalidad. Negocia tanto con personas corrientes, como con la mafia, para que nos entendamos.
¿Cómo nos conocemos?. Pues del instituto, era al igual que yo un marginado, pero no de la misma clase, de mi pasaban hasta el culo porque era un mindungui. Pero a Mario le temían, sabían quién era su padre y eso les amedrentaba. Este hecho hizo que un día, estando los dos solos en el mismo rincón del patio, empezásemos a hablar y mira por donde nos caímos bien. Fue él quien me aconsejó que practicase artes marciales, y me enseño, muchos trucos de lucha callejera que evitó que volviesen a pegarme en el instituto. Pues este era mi amigo Mario
- Dime pues de que se trata._ Le dije
- El putero que se tira a tu ex nos debe pasta._ Dijo
- ¿Y eso?.- Exclamé
- Le gusta el juego, pero pierde más que gana, los bancos ya no le daban más, crédito. LE han embargado todo lo que tiene a su nombre, por lo que acudió a nosotros._ Dijo
- Entiendo y que quieres de mi.- Dije
- Verás por respeto a ti, no hemos entrado a tu casa para darle una paliza, pero se nos acaba la paciencia, quiero saber, cuando no estarán los nenes en casa para darle un escarmiento.
- Ya no están en esa casa, el muy hijo de puta les pegaba, por lo que a partir de ahora estarán en mi casa._ Dije
- Menudo cabrón. ¿Y no has hecho nada al respecto?._ Preguntó Mario
- Haré, me enteré ayer de que pegaba a mis hijos, he conseguido una orden de alejamiento de ese cabrón, y esta misma noche voy a ir a por el. _ Dije
- Eres un hombre de honor y te respeto por eso, pero eres una persona cabal, siempre te has movido dentro de la ley. Tu enemigo es ahora el mío deja que yo realice tu venganza y te aseguro que no te arrepentirás del resultado._ Dijo
- ¿Vais a acabar con el?._ Le pregunté
- No, muerto no nos sirve de nada, queremos que viva, para que nos devuelva lo que nos debe, pero mientras no nos lo devuelva, sudará sangre.
- En tus manos lo dejo, si necesitas algo ya sabes dónde encontrarme. ¿Por cierto como supiste donde encontrarme?._ Pregunté
- Mejor que no lo sepas, y por cumplir tu venganza no me debes nada, estoy muy orgulloso de que seas mi amigo, sabiendo quien soy. Recuerda que fuiste el primero en venir al hospital cuando me operaron de apendicitis y eso nunca lo olvidaré.
- Te lo debía, viejo amigo, gracias a ti acabé con vida el instituto.- Le dije
- Hasta la próxima y esperemos que sea más alegre._ Nos despedimos con un fuerte apretón de manos.
¿Que fue del hijo de puta del novio de mi ex? Solo os diré que lo trajeron al juicio con silla de ruedas.
El sábado dejé a los niños con mi madre y me fui a por Beatriz, ansioso por saber la sorpresa. Nada más verla, le pregunté, y ella me contestó.
- No me seas ansioso, tú relájate, que yo conduciré.
La verdad vestía de lo más curioso, llevaba una camiseta ajustada, marcándole sus enormes teta, debía llevar sujetador pues tanto volumen, no se podía ceñir a una camiseta ajustada. Y una falda curiosa, daba el efecto de estar formada por grandes pañuelos entrelazados, cada vez que se giraba le daban mucho vuelo, era un efecto curioso. Me llevó a un restaurante, árabe, donde nos pusieron en una pequeña mesa circular, como las que se usan para tomar té, ella pidió la cena, en árabe. Me explicó que vivió en Arabia Saudí un par de años, pues su padre es diplomático y fue destinado allí.
Cuando el camarero, trajo las comandas, me imbuí de los aromas del desierto, sus especias te hacían recordar un zoco árabe, que sensaciones, la comida a base de cordero, cuscús y otras delicias que no podría enumerar.
Acabada la cena, nos trajeron un postre elaborado a base de almendras y miel, que te llevaba al paraíso.
En ese momento hizo un extraño movimiento con las piernas, que consiguió que su falda nos tapase a los dos. Metió su mano derecha por un pliegue de su falda, con la cual bajó la cremallera de mi pantalón y con gran habilidad sacó mi polla que empezó a darle una suave paja. A su vez con la mano libre cogió mi mano y la introdujo por otro pliegue de su falda, entonces me di cuenta que esa falda estaba formada por pañuelos que dejaban huecos entre ellos, pero su increíble forma de estar trenzada los hacían invisibles. Entonces le dije en voz baja
- Mi chica no lleva bragas. ¡Quieres que juegue con tu coñito?
- ¿Soy tu chica?, oficialmente no me los has pedido._ Dijo
- Tienes mi polla en la mano, ¿De verdad crees que no eres mi chica?
- Si no me lo pides, no sabrás si yo quiero ser tu chica._ Dijo
- Beatriz ¿Quieres salir conmigo?._ Dije yo
- Sólo si consigues que me corra, sin que nadie se entere.
Me costó más de diez minutos, pero conseguí que se corriese, poco después me corrí yo, ella consiguió atrapar toda mi leche en su mano y no nos manché a ninguno de los dos con mi abundante corrida. Eso de que nadie se enterase es otro cantar, pues el camarero al traernos la cuenta mostraba una cara de enfado más que evidente.
Fuimos a mi casa, con una urgencia rayando en la desesperación, lo ocurrido en el restaurante nos había puesto a mil, casi me corro en el ascensor mientras le metía mano. Ella solo llevaba el top y la falda por lo que desnudarse fue coser y cantar, su única ropa interior era el sostén, y se lo arranqué. Momento en que dijo
- Cariño voy a ir con las tetas sueltas hasta que llegue a casa
- Yo mañana te compro otro, si te quedas a dormir hoy aquí._ Dije
- Pues para eso móntame, como tu yegua.- Dijo mientras se ponía a cuatro patas.
- Te voy a meter mi polla de semental hasta los huevos
- Va mi macho alfa demuéstrame que eres el señor de la manada._ Dijo ronca por la excitación.
La cabalgada fue frenética, 20 minutos estuve follándomela como un animal, hasta que alcanzó un orgasmo demoledor. Empezó a temblar entera y a chillar como una loca. Cuando se calmó dijo.
- Dios mío ha sido uno de mis mejores orgasmos, y no has hecho mucho por ponerme a cien, cuando el día que no tengamos tanta urgencia, voy a volverme loca de placer._ Dijo mientras me daba besos sin parar
- Te voy a hacer llegar al cielo a pollazos._ Dije totalmente empalmado pues aun no me había corrido
Se levantó de un salto de la cama buscó algo en su bolso y tras sacar un bote de lubricante, me dijo.
- Márcame hazme, demuéstrame que soy tuya, reventándome el culo._ Dijo
Estuve varios minutos dilatándole el ojete, aguantando sus protestas ya que quería mi polla en su culo ya. Esto o hice, no solo, para no dañarla, también para bajar un poco mi excitación, ya que si la hubiese enculado inmediatamente, me habría corrido antes de metérsela por completo. Cuando comprobé que podía meter dos dedos empecé a penetrarla. Estaba realmente estrecha, tuve que metérsela muy pero que muy despacio para evitar desgarrarle algo. Y cuando la tuvo toda dentro, mientras me esperaba a que su culo se adaptase a mi polla, le dije
- Chica que culo más estrecho tienes
- Lógico, no ha entrado ninguna polla antes que la tuya por el
- ¡Quieres decir que te estoy desvirgando el culo?
- Sí señor, y la verdad tengo una sensación de querer cagarme increíble._ dijo
- Es lógico, tu culo aun no había catado polla y esa es la sensación de las primeras veces.
- Bueno si luego haces que me corra lo daré por bueno._ Dijo
- ¿Y a que se debe tanto honor?
- ¿Tanto honor?
- El haberme dejado desvirgarte el culo.
- Pues porque tu eres, el._ Dijo
- ¿El, que?
- Deja de hablar y dame caña._ Dijo
Poco a poco empecé a follarme su culo en pocos minutos podía sacarle media y volvérsela a meter, ella empezó a gemir, a eso ayudó el que yo estuviese castigando sui abultado clítoris con dos de mis dedos. Los últimos 5 minutos antes de correrme y llenarle el culo de leche, fueron de una gran violencia, le estacaba cada vez más fuerte la polla. Cuando notó mi leche llenándole el culo se corrió, convulsionando sus orgasmos tienen un efecto físico tan potente que siempre sabes cuándo se corre y cuando no. Al sacar mi polla de su culo lanzó un par de pedos muy fuertes que la hicieron sonrojar y pedir disculpas.
- No tienes que pedir disculpas, es una respuesta fisiológica normal._ Dije
- Yo es que para eso soy muy pudorosa y claro no lo hago delante de nadie. Por cierto me voy al aseo a limpiarme el culo porque me cae tu leche por el culo.
- Espera y nos ducharemos juntos.
La ducha fue muy excitante, aunque a mí no se me volvió a plantar ella si que se corrió, comiendo coños soy un auténtico fuera de serie. Después de la ducha le volví a preguntar que significaba el que yo era él, y me contestó que en un mes se lo volviese a preguntar. Me quedé con la intriga, pero me aguanté
Empezamos a salir de forma regularizada desde ese día, a los nenes les planteé la situación un mes después. Les encantó, pues adoran a Beatriz, ella es un demonio en la cama y un ángel fuera de ella. Después del día tan estupendo que habíamos pasado con los nenes, mientras la acompañaba a casa le dije.
- Ha pasado un mes
- ¿Un mes de que?._ Preguntó
- De el día que me dijiste que yo era el._ Le conteste
- Tienes razón, chico menuda memoria, quieres saber que significa ¿el?
- Esactamente
- Tan fácil, como que eres el hombre de mi vida, lo supe desde el día que te conocí, por eso llevaba el bote de lubricante, quería darte algo que a nadie había dado._ Dijo roja como un tomate
- Pues yo también te quiero como jamás he querido a nadie, vente a vivir conmigo._ Le dije
- De eso nada, llevo toda la vida soñando con mi boda y ahora quieres que viva en pecado._ Dio estallando entre carcajadas
- Pues ¿Quieres casarte conmigo Beatriz?._ Dije mientras me hincaba el pie en el suelo
- Por supuesto que si, pero caballero, donde está mi anillo de pedida._ Dijo con una sonrisa
- Allí mismo, dije señalando una joyería que estaba a 50 metros de nosotros.
La verdad creo que es una de las pocas mujeres que ha podido elegirse el anillo de pedida, a mi me ahorró un trabajo y además un dineral, pues seguro que me habría gastado más dinero.
La boda fue preciosa, nos casamos en un pareja natural, en una masía dedicada al uso, Beatriz tenía a un amigo concejal que nos casó. Mi madre lloró de alegría, los padres de Beatriz me tuvieron que aceptar, ya que para ellos un divorciado con dos hijos no era el tipo de esposo que esperaban para su hija.
Además el contraste de invitados fue increíble, por mi parte acudieron amigos y familiares míos, gente normal y corriente y por parte de Beatriz vinieron diplomáticos, dos generales, un cardenal y tres obispos, hasta un ministro. Podéis imaginar la seguridad que hubo en todo momento, hasta a mis hijos les pasaron el detector de metales.
Prologo
Desde ese día que vivo feliz con ella y mis cuatro hijos. Beatriz quería experimentar el pasar un embarazo y así tuve dos gemelos. Para ella los 4 son hijos suyos por igual, y mis hijos han experimentado lo que es realmente el amor incondicional de una madre.
¿Que ha sido de mi mujer? Durante el juicio de custodia por mis hijos, le preguntaron si podría dejar al maltratador por el bien de sus hijos, y ella contestó que sus hijos no le llenaban de tanta felicidad, como su novio. Felicidad y cardenales, pues aquel estoy seguro que no parará de pegarla, hasta que la mate.
A raíz de eso, se me concedió la custodia absoluta de mis hijos, a eso ayudó mucho el hecho de que me iba a casar en breve.
En definitiva que cada vez que quiere ver sus hijos Beatriz o yo tenemos que estar presentes, Mi ex odia a muerte a Beatriz, porque evidentemente los nenes la quieren más a ella.
El gilipollas de su novio, se por Mario, que sigue siendo adicto al juego, pero los bancos se cansaron de esperar para cobrar y lo denunciaron. Eso sumado a la condena anterior por malos tratos le ha llevado a prisión, donde actualmente está.
Sus vidas ya no me preocupan, solo veo a mi ex de tanto en tanto, pues vendió la casa para pagar las deudas de su novio y vive ahora en uno de los peores barrios de la ciudad, con lo que cruzarnos es harto difícil. Nunca dejaré que lleve a los nenes a su casa, pues esa zona es tan peligrosa que la gente la evita siempre que puede.
Esta es mi historia, no es nada del otro domingo, pero quería compartirla con todos ustedes y que valorasen que les parece