Mi vida en una universidad americana parte 6
Andrés continúa su visita a casa del quaterback de la universidad donde estudia. La última noche el padre y la madastra de Luke le invitan a una cena formal en casa de los jefes de él que acaba en orgía
Tras un descanso publico la sexta parte de las aventuras de Andrés, el español becado en una universidad americana. Tras un gangbang en una mudanza, Andrés recibe una invitación para cenar en casa del jefe del padre de Luke. Nota: son relatos imaginarios por lo que las situaciones de exo priman sobre la credibilidad.
A la mañana siguiente me despertaron una serie de gemidos y gruñidos. Me desperté y allí en la cama en un sándwich con ella en medio estaba Brianna. En la posición de la cucharita Peter se la estaba follando por el culo y Paul por el coño. Ella se retorcía entre los dos y ambos se repartían el magreo de sus tetas. Sam y John seguían dormidos y Luke salió en ese momento del cuarto de baño, recién duchado.
- Llevan media hora follándosela. Paul la despertó con una comida de coño y desde entonces están dándole. A mí ya me la ha chupado dos veces, así que si quieres, aprovecha pero no tardes ¿quieres?
Se fue de la habitación tras localizar su ropa. Yo me había levantado con la empalmada antes de mear así que decidí no desperdiciarla. Me masturbé hasta que Peter y Paul terminaron y se corrieron encima. La puse a cuatro patas sobre la cama y se la metí estilo perrito. Sus caderas empezaron a buscarme y a contribuir al polvo. Brianna no hacía más que gritar que le diera más duro. Yo la agarré del pelo y la obligué a echar la cabeza hacia atrás. Gruesos goterones de sudor caían de mi pelo y mi pecho sobre su espalda. Apretó los músculos de su vagina y eso me pudo. Me la saqué y descargué sobre el charquito que se había formado en su espalda.
Me di una ducha y al salir Sam y John la tenían boca arriba en la cama. Sam se la tiraba por el coño y John estaba a un lado de la cabeza dejando que se la chupara. Peter y Paul no habían tenido bastante y se pajeaban a ambos lado de la cama.
Bajé hasta la cocina y me tomé un café y un bollo con Luke. Después nos fuimos a su casa y dormimos un par de horas.
Durante el siguiente par de días no hubo nada más allá de lo que esa familia consideraba normal. Verónica estaba siempre dispuesta para una doble penetración de su hijastro y mía o una mamada en la cocina entre que recogíamos los platos. El padre de Luke miraba o se la dejaba chupar después de que nosotros hubiésemos terminado.
La última noche que estábamos en el pueblo, Luke había decidido volver en coche a la universidad para así disponer de él allí. Mr y Mrs Preston estaban invitados a una cena en la casa del jefe de él. Luke había quedado con unos amigos y amigas del instituto para despedirse pero sus padres insistieron en que yo les acompañara.
No me apetecía demasiado pero no quería llevarles la contraria así que accedí. Era una cena formal así que mi amigo me prestó su smoking que me apretaba en la entrepierna pero Verónica me aseguró que estaba perfecto. Ella llevaba un vestido de noche rosa largo que le marcaba sus pechos y dejaba la espalda al aire. Una raja hasta la mitad del muslo dejaba entrever el liguero rosa que sujetaba sus medias a juego. Mike llevaba también un smoking.
Fuimos a la casa en el coche de los padres de Luke y me quedé con la boca abierta. Era una auténtica mansión de dos plantas rodeada de una extensión enorme de césped. En la parte de atrás había una piscina gigantesca con jacuzzi y cascada incluida y una barra con zona de barbacoa.
La planta baja tenía un salón gigantesco con chimenea, tres sofás para al menos cinco personas cada uno y varios sillones. Las paredes estaban llenas de obras de arte que no sabría identificar pero tenían pinta de auténticas.
Nos recibieron el jefe de Mike, Derek, enfundado en un smoking también. Debía rondar los 57 años y aunque tenía ya el pelo cano, se le veía en bastante buena forma. A su lado estaba la que debía ser su segunda o tercera esposa, Linda, una morena de unos 35 con un cuerpo de escándalo, lo que te imaginas de una mujer trofeo. Un vestido negro acentuaba sus curvas rematadas por un culo respingón y un par de tetas operadas como dos pelotas.
Éramos los últimos del lugar y nos hicieron pasar a un comedor con una larga mesa en medio donde ya estaban preparados los cubiertos para la cena. Allí nos esperaban Brian, un compañero de Mike Preston, de su misma edad, unos 50 e India, otra milf de mis sueños con una cara preciosa a pesar de sus arrugas y un vestido blanco corto casi plano por delante pero que dejaba ver unas piernas larguísimas enfundadas en medias.
Yo no era el único joven afortunadamente. Keiran y Danny eran dos sobrinos de Derek que trabajaban en la empresa y serían sus futuros herederos. Eran gemelos, de 27 años y deportistas y parecía que iban saltar las costuras de sus chaquetas. Terminaba la lista de invitados Ava, una belleza de 30 años que también formaba parte de la empresa como representante de ventas. Ella llevaba un vestido corto rojo y su cuerpo, sobre todo sus tetas que asomaban por un escote de vértigo, no desmerecían a ninguna del resto.
Nos sentamos a cenar. Derek ocupó la cabecera. Aun lado estaba Keiran, Verónica, Danny, Mike y Ava. Enfrente estábamos India, yo, Linda y Brian. De la cocina, empujando un carrito cargado con los primeros platos, salió una de las mujeres asiáticas más guapas que he visto. Vestida como una criada francesa pero con una falda hasta los tobillos sus tetas daban de sí la tela y la falda ajustada adivinaba un culo que ya me quería follar.
A principio estaba bastante cortado pero pronto la conversación se hizo amena y me olvidé de mi vergüenza. Al llegar a los postres y al café, Derek me miró interesado y cortando mi explicación a Linda sobre las tapas españolas, me preguntó a bocajarro.
- Bueno Andrés, me han dicho que has probado nuestro producto estrella.
La mesa se calló y se me quedó mirando.
- Sí, Derek.- Antes me habían recriminado que no les llamara por el nombre de pila. Como seguían mirándome, me vi obligado a dar más explicaciones.- Fue toda una experiencia y todooo un placer.
Todos se rieron con ganas.
- Me alegro hijo porque espero que no te importe pero hemos echado una dosis de la nueva versión en los cafés. Y ellas también han tenido su caramelito.
Debía haberlo cronometrado porque justo en ese momento se me puso dura como una piedra en menos de un segundo. Al otro lado de la mesa, Verónica que no llevaba sujetador marcaba pitones por la tela de su vestido. Mi cara debía decirlo todo porque India metió la mano bajo la mesa y me agarró la polla. Linda la imitó y acarició la parte que no tenía su amiga. Verónica también tenía ambas manos por debajo de la mesa y las movías en círculo ante la cara de excitación de los gemelos y Ava hacía lo propio con Mike. Para no dejar solo a Brian, Linda llevó su mano libre a atenderle. Puso una cara de satisfacción y se dirigió a su marido que sobaba el culo de la criada, durante la cena me habían dicho que era tailandesa.
- Cariño, esto está más que listo. Empecemos esta fiesta.
Me dio un apretón en la entrepierna y se levantó a la vez que su marido. Fue la señal para que nos pusiéramos en pie. A través de los pantalones se veían las tiendas de campaña que el dilatax, que yo había probado mi primer día en casa de los Preston, había formado en los pantalones de todos los presentes. Seguimos a los anfitriones hasta el salón donde los tres sofás y un par de sillones formaban un cuadro con un gran espacio entre ellos y una mesita de café llena de consoladores de distinto tamaño y forma. Linda me colocó de pie en un extremo del sofá central y se agachó para quitarme los zapatos y calcetines. A continuación me quitó la chaqueta, la pajarita y la camisa. Se detuvo un momento y me acarició de nuevo la polla por encima del pantalón mientras murmuraba palabras de lascivia y me miraba a los ojos. Después me desabrochó el cinturón y los pantalones y volvió a arrodillarse a la par que me los bajaba. Me obligó a levantar una pierna y después la otra para sacar las perneras y con su cara a la altura del enorme bulto de mis boxers hizo lo mismo con ellos, dejándome completamente desnudo.
Miré a mi alrededor y vi que los otros invitados masculinos estaban recibiendo el mismo tratamiento. Al otro extremo del sofá India ya tenía sin ropa a Mike y de pie mientras lo besaba le masturbaba lentamente. En el de la izquierda, Verónica ya habcía hecho lo mismo con Keiran, quien le sobaba las tetas por encima del vestido y refregaba una erección enorme contra su culo, y procedía a despelotar a Danny. En el otro sofá, Asa, la criada tailandesa, estaba de rodillas mamándosea a un Derek como dios lo trajo al mundo y Ava terminaba de quitarle los calzoncillos a Brian en ese mismo sofá. Los seis teníamos nuestros miembros, de distintos tamaños, apuntando al cielo, y ellas nos dieron un empujón para sentarnos.
- Primero un pequeño show de precalentemiento.- Allí mandaba Derek por lo visto que dichas estas palabras se sirvió un whisky de una pequeña mesa auxiliar que había en su lado del sofá.
Me di cuenta que en todos los extremos de sofás había esas mesas con una selección de bebidas. Los gemelos, que se habían separado cada uno a un lado del sofás ya tenían una cerveza cada uno. Mike y Brian se habían decantado por whiskys también y yo opté por un cubata de ron con cola, una bebida que no era normal conseguir en EEUU. Mientras nos servíamos las bebidas todas las mujeres se habían retirado al centro de la habitación, menos Asa que seguía atendiendo oralmente a su jefe.
En el centro, India se había emparejado con Verónica y Ava con Linda. Las dos parejas se comían la boca de forma exageraba y sus manos volaban por todo el cuerpo de su contraria. Linda exclamó que estaban demasiado vestidas para esta ocasión y haciendo que Ava se diera la vuelta le desabrochó el vestido y apartando los tirantes de sus hombros hizo que se deslizara hasta sus tobillos. Ava no creía en la ropa interior porque ya estaba totalmente desnuda. Linda hizo que le devolviera el favor y le bajara la cremallera y el vestido, que se paró un momento en sus caderas para caer al suelo.
Los seis hombres nos las meneábamos viendo el espectáculo lésbico. Verónica e India se habían desprendido también de los vestidos y la primera de rodillas le bajaba el tanga que llevaba sobre un liguero blanco que sujetaba las medias de encaje. Cuando ese coño estuvo la descubierto Verónica comenzó a lamerlo a la vez que sus manos bajaban a sus propias caderas se desprendían también de sus braguitas para quedarse solo en liguero y medias.
Mi polla parecía a punto de reventar y sentía ese placer que te recorre entero cuando tus huevos se tensan y estás a punto de correrte pero el dilatax me la mantenía tiesa. Para relajarme decidí pajearme intermitentemente dándome períodos de descanso y bebiendo un poco de mi cubata.
Enfrente mía, Linda se había quitado el sujetador, debía ser la única que lo llevaba, y el tanga. Las cuatro diosas estaban totalmente desnudas menos Verónica y India que mantenían sus ligueros y medias lo que me volvía totalmente loco.
Tras dejar que Ava le comiera las tetas y mientras se la follaba con los dedos, Linda la obligó a tumbarse en el suelo y sin sacar los dedos le comió el coño. A su lado Verónica e India se habían posicionado en un 69 y se daban placer mutuamente con sus lenguas. Los tres coños que estaban siendo devorados no tardaron en sufrir tremendos orgasmos con lo que recordé las palabras de Derek sobre sus caramelitos y supuse que ellas habían tomado el derivado de gh que comercializa la farmaceútica y que aumenta la sensibilidad de las mujeres. Linda pidió ser follada y se levantó hasta la mesa donde escogió tres enormes consoladores con arneses y cinturón. Lo tres, dos de color carne y uno de color negro, eran representaciones bastante reales de pollas con su glandes bien definidos y unas venas gordas y marcadas.
Levantando a las otras tres, las ayudó a ponerse los consoladores y a ajustar los arneses de tal manera que a Verónica parecía que le hubiera crecido una polla negra y a las otras dos una blanca. Linda de rodillas frente a las otras se escupió en ambas manos y recorrió lubricando las de India y Ava mientras se tragaba, utilizando un montón de saliva, la de Verónica. Cuando se cansaba pasaba a una de las otras hasta que todas estuvieron relucientes de saliva. Las tres no se estaban quietas, acompañaban con sus caderas el movimiento de la cabeza de Linda y pronto se habían corrido con las falsas felaciones. Los consoladores tenían bultos de plástico por dentro para excitar los clítoris de sus portadoras.
Verónica se tumbó entonces en el suelo y Linda la cabalgó metiéndose todo ese plástico negro. Linda no paraba de gemir y de sudar y el recogido con el que había empezado la noche se deshizo poco a poco hasta que su melena castaña se desenredó. Se sujetó en las tetas de Verónica y empezó a pellizcarlas y jugar con sus pezones. India había cogido un bote de gel lubricante y se lo aplicaba a su falsa polla. Hizo que Linda se inclinase hacia delante, hasta que su cara quedó a la altura de la de Verónica que la enganchó en un una batalla de lenguas mientras sus dos enormes tetas se rozaban.
India se puso de rodillas detrás de Linda y le metió despacio su consolador por el culo. Cuando estuvo casi todo dentro empezó a bombear. Ava no se quedó atrás y haciendo que Linda levantara la cabeza empezó a follarle la cara. Una triple penetración con ocho tetas implicadas. Joder, aquello era sencillamente brutal. Linda se corrió dos veces seguidas sin que la dejaran parar. Las demás volvieron a correrse al poco de su segundo orgasmo.
La depravación lésbica no había terminado y la soltura con que se movían me hacía pensar que las cuatro eran viejas conocidas con o sin maridos presentes. Las tres se quitaron los arneses mientras Linda seleccionaba un nuevo juguete de la mesa. Un consolador doble de casi 50 centímetros de punta a punta. Eran dos pollas unidas por la base que representaba cuatro huevos partidos y unidos.
Ava e India se tumbaron boca arriba en el suelo y se acercaron los coños. Ava pasó una de las piernas por encima de la de India de tal manera que parecían apunto de hacer la tijera, refregarse una contra otra. Linda y Verónica se habían metido una punta del consolador en cada boca y la chupaban cada una desde el extremo. Cuando estuvieron satisfechas con la humedad llevaron las puntas a los coños de sus amigas y las hicieron juntarse hasta que casi cada parte había desaparecido en el interior de Ava y de India. Las dos empezaron a mover sus caderas y a follarse a la una a la otra con esos centímetros de plástico dentro. Linda se sentó entonces en la cara de Ava y dejó que le comiera el coño mientras movía sus pelvis en circulo sobre la lengua. Verónica hizo lo mismo con India. Las cuatro estuvieron en esa posición hasta que se corrieron al menos dos veces cada una. Cuando se desenredaron sus entrepiernas brillaban por sus fluidos al igual que las caras de India y Ava por las corridas de las otras dos. El resto de sus cuerpos relucía por el sudor.
Keiran y Dannny empezaron a gritar jooooderr desde su sofá. Grandes chorros de semén se dispararon desde sus pollas hasta el centro de la habitación. Fue una señal, Derek sacó la polla de la boca de Asa y empezó a correrse en su carita. Brian y Mike se fueron casi también a la vez y yo deseoso de un alivio aumenté mis vaivenes para echar lefa también de una forma salvaje y durante mucho más tiempo del habitual, aumentando mi placer. El dilatax además de prolongar nuestras eyaculaciones seguía manteniéndonosla duras.
Las chicas nos miraron y Verónica puso cara falsa de mohín.
- Joder, a mí no me han metido nada todavía.
Linda se acercó y empezó a masajarle las tetas y el coño.
- Tranquila, cariño, el premio gordo es esta noche para ti. Ava cariño por qué no sustituyes a Asa para que se una a nosotras.
Ava, con su pelo corto rubio y sus ojos claros, fue hasta el sofá de Derek y se sentó a su lado. Inclinándose de tal manera que sus tetas miraban al frente y sus ojos no perdían detalla de la acción en el centro de la habitación comenzó a comerle la polla cuya punta formaba un bulto en su mejilla. Debía ser de privilegio del jefe tener una boca siempre a su disposición.
Mientras Asa estaba rodeada de las otras tres y sin mover un musculo dejaba que le limpiaran la corrida del jefe de la cara. Era la única que estaba vestida pero pronto le pusieron solución. Linda le bajó el vestido de la blusa de criada que llevaba y se lo quitó por encima de la cabeza dejándola solo con un sujetador de encaje negro con transparencias que mostraba unos pezones enormes en unas tetas operadas y perfectamente redondas y uno de esos collares de tela con volantes blancos que las criadas llevan en las películas y que le rodeaba todo el cuello. India comenzó a sobarle las tetas por encima del sujetador a la vez que Verónica les desabrochaba la falda y se la bajaba hasta quitársela.
En ese momento yo estaba bebiendo y me atraganté y escupí parte del cubata. También comprendí el por qué de esa falda larga. Sujeta con una cinta a la mitad del muslo de Asa había una polla enorme y gruesa. Miré a los demás pero ninguno mostraba mi cara de sorpresa. De cintura para arriba, Asa era una de las mujeres más morbosas con las que me había encontrado y de cintura para abajo, salvando ese trozo de carne, su culo y piernas eran totalmente femeninos.
Verónica desató la cinta y la polla saltó hacia arriba para mostrar casi unos 20 cm, no tan larga como la mía pero sí bastante más gruesa. Linda cogió un cojín y lo tiró en el suelo. Hizo que Verónica se tumbara en el suelo con el culo sobre este con lo que su pelvis estaba más levantada y daba un mayor acceso. Luego hizo que Asa, tras quitarle el sujetador, se pusiera de rodillas delante y se la follara.
La tailandesa o tailandés se la metió casi entera y la sacó para acelerar cada vez más el ritmo. India se había sentado entre los dos gemelos y dedicaba a masturbarles con una mano mientras ellos jugaban con su coño y sus tetas. Linda hizo un repaso de la habitación y fue hasta Brian, le cogió de las manos lo llevó hasta la mesilla del café. Allí utilizó el gel para lubricarle la polla. Lo dejó con la verga reluciendo y cogió otros dos cojines que colocó bajo el culo de Verónica. Esta tenía ahora la espalda en angulo con el suelo, en el que descansaba los hombros, y el culo y el coño en el aire. Asa se puso medio en cuclillas, medio incorporada, con las rodillas ligeramente flexionadas y siguió disfrutando de ese cuerpo. Esa postura le permitió inclinarse y Linda guiió la polla lubricada de Brian hasta su ojete. Ese culo perfecto debía haber sido follado en más de una ocasión porque no ofreció resistencia y pronto Brian entraba y salía con empellones que repercutían en la follada de Asa a Verónica que no paraba de correrse. Linda no estaba del todo conforme con el arreglo.
Vino hasta mí y, tirándome de la polla, me hizo levantarme y con ella en la mano me hizo colocarme frente a la cara de Asa. Dudé, aunque Linda seguía empujándome, para mí aquello era homosexualidad. Sin embargo, con su polla metida en Verónica y con esa cara adorable y esas tetas no era difícil verla como una mujer.
Se le metí en la boca, cerré los ojos y disfruté de una de las mejores mamadas que había recibido en mucho tiempo. Su lengua parecía estar en todos lados. Su garganta me acogía unos instantes rozando la garganta profunda para retirarse y volver a sentir como su lengua práticamente rodeada mi tronco. Y todo eso en la complicada arquitectura sexual en la que estábamos con Brian enculándola mientras se follaba a Verónica.
Satisfecha, Linda fue con Mike y lo montó al revés de manera que nos miraba a nosotros. Yo cuando sentí que la lengua de Asa jugueteaba con el agujero de mi glande no pude más, con dilatax o sin él, y expulsé una corrida inmensa y larga en la boca de la taialndesa que, a pesar de hacer lo que pudo, no consiguió tragarse todo y parte de ella resbaló por su barbilla para caer sobre las tetas de Verónica.
Seguía duro así que Linda palmeó el sofá al lado de Mike y cuando me senté se inclinó y me la chupó mientras limpiaba los restos de semén. Aproveché para ver como iba el resto de la acción.
Keiran y Danny tenían a cuatro patas a India en el sofá empalada entre los dos, uno se la follaba por detrás, mientras el otro lo hacía por la boca. Ava se la chupaba a Derek pero por los restos en su cara y su pelo ya se había corrido al menos una vez.
Brian comenzó a gritar y se corrió abundantemente en el culo de Asa. Esta se levantó y se corrió sobre la cara de Verónica. A mi lado Mike gritó que se corría también y Linda se colocó frente a él para que descargara en su cara. Derek se fue también en la cara de Ava.
Aquello supuso un paréntesis. Las pollas de Derek, Mike y Brian se habían desinflado pero las de Keiran y Danny, que antes las peticiones de India de un descanso, se habían sentado en el sofá con ella derrumbada en medio, y las mía seguían alzadas en todo su gloria.
Derek miró como comparaba y se rió.
- No te preocupes hijo. Nosotros no podemos tomar la misma cantidad de dilatax y por eso no tenemos la misma reacción que vosotros. Pero por eso os hemos invitado, para que entretengáis a nuestras esposas, mientras nos recuperamos.
Linda volvió a dirigir la acción. Mientras los tres mayores se acomodaban en el sofá para beber más y disfrutar del espectáculo, nos hizo tumbarnos en el suelo a Danny, Keiran, a Asa y a mí uno al lado de otro. Ava se colocó delante de mí, Linda de Danny, India de Asa y Verónica de Keiran. A una señal de Linda, se sentaron en nuestras pollas y nos cabalgaron salvajemente. Nosotros no hacíamos nada, cada una marcaba el ritmo bien subiendo y bajando las caderas o bien moviéndolas en círculo. Algunas se echaban hacia atrás haciendo palanca en nuestras pollas y otras se inclinaban para que les lamiéramos las tetas. Cada cierto tiempo, Linda gritaba cambio y ellas se levantaban y pasaban al siguiente. Estuvimos así hasta se hubieron corrido dos o tres veces más y nuestras barrigas estaban relucientes de sus jugos. Entonces se arrodillaron enfrente nuestra, a mí me había tocado Verónica, Linda con Asa, India con Keiran y Ava con Danny y nos las chuparon hasta que volvimos a inundar sus bocas de leche.
Verónica, India y Linda anunciaron que se retiraban. Ava parecía a punto de seguirlas pero Linda viendo que las cuatro pollas estaban todavía duras le dijo que por ser la más joven y la más novata con tanta gente, debía de calmarnos. Ella no parecía muy convencida así que Linda empezó a acariciarle el coño y a decirle que no se preocupara que le tenían preparado un fin de fiesta muy especial.
- Míralos, no vamos a dejarles así ¿verdad?
Linda nos encargó que la entretuviésemos así que yo empecé a meterle un par de dedos mientras Asa primero le comía el ojete de rodillas y luego con la mano lubricada empezaba a meterle dedos en el ano. Ava se estremeció con otro orgasmo y su mano me meneó la polla mientras seguíamos. Verónica se había sentado entre Brian y Mike y se las menaaba aunque no estuvieran duras del todo. India hacía lo mismo con Derek
Linda había hecho tumbarse a Keiran y Danny boca arriba y a entrecruzar sus piernas y acercar sus pelvis uno a otro, como la posición anterior con el doble consolador pero con sus pollas en medio. Cuando estuvieron juntas las unió lo más que pudo con las manos y se las metió las dos a la vez en la boca. Tras un par de cabezadas le hizo señas a Ava. Esta negaba con la cabeza pero daba pequeños pasos hacia ese monstruo de carne con dos cabezas. Asa la guiaba con su mano metida en su culo y la otra acariciándole las tetas.
Hicieron que se pusiera a horcajadas donde se juntaban los dos hermanos y que bajara poco poco hasta las dos cabezas sobrepasaron sus labios.
- No puedo, no puedo, joddddderrrrrrr
Linda juegó con su clítoris para estimular el placer mientras le susurraba al oìdo y antes de darnos cuenta su coño mantenía unidas las dos vergas que casi habían desaparecido. Ava se quedó allí parada, mirando a Keiran y dando la espalda a Danny, con una mezcla de dolor y extasis en la cara que dio paso al extasis cuando se aclimató y comenzó a moverse arriba y abajo.
Linda me hizo señas a mí y extendiendo gel por mi polla me situó a la entrada de su ano que estaba dilatado gracias a Asa. Solo pude meter el glande antes de que levantara la cabeza sorprendida. Pero no pudo decir nada porque Asa se clavó de un golpe en la boca. Yo ya había conseguido meter la mitad y aquello me estaba exprimiendo. No se podía estar más apretado. Tras un minuto en el que nos limitamos a estar dentro de ella, Ava comenzó a moverse y marcamos un ritmo pausado pero constante. No sé si de su boca tapada por la polla de la tailandesa salían gemidos de placer o de dolor pero juraría que se corrió al menos otras dos veces.
En los sofás los tres mayores nos miraban hipnotizados aunque ya se habían vuelto a correr y sus pollas descansaban flácidas en los muslos. Ellas desde las posiciones que se habían quedado se acariciaban despacio.
Con una nueva corrida, Ava se sacó la polla amarilla de la boca y rogó que no podía más. Linda la ayudó a desanudarse de las tres pollas que aún estaban dentro y la tumbó con nosotros de pie alrededor.
- Duchadla.
Nos pajeamos furiosamente deseosos de que nuestras erecciones bajasen y casi a la vez soltamos chorros de leche encima de Ava, por sus piernas , su ombligo, sus tetas y su cara. El dliatax hacía sus últimos esfuerzos y parecía que no podíamos parar. Mis rodillas llegaron a doblarse en un momento dado. Se terminó y nuestras vergas descansaron mientras que Ava estaba totalmente cubierta de nuestra lefa.
Poco después nos vestimos y nos fuimos a casa.