Mi vida en una universidad americana parte 4
Andrés, el becado en una universidad estadounidense está de visita en casa del quaterback. Conoce a su madastra, a su padre y a una amiga muy especial
Mientras Nicole entraba en el salón, Verónica me empujó para que me quedara sentado en el sofá.
- Parece que habéis empezado sin mí.- Nicole se arrodilló y agarró mi polla con sus manos y las movió de arriba abajo. Aún quedaba un buen trozo libre que engulló con ganas.
Verónica estaba de rodillas también. Su amiga me estaba dedicando toda su atención y ella le desabrochó el bikini para que estuviera en igualdad de condiciones que nosotros. Después le recriminó a Nicole que fuera tan egoísta. Acercaron sus caritas a mi entrepierna y pude disfrutar de otra nueva experiencia increíble, una doble mamada. Verónica me lamía el glande y bajaba parte del mástil hasta la mitad. Nicole bajó hasta mis huevos y su lengua los recorría entero para después tragarse uno o los dos a la vez. En un momento ambas empezaron a entrecruzar sus lenguas con mi punta en medio. Mi espalda se arqueó. Aquello era la puta gloria y mis testículos iban a reventar. Juntaron sus labios como si fueran a darse un beso y recorrieron mi longitud desde ambos lados en una paja a cuatro labios y mucha saliva. Nicole se sentó al sofá a mi lado y se inclinó para tragarse mi polla todo lo que podía. Verónica se acomodó entre mis piernas y su lengua jugueteó con la entrada de mi ano y a recorrer la distancia entre este y mis huevos.
Reventé. Me volví a correr de una manera brutal, echando leche de una forma exagerada que llenó la boca de Nicole y se derramó sobre mis huevos y la cara de Veronica.
Nicole se tragó toda mi leche y bajándose del sofá me limpió con la boca los restos y la cara de su amiga. No lo entendía pero seguía estando totalmente empalmado, casi dolía. Nicole me miró y le dijo a su amiga que se sentara en mi cara.
Me cogieron de las piernas y me bajaron a tirones del sofá dejándome tumbado en el suelo. Verónica se sentó con las rodillas dobladas cubriendo mi cara con su coño. Nada más que saqué la lengua empezó a moverse obligándome a recorrer su raja entera hasta que llegaba a su clítoris. Sentí una mano en la base de mi verga y como era dirigida a un paraíso de humedad. Nicole me cabalgaba como si no hubiera mañana. Las dos se habían colocado de forma que se miraban la una a la otra y aprovecharon para besarse y jugar con el clítoris de la contraria mientras mi lengua y mi polla las follaban. No tardaron mucho. A los pocos minutos ambas se corrieron casi simultáneamente. Me enteré sobre todo gracias a los gritos que seguramente debieron oírse dos casas más allá. Seguimos en esa postura un poco más hasta que Nicole se incorporó y se sentó en el sofá con las piernas abiertas. Verónica se apartó también y se puso a cuatro patas para empezar a comerle el coño.
Nicole se movía al compás de la lengua de su amiga y se pellizcaba los pezones con violencia.
- Zorra, fóllame con tu lengua, puta zorra.
El coño de Verónica quedaba justo a mi altura. Mi erección me estaba matando así que no tenía miramientos. Se la clavé de un golpe y empecé a utilizarla como una muñeca hinchable. Bombeaba lo más rápido y fuerte posible. Levantó la cara para quejarse o para gemir pero Nicole la agarró del pelo y guío su lengua de nuevo a su clítoris. Nicole me miraba a la cara mientras yo empezaba a sudar a mares. Nicole levantó su pelvis y apretó más la cara de Verónica contra ella. Sus gritos indicaron un nuevo orgasmo. Joder estas putas no tenían el mismo problema que yo para correrse. La pelirroja se apartó y se acomodó en el sofá para masturbarse mientras veía el espectáculo.
Verónica comenzó a acompañar mis embestidas con su cuerpo y a mirarme por encima del hombro, su cara brillaba con la corrida de su amiga.
- Hijo puta, rómpeme el coño, vamos, hijo de la gran puta, métemela entera, mássssssss.- Los insultos dieron nuevo a un nuevo orgasmo más largo que los anteriores y se derrumbó en el suelo de tal manera que su culo seguía en pompa y su cara apoyada en el suelo. Medio me incorporé para tener un mejor acceso y seguí follándome ese coño sensacional.
- Menuda fiesta que os habéis montado, querida.
La voz masculina me paró en seco. En la entrada del salón estaban Luke y un hombre de unos 50 años que solo podía ser su padre mirando como me follaba por detrás a su madrastra y su mujer. Mi cabeza se anticipó a los gritos y probablemente el par de hostias que me iba a llevar. Pero entonces me di cuenta que tanto padre como hijo se estaban despelotando. Yo alucinaba en colores, más cuando Verónica se giró de nuevo.
- ¿Alguien te ha dicho que pares, cabronazo?
Miré a Luke que estaba bajándose los calzoncillos en ese momento para mostrar su nada despreciable polla. Su padre se bajó los pantalones y se quitó también su ropa interior para enseñarnos una polla de tamaño medio.
- ¿Podemos participar?
Verónica exclamó entre jadeos porque yo había vuelto a rellenar su raja.- El niño, jodeerrrr, pueeddeee, tuuuu miiirrassss ssoollooooo.- Juraría que se había vuelto a correr.
Luke se estaba descojonando mientras cogía de las piernas a Nicole y la obligaba a bajar del sofá para sentarse él. Nicole se acomodó enfrente y empezó a mamársela mientras Luke no perdía de vista la follada a su madre. Su voyeurismo se ponía en evidencia de nuevo, yo me habría tirado a Nicole pero él prefería tener una visión clara de la acción. Al igual que su padre que se había sentado en un sillón y nos miraba mientras se la meneaba.
A pesar del corte yo conseguí al final correrme, la saqué y descargué otra enorme carga en su espalda. No comprendía esas cantidades de leche para ser mi tercera venida y el tiempo que duraban aunque el placer era mejor que cualquiera que hubiera experimentado.
El padre de Luke sonrió y le dijo a Verónica .
- Parece que el dilatax funciona.
- Ya te digo, me ha dejado rota.- Verónica se levantó y fue hasta su marido.-Déjame a mí cariño- Y fue ella la que le hacía la paja ahora.
Eso me dejó solo en el centro de la habitación y sin pareja y todavía más excitado. Me dirigí a Nicole y la aparté de Luke ignorando sus protestas de tío. La puse de espaldas en el suelo y me la follé con el mismo ritmo que a su amiga. Sus tetas casi no se movían, bendita silicona, cada vez que se la clavaba hasta los huevos. Se las agarré y las usé como punto de apoyo para establecer un compás. Estaba fuera de mí, solo importaba mi polla y meterla en caliente. Nicole no se quejaba, debía gustarle duro. Juraría que se corrió un par de veces durante los diez minutos siguientes que estuvimos haciéndolo como conejos en el suelo. Luke y su padre ya se habían corrido para cuando yo grité como un poseso y soltar otra carga que llegó hasta las tetas de Nicole.
Me caí directamente al suelo y por fin mi verga se desinfló. Tras unos minutos para recuperar el aliento nos levantamos.
El padre de Luke se me acercó y me ofreció la mano.
- Bueno Andrés, soy Mike Preston.
- Encantado señor. – No me podía creer que el padre de mi amigo se presentara como si nada mientras estábamos desnudos, junto a su hijo también en pelotas, y mi madre y una amiga también en pelotas y cubiertas por mi semen.
- Luke me ha hablado muy bien de ti y veo que no ha mentido. Cariño, por qué no nos damos un tiempo de descanso y nos vemos aquí para la cena. Luke, hijo, limpia la habitación.
Nicole y Verónica fueron al dormitorio principal que tenía un baño con ducha lo suficiente grande para dos y tres. El padre de Luke las acompañó mientras este se vestía e iba a buscar una fregona para tratar de arreglar el desastre que habíamos causado. Me chocaba ver a mi amigo tratando de limpiar mi lefa pero allí no era el mandamás, se veía que era su padre el que ordenaba así que tras una débil oferta de ayudarle que el rechazó, me fui a darme una ducha y echarme una merecida siesta.
Cuando bajé a cenar un par de horas más tarde, los tres miembros de la familia me esperaban para cenar ya vestidos, Nicole se había marchado. No sentamos a cenar. La verdad es que quitando el sexo de la tarde, todo iba de lo más natural. Sin darme apenas cuenta, el sexo se introdujo en la conversación. A nadie parecía importarle que Verónica hablara de como sus amigas y ella se habían follado al jefe y los amigos de una para conseguirle un ascenso o la secretaria que se la chupaba al padre a hora del almuerzo ni que esas anécdotas se intercalaran con las últimas compras en un boutique, la vida en mi país o los entrenamientos de Luke, quién también contribuía a las historias con algunos de nuestros episodios.
Tras la cena, los padres de Luke salieron a ver una película y por fin pudimos tomarnos unas cervezas. Le pregunté si a sus padres no les importaría que bebiese ya que su madre me había servido solo coca cola. Nos acomodamos en los sofás y Luke se descojonó.
- Vamos. Tío, eso solo era una trampa. ¿No has notado nada raro?
Me quedé pensando un rato. Descarté el hecho que me preguntara por haberme follado a su madrastra y a su amiga nada más llegar. Para ellos debía ser algo cotidiano.
- Coño, sí, de repente se me puso dura y no había forma de bajarla. Y nunca me había corrido así.
- Es la hostia ¿verdad? Mi padre trabaja en una farmacéutica y han desarrollado un medicamento para quienes tienen problemas de esperma para reproducción. Te aumenta la cantidad de semen, te la mantiene dura y te retarda la eyaculación. Normalmente forma parte de un tratamiento pero te habrán dado una dosis más pura.
Me atraganté. No podía creérmelo pero comprendí casi todo desde el extraño sabor de mi refresco hasta la pregunta del padre sobre el dilatax.
- Pero ¿no será peligroso?
- No te preocupes. No se nota en los análisis y no tienen efectos secundarios. Pero es como la viagra tampoco puedes tomarlo todos los días. – Mi cara no debió convencerle.-Mira Andrés, yo lo he tomado y no he tenido nunca problemas. Lo expulsaras del todo en un par de días. Además los controles antidopping de la universidad son una mariconada, Alan se hincha a esteroides y ni lo notan.- Dio otro largo trago a su cerveza.- Verónica roza la ninfomanía y a veces quiere asegurarse que sus nuevos amantes cumplan la primera vez. ¿Notaste las muchas veces que se corrieron las dos? – Cuando asentí, Luke se sonrió confiadamente.- Seguramente se habrían tomado un derivado de GHB que prepara el laboratorio de mi padre.
- ¿GHB?
- Extásis líquido pero no la droga que toman en la calle, algo más legal. En pequeñas dosis aumenta toda la sensibilidad de tu cuerpo y te desinhibe. De hecho, en dosis mayores la utilizan como droga de la violación. Verónica la utiliza para asegurarse multiorgasmos.
Luke pasó a contarme entonces sobre el putón de su madrastra. Sus padres se habían divorciado cuando él tenía 15, ella cansada de las infidelidades de él. Tampoco era muy maternal así que se mudó de ciudad y dejó a su hijo con él. Mike era bastante atractivo y se cuidaba así que durante el año siguiente tuvo varias parejas hasta que conoció a Verónica.
- Verónica empezó a trabajar en la empresa de mi padre como representante de ventas para médicos y demás. Te lo creas o no se conocieron en una orgía organizada por los jefes de mi padre.
En menos de tres meses, se habían casado. La nueva pareja estaba dentro de lo que en EEUU se llamaba la lifestyle alternativa. Intercambios, orgías… Se mudaron a este barrio aunque sus ingresos le permitían uno mejor por la alta presencia de vecinos afines.
- Ni siquiera me di cuenta hasta que tenía 16 años. Una noche nos habíamos quedado solos y estábamos viendo alguna película en la tele. Yo estaba en pijama y camiseta y ella tenía una camiseta de algodón sin sujetador que marcaba los pitones de esas tetas operadas y un pantaloncito de deportes. Yo la miraba más a ella que a la pantalla. Se dio cuenta y comenzó a preguntarme por las chicas del instituto. Cuando vio lo incómodo que estaba me preguntó si alguna vez había visto a una mujer desnuda. Cuando le respondí que por supuesto, ella se rio y me dijo que no me creía. Me preguntó entonces si era virgen y mientras su pie desnudo viajó hasta mi entrepierna y lo movió en círculos. Luke fue a por otras dos cervezas y continuó con su historia.- Cuando respondí que sí, me dijo que no me preocupara que eso era algo que se solucionaba pronto. Se quitó la camiseta y los shorts y me ordenó que me desnudara. Después me montó y me folló en apenas cinco minutos. Una vez cumplido ese trámite me inició en el sexo oral.
Luke me comentó que a partir de entonces lo hacían cada vez que su padre estuviera fuera. Una noche Luke llegó a casa y Verónica estaba con dos amigas. Le dijo que estaba muy decepcionada con sus habilidades orales y que iban a remediarlo. Las tres se desnudaron y le hicieron comerles los coños hasta que estuvieron satisfechas.
- Ni siquiera me tocaron la polla pero me corrí al menos dos veces sin que yo me la tocara tampoco.
Aquello siguió sin que su padre se enterase hasta que una noche organizaron una cena con otras dos parejas de su grupo de amigos ‘espaciales’. Luke estaba en la casa y le invitaron a participar. Desde entonces Luke fue invitado en más de una ocasión o había compartido a Verónica con su padre o se la había tirado mientras el marido miraba. Su padre grababa casi todas las sesiones así que comprendí la particularidad de mi amigo. En alguna ocasión invitaba a sus amigos y más de uno había sido desvirgado por Verónica.
Hablamos un poco más, recogimos el salón y nos fuimos a acostar con mi mente llena de escenas sexuales
Al día siguiente me desperté de una de las mejores maneras que uno se puede despertar. Creía que era un sueño húmedo hasta que abrí los ojos y vi que tenía los calzoncillos con los que había dormido por los tobillos y la boca y la mano derecha de Verónica en mi polla. Ella estaba vestida con un camisón transparente negro que no dejaba nada a la imaginación. Levantó la cabeza y mientras me miraba a la cara y seguía con la paja me dijo:
- Me encantan las empalmadas mañaneras. – Y pasó a lamérmela sin llegar a chuparla.
- Joder, mamá.- Luke a quien debíamos haber despertado se incorporó en su cama.- No pierdes el tiempo.
Verónica lo miró con una sonrisa pícara y me obligó a levantarme. Me agarró la polla y me llevó hasta la cama de Luke y me hizo tumbarme a su lado. La cama era un tamaño medio entre una individual y una de matrimonio así que cogíamos los dos, no muy holgados, pero con la separación justa. Verónica se subió a la cama, justo en el hueco entremedias, le quitó los pantalones a Luke y empezó a menéarnoslas a los dos. De vez en cuando se agachaba y nos daba un lametazo en los glandes pero la acción era sobre todo manual. Primero yo y después Luke nos corrimos manchando sus manos y nuestras barrigas. Ella se llevó los dedos a la boca y no paró hasta dejarlos limpios. Mirándome nos dijo: Creo que voy a tener que lavar a tu amigo.
Me cogió de la mano y me guío hasta su dormitorio. Mike estaba allí vistiéndose pero no se extrañó de que yo entrara desnudo más allá de un ‘Buenos días, ya despierto’. Verónica encendió la ducha, una enorme con hidromasaje con capacidad para dos o tres personas, que compartía espacio con una bañera redonda también para más de dos o tres personas. Cuando el agua estuvo a su gusto, se despojó de su camisón y me hizo entrar con ella.
Me echó un buen puñado de gel en las manos y ella cogió otro y me pidió que la enjabonara. Empecé por sus hombros pero pronto bajé sus tetas. Allí se me gastó casi todo el gel. Ella tampoco se anduvo con medias tintas. Tras masajear un poco mis pectorales y mi tableta se dedicó a generar espuma en mi entrepierna que gradualmente le ofreció más piel para limpiar.
Cuando me tenía otra vez totalmente erecto me hizo ponerme de rodillas e inclinó el torso hacia atrás con las piernas separadas. Yo no necesitaba más explicaciones así que giré mi cabeza hacia arriba y empecé a lamerle sus labios. Pasé a chuparle el clítoris succionando suavemente y lo alterné con meter mi lengua en su vagina como si me la estuviera follando. Tras un rato Verónica se dio la vuelta y se apoyó contra la pared de la ducha alargó el brazo y sujetándome del pelo me llevó la boca hasta su ojete. Normalmente me habría negado por asco pero el hecho de estar en la ducha me decidió. Joder el agua corría por su espalda formaba una pequeña cascada entres esas dos esferas de carne perfectas. Aparté sus nalgas con las manos y rodeé el borde de su agujero con la lengua. Aquello la volvió loca y tras unos minutos en los que lo rodeaba, bajaba hasta su coño con la lengua y volvía a mis círculos con su lengua en el ojete, me dio un empujón con la mano en la coronilla y mi lengua se introdujo en su ojete. Un sabor acre y ácido me invadió las papilas gustativas aunque no era del todo desagradable. La otra mano de Verónica jugaba con su clítoris y pronto alcanzó un orgasmo.
Me hizo levantarme y se puso ella de rodillas. De golpe se metió media de mi polla en la garganta y con un poco de maestría de su lengua consiguió que me corriera en sus tetas.
Salimos de la ducha y me dio una toalla.
- Bueno, guapo, me tengo que ir. Que os lo paséis muy bien..- Dicho esto me sacó rápidamente de la habitación.