Mi vida en la esclavitud 4

Llega un paquete desconocido a mi casa, posiblemente de mi Amo.

Capitulo 4: El Paquete

Sonó el despertador, lo que me indicaba que era hora de levantarse, me levante con pocas fuerzas y me dirigí al baño, tome una rica ducha, después me vestí y tome un ligero desayuno, prepare mis cosas y salí directo a mi trabajo, mientras caminaba recordaba la conversación del día anterior, ahora podría ser una sumisa de verdad, pero pensaba en lo que le había dicho, que no tenia limites, tal vez debí haberlo pensado un poco, pero por desgracia estaba hecho así que iría adelante.

Después de un buen día de trabajo, estaba contenta, pues era viernes y aparte tenía 3 días libres para descansar, así que tome mis cosas y me dirigí a mi hogar, cuando estaba a punto de llegar note algo extraño, había un paquete frente a mi puerta, y decía con crayón negro, para mi perra sumisa. Tome el paquete y lo lleve adentro, sabia de quién era y emocionada empecé a abrirlo.

Al abrirlo por completo note que había una carta, la tome y después mire los otros artículos, una cámara digital y un celular. La carta la abrí y empecé a leer cada palabra y decía:

Hola putita espero estés lista para tu entrenamiento, será algo pequeño sin límites, no te diré cuanto tiempo durara, pero si llegas a cometer varios errores o tu misma te rindes, entonces no te considerare una sumisa. Ahora como veras encontraras un pequeño celular, lo llevaras contigo a cualquier parte, siempre deberá estar encendido y me responderás, no importa con quien estés o si estas muy ocupada me contestaras con voz alta, y si te mando un mensaje lo contestaras inmediatamente, y segundo encontraras una cámara digital, con ella puedes tomar fotos y video, con ella quiero que te tomes fotografías usando toda la ropa que tengas, toda incluyendo el calzado, no deberá faltar ninguna cosita. Y también tomaras video de toda tu casa, para ver como es. Cuando termines deberás dejar la cámara en la caja y dejarla fuera de tu casa. Entendido putita, y antes de que se me olvide, contéstame estas preguntas, pero quiero que me contestes viendo a la cámara mientras te graba:

1.- ¿Cómo te llevas con tus vecinos?

2.- ¿Alguien te cae mal?

3.- ¿Tienes juguetes?¿Mándame fotos de ellas?

Al finalizar la carta no lo dude ni un segundo mas, tome la cámara y me fui a mi cuarto, me arregle un poco, dejando mi cabello largo y suelto, y me vestí con todos mis vestidos que usaba, faldas, blusas, pantalones, trajes de baño, chamarras, medias, tangas, incluso con mis toallas, me había hecho un total de 72 fotografías, bueno me encanta la ropa, pero si es muy ajustada mejor, después tome video a toda mi casa, el baño, el patio, mi cuarto, de todo, incluso también le explicaba cómo era cada lugar, al final me sentí un poco cansada, y solo me puse la bata de baño, sin nada abajo, vi el reloj y note que eran las 5 de la tarde, había estado como tres horas, probándome toda la ropa, me dirigí a la cocina y prepare una ensalada para comer, pero antes de prepararla, me dirigí a la mesa para contestar las preguntas que mi Amo, me había puesto.

Leí detenidamente cada pregunta y empecé a contestar con toda tranquilidad.

1.- ¿Cómo te llevas con tus vecinos?

R= Sinceramente me llevo poco, casi no hablo con ellos solo con dos vecinas, pero el resto para nada y tengo un vecino bastante mayor que me llevo muy bien con él.

2.- ¿Alguien te cae mal?

R= La verdad no, por el momento.

3.- ¿Tienes juguetes?¿Mándame fotos de ellas?

R= Si, tengo. Y le envié 5 fotos. Esposas, cuerdas, vibradores, mordazas y cinturones.

Una vez terminadas las preguntas, tome las fotos y la cámara, junto con el sobre y los coloque en la caja, salí fuera de mi casa y puse la caja en el suelo, entre de nuevo en mi casa y me dirigí a la cocina, a comer un poco.

Como era una comida ligera no me tomo mucho tiempo, tal vez unos 20 o 25 minutos, después fui al baño y tome una ducha, debo aceptar que en ese momento hacia un fuerte calor, aunque yo sentía que mi cuerpo estaba ardiendo, entre al baño, me quite la bata de baño, que es como una toalla, y abrí las llaves de la regadera, podía sentir como el agua tranquilizaba mi cuerpo y apagaba mi calor, hasta que escuche el timbre de mi casa, cerré las llaves, me puse de nuevo la bata y salí del baño sin secarme el cabello.

Mire por la ventana, pero no había nadie y note una caja diferente.

Abrí la puerta y mira hacia abajo, era otra caja, con una nota que decía: “TUS NUEVAS REGLAS PUTA”.

Continuara…